sábado, 22 de febrero de 2025

Aventuras marroquíes...🧕🥷

      Corriendo 🏃‍♀️ la maratón...

   Lo estaba temiendo. Seguro que por eso no pude nuevamente dormir bien. Me habían avisado la noche anterior que era probable que se suspendiera la salida del Puerto de Tarifa por mal tiempo y aunque no llovía ni había temporal, el capitán del ferry dijo nones. Y ahí nos quedamos, turulatos, sin saber qué hacer. Bueno, yo sabía qué hacer, lo que no sabía era cuánto me iba a costar la gracia nuevamente. Debía irme por mi cuenta al Puerto de Algeciras, otra ciudad y otro puerto, distante a 22 kms. al sur de Tarifa. ¡Cuándo no es una es otra! Ya estaba pensando que el Tour a Marruecos estaba maldito, 😭😢😭 y que debía, definitivamente,  olvidarme de él. 

   Me levanté temprano y ya a las 7,40 estaba abandonando el depto. y yéndome al Puerto en Tarifa. Ahí esperé, con el corazón en la boca, que pasará la hora, rogando que el encargado del tour no me llamara, pues si lo hacía era porque se había suspendido la salida desde Tarifa y debía irme corriendo a Algeciras, a 22 kms.de distancia, con una maleta medio coja y pesada -la maleta-. A las 8,13 se produjo el llamado. Yo ya sabía que no iba a haber zarpe 🥴☹🥺, pues un funcionario había andado copuchenteando por entre algunos pasajeros. Javier me dijo que debía partir a Algeciras en taxi, que yo era la única "tourista" que estaba allá, por lo que no había otro medio. Me resigné. Me fui a la parada de taxis fuera del hall del puerto. No había ninguno. Así que recurrí a mi "amigo" Paco, que el martes me comentaba que solían salirle continuamente viajes a Algeciras. Había tenido el cuidado de no eliminarlo del whatsapp pensando en esta eventualidad. A la segunda llamada me contestó y quedó en irme a buscar. ¡Ufff! 😆😁.  

     Todo iba bien y a toda velocidad, cuando nos encontramos con unos trabajos de gran envergadura en la vía (rotonda, puentes, etc.) y empezó el suplicio. Tres metros, detención; 3 metros más, frenazo; 5 metros, pare, etc. No sé cuántos minutos estuvimos avanzando a metros pero era desesperante, 😩😫.Y el taxímetro seguía avanzando, ¡uff! Yo estaba "espercecútica", más por la espera que por unos eurillos más o menos, 🤭🤭. Bueno, también importaban los morlacos. ¡Rinngg! ¡Mi celu! Me llamaba Javi para saber dónde iba. Quedaban, me dijo Paco, unos 10 minutos para llegar. 😰😱 ¡Uuhh! Otro taco, 😠. ¡Cómo se les ocurre hacer arreglos en la carretera cuando yo necesito llegar rápido a Algeciras! ¡Grrr! 😨😰. Pasados unos 5 minutos se despejó la vía y pronto llegamos a la uerta misma de entrada de pasajeros. Ahí estaba Javi, esperando. No tuve necesidad de llamarle. Después de entregarle la módica suma de 37 euros a Paco, me despedí de él esperando no volver a verlo, 🤨, pero nunca se sabe, 🤫. Eran las 9 horas.

  Ya descansada, sólo hubo que esperar. Javi se fue con mi pasaporte a buscar el pasaje, yo a un café. Al final, entre controles, caminatas y demases, salimos como a las 10,30 hrs., en todo momento acompañados por una guía. En el grupo de 10, habíamos 6 chilenos, 🤭🤭, 2 argentinos y 2 colombianos..., todos sudacas, 😁,  aunque unas hermanitas de Santiago eran rubias y la argentina, ídem. Y aquí estoy, de nuevo haciendo fila para que me sellen el pasaporte, aunque ésta -la fila- es bastante más pequeña que la anterior.... 

     La navegación entre Algeciras a Tánger duró más tiempo: una hora y media y nos dejaron en otro terminal, en las afueras de Tánger. Después de todos los trámites de entrada, cerca de las 13 horas, nos subimos a una van y emprendimos camino en dirección a Rabat, la capital del Reino, pues en este país existe una monarquía parlamentaria. El rey, un hombre de 60 años, Mohamed VI, es quien reina desde hace 25 años. Los habitantes originarios de Marruecos -Al-Maghreb para ellos- fueron los "bereberes", según el guía, con presencia en el norte de ÁFRICA 19 siglos a.C. En Google no se asegura esto, pero sí se dice que estaban antes de la llegada de los árabes en el siglo VIII. ¡Harta diferencia hay! Lo relevante es que el origen de esta territorio no es árabe propiamente tal. En la actualidad viven en Marruecos 37 millones de personas. Es un país bilingüe oficialmente: se habla árabe en su variante marroquí y bereber, aunque también más de un 60 % de la población habla francés. Hay que recordar que esta nación fue colonia francesa hasta el año 1956 (desde 1912).

       Assilah (alrededor de 30 mil habitantes):    

    Nuestro primera bajada y contacto verdadero con tierra marroquí la experimentamos en la ciudad de Assilah, a 51 kms. de Tánger. Allí bajamos ante las puertas del "Restaurante La place" para almorzar, por cuenta nuestra, eso sí. Yo estaba hambrienta. No había consumido nada desde las 7 de la mañana y ya eran las 15 horas. El tour estaba estipulado con el régimen de media pensión  (todos plantean eso) y en la noche nos darían la cena. Por tanto, el almuerzo era costo personal. Debo decir que no lo encontré caro, aunque tan barato tampoco. Me senté con el matrimonio chilena-cubano que andaba, con quien compartí sin problemas. Los argentinos eran madre e hijo. De las otras 3 chilenas, dos eran hermanas  -rubias ellas- y otra amiga, trigueña. La verdad es que a estas alturas no suele resultar fácil dilucidar quién es o no es rubio por nacimiento, 😉.  

   Para asegurarme que no me salgan con alguna cosa rara, me fui a la segura. Pedí "salmonnette", pero 😢 no había, por lo que opté por la merluza con verduras. ¡Papas fritas, noooo! (=8 euros,) y una cerveza (3 euros), precio absolutamente razonable. De aprouch pusieron pan marroquí -bien rico- con unas berenjenas en vinagre en lugar de pebre, pero 😋😋 sólo uno de mis compañeros probó medio trozo, Cecilia pasó y me dijeron que me las sirva yo. ¡Qué me dijeron a mí! 🤭🤭. ¡Adiós,  🍆 🍆 !   


Después de almorzar nos llevaron al interior de la Medina (aunque significa 'ciudad' en árabe, se entiende por "medina" también el 'casco histórico' de una ciudad o la 'ciudad vieja') de Assilah, caminamos un poco por sus callejuelas, muy limpio y ordenado todo, llegamos a la muralla desde donde vimos el Atlántico y, luego, volvimos al furgón para seguir nuestro camino a Rabat, la capital. 

Rabat,  la capital  (1 millón 750 mil habitantes)

     Llegamos a la gran capital a eso de las 17,30  hrs. Estaba a 250 kms.de Tánger. Al ingreso pasamos por fuera de los extensos cierros del Palacio Real. A todo lo largo había pequeñas casetas con guardias reales. Sus uniformes eran de diferente color: rojo, blanco, calipso, azul, verde. ¡Impresionante! ¡Y seguíamos pasando por las orillas del palacio interminablemente! Uno de ellos, no recuerdo si es el de Rabat o Fez, mide 82 hectáreas, 😲¡una cosa poca! En nuestra entrada por la capital, nos encontramos con una moderna y alta infraestructura, una torre que está por terminarse en 6 meses más  y que mide 250 m.de altura, que estará destinada para oficinas y departamentos particulares de quienes puedan pagarlos, 🤭(el m2 de superficie vale 14 millones de euros, 🤯🤑). Tiene un ligero parecido al Casino Dreams de Valdivia , 🤗. 

    Luego nos llevaron rápidamente al sector de la Mezquita Inacabada, la Torre Hassan, de 44 metros de altura, ubicada en la amplia explanada de una colina, de manera que es visible desde cualquier parte de la ciudad. Fue ideada por el sultán Al-Mansur a fines del.siglo XII para ser la más grande del mundo musulmán, pero éste murió sin ver cumplido su sueño. Lo que alcanzó a ser construido fue el alminar o minarete en su primera parte, pues la información dice que iba a ser realmente de 60 a 88 m.de altura. Junto a esta torre hay 200 columnas distribuidas en la explanada y que iban a ser la base de la mezquita. En un extremo de este espacio se encuentra el Mausoleo de Mohamed V, que lo alberga a él y dos de sus hijos. Es un edificio custodiado por guardias de honor, construido en la década del '70 del siglo XX, de estilo árabe-andaluz.  El que quiere puede visitar y ver desde arriba esas tumbas y venerarles si es el caso...o fotografiarlas como lo hicimos nosotros. Es una ornamentación impresionante, con un artesonado maravilloso.  
    Nuestra visita por la capital continuó por la orilla del paseo marítimo, en el cual vimos muchas personas gozando de esa grata tarde y numerosas embarcaciones pequeñas, a orillas del "Río Bu Regreg", que separa la ciudad en dos partes, Rabat propiamente tal y Salé. Recorrimos ese sector -en minibús- hasta llegar a las Murallas de la Medina -casco antiguo- e ingresamos a ella donde todo estaba blanco y limpio. Poca gente había por el lugar; la verdad, había más gatos que seres humanos, absolutamente empoderados. Nos acercamos a un Mirador en altura, que mostraba las aguas del Atlántico chocando con el equipamiento costero. Varias personas aprovechaban la menor fuerza del oleaje en el sector, para bañarse, al parecer. Desde la altura podíamos verlas pequeñitas jugando con el oleaje.  
    Cuando salimos del sector en busca de nuestro transporte, descubrimos lápidas antiguas y otras no tanto a orillas del camino. Las más antiguas se distinguían  por el color natural del concreto, mientras que las nuevas eran todas blancas, de similar estructura también. Nos llamó la atención. Era un cementerio. No había cercos ni nada que impidiera que cualquier persona acceda. Tampoco había diferencias entre una tumba y otra. Me hubiera gustado tener una explicación de aquello de parte del guía, pero a éste lo tenía "atravesado" y no sólo yo, la mayoría del grupo, por no decir todos. Terminamos hartos con él. 1) no hablaba bien español, así que no siempre se le entendía; 2) en muchas ocasiones se le preguntaba una cosa y respondía otra; 3) no tenía en cuenta los deseos de los guiados; 4) hablaba con tono doctrinal y como si fuera dueño de la verdad; 5) era desubicado total: a las compañeras les preguntó cuánto era su salario; dónde estaba el "jefe" (marido, porque andaban solas); 6) repetía hasta el cansancio la misma información, etc., etc. Así que opté por no preguntarle nada y averiguar por mi cuenta... Poco hay de los cementerios marroquíes, aparte de los velatorios y funerales, que no era lo que me interesaba. Supongo que esa ubicación en ladera y mirando hacia el mar, tiene que ver con aquello de orientarse en dirección a La Meca, tanto en vida como en la muerte. Y como ya en la muerte has ido al paraíso, no tiene mucho sentido ese respeto, cuidado y visita con flores que hacemos nosotros en relación a nuestros muertos.  
     Terminamos de recorrer parte de la ciudad y luego, ya a la caída del sol, nos llevaron a un hotel de 4 estrellas donde, luego de recibir una cena como parte de la media pensión, nos abocaríamos a descansar, salvo que alguien quisiera salir en la noche, eventualidad medio difícil porque el guía se encargó de decir que no era recomendable ni fácil. Entendimos claramente que lo que a él le interesaba era que ninguno tuviera dificultades, pues repercutirían en él, independiente si aquello significaba que los turistas debieran quedarse "encerrados"...La cena no fue ninguna maravilla, poco variada. Llegué cuando mis compañeros estaban casi terminando, pero igual me hicieron espacio. Las bebidas no estaban incluidas  -en ninguna comida ni cena-, por lo que cada cual pidió lo suyo. Tres pidieron 🍺  y, para que la cosa valga la pena, eligieron a la reina de las cervezas marroquíes: "Casablanca", 💪👏. Pero, pero, a la hora de pagarlas vino la sorpresa (yo pedí h2o, por suerte, 🤭): costaban nada menos, cada una, € 7,5, es decir, $ 8 mil pesos chilenos. ¡Vamos, que aquello no es ninguna ganga! El cubano, chico, casi se le salieron los ojos de las órbitas al estilo Pepe Antártico cuando escuchó la cantidad y pidió que le repitieran la cifra.¡No daba crédito que debía pagar 15 euros por un par de cervezas pequeñas (200 cc)! Casi estuvo a punto del infarto, 🤣 🤣, pero con esa experiencia todos escarmentamos, 😉. Obvio, como buenos chilenos  -y argentinos- que somos, después no faltaba ocasión para recordarte los 15 euros.

   Así terminaba ese día miércoles, el primero del Tour, con un grupo que ya se había hecho el propósito de compartir sin problemas, todos bien avenidos y en buena onda. Además, por estas casualidades de la vida y del mundo, conversando con la chilena trigueña que andaba también sola en el grupo, tuvimos la sorpresa para ambas, especialmente  para ella, que yo conocía a su madre, quien había vivido en el mismo edificio en que yo vivo y habíamos compartido cargos en la directiva del condominio. Uso el verbo en pretérito, pues María Antonieta falleció inesperadamente el año 2014. ¡Sorpresa! En un tour en Marruecos coincidimos dos chilenas que tenían un familiar-conocido en común. El mundo, como dicen, es un pañuelo. Hasta pronto.

   Camino a Rabat: 



    Assilah: 





      Rabat: 







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