sábado, 18 de octubre de 2014

Al mal tiempo...buena cara (¡no queda otra!)

   - Con razón la Primavera es de género femenino, le hace honor a su categoría...¡Caprichosa como ella sola! 
   - ¡Ja! ¿De cuándo tan machista, Princess? 
La Principessa toma un sorbo de su café preferido (¡mmmmm! ¡lo huele con delectación!)   y luego contesta:
  - Jaja...de pronto me aflora el machismo... Es difícil no seguir siéndolo, aunque sea en parte, proveniendo de una familia en la cual mandaba el Capitán y no los marineros, jaja.
  - Bien cierto es aquello, cuesta eliminar ciertas características medio atávicas...¿Y qué tienes contra doña Primavera? 
  - Es que hoy, nuevamente, tenemos un frío invernal y ...¡lluvia! ...Recuerdo que en años anteriores, el Día del Profesor lo celebrábamos a orillas de una piscina. Ese año, imposible esperar aquello...Por suerte, en nuestra institución lo vamos a celebrar bajo techo esta noite..
  - ¿Y tienes pensado ya qué "traje" ponerte? 
  - No, lo decidiré a última hora. Antes deberé mirar por la ventana, porque si sigue lloviendo, obvio que el panorama hace cambiar la vestimenta...


   La Principessa se encuentra en su nirvana privado (jajaja) : escuchando su piano, degustando su café colombiano, tendida en su sillón favorito, después de haber devorado su almuerzo, vegetariano esta vez (de pronto se va a parecer a Hulk, jajaja, por lo verde, claro, no por los músculos ni el tamaño, jijiji). Se está dando la vida del oso...pardón... de la osa...Decidió hoy día, después de despertar a una hora desacostumbrada (9,00 horas, qué tarde), darse un día de asueto mayoritariamente. Así que sólo desarrolló una guía en la mañana y descargó algunos archivos (luego de, poco menos, que azuzar al Pc para lograr su cometido) ....zzzzzzzzzzzzz....

   -Jaja. Esta amiga que tengo : cerró el paréntesis apenas un segundo antes que los ojos... ¡Ahí la tienen, "elegantemente" dormida...! La caminata debe haberla cansado...
   Bueno, íbamos en ... ah, ya... 
   Esta mañana, luego de trabajar un poquito, nuestra común amiga tomó una drástica decisión: descansar el resto del día, hacerse un merecido regalo y, además, salir de shopping (capaz que por ahí caía otro "regalo", jajaja). Arreglóse (es decir, se puso zapatos dejando las chinelas en standbyte, buscando una chaqueta algo abrigadora) y dirigióse a las puertas del palacio para salir al mundo real. El helado viento golpeó su bello rostro (jiji) y estuvo en un tris de regresar a buscar más abrigo (una música muy ad hoc se desprende del piano mientras escribo: "flower rain", ahora le sigue "rainbow" ...)


Ingreso a la Feria
El itinerario de su salida comenzó con un recorrido por la Feria Estado, actividad que se inauguró ayer, por primera vez. Consiste en puestos comerciales  con diversos productos, desde artesanía, hasta alimentos, pasando por libros, verduras, remedios, ropa, zapatos etc., ubicados a ambos lados del Paseo Estado, en direccción contraria a la Alameda. Claro que el clima le ha jugado una mala pasada a esta gente, porque el público escaseaba a pesar de ser casi mediodía cuando la Principessa hizo sentir su presencia por esos lados... Luego anduvo deambulando por el Paseo Independencia, vitrineando y ... vitrineando..., pero nada encontró que llamara su atención. Decidió terminar su periplo en el Mall, a ver si mejoraba su suerte. Algo mejoró, aunque no mucho, pues, luego de probarse unos chorrocientos vestidos, sólo adquirió uno. No les voy a confidenciar por qué no aumentó su consumismo, pues es secreto de Estado, jajaja. Hubo un vestido blanco con negro,  precioso, elegantemente clásico, del cual se enamoró, pero se quedó con el puro enamoramiento: se veía espectacular...el vestido, pero quedaba muy ceñido...Lástima, habría sido un verdadero golpe de cátedra comprárselo, pero ...debió haber mantenido cerrada la boca más tiempo, jajaja...
Flores a los pies
del monumento

   En fin...c'est la vie... No todo puede ser perfecto, ni siquiera en la vida palaciega...

   Después, se acercó al Súper, en el mismo Mall (Open Plaza, puro estilo) a comprar unas marraquetas, agua mineral y par de cosas más (se acabó el estilo, jajaja). De regreso, le compró unos zapallos italianos y unos pepinos al casero apostado fuera de los muros de castillo (sacrificada la vida del hombre, a todo frío y lluvia...) ¡Vida fácil para unos, tan difícil para otros! La balanza, sin duda, está "cargada "...
    Al llegar a su palacio se dio cuenta que había pasado nada menos que 3 horas fuera... Ya era hora de almorzar y no tenía nada preparado, así que enchufó su piano y le indicó que ya era hora de iniciar la tarea diaria, mientras ella se abocaba a preparar su almuerzo...vegetariano, consistente en : 
  - Tortilla de acelgas 
  - Ensalada de espárragos con zanahoria
  - Postre de cerezas al jugo

     Comenzó con una rápida cocción de los espárragos (en lo que no es muy experta, la verdad sea dicha), los que en el momento de limpiarlos estaban quedando tan esmirriados que optó por sólo rasparlos en lugar de mondarlos, jajaja. Por suerte que cambió el verbo, de otra manera el mayor porcentaje del cuerpo de estos señores habría terminado en la basura. Luego se dedicó a la tortilla de acelgas, en cuya preparación ya es una maestra. Jajaja, el único percance lo sufrió (¡la maestra! ) cuando, al querer echarle carne vegetal, se equivocó de envoltorio y alcanzó a "espolvorearle" una cucharada de ...¡granos de arroz crudo! ¡Upss! Jajaja, obligada a buscar y perseguir a cada grano... Uno que otro se camufló entre las hojas picadas de las acelgas y hubo que masticar más fuerte...llegado el momento (era como para ser eliminada inmediatamente de Top Chef en forma ignominiosa...)
    Lo que le dio realmente trabajo fue el postre: era el tercer intento para abrir el frasco de conserva desde que lo había recibido de regalo este verano desde la Villa de San José de La Unión, de manos de la Infanta Mónica Alejandra. En las dos ocasiones anteriores se dio por rendida. Ahora...¡ no podía ser! Fiel a la premisa "la tercera es la vencida", reunió todas sus fuerzas, apretó...apretó....apretó la tapa para darle vueltas en sentido contrario al de las manecillas del reloj (¿o es hacia el otro lado, jajaja?) ...y ¡nada! Golpeó la tapa con un cuchillo por los lados...¡ahora sí ...nada! Le golpeó el trasero, al frasco (no sé para qué, pero eso suelen hacer algunas personas con algunas botellas de vino cuando proceden a extraerle el corcho) ...tampoco obtuvo resultado... Hundió el frasco en agua helada ... para ver si el temor al ahogo, lo hacía "abrir la boca ", es decir, soltar la tapa, jajaja...¡nothing! ... -¡Ufff, no me la puede ganar este frasco #€%&£¢€¥£^-, exclamó con dignidad la Principessa, jajaja. Buscó un cuchillo completamente metálico y golpeó los lados de la tapa nuevamente y luego...a emplear...toda...la...fuerza....para...mover...la...¡Eureka! ¡Al fin! ¡Exito!    Casi se le quema una tortilla de acelgas mientras se aplicaba a abrir el famoso frasco, pero alcanzó a salvarla de terminar calcinada...
     Por lo tanto, una vez todo listo y preparado se dio a la tarea de degustar su "frugal " banquete, que,  esta vez, no contenía ni un gramo de carne animal (¡milagro en día sábado! ). Claro que ya eran las 16 horas, ni más ni menos...

  
    Mientras escribe, observa el cielo. Dejó de llover, algunas nubes permiten ver retazos de cielo, por allí brillan unos rayos solares, ha mejorado el día. La tarde y el descanso la ha puesto lánguida, casi marchita...
   - Oye, Princess...
   - ¡Au! 
   - ¿Será la tarde y el clima los que te han puesto "marchita", jiji? 
   - ¿Qué otra cosa podría ser? 
   - Tal vez...los años, jajaja.... No se enoje, amiga mía, es una bromita, jajaja
    - Estoy tan marchita que ni ganas me dan de asistir a la Gran Cena Gran...
   - Pero te comprometiste....
   - Sí, sólo por eso tendré que ir: los compromisos hay que cumplirlos; además, una vez allá, seguro me olvidaré de la flojera reinante... Bien, a aprovechar el tiempo que me queda y a leer algunas hojas de la novela que comencé hace un par de semanas y que he tenido a la espera... Si alguien me necesita, no estoy disponible, por favor... Adieu...

     Se acomoda, toma su libro y se sumerge en la lectura... Mientras tanto, el cielo, continúa despejándose, en tanto la hora avanza...inexorablemente.
    

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