sábado, 30 de mayo de 2015

"Si te dijeran pide un deseo..."

- ¿Sólo uno?
- Sí, solamente uno...

- ¡Uyyy, qué difícil! ¿No podrían ser tres, a lo menos? 

- No-ho...
- ¡Puchas! ¡Me gusta más el genio de la lámpara de Aladino! ¡Ése me  permitiría  tres deseos! 
- ¡No sabes cuánto lo siento! ¡Hace mucho tiempo que no se le  ve por Occidente a Aladino! ¡Desde los atentados a las Torres Gemelas!
- ¿Entonces no puedo recurrir a él?
- ¡Nooooo! ¡Ufff, que eres enredosa! 
- ¡Está bien, está bien! ¡No es necesario que te enojes por tan poco! Jajaja. ...A ver...a ver... Debo elegir ...
- ¡Ya pues! Si sólo es una suposición...
- Ok. ¡Ya lo tengo! 
- Dime...
- ¡Obtener un premio importante en dinero o recibir una jugosa herencia!
- ¡Ufff! ¡Qué  materialista!
- Jajaja...No es el dinero en sí que me interesa, sino que su utilidad.
- ¿Para qué lo requieres, si puede saberse? 
- Me gustaría viajar por todo el mundo, sin necesidad de tener que trabajar a estas alturas, jajaja.
- Bueno, en eso tienes razón. ¡Ya quisiera yo lo mismo! 
- Si me saco un premio, te invitaré para no viajar sola...
- Ok., te lo recordaré cuando sea preciso. ¿A qué juegas? 
- ¡A nada, jajaja! 
- Entonces es imposible que te ganes un premio, pues.
- Pero si es sólo una suposición...
   
   La verdad, no debiera criticar. Yo no acostumbro a practicar ningún juego de azar. No me agrada aquello de confiar en algo que no depende de mí. Creo que eso surgió desde que era pequeñita (niña, quiero decir, jajaja), tiempo en el que me acostumbré a esforzarme por lo que quería obtener: aprender a leer o tener buenas notas, por ejemplo. Obviamente, ninguna de esas aspiraciones y logros, podría haberlos conseguido por obra de la fortuna, sino que entendí  (o nos hicieron entender) que las cosas había que conseguirlas con esfuerzo. Eso es lo que nos transmitieron nuestros padres,  cada uno de los cuales era muy responsable en su tarea y/o función, debían trabajar bastante en el día a día, en un ambiente o contexto con varias carencias y poquísimos lujos.  Teníamos realmente lo básico, pero suficiente y nunca nos  faltó  la preocupación por la  educación de cada uno de nosotros.  No nos permitían faltar a clases, por ejemplo, por lo que habitualmente teníamos el 100% de asistencia o algo cercano y, más encima, nos exigían buenas notas (jajaja). Como dice una querida amiga : "fuimos hijos del rigor". Y cuando no había clases y fuimos creciendo, en edad y como familia (en el tamaño no mucho, jaja, yo, al menos), se nos fueron asignando tareas y responsabilidades, en apoyo principalmente a nuestra madre. 

- En consecuencia....
- Ninguno fuimos entusiastas de los juegos de azar. Además, que en el campo, no había ningún Casino de Juegos, jajaja. Tampoco había dinero sobrante.
- Nosotros, lo más que jugábamos era al naipe en las largas tardes de vacaciones de invierno... 
- Igual que nosotros. Lo más cercano, además, a tentar la suerte era la compra de algunos números de Rifa (que no faltaban en los cursos) y que ni siquiera "caían al agua". 
- Oye, Princess.... Yo ya te hablé de mi deseo, así que ahora te toca a ti...
 - Humm...Hay un único deseo que pediría, pero como es absolutamente imposible, me lo reservo (aunque los que me conocen, saben, sin necesidad de que lo enuncie, cuál es).  Además de aquello, si tuviera de regalo el cumplimiento de un deseo, creo que no sería nada material, sino sólo (y nada más) que contar con la mejor salud  en los años de vida que tengo por delante, sean los que fueran (claro que yo no llegaré a los 110 años como un amigo, pero seguro andaré cerca, jajaja). 
- ¡Ajá! ¡Qué astuta! Así no vas a tener que gastar tu sueldo de Pensionada en remedios, jajaja
- ¡Meh! ¡No lo había pensado así, pero tienes razón! De todas maneras, teniendo buena salud, todo se da por añadidura: no gastas, tienes una buena calidad de vida, te dedicas a desarrollar actividades de tu agrado, no sufres dolores físicos...
- Hasta puedes inscribirte en un  Club de Tercera Edad y salir a "patiperrear" con otras provectas damas ...o damiselas...jejeje
- Jajaja, de ninguna manera. No me gusta salir en "choclón"; imagínate lo complicado que debe ser lograr llegar a acuerdos con personas tan distintas entre sí, a cual de todas con más mañas (menos yo, jajaja), ...¡Nooo, eso no es para mí! Me gusta salir sola o con alguien más cercano de la familia, nada más.
   Para ser sincera, creo que mi amiga tiene razón. Un solo deseo no basta, pues, pensándolo "en oro" (como escribió César Vallejo, extraordinario poeta peruano), con buena salud, también me gustaría viajar por todo el mundo: ver hermosos lugares de los distintos continentes, así como sitios relevantes por algún hecho ocurrido, para bien o para mal. Conocer, por ejemplo, la Muralla China (¿no será ésa el Muro de Juego de Tronos?), visitar Auschwist, el Vaticano, las Pirámides de Egipto, los Templos Mayas y Aztecas, el Sahara y tantos otros lugares, llenarme los ojos de las maravillas de la bondad, del arte y, también, de la maldad humana, antes de partir "para el último viaje" ...y definitivo. 

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