martes, 25 de febrero de 2025

En la Maratón de Sevilla, 🏃...

   

     ¿Cómo iba yo a imaginar que el domingo 23 de febrero la "Maratón de Sevilla" iba a poner patas p'arriba la ciudad y yo, aunque no participé en ella, me vería involucrada y terminaría estresada, cansada, 🥵, transpirada y todos los "-adas" posibles, luego de cargar con mi maleta lisiada tratando de llegar a la Estación de Autobuses "Plaza de Armas" de Sevilla? Pues eso es precisamente lo que sucedió y mucho más. Ésta es la triste historia de esas peripecias involuntarias e inmerecidas, 🤣 🤣 . Así y todo tuve en mis manos - aunque no en mi cuello aun mereciéndolo- una medalla de participación en la maratón. ¡Háganme ésa,  😉! 
      Me fui de Tarifa (después de haber disfrutado de la playa y la bella vista de muchos kitesurfistas aprovechando la fuerza del viento y de las olas del día anterior) a las 8,30 hrs.de ese infausto domingo. El pasaje lo compré en el mismo bus, 24,5 eurillos para 206 kms. en viaje directo, aunque habría que agregarle varios más por los ingresos a cuanto pueblo está en el trayecto: a Vejer de la Frontera (¡precioso!; lo conocí el 2020), Chiclana de la Frontera, Conil de la Frontera, Jerez de la Frontera, Puerto Real y no recuerdo si me falta algún otro, ¡uff! 🥴)... Eso "de la Frontera" en los nombres de varios pueblos se debe a que, durante la Reconquista, estaban ubicados precisamente en lo que era la frontera entre los reinos cristianos y los árabes... La llegada a Sevilla era a las 11,30 hrs. a la "Estación del Prado". Eso yo lo sabía, así como sabía que de allí debía tomar un taxi para que me lleve a la otra estación.  

  Ya habiendo visitado 3 veces Sevilla, más o menos me ubico en  la ciudad.  Lo que no esperaba es que estando cortado el tránsito en diferentes lugares por ocasión de la Maratón 2025, con aproximadamente 14 mil participantes, iba a resultar otra maratón, esta vez con obstáculos, llegar a mi destino. El conductor del bus había empezado a transmitir con la actividad apenas le pregunté sobre los terminales al subirme al bus en Tarifa. Y los pocos pasajeros que iban, especialmente los extranjeros, uno de Pakistán, una señora de sus años, con movilidad reducida, al parecer francesa y un joven, que casi se le da "vuelta la vianda", español pero hablando perfecto inglés, se comunicaban  entre sí y analizaban alternativas.  

     Al llegar a la hermosa Sevilla el conductor debió desviar su ruta habitual y pasó por unas poblaciones a las que nos llegaría a dar miedo ingresar. Después de salir de ese sector, vimos pasar a una gran cantidad de corredores en la vía contraria de una avenida. Me alegré, no por los deportistas, sino porque creí que ya no tendríamos dificultades para seguir nuestro camino, pero me equivoqué. Llegamos a una rotonda en la cual nos quedamos detenidos. El chofer se bajó para ir a hablar con los policías, pero no nos dejaron pasar. Era mediodía. Allí estuvimos hasta las 12,50. Algunos se bajaron y al rato volvieron porque los cortes de tránsito eran varios  y no habían logrado avanzar. A esa hora quitaron las barreras y se pudo continuar para contentamiento de todos, lástima que esa alegría no duró mucho porque de nuevo hubo una detención a pocas cuadras de destino y esta vez era sin horario aproximado de término.

   El conductor dijo que ya no podía hacer nada más y todos debimos bajarnos, 😢😭. La hora: 13, 21. El bus en que quería irme salía a las 13,30 hrs. de otra terminal. A media cuadra había tráfico casi fluido. Pasados unos minutos logré detener un taxi para que me llevara a destino. El tipo se quejaba de los organizadores como un bendito y a cada rato me explicaba que iba a intentar llegar "a la ronda" para ver si ahí no estaba cortado el tránsito y se pudiera pasar. Dio una infinidad de vueltas hasta que al fin llegó. 18 euros me costó la gracia y el bus xe las 13,30 ya se había ido. Ninguna oficina estaba abierta, sino hasta las 15 horas, así que compré mi pasaje a Huelva en una máquina. Suerte que no lo había sacado con anterioridad, pensando que alcanzaba a llegar, porque simplemente habría cooperado.    

     Me senté a esperar; tenía una hora de tiempo. No quise ir a comer a un Mc Donald a unos pasos. No quería más guerra con la maletica. Unos minutos después, llegó una mujer menuda a sentarse al lado; había espacio suficiente. Me preguntó algo sobre los buses y reconocí en ella el acento peruano, pé. Se lo dije y ella lo confirmó. ¡Era una "hermana" peruana! De pronto me di cuenta que llevaba pantalón corto y zapatillas. Se me prendió la ampolleta -o bombilla, 😉- y le pregunté si había participado en la maratòn. Me respondió afirmativamente y me mostró su medalla 🏅. Estaba muy cansada. Me contó que había tomado la costumbre de participar en esas actividades en distintos lugares de España (hace 2 años que vivía en el país). Fue en ese momento que se me ocurrió pedirle permiso para fotografiar la medalla, pensando en la posibilidad de compartir su historia con ustedes. ¡Qué ejemplo de esfuerzo, ñeque y perseverancia, pues tenía  48 años!  Me despedí de ella deseándole suerte. 
     Llegó el bus en que me iba a Huelva y emprendí la segunda parte de mi viaje. Arribé cerca de las 17 horas a esta nueva ciudad, de 148 mil habitantes. No la conocía. Busqué un taxi para llegar a mi nuevo alojamiento. El taxista dijo que no era lejos, pero igual aceptó llevarme porque, señaló, que no estaba yo en situación de caminar con una maleta en esas condiciones, 🤭🤭.Me recomendó ir a Primark, la misma tienda donde la Ely compró su novísima maleta en Sevilla (que también estaba lisiada -la maleta, 😂-). Se lo agradecí y le pagué los 5 eurillos. Me alegré que haya salldo económico. Después me di cuenta que el Terminal quedaba a la misma altura de mi alojamiento, en una calle paralela. O sea, por cruzar una calle, caminando menos de una cuadra, me cobró 5 euros, 😒🙄😬. ¡El que puede puede! Me siento estafada, 😚🤭🤭. 

   Llegue a mi alojamiento. Estaba en el cuarto piso, en pleno centro de la ciudad 🎶 🎵,  🤣 . Suerte que tenia ascensor! ¡Ya me veía subiendo con mi carga de 20 kilos los 5 pisos (hay que acordarse que los españoles parten del 0 -cero-). ¡Sorprise de nuevo! ¡Era una habitación en la casa de la Soa Josefa! ¡Noooo! ¡Arrendé y no me di cuenta, 🥴😢😭! En todo caso, la Soa, que debía tener más de 80 años, era un amor y se desvivía por atenderme y que estuviera bien. En fin,  resignación. Había arrendado una noche, pero al encontrar pasaje para Lisboa desde mismo Huelva, desistí de ir a Badajoz y me quedé una noche más con la Soa. Me dió flojera mover mis trastos a otro lugar aunque haya sido cerca. Entre nos, para más inri, a la Soa le estaban haciendo algunos arreglos (cambiando las vidrieras del living que dan a un balcón minúsculo, pero balcón al fin y al cabo y tenía un despelote en esa pieza), y uno tomaba el desayuno (porque lo incluía) entre todo ese desorden, 😏🙄😬. ¡Paciencia!  

    Día domingo en Huelva. Casi todo cerrado, un mínimo de gente y la ciudad se veia super fome y sin gracia. Caminé por las cercanías del alojamiento y no encontré atractivos, salvo yo misma, 😂😂. Sí logré ver un par de supermercados abiertos, para comprar pan, agua, unas mandarinas y yoghurt, 👏. En mi caminata, llegué a una plaza grande, Plaza de Las Monjas, donde habia un evento. No entendí ¿? de qué se trataba. Logré entrar a una iglesia, fotografié unos edificios estilo renacentista-barroco o art noveau y eso sería todo. Regresé al alojamiento y como me quedaría un día más, decidí, al día siguiente, visitar dos ciudades pequeñas, pero grandes en la importancia histórica y cultural; ¡tatatatán! Ya les contaré.  
    Ya sabrán cuáles son las ciudades, pero debo confidenciarles antes que me equivoqué una vez más. No es tan fome Huelva. Sucede que para el lado contrario al que recorrí el domingo tenía un Paseo Fluvial espectacular,👌. Tenía un amplio sector para caminar, con equipamiento de pequeños restaurantes y baños públicos muy limpios de una longitud de dos kilómetros, a lo que le seguía un Paseo Peatonal con estaciones para descansar, de material de madera y muy bonitos, a veces en altura, que se extendía por kilómetros, aunque no sé cúantos. Yo recorrí, el lunes en la tarde, el primer paseo completo y parte del segundo, además de caminar por el  Muelle de, Mineral de la Compañía de Río Tinto. ¡Salud por ese muelle, en medio de un río con un nombre tan interesante -Río Tinto, 🤣 🤣-!, que es patrimonial a estas alturas. Los onubenses (no se dice "huelvanos" porsiaca, 😅) no pueden quejarse de no contar con la posibilidad de llevar una vida sana, porque para caminar y hacer ejercicio tienen espacio de sobra, 👏 👏.     
     Huelva también cuenta con un puerto, por tanto, toda una infraestructura portuaria y de aduanas. No hay playa en el sector porque la llamada "Ría de Huelva" que la forman las aguas de los ríos Tinto y Odiel, más algunas aguas del Atlántico, son zona protegida por la UNESCO como reserva natural de la Biósfera, donde existen marismas o humedales con gran cantidad de aves. Cerca de la entrada a la ciudad, a 7 kms., al cruzar el puente sobre el Estuario de los ríos Tinto y Odiel, en la llamada Punta del Sebo, desde 1929 existe un Monumento a Colón (a la Fe Descubridora se llama originalmente), que mide 37 metros de altura y que fue donado por Estados Unidos a la ciudad de Huelva. Pasé en bus por allí, debo confesar; no fui caminando. Me habría gustado hacer el recorrido, pero no me alcanzó el tiempo. Hasta aquí va la historia, que aún le falta historia que contar sobre dos pueblitos andaluces, con una importancia trascendental. Hasta pronto. 





 


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