Sé que suena presuntuoso el título y claro que lo es fuera de contexto. Ya va la explicación... Primero, a otra cosa, mariposa (me suena conocida la expresión, jaja).
"Andaluces de Jaén, aceituneros altivos,
decidme de quién son esos Olivos,
Andaluces de Jaénnn..."🎶🎶
Hace años, cuando trabajaba en el Liceo de La Unión, Silvia la Subdirectora, me regaló la grabación de poemas cantados por el cantautor español Paco Ibáñez. En esos cassettes, que todavía conservo (uh!), aparece esta canción, que desde que la escuché pensé "¡Tengo que ir allí algún día!". Ese día llegó. Estoy en JAÉN.
Provincia y ciudad andaluza, a la que arribé ayer, proveniente de Almería, luego de un viaje de 4 horas, el más largo a la fecha. Fue un trayecto que tuvo de todo un poco. Admiración hacia la conductora por su paciencia con un pasajero adulto con problemas intelectuales, que le conversaba una y otra vez los mismos temas (¡durante dos largas horas!). Sólo a ratos se mantenía en silencio y luego volvía a la carga. Por otro lado, las rachas de viento de 80 a 90 kms. por hora, que provocaban en ciertos tramos el movimiento desacostumbrado del autobús, junto con la novedad de que en algunos tramos llovió algo más que unas gotas. La grata sorpresa fue la aparición de un gran arco iris, que, por varios kilómetros se mostró en todo su colorido.
Al llegar a Jaén la lluvia sólo era una amenaza. Con algunas nubes, pero sin lluvia.
Ya instalada, salí a recorrer la ciudad. También complicada inicialmente, especialmente en el casco histórico, por sus calles irregulares, tanto en su trazado como en su desigual superficie. Una serie de barrios antiguos y la judería se ubican en elevación, de manera que no resulta descansado para nada recorrer ese sector de la ciudad.
Pero, hagamos un poco de geografía e historia para entender mejor a los jiennenses, jaeneros o aurgitanos (¡uff! y no son los únicos gentilicios por los que se les conoce).
Jaén, la "Muy Noble y Muy Leal", se ubica a los pies del Cerro Santa Catalina, a 573 msnm., con calles muy empinadas y de pronunciadas pendientes, que han ido derivando al llano en los últimos tiempos. En los alrededores, hay extensas zonas de cultivos de Olivos, que la han transformado en una potencia mundial en producción de aceite de oliva.
Los primeros asentamientos humanos en la ciudad datan de la Edad de Cobre, lo que se refleja en algunas pinturas rupestres y restos megalíticos en los alrededores de la ciudad. Posteriormente, los íberos se instalaron en la zona, quedando huellas de su estadía. La llegada de los cartagineses al lugar se acredita a partir del año 230 a.C. aprox. hasta el 207, en que fue conquistada por los romanos, dirigidos por Escipión el Africano. En el siglo V d.C. los visigodos se asentaron cerca de allí, pero sin instalarse en la ciudad, por lo que la población siguió siendo hispanorromana.
Con la llegada de los árabes, la urbe se transformó en la capital de la Taifa de Jaén, siendo beneficiada por la construcción de numerosas fortificaciones, palacios y mezquitas. En el siglo X fue conquistada por nuestro ya conocido Abderramán III, y después, etc.,etc., hasta ser reconquistada por Fernando III el Santo, Rey de Castilla y León.
La importancia estratégica de la ciudad fue clave en la lucha por la conquista de Granada. Posteriormente, en el Descubrimiento del Nuevo Mundo, fue sede de la reunión de la Reina Isabel con Cristóbal Colón ( interesante dato, que yo ignoraba). De allí en adelante, cayó en decadencia, no recuperándose sino hasta el siglo XX.
En la actualidad, la ciudad de Jaén cuenta con 113 mil habitantes, que se desplazan por calles, avenidas y escaleras (en el sector antiguo), con dinamismo y energía. Vi menos terrazas dedicadas al solaz y a la vida social que en otras ciudades. Pareciera ser que la vocación de sus habitantes es más de trabajo cotidiano que dolce vita. Las numerosas y grandes extensiones de olivares que rodean la ciudad hasta donde puede uno ver a la distancia dan fe de aquello.
En el ámbito arquitectónico, Jaén tiene una profusa cantidad de edificios religiosos: Iglesias, ermitas, conventos, sobresaliendo la Catedral de Nta. Sra. de la Asunción, construida entre los siglos XIII y XVIII. El edificio actual se comenzó a construir en el siglo XV, de estilos renacentista, barroco y neoclásico.
El Castillo de Santa Catalina está ubicado en la cumbre del cerro del mismo nombre, desde el cual se divisa toda la ciudad, los olivares y las montañas que la rodean. Fue construido entre los siglos XIII al XIV, con una altura máxima de 30 m.(el edificio más alto, la Torre del Homenaje).
Este complejo constructivo pasó por tres etapas. Primero, en la época islámica, siglo VIII en adelante, se construyó lo que se ha llamado el "alcázar viejo".
Posteriormente, siglo XIII, durante la reconquista española, se erigió la mayoría de los edificios que se conservan hoy, incluidas torres y una capilla (a lo que se dio en llamar "alcázar nuevo "). Finalmente, en el siglo XV, el Condestable de Castilla realizó reformas y mandó a construir la Torre del Homenaje.
Cuando Napoleón invadió España, tropas francesas estuvieron asentadas en el Castillo y aunque aportaron levantando un hospital en su interior, al abandonarlo, lo "volaron" para evitar su ocupación. Así que en la actualidad, se conserva poco de las construcciones más antiguas , parte de dos aljibes y un bastión. En el sector del cerro en que había sólo ruinas, se construyeron unos Paradores Turísticos (hoteles).
La Cruz se levanta en el otro extremo del Cerro, con vista a la ciudad, en el lugar en que Fernando III hizo levantar la primera de ellas. La actual data de 1950.
Fue toda una hazaña llegar hasta el Castillo. Cuando me dijeron que había que caminar cerca de 3 kms. y medio, en subida, y que no había movilización, desistí.
Sin embargo, entusiasmada luego de visitar una maravilla árabe (ya les cuento cuál) me sentí capaz de lograrlo todo y como buscando otros sitios de interés, me fui adentrando y subiendo por el casco histórico, seguí ascendiendo. Con la orientación dada por ciudadanos a los que pregunté, logré llegar a mi objetivo, disfrutando no sólo el final, sino también el trayecto, que discurre por un "bosque" de Olivos y otros árboles. ¡ Hermoso trayecto!
Unos turistas gringos que iban bajando me dieron también antecedentes de por dónde seguir. En cambio, cuando en el plano le pregunté a un jovencísimo y estupendo guardia civil que estaba apostado en las afueras de su cuartel, no supo decirme si había movilización. Incluso me habló de un Hospital "Nebraska", que en realidad se llama "Neraval", ubicado a unos 500 metros del castillo. ¡Pobrecillo!...el guardia...
Sin embargo, entusiasmada luego de visitar una maravilla árabe (ya les cuento cuál) me sentí capaz de lograrlo todo y como buscando otros sitios de interés, me fui adentrando y subiendo por el casco histórico, seguí ascendiendo. Con la orientación dada por ciudadanos a los que pregunté, logré llegar a mi objetivo, disfrutando no sólo el final, sino también el trayecto, que discurre por un "bosque" de Olivos y otros árboles. ¡ Hermoso trayecto!
Unos turistas gringos que iban bajando me dieron también antecedentes de por dónde seguir. En cambio, cuando en el plano le pregunté a un jovencísimo y estupendo guardia civil que estaba apostado en las afueras de su cuartel, no supo decirme si había movilización. Incluso me habló de un Hospital "Nebraska", que en realidad se llama "Neraval", ubicado a unos 500 metros del castillo. ¡Pobrecillo!...el guardia...
El recorrido del Castillo fue fantástico. Desde la Torre de la Vela, pude ver toda Jaén...a mis pies (de allí el título de este escrito). Todo por 1,5 € y, claro, toda la caminata de subida y de bajada.
Un hallazgo fortuito y maravilloso: el Claustro ajardinado de la Iglesia de la Magdalena. ¡Precioso! Estaba abierta la iglesia y una puerta lateral que llevaba al claustro y me "colé" por ella.
Los Baños Árabes: ¡extraordinarios! Es un palacio, en que funciona un Museo y que en el sótano están los baños árabes más grandes de España, de 450 m2. y varias dependencias. No debía fotografiarlos, pero, ¡adivinen! Logré "sacar" una que otra fotito, pues no había nadie más en ese momento. ¡Quedé impactada ante tanta belleza!
El resto del Palacio de Villardompardo, en 3 niveles, exponía una numerosa cantidad de piezas de distintos aspectos de la vida de antaño. "Arte y costumbres populares" lleva por título. También cuenta con un Mirador en altura, que permite vistas panorámicas de la ciudad, pero que de ninguna manera se igualan a las obtenidas desde el castillo.
Otra curiosidad: había una Exposición de Arte Naïf (primera vez que leía sobre aquello), que corresponde a la creación de artistas autodidactas, que no se rigen por reglas, entre cuyas características está el colorido de sus obras y los distintos materiales que utilizan para ellas. Había creaciones de artistas españoles y extranjeros, algunas bastante grotescas para el concepto clásico de arte que uno maneja.
La Fuente del Dragón, animal que es parte de una leyenda, según la cual un animal de grandes dimensiones apareció junto a la fuente de la Magdalena, que atemorizada a los que iban por agua, se los comía o a las ovejas. Hay finales distintos de la leyenda, pero en todos este "monstruo" termina muerto y dando origen a un dicho popular "Ojalá revientes como el dragón de Jaén ", haciendo alusión a dos finales del animal según el relato, que termina muerto al ingerir comida con pólvora.
Por último, ¡al fin encontré un Refugio Antiaéreo!, pero...no pude ingresar a él. Sólo lo abrían los domingos. ¡Qué frustración! En otra ciudad seguiré persiguiendo a la suerte.
Verdaderamente rica la ciudad en experiencias y sitios de interés. ¡Satisfecha y feliz de haber llegado hasta acá! ¡Ah!, me olvidaba contarles: ¡batí un récord: 28,16 kms. de andadura!, lo que amerita descanso, sin lugar a dudas, así que hasta mañana...
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