sábado, 5 de julio de 2014

Principessa iniciando finde...

     A la Villa de Rengo se dirigió la Principessa a primera hora de esta mañana. Debió abrigarse bien, pues la temperatura era de respetar, además de haber estado lloviendo durante la noche. Hasta debió llevar un paraguas (¡claro, no iba a llevar dos, jajaja), aunque fue gratuitamente, pues no tuvo necesidad de usarlo. Faltaron varios alumnos, pero igual realizó su tarea, aunque debió esforzarse bastante, pues la semana que se suspendió las actividades, ya había tenido repercusiones en los jóvenes. Felizmente, el último grupo fue muy receptivo y trabajador, recibiendo las felicitaciones de la Principessa.
    Al  recorrer las calles de la Villa de Rengo para emprender el regreso, el viento y el frío golpearon la delicada piel de la Princess (¡puchas que hacía frío!). A pesar de ello, se detuvo un rato en  la Plaza de Armas de la villa y tomó algunas instantáneas del lugar. Ya le había llamado la atención en su primer viaje que había una estatua del Toqui Caupolicán, idéntica a la que adorna la Plaza de Armas del Fuerte de San José de Alcudia (actualmente Río Bueno). (seguramente su hermano gemelo, jajaja)
        Rápidamente buscó locomoción y a las 14,25 aproximadamente ya estaba al interior de su palacio. Lo primero es lo primero : cambiarse de ropa, pues la Prncipessa se iba a dedicar a la cocina inmediatamente y luego estaría toda la tarde en su torre, pues no estaba el tiempo como para andarse paseando. Se sintió feliz de estar en su refugio e iniciando su descanso de fin de semana.
      En la mañana, antes de salir, la Principessa había dejado fuera del refrigerador varias"especies" que iba a ocupar en su banquete de hoy, para evitar que estén muy heladas. Sin embargo, decidió agregar un ingrediente importante, pues de pronto se acordó que no había consumido carne en toda la semana y sus genes carnívoros le estaban haciendo una protesta con marcha incluida en su estómago. Así que el Menú de hoy, debía incorporar este ingrediente tan importante.
     Banquete Sabatino
Entrada : Alcachofa en vinagreta (cilantro, vinagre, sal y aceite pepita de uva) y salsa (mayonesa, chalota picada, semillas de linaza)
Plato Principal : Carne casi mongoliana (jajaja) con Repollos de Bruselas y Champiñones
     Ingredientes : 300 grs. de carne vacuno (la Principessa ni se acuerda que tipo de carne era; todas le parecen igual, jajaja), condimentos (ají merkén, sal, ajo en polvo, aliño completo), repollitos de Bruselas (8 unidades), champiñones (8 unidades), pimiento verde y rojo picado en bastones, cebollín picado en anillos y hebras, una ceblla morada picada a pluma, ají verde picado, hojas de apio.
     Preparación : la carne se cuece sola en una sartén con los condimentos necesarios, hasta que está a media cocción. Se corta en pequeños trozos (como carne mongoliana) y se continúa cocinando, agregándole todos los ingredientes, menor los repollitos de Bruselas y los champiñones, por un total de 5 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo, se incorporan los repollitos y los champiñones, previamente precocidos en agua hirviendo y se termina de cocinar todos los ingredientes.
Ensalada : Apio con manzana, ambos picados en corte juliana. Se le agrega cilantro y semillas de linaza.
    Después de servirse su exquisito almuerzo, la Principessa se dispuso a prepara té de hierbas, para servírselo mientras leía en su tabloide. Estos últimos días no había podido leer todo lo que hubiese querido y ya echaba de menos esta actividad.
    ¡Qué tarde más descansada la de la Principessa! Nadie osó molestarla. La única dificultad que se le presentó fue que el frío fue absolutamente persistente y, finalmente, debió rendirse y acercarse a sus aposentos....
..........
    Mientras la Principessa escribía estas líneas, se le dobla su hermoso y fino cuello de cisne y se queda dormida. La cantidad de palabras extrañas que escribió al apretar las teclas del netbook fueron impresionantes.
    Al despertar de este breve sueño, se encontró sentada en su cama...ufff, ¡qué sueño!! Hasta el mouse no le responde y le cuesta varios minutos lograr el término de su escrito diario. Pero, ¡ya está! ¡Lo ha logrado!  Subirlo a la red y esperar que alguien lo lea (jajaja).
    Hasta siempre, Principessa. ¡que la suerte te acompañe!

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