En estos días, he vuelto a la lectura y, "casualmente"(va entre comillas porque me asiste la duda acerca de su grado de "casualidad") me he "topado" con dos novelas "femeninas" en su protagonismo y altamente recomendables en estos tiempos y en otros.
Un día que iba en un bus viajando por España, no me acuerdo hacia qué ciudad, escuché una entrevista radial de la que, desde mi asiento en primer plano, no me pude sustraer. El invitado era un escritor argentino, Eduardo Sacheri, autor de la novela que sirvió de base a la película "El secreto de sus ojos" llamada La pregunta de sus ojos. Bueno, este escritor había sido invitado precisamente porque pronto iba a realizar el lanzamiento de su nueva novela Lo mucho que te amé. La conductora del programa manifestó más de una vez que el relato de amor le había encantado y que agradecía al autor su aporte. Además, se agregaba el dato que nuevamente iba a ser llevada al cine, con la participación de los actores Darín, padre e hijo.
Considerando que el filme "El secreto de sus ojos" y su protagonista fueron de mi agrado, me interesé por la entrevista y memoricé el nuevo título, lo busqué, lo encontré y lo leí. Aquí les cuento.
Corren los años 50 en la ciudad de Buenos Aires. Ofelia comienza su historia relatando el ingreso a la familia Fernández Mollé de Manuel Rosales, el "pretendiente" de Delfina, la menor de las 4 hijas, todo un acontecimiento en su tradicional familia. Es la prueba de fuego para el "pajarito nuevo", que resulta toda una sorpresa por su actitud moderadora, simpática y de gran despliegue personal, sin caer en la petulancia y soberbia. Es profesional en el área de la construcción (arquitecto), pero eso no impide que sea un gran cinéfilo y lector. Y es en estos últimos aspectos donde coincide completamente con Ofelia, que sin darse cuenta, se va enamorando de su futuro cuñado, mientras más comparten en familia tardes semanales de cine en parejas.
De trasfondo, se despliega la realidad política de Argentina, en tiempos en que se es partidario o enemigo de Perón, a quien defienden o atacan, según simpatías, don José y sus yernos, en cada encuentro familiar que sostienen. Las discusiones son memorables y las mujeres, que no acostumbran a tener una postura política en esa década y anteriores, deben intervenir muchas veces apaciguando los ánimos.
Ofelia, casi como un personaje hamletiano, debe enfrentarse, luego de escuchar la confesión de Manuel y asumir que a ella le pasa lo mismo (están recíprocamente enamorados ) a la decisión de mantener su noviazgo oficial con Juan Carlos (a quien también quiere) o a decidirse por Manuel y romper con la familia, con las convenciones sociales, con su amoroso novio y su entrañable hermana.
Pasa el tiempo, los años, cada cual forma su familia como se esperaba, cuando Ofelia se da cuenta que en realidad ama a Manuel, que no fue un capricho y que no lo ha olvidado.
Siguen adelante con sus matrimonios, casi modélicos, pero, sin que nadie más se entere, viven, en sus encuentros secretos y esporádicos, la dicha de estar juntos, de amarse a escondidas, más allá de la moralidad y del bien y el mal.
En Lo mucho que te amé, Ofelia, completamente transgresora a su tiempo, logra mantener, finalmente, el equilibrio emocional y moral (¿o amoral?) que le permite vivir dos mundos, sin culpas, asumiendo lo que le ha tocado y eligió vivir.
Esos días azules de Nieves Herrero
Quien haya oído hablar del gran poeta Antonio Machado, este texto le "hará sentido" (como dicen algunos cursis imitadores de otros cursis). Y como creo que casi todos conocen, al menos, algunos versos del gran vate, resultará interesante leer esta novela.
Es un relato de carácter biográfico, pero desde la perspectiva de Pilar Valderrama, una dama de alcurnia, casada, monárquica y poetisa, madre de tres hijos, para mayor abundamiento, quien, profundamente decepcionada por la infidelidad de su esposo, cae en depresión (en esos tiempos, 1928, se le llamaba "surmenage"). La recomendación médica es viajar a un especie de retiro espiritual para recuperarse. En la segunda oportunidad que viaja hasta Segovia (desde Madrid) logra conocer a Machado, su autor preferido.
Él, viudo a la fecha (hace ya 16 años) queda obnubilado por Pilar, a quien le asigna el nombre ficticio de "Guiomar" en los poemas que escribió en adelante, para no comprometerla. Ella se transforma en su musa y diosa hasta su muerte. En tanto, Pilar, muy amante de sus hijos y profundamente religiosa (¿?) corresponde a este amor y establece una relación amorosa en el ámbito platónico, con encuentros fugaces y un secreto Intercambio de correspondencia durante años.
La realidad política y social es el escenario en que los personajes se mueven y que condicionan totalmente sus vidas personales: la dictadura de Primo de Rivera, el período de anarquía posterior, la Segunda República y, finalmente, la Guerra Civil. Junto a ello, se muestra a la mujer en un mundo de absoluto machismo, en que, estando casada, no puede tener una cuenta bancaria ni viajar al extranjero, por ejemplo, si no es con el permiso de su esposo. Sufragar, opinar de política, participar en tertulias con hombres, andar sola por la calle, son actividades mal vistas por una sociedad que las considera sin ideas propias ni raciocinio suficiente.
Resulta curioso, como siempre, la coincidencia, o paralelismo más bien, de los textos. Mujeres adelantadas a su tiempo, transgresoras de normas y de conductas sociales, que atentan contra los "más puros y sagrados valores familiares", pero que no dejan de tener sobre sus hombros y su conciencia el peso de una culpa casi atávica inculcada por la Iglesia Católica durante siglos.
Ambos relatos, recomendables para estos tiempos de cuarentena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario