lunes, 24 de febrero de 2025

La ciudad azul, 😱🤩🤩...

  

    Abandonando Fez:

    La mañana del viernes 21 me levanté, como todos los días, a las 6 a.m. Eso me daba tiempo para arreglar la maleta en la mañana, desayunar con calma y hasta enterarme de lo que había sido la marcha del mundo mientras yo dormía, 😉.La oferta de desayuno en el hotel 5 estrellas 🌟 de Rabat era fantástica. A pesar de ello, sólo comí lo de siempre. Un trozo de pan, un huevo duro, unas frutas picadas con yoghurt, un pastelillo, jugo (me tomé dos vasos) y, esa mañana, té. Comí sola, como el día anterior, porque no había necesidad de ponerse de acuerdo con los demás. Las horas de levantarse son distintas. En la última cena sí nos pusimos de acuerdo. Hasta me quedó, al final, tiempo para escribir. Antes de irnos, hicimos una sesión de fotos en el vestíbulo del hotel.    

    Hubo una situación que no nos gustó mucho, pero que son prerrogativas de la empresa, obviamente. Incorporaron a los integrantes de otro tour en el mismo minibús (6 personas) y cuando llegaron a buscarnos ya estaban ellos al interior, así que debimos conformarnos con los asientos que quedaban, 😏😒. Imposible elegir o cambiarse durante el trayecto. El caso es que como el camino suele ser sinuoso en todas partes (el camino recto sólo es para los elegidos, 😉), el sol aparece por un lado y por otro. A mí me gusta ir mirando el paisaje y la vida que se desarrolla tras las ventanas y si te da el sol eso es imposible. A ratos me pasó eso, pero frente a lo que es inevitable, no queda otra que asumir. Por eso, más que lindas fotografías de paisajes, en esas cuatro horas que demoramos en llegar a Chefchaouen (con una parada técnica a las 11,30), me dediqué a fotografiar campos de cultivos y seres vivos (campesinos, mujeres, animales, especialmente burros), una manera de tener una mirada más cercana a la realidad. Luego de analizar las imágenes obtenidas, llegué a interesantes conclusiones (al menos a mí me lo parecen, 🤭).   
     Aquí van mis conclusiones: 1) el animal de trabajo en el campo es esencialmente el burro, "¡venga!", diría un español. 😁 😁. A la vera del camino -carretera más bien- los había pastando la mayoría, descansando otros, cuidados por un ser humano algunos, otros solos, pero siempre con un lazo atado a una pata. 2) La presencia femenina en la tarea de "pastoreo" es bastante frecuente, así como personas de edad o jóvenes. Es lo que vi y las imágenes lo muestran. 3) Hay bastante pobreza en localidades pequeñas y también suciedad. No todo lo que brilla en las ciudades imperiales y turísticas es oro. 4) Vi campesinos, mujeres y hombres, trabajando la tierra con sus manos, agachados y doblados sobre ella. Alguien tiene que hacerlo, pensará más de alguno; no le falta razón, el problema es que sólo con las manos no debe ser fácil. 
    5) Vi algo parecido a estanques, casi a ras de suelo, de concreto, de los cuales sacaban agua y que luego llevaban en unos tambores sobre los burros, lo cual significa que no todos cuentan con agua potable en sus casas; 6) vi también unas mujeres lavando ropa en unos lavaderos públicos al lado de la carretera; 7) observé muchos niños y jóvenes en las afueras de una escuela o cerca de ella, varios de los cuales compartían entre sí, otros estaban "pegados" al celular. Ninguna diferencia con nuestros jóvenes. 

   

    En el lugar que nos detuvimos por 20 minutos para descansar -el chofer-, para ir al baño o tomarse un café -nosotros-, tuvimos, con Lázaro y Cecilia, una grata e inesperada sorpresa. Una joven andaba trayendo una bolsa con helados que había comprado en el local existente allí y pasó a nuestro lado y nos ofreció, graciosamente, uno a cada uno. ¡Sorprise! Dedujimos que había comprado para su grupo y que como no todos quisieron, en lugar de botarlos, se puso a regalar a quien quisiera. ¡Bien 💪por nosotros! Nos vino de perlas el helado de crema-mango, 😋😋. 

    Chefchaouen a la vista, 🤗 (43 mil habitantes):

   A las 13 horas comenzó a aparecer ante nuestros ojos Chefchaouen, la ciudad azul. Edificios blancos y azules en las orillas de un acantilado (en las montañas del Rif) fue lo primero que apreciamos. El minibús avanzó un poco más y de pronto lo que veíamos nos pareció maravilloso, 🤩🤩. Nos bajamos en un  Mirador a la entrada de la ciudad a fotografiar y fotografiarnos. ¡Espectacular! Avanzamos hacia la ciudad y pasamos por la Puerta Azul, símbolo de la urbe. Después de aquello, al ingresar a la Medina fue todo azul. Ese color se obtiene, nos informó Mohamed, mezclando la cal con índigo en determinada proporción, lo que derivaba en una económica y fácil manera de pintar la casa en concordancia con el resto de las viviendas. A cada rato pasábamos de asombro en asombro frente a un rinconcito, una escalera, algún patio, todo era necesario captarlo con nuestras cámaras y, obviamente, no podía faltar la selfie. Algunas compañeras eran expertas en posar las primeras para la foto  -yo no-, por lo que había que esperar cada vez que ellas desocuparan el lugar, 😖🤭. A las 14 horas el guía nos llevó a un restaurante para que almorzáramos, claro que a cuenta nuestra. Nuestro grupo se rebeló, 😂,  y nos negamos a "perder tiempo" en almorzar cuando había tanta cosa que ver . Además, queríamos hacer más de una compra. Solamente 4 del grupo de "allegados", 🤪, se fueron a comer, mientras a nosotros se nos dio como referente el lugar del restaurante y la plaza donde estaba la Alcazaba para luego reencontrarnos.

    No era difícil orientarse, pues había algunos hitos que uno podía ir memorizando. El problema era el relieve de la Medina, con muchas subidas y bajadas. A cada rato yo temía resbalarme, pues andaba con mis zapatillas regalonas, que están ultra gastadas en la suela. Teníamos 40 minutos para nosotros. Nos separamos y empecé a preguntar precios y a comparar. Justo tocó  el llamado a oración y algunos locales no atendían pues su dueño se encontraba en la mezquita a unos pasos de la Alcazaba (o kasbah; fortaleza de 4000 m2 construida el año 1471, siglo XV). Pero no todos habían dejado de atender "la negocia", por lo que logré comprar varias cosillas azules -no pitufos precisamente, 🤣 🤣-. Al final, después que el guía andaba tan apurado para que almorzáramos y luego nos iba a dar un "tiempito" libre, terminamos dando vueltas hasta las 17 horas, pues la pareja mexicana del otro grupo entendió mal la hora del reencuentro para salir de la Medina e irnos al autobús y demoró su llegada. La verdad es que hubiésemos querido irnos algo más temprano para recorrer parte de Tánger apenas llegáramos, pero no hubo caso con el guía: demoró y demoró la cosa, hablando a veces de cosas insustanciales con los del otro grupo o pasando a conversar con conocidos de él mientras nosotros le esperábamos.¡Qué lata!

   A pesar de que yo no almorcé, igualmente hubo un momento en que necesitaba servicio higiénico. Fui al restaurante antes del tiempo de plazo del primer reencuentro, pedí un jugo y solucioné mi problemilla, aunque el jugo demoró más en llegar que en que yo me lo sirviera. Ya estaba que me iba sin pagar ni tomar jugo, pero el guía, que estaba allí comiendo algo, pidió que se apuraran. Ya reunidos, recorrimos algo más la medina para luego salir de ella y llegar al autobús, y continuar viaje a Tánger. Empezamos a salir de la ciudad vieja, aunque debíamos a ratos detenernos para ver si Alejandra nos seguía o no. Ella había sufrido una torcedura de tobillo antes de este tour y con las intensas caminatas, el dolor era permanente y se desplazaba a paso lento. A las 17,20 reiniciamos el camino hacia Tánger.   

   A Tánger los boletos (974 mil habitantes):

    El sol estaba poniéndose cuando llegamos a Tánger, sin ninguna esperanza de conocer algo de la ciudad, especialmente para los que iban por primera vez. Yo tenía la gran ventaja de que el domingo anterior había  conocido parte de ella. Mohamed se despidió de nosotros (nos gustara o no su desempeño, hicimos una "cucha", 😺, para darle de propina) y quedamos a cargo de otro guía que nos entregó los pasajes del ferry para el día siguiente. En el Hilton Garden Inn nos quedamos esa noche. Nos juntamos durante la cena, gentileza del tour, en la que no teníamos casi nada de elección, pero que resultó totalmente gourmet y exquisita. La bebida -o agua- hubo que pagarla, eso sí, 🥴. Frente al costo del vino en Marruecos desapareció todo mi interés por hacer salud con tan apetitoso brebaje, 😂 😂.     

    A las 22 horas nos despedimos de nuestros compañeros, aunque con Lázaro y Cecilia decidimos salir a caminar al paseo marítimo. La noche estaba muy grata para no aprovechar la ocasión y así lo hicimos. Caminamos hasta las 24 pm.,  hora en que íbamos ingresando al hotel de regreso para no convertirnos en sapos o ratas, 😂 😂. Yo me preparé para acostarme. Ya estaba en camisola y todo, cuando alguien toca a mi puerta, 😬😳🤔.  Sin saber ni sospechar quién podría ser, me puse, lógico, el polerón encima y abrí 'le porte'. Un joven moreno (no tan oscuro, 😉) me preguntó algo, ¿? Le dije que "¡no!" y listo. Entendió. Cerré la puerta bien cerrada, no vaya a ser cosa que volviera, 🤭. Me preparé un ☕ y me fui a la cama con toda la intención de contestar unos wssp y de escribir en el blog, pero no supe de mí sino pasadas las 2 am., cuando desperté sentada en la cama, con el café completamente helado en el velador. El cansancio me había ganado la partida. 

    Partida de Tánger ...y de Marruecos:

    Al día siguiente, sábado 22, cuando salimos del hotel a eso de las 10,20 hrs., llovía con entusiasmo. Nos mojamos bastante al bajarnos del minibús en el Puerto. En la entrada nos tuvo un buen rato esperando, sin mucho sentido, el guía local. Ya eran las 11 hrs  (el ferry zarpaba a las 12 hrs.) cuando nos indicaron que podíamos subir para sellar nuestros pasaportes, no sin antes mostrárselos a un funcionario del primer piso. Fue en ese momento en que se gestó lo que pudo ser una desgracia y no lo fue (la suerte o "alguien" me acompaña). Me fui a la escalera mecánica y junto con subirme a ella, al mismo tiempo que guardaba el pasaporte, subía la maleta. Si ya hacer dos cosas a la vez no es tan fácil, imagínense tres. La maleta se me quedó atrás y me desestabilizó, lo que me provocó la caída (de espalda el loro, 😁 😁) ...sobre la escalera mecánica en movimiento. Lázaro y otro compañero del tour, me contaron las chiquillas, corrieron a socorrerme, mientras el funcionario no reaccionaba. La escalera seguía funcionando y yo no podía pararme, 😉. Debo haber parecido una cucaracha patas p' arriba, 🤭🤭. Al fin el "tipo" detuvo la escalera y pude retomar mi posición vertical. La maleta había llegado abajo, solita, 😂 . Mis compañeros, preocupadísimos, me preguntaban cómo estaba. Yo estaba bien, no me había golpeado, nada me dolía, ni en ese momento ni después, tampoco a mi parca impermeable nueva, 🤣 , le había pasado nada. La verdad es que mis compañeros estaban más afligidos que yo. Y yo, algo avergonzada por mi torpeza, me hice el firme propósito de tener más cuidado en este tipo de situaciones, porque la saqué muy barata, como me dijo la argentina. El guía, que nos había "echado" al segundo piso había desaparecido rápidamente y ni se había enterado de lo sucedido. ¡Uff! La suerte me sigue acompañando, 🤞🏽.

   Viaje de regreso y llegada:

   Hicimos el viaje todos juntos. Conversamos de todo un poco, acordamos enviarnos las fotos del grupo o de alguno de los integrantes que cada uno tuviera apenas empezara a funcionar el grupo de whatsapp, que Sebastián, el joven argentino, había intentado crear en Tánger pero que había tenido como resultado el bloqueo de su wssp personal (imaginamos que podía ser alguna restricción que aplicarán las autoridades encargadas de lo digital para el territorio marroquí), lo que al día siguiente sí logró crear Lázaro.  

   Al llegar al Puerto de Tarifa nos despedimos. Todos ellos estaban siendo esperados por una guía que había gestionado su traslado a Algeciras, Málaga o Torremolinos. Yo era la única que me quedaba allí, donde ya tenía alojamiento reservado y pagado, 😉. Un alojamiento diferente a los anteriores. Era el tercero, el más elevado en precio, con la ventaja que quedaba apenas a una cuadra de la Estación de Autobuses, 😁😁. Al día siguiente debía marchar hacia Huelva, pero antes debía pasar por Sevilla. No tenía pasajes, aunque esperaba que todo resultara  bien, 🤔🤗. Ya les contaré cómo resultó,  😏😒🙄. Hasta pronto. 

  NotaAl final de este viaje  🎶 🎵, por las Europas y norte de África, realizaré la síntesis acostumbrada, una por cada país, 😉.  













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