sábado, 25 de octubre de 2014

"Celebrando los 200..."

      El día viernes no podía estar terminando mejor. Junto con concluir exitosamente sus clases, recibió el ofrecimiento de un cargo interesante para el próximo año. Se sintió feliz por la oportunidad y el reconocimiento, pero no deja de ser un desafío complejo.
   - ¡Me alegro por ti, Principessa! Seguramente tu título de Miss, jajaja,... ha inclinado la balanza a tu favor...

   - ¡Na' q' ver! Esto es en serio, "amiga". 
 - ¡No te enojes! Si era una "gromita"... ¡Yaaaa! ¡Cuéntame! 
   - ¡NO! Aún no puedo, pues esto debe formalizarse; una vez que suceda aquello, serás la primera en saberlo (jijiji) 
   - Repito lo que te digo cuando me contaste de tu viaje a la Isla de la Fantasía, jajaja... ¡No me simpatizas!


    Terminó sus clases puntualmente, pues el tiempo era oro esa tarde. Rápidamente partió a palacio: necesitaba cambiarse de ropa para ir a continuación a un evento para el cual tenía entrada hacía más de 15 días. Se trataba de la Recreación del Desastre de Rancagua a 200 años de su ocurrencia. 

   Se sintió como la Carmela cuando llegó a la Media Luna de Rancagua: nunca había ido a este recinto y le sorprendió su tamaño. ¡I M P R E S I O N A N -
T E!  Mi amiga conocía las Medias Luna de la Villa San José de La Unión y de Lanco, pero éstas parecen de juguete frente a la de la Villa Sta. Cruz de Triana. ¡Con razón fue sede de una Copa Davis hace varios años!
    Llegó al recinto a las 20,25 aprox, luego que un taxi la llevó hasta allá. Cuando llegó, había espacio suficiente para unos cientos de Principessas  más todavía. Declinó la invitación de ir al Palco de la Autoridades: no quería entrevistas ni flashes; quería pasar inadvertida (voy  a creerte, Princess, jajaja). El problema fue cuando quiso subir a la parte superior de las graderías, jajaja: sus piernas, muy destacadas pueden ser, pero no eran lo suficientemente largas para ir subiendo los escalones. Debieron ayudarla, tirándola con fuerza, jajaja. Ella se preguntaba por qué construyeron las graderías tan separadas entre sí (había que ser casi un ávatar para subir sin dificultades o un saltamontes gigante). "¡Debieron preguntarme y no lo hicieron!", pensó la Principessa. 
   El lugar se fue completando rápidamente. Siendo las 21,20 horas comenzó el "shos" , con el entusiasmo y aplauso de los asistentes, el que se extendió hasta cerca de las 23 horas. 

       En el espectáculo se contó con dos pantallas gigantes,  en las cuales se proyectaban imágenes o lo que sucedía en el "escenario". Fue una clase Magistral de Historia de Chile, pues se comenzó hablando de los orígenes de nuestra nacionalidad con la llegada de los conquistadores, pasando por la ubicación de los distintos grupos étnicos existentes en nuestro territorio a la llegada de los peninsulares. Durante la hora y media que duró el evento, se representó la creación de la primera bandera nacional, la vida en la capital, la Batalla de la Concepción, la Toma del Morro de Arica, la llegada de Marcó del Pont a Santiago, la aparición de Manuel Rodríguez y su participación en la vida política de los inicios de la República. 
Leyendo un edicto
José Miguel Carrera luce la Primera
Bandera nacional


Manuel Rodríguez


      Se destacó principalmente a tres de nuestros héroes, con su correspondiente representación: a José Miguel  Carrera, Manuel Rodríguez y Bernardo O'Higgins y aunque todos fueron aplaudidos, quien elevó más el nivel del aplausómetro fue don Manuel. Se nota que su aire de misterio, romanticismo, de astucia e inteligencia, su mayor cercanía al pueblo, todavía le rinden dividendos. Hubo dos cantantes que marcaron con una interpretación alusiva la aparición en escenario de cada uno de los caudillos. 




El Abrazo de Maipù entre San Martìn y O'Higgins
   El Ejército LIbertador también estuvo en la Media Luna, mostrándose varios enfrentamientos bélicos que fueron contribuyendo a la Independencia definitiva de nuestro país. Se rindió merecido honor a varios rancagüinos destacados en las diferentes campañas bélicas. 
Los patriotas tras las trincheras en la Plaza de
Rancagua

   El punto cúlmine de la noche lo constituyó la recreación de la Batalla de Rancagua, con el correspondiente relato de los pormenores y el salto a caballo por sobre las trincheras de parte del Padre de la Patria. 

Se rompe el sitio impuesto por los Realistas



O'Higgins rompe el cerco realista

     Fue un hermoso y patriótico espectáculo, bien valorado por los 6000 asistentes aprox. El Himno Nacional y del Ejército se escucharon con mucho entusiasmo. También el Himno de Rancagua fue interpretado durante el evento, hermosamente,  por los cantantes invitados. 

    Al finalizar, todos los actores y escuadrones de militares con uniformes de distintas épocas, acompañados de una Banda de Guerra e Instrumental, se presentaron en el escenario, retirándose con la ovación del público.
El personaje que nunca falta


Público entonando de pie el Himno
Nacional
 - ¿Todo estuvo fantástico, entonces, Princess? 

- Así hubiera sido si no hubieran llegado unas  vecinas medio indeseables ya empezada la función. ¡Qué mujeres más chabacanas! Era un matrimonio con dos hijos jóvenes, pero eran la madre y la hija ( esta última equivalía a dos madres en contextura) hablaban con garabatos, gritaban y no dejaban que uno se concentrara en la presentación. Realmente unas locas, más la madre que la hija...(en todas partes me persiguen...las locas, jaja, pensó la Princess)
   Y aunque la primera autoridad comunal no es de nuestra simpatía, no se puede dejar de reconocer que el apoyo oficial  a todas estas actividades es bien retribuida y agradecida  por los rancagüinos, quienes, en general, sienten orgullo de ser de esta Villa, a quien Manso de Velasco bautizó como "Villa Sta. Cruz de Triana" el 5 de Octubre de 1743.

No hay comentarios:

Publicar un comentario