No quería entristecerme, traté de protegerme emocionalmente ante la pérdida - temporal o definitiva quién lo puede saber - , pero me dolieron los ojos al despedirme.
"¡Suerte, amigo Caramelo, que te vaya bien, que te reciban bien y que la salud te acompañe!" , le dije al separarnos en la Estación Santa Lucía. El famoso y manido "¡Cúidate!", también estuvo, pero cargado de significado.
Eres y has sido uno de los pocos y buenos amigos varones que he tenido en mi vida, "¡A todo dar!", como diría un mejicano.
Amable, alegre, buena onda, generoso, preocupado de su gente, inteligente, buen conversador, con amplio dominio de muchos ámbitos, aunque .... también muy machista y poseedor de algunos otros defectillos que no develaré aquí, para no arriesgar demanda (jajaja) . ¡No ! , la verdad es por respeto y aprecio, obviamente (además, no todos somos perfectos, jjj) .
Te ubico en la misma categoría de mi hija : profundamente humano y generoso. Recuerdo que ella te "caló" desde el comienzo y, aunque nuestro contacto se interrumpió en dos ocasiones, la tercera fue la vencida. Mirella fue tu mayor fans por todas tus cualidades y, debo reconocer, que no se equivocó.
Y aunque no te dije todo esto personalmente , nunca es tarde. El mundo y la vida dan muchas vueltas y, en una de ésas, nos volvemos a encontrar. Si no es así, si ese país del norte se transforma en tu residencia definitiva, aunque sus días sean muy helados, re deseo que el calor del cariño de tus hijos, nietos y amigos te envuelva y te nutra.
¡Mucha suerte, Luis "Caramelo" Oteíza, bon voyage y mejor estadía!
Adiós Caramelo, suerte y ojalá la vida te regale un viaje de regreso a nuestro país y vuelvas a reencontrarte con tu querida amiga....
ResponderEliminar