Hoy de nuevo la distinguida Principessa debe iniciar el periplo de días anteriores. Debe concurrir al Reyno de Santiago del Nuevo Extremo a.... "¡Shist! , es "top secret"... ¡Ya , Principessa, no te hagas la misteriosa, igual se va a saber y , además, no es para tanto, total, no estás haciendo nada ilegal que yo sepa. Ya, cuenta , mujer, cuenta no más, si no trabajamos en Primer Plano (jajaja)... Después de vencer sus últimas dudas, la Principessa señala: "¡Ya, está bien: lo que pasa... ejem... lo que pasa es que estoy inmersa en un período de 7 años de mala suerte en palacio. Se me cayó un espejo, se hizo añicos y no anulé sus funestos efectos enterrando sus pedazos como exige la creencia... Así que, aquí me tienen, poniéndole el "pecho a las balas" (o el poto a la jeringa, jajaja). Gracias a que tengo pellejo y no piel (pellejo aristocrático sí), he podido ir paliando (no "apaliando " como dijo una vez una colega ; de todo hay en la viña del Señor, jajaja) los embates del aciago destino". (Uyyy!, ya pareces protagonista de teleserie venezolana, Principessa). "Por ello", continúa, "he debido iniciar los trámites de venta de algunas de las posesiones de mi vasto reyno". Buena decisión, Principesa, así dejarás de pagar impuestos y podrás tener algunos talentos en las arcas reales, jajaja. Bien pensado, porque hay que acomodarse, adaptarse a los tiempos, ya sean benignos o huracanados... ¡Larga vida a la Principessa!..
Por lo tanto, resignada, un rato después de haber ignorado al Cucú (no al Cuco, jajaja) , movió sus patitas y logró ponerse en posición vertical, gracias al funcionamiento aún adecuado de su conciencia, arrastrándose con éxito hasta la ducha. Luego, un cafecito para funcionar y luego, a bajar de su Torre, con actitud decidida y triunfadora ¡Vamos a la Alameeedaaaa a conquistar el muuunndooo!, díjose a sí misma.
Mientras camina hacia la Alameda ( nuevamente está con permiso la servidumbre, esta vez le tocó al auriga, jajaja ("chofer" en castellano moderno), comienza a devorar el pavimento con sus principescos coturnos. Se acuerda que la Alameda de la Capital del Reyno de Chile se apellidaba "De las Delicias" , preguntándose la razón, motivo o circunstancia que llevó a don Bernardo a ponerle ese apelativo. Elucubra la Principessa (¡¡Peligrro, ¡¡Principessa pensando!!, jajaja!!) : "¿será que a orillas de la Alameda vendían productos deliciosos? ¿Será que por la Alameda paseaban Señoritas que eran una delicia?.. Pillín, pillín don Beño, si ésa fue la razón..."
En fin.... A subirse al carruaje colectivo para llegar hasta el Terminal de Diligencias que le lleven a la capital del gran Reyno. De pronto, el cerebro de la Principessa se escinde y empieza a funcionar su lado B, el oscuro -o brillante- dependiendo de la perspectiva. Las ideas en este lado del cerebro bullen inquietas y quieren todas hacerse presentes y darse importancia. Por lo tanto, antes que quede una mazamorra de ideas, el lado B de la simpática Principessa decide registrarlas en su tabloide; comienza a mover sus pequeños deditos sobre el teclado a velocidad crucero... Se alegra de andar trayendo este artilugio, así van quedando para la posteridad estas magníficas reflexiones .... ¡¡Uyy, upss, recórcholis!!! ... ¡¡Ya pasamossssssssss el paradero!!. La majamama de ideas obnubiló a la Principessa y se olvidó que debía bajarse del carruaje. Se levanta ipso facto y ordena que se detenga el troncomóvil, logrando quedar a casi dos cuadras del Terminal, jajaja. ¡Esta Principessa tiene para el rato que le pidan! "¡Si serás!", le diría el príncipe Luis Alberto... Hummm, con razón la Principessa no ha podido aprender a tocar piano (le faltan dedos, jajaja). ¡Yaa, menos disquisiciones y a reandar lo andado ("¡Caminante no hay camino, ..." ) Ya pues, muchacha, no te distraigas. El día recién comienza...
La Principessa finalmente ingresa al Terminal de diligencias y se sube dignamente a la primera que está apostada en la línea de salida, rumbo a la Capital del Reyno de Chile.
Aprovecha el tiempo de viaje para hacer trabajar su lado B, escribiendo sus andanzas y , casi sin darse cuenta, ya están llegando a Santiago del Nuevo Extremo. Antes de bajar, planifica su itinerario: estaciones Universidad de Santiago, Santa Lucía, carruaje a su castillo capitalino, búsqueda de comprobantes para retirar documentos y, de nuevo, al centro de la ciudad. Se sube a un Trans para llegar hasta Sta. Lucía (¡¿otra vez?) y desde allí, enfilar hasta La Moneda. ¡¡ Yaaa, hemos llegado!!!... Ahora, a salir a la superficie. Como en el viaje pasado recuerda que subió por Amunátegui y quedó como a una cuadra de La Moneda, ahora elige Lord Cockrane....¡¡¡ Noooo!!! ¡¡Craso error!!! De nuevo a una cuadra del Palacio Real, pero por el frente... Sin duda, serías pésima jugadora de Béisbol, Principessa , y para qué decir jugando al Palín; no das pie en bola... Bueno, ahora no queda otra solución que caminar de nuevo; lo bueno es que las caminatas mantienen tu buena figura, jajaja
La Principessa avanza hasta Teatinos y una vez allí, debe cruzar la Alameda ( de las Delicias, jajaja) ...Espera, espera y espera... Llega a pensar que la sorprenderá la Muerte a ese lado de la Alameda , pues la lucecita no cambia: se ha congelado...¡¡ Al fin!!! Ya estaba a punto de prosternarse... Vamos, Principessa, la vida continúa y...tus trámites también... Teatinos, pasando por un costado del Palacio más grande du mundo, jajaja. Al cruzar la Plaza de la Ciudadanía , desde lejos, le parece ver a una de las protagonistas de la película "Locas de Atar"... Upss, noooo, no puede ser, me va a dar algo... No es tu día , Principessa, al parecer, pero, ...ufff, no, te equivocaste, te fallaron los eyes, la que ves no es tan flaca como la verdadera, jajaja (arriesgo demanda). "¡De la que me salvé!", exclama, "¡de almíbar en cantidades industriales"...
Continúa por Morandé hasta llegar a las mazmorras de las Raíces : documento ¡¡RECHAZADO!!! ¡¡Queéééééé!!!... Vaya a Planos... La Principessa empieza su romería de oficina en oficina: oficina de petición de Formularios (No es aquí), ventanilla A de rechazos y reclamos (nothing), Mesón de Registros (never), Oficina de ¡Planos! : "su documento se rechazó porque no es necesario, pues en los antecedentes de otro que ya se entregó aparecen los mismos datos" ¡Plop!! Grrrr ...¡Es para levantarle una estatua a la ejecutiva del Banco! "Vaya donde el Sr. Pérez (siempre hay un Sr. Pérez, jaja) para que le devuelvan el dinero". Cuando el Sr. Pérez se digna atender a la Principessa le pregunta : "¿Quiere que le devuelvan el dinero? (jajaja, chistosito). "Vaya a caja 15" : ahí reintegran a mis arcas 2 lucas 300 ¡¡¡Bien!!!
¡¡Saliendo de las mazmorras número 1!!: Calle Morandé, Paseo Huérfanos, Paseo Ahumada, pasando por Plaza de Armas, frontis Cabildo de Santiago, 21 de mayo, Santo Domingo, entrada, ... escalera a Entrepiso...una fiiiillllaaaaa kilométrica sólo para pedir número de atención.... jajaja, Esto se llama sacarse la Lotería... Número 197 y recién van en el 157, sólo distan 40 números de tu atención , Principessa, casi nada...
La larga fila, ordenadita ella, le trajo reminiscencias históricas, del tiempo en que el Reyno había caído en poder de ese Rey Oscuro, del otro lado de la fuerza, que usaba lentes oscuros, para que nadie adivine sus negros pensamientos... Las "colas" eran otra cosa en aquel período . Pensar que hubo una época en el Reyno de Chilito que decir "cola" como sinónimo de "fila" era casi un insulto, era como decir " a mí me gusta la Caperucita Roja" o "me llamo Rogelio", jajaja. Nuestra Selección de Fútbol no se podría haber llamado "la Roja de todos", jajaja ... ¡A buen entendedor, pocos colores...
¡Paciencia, Principessa, que estás rica de tiempo; es lo que más tienes y, también, presencia de ánimo!... No te puedes quejar: si hubieras estado normalmente trabajando, habría sido un soberano problema cumplir con estos trámites. ¡Una cosa por otra! ¡Cierto! Hay que buscarle el lado positivo a las cosas : ¡No hay mal que por bien no venga...o algo así!
Llaman a viva voz y la suerte de la Principessa cambia. Un heraldo se conduele y recibe una presta atención. Recibe dos documentos, pero un tercero que debía ser timbrado y firmado, no lo realizan allí. Debe subir a las mazmorras del 4° piso (¡Oh, Kafka, cuánto te odio, estoy a punto de metamorfosearme!). Las cañuelas de la Principessa ya están cansadas : ahora, a subir al 4° piso, por las escaleras, porque para usar el ascensor hay que hacerle manda a San Expedito. ¡Bravooo! La oficina 405 está con un par de personas ... pero...pero... el veterano escriba no acepta el documento que en la oficina contigua le entregaron hace una semana a la Principessa, pues no es del mismo día (¡Plop!¡Pepo!) ¡¡Grrr!!... 3 veces ¡Grrrrrrr!. La Principessa echa humo por las orejas, está a punto de tirar la toalla, su beatífico semblante se transforma (al estilo "Locas de Atar", jajaja), suspira, respira, echa fuego por los ollares, jajaja y se encamina , cual condenado al patíbulo, a la oficina 406. Le toca en suerte el número 54 y están recién en el 35. Su experiencia le dice que tiene para rato, puesto que estos escribas sí que saben ser (dijera un rancagüino) lentos; ya lo comprobó la vez anterior, le piden permiso a una pata pa' mover la otra... Debe ser la atmósfera que se respira en las mazmorras, que lentifica el movimiento de las neuronas , por ende, no hay sinapsis continua, el pensamiento se produce en forma intermitente y, obviamente, las órdenes cerebrales ídem....
En el momento de ser atendida, 60 minutos después, hasta los mismos colegas del viejo escriba de la mazmorra contigua, no entienden para qué solicita otra fotocopia del documento si es el mismo. No obstante, le entregan la fotocopia y con aquellos documentos gemelos se dirige al lado. La Principessa se viste de dignidad y le demuestra la igualdad de los documentos que hace una hora atrás se negó a aceptar. El "respetable" veterano menciona con gravedad, que primero está la NORMA sobre el Criterio y él debe atenerse a ello. Con toda calma, la Principessa le dice que su actitud es absolutamente "obtusa" (bravo, se lo tiene merecido) y se desentiende de la retahíla de explicaciones que agravan la falta de criterio del plebeyo . En general, la Principessa es respetuosa con la gente y , sobre todo , si es mayor, pero hay límites para la estupidez...
Después de aquello, a llenar un formulario, bajar al Entrepiso, pagar el famoso documento (¡de nuevo!), volver a la oficina 405 a retirar el documento...
Sólo al ir bajando de las mazmorras municipales de Santiago, la Principessa volvió a gozar de la vida y al poner sus piececitos en la calle, dando un pequeño saltito bailador, entona melodiosamente : "El mundo fue y será una porquería ya lo sé, desde el 510 hasta el 2014 también..." ¡Eso , Principessa, ponle ritmo de tango a tu vida, te lo mereces... !!
La Principessa avanza hasta Teatinos y una vez allí, debe cruzar la Alameda ( de las Delicias, jajaja) ...Espera, espera y espera... Llega a pensar que la sorprenderá la Muerte a ese lado de la Alameda , pues la lucecita no cambia: se ha congelado...¡¡ Al fin!!! Ya estaba a punto de prosternarse... Vamos, Principessa, la vida continúa y...tus trámites también... Teatinos, pasando por un costado del Palacio más grande du mundo, jajaja. Al cruzar la Plaza de la Ciudadanía , desde lejos, le parece ver a una de las protagonistas de la película "Locas de Atar"... Upss, noooo, no puede ser, me va a dar algo... No es tu día , Principessa, al parecer, pero, ...ufff, no, te equivocaste, te fallaron los eyes, la que ves no es tan flaca como la verdadera, jajaja (arriesgo demanda). "¡De la que me salvé!", exclama, "¡de almíbar en cantidades industriales"...
Continúa por Morandé hasta llegar a las mazmorras de las Raíces : documento ¡¡RECHAZADO!!! ¡¡Queéééééé!!!... Vaya a Planos... La Principessa empieza su romería de oficina en oficina: oficina de petición de Formularios (No es aquí), ventanilla A de rechazos y reclamos (nothing), Mesón de Registros (never), Oficina de ¡Planos! : "su documento se rechazó porque no es necesario, pues en los antecedentes de otro que ya se entregó aparecen los mismos datos" ¡Plop!! Grrrr ...¡Es para levantarle una estatua a la ejecutiva del Banco! "Vaya donde el Sr. Pérez (siempre hay un Sr. Pérez, jaja) para que le devuelvan el dinero". Cuando el Sr. Pérez se digna atender a la Principessa le pregunta : "¿Quiere que le devuelvan el dinero? (jajaja, chistosito). "Vaya a caja 15" : ahí reintegran a mis arcas 2 lucas 300 ¡¡¡Bien!!!
¡¡Saliendo de las mazmorras número 1!!: Calle Morandé, Paseo Huérfanos, Paseo Ahumada, pasando por Plaza de Armas, frontis Cabildo de Santiago, 21 de mayo, Santo Domingo, entrada, ... escalera a Entrepiso...una fiiiillllaaaaa kilométrica sólo para pedir número de atención.... jajaja, Esto se llama sacarse la Lotería... Número 197 y recién van en el 157, sólo distan 40 números de tu atención , Principessa, casi nada...
La larga fila, ordenadita ella, le trajo reminiscencias históricas, del tiempo en que el Reyno había caído en poder de ese Rey Oscuro, del otro lado de la fuerza, que usaba lentes oscuros, para que nadie adivine sus negros pensamientos... Las "colas" eran otra cosa en aquel período . Pensar que hubo una época en el Reyno de Chilito que decir "cola" como sinónimo de "fila" era casi un insulto, era como decir " a mí me gusta la Caperucita Roja" o "me llamo Rogelio", jajaja. Nuestra Selección de Fútbol no se podría haber llamado "la Roja de todos", jajaja ... ¡A buen entendedor, pocos colores...
¡Paciencia, Principessa, que estás rica de tiempo; es lo que más tienes y, también, presencia de ánimo!... No te puedes quejar: si hubieras estado normalmente trabajando, habría sido un soberano problema cumplir con estos trámites. ¡Una cosa por otra! ¡Cierto! Hay que buscarle el lado positivo a las cosas : ¡No hay mal que por bien no venga...o algo así!
Llaman a viva voz y la suerte de la Principessa cambia. Un heraldo se conduele y recibe una presta atención. Recibe dos documentos, pero un tercero que debía ser timbrado y firmado, no lo realizan allí. Debe subir a las mazmorras del 4° piso (¡Oh, Kafka, cuánto te odio, estoy a punto de metamorfosearme!). Las cañuelas de la Principessa ya están cansadas : ahora, a subir al 4° piso, por las escaleras, porque para usar el ascensor hay que hacerle manda a San Expedito. ¡Bravooo! La oficina 405 está con un par de personas ... pero...pero... el veterano escriba no acepta el documento que en la oficina contigua le entregaron hace una semana a la Principessa, pues no es del mismo día (¡Plop!¡Pepo!) ¡¡Grrr!!... 3 veces ¡Grrrrrrr!. La Principessa echa humo por las orejas, está a punto de tirar la toalla, su beatífico semblante se transforma (al estilo "Locas de Atar", jajaja), suspira, respira, echa fuego por los ollares, jajaja y se encamina , cual condenado al patíbulo, a la oficina 406. Le toca en suerte el número 54 y están recién en el 35. Su experiencia le dice que tiene para rato, puesto que estos escribas sí que saben ser (dijera un rancagüino) lentos; ya lo comprobó la vez anterior, le piden permiso a una pata pa' mover la otra... Debe ser la atmósfera que se respira en las mazmorras, que lentifica el movimiento de las neuronas , por ende, no hay sinapsis continua, el pensamiento se produce en forma intermitente y, obviamente, las órdenes cerebrales ídem....
En el momento de ser atendida, 60 minutos después, hasta los mismos colegas del viejo escriba de la mazmorra contigua, no entienden para qué solicita otra fotocopia del documento si es el mismo. No obstante, le entregan la fotocopia y con aquellos documentos gemelos se dirige al lado. La Principessa se viste de dignidad y le demuestra la igualdad de los documentos que hace una hora atrás se negó a aceptar. El "respetable" veterano menciona con gravedad, que primero está la NORMA sobre el Criterio y él debe atenerse a ello. Con toda calma, la Principessa le dice que su actitud es absolutamente "obtusa" (bravo, se lo tiene merecido) y se desentiende de la retahíla de explicaciones que agravan la falta de criterio del plebeyo . En general, la Principessa es respetuosa con la gente y , sobre todo , si es mayor, pero hay límites para la estupidez...
Después de aquello, a llenar un formulario, bajar al Entrepiso, pagar el famoso documento (¡de nuevo!), volver a la oficina 405 a retirar el documento...
Sólo al ir bajando de las mazmorras municipales de Santiago, la Principessa volvió a gozar de la vida y al poner sus piececitos en la calle, dando un pequeño saltito bailador, entona melodiosamente : "El mundo fue y será una porquería ya lo sé, desde el 510 hasta el 2014 también..." ¡Eso , Principessa, ponle ritmo de tango a tu vida, te lo mereces... !!
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