Semana Uno
Jueves 7
Este recurso no tiene nada de original, salvo el estilo y los pequeños o grandes hechos o disquisiciones a considerar. De todas maneras lo usaré, aunque me cueste la audiencia, jajaja.
En estos días es muy poco el trabajo intelectual que he logrado realizar. He leído poco, escrito casi nada. La motivación está ya en números negativos, como la economía nacional. La lectura se ha tornado insulsa (con minúscula), de tal manera que habiendo iniciado varias novelas, las he ido descartando, como a los tomates demasiado maduros. Jajaja, no sé qué tienen que ver los tomates con las novelas, pero a la hora de símiles, creo que estoy a la moda.
En fin...
Hoy me he levantado, aparte de temprano (más de lo habitual) un tanto decepcionada. Es que de pronto uno no sabe en quién realmente depositar la confianza. A veces, de quienes menos expectativas se tiene, más se puede esperar...y viceversa. O bien, es sólo cuestión de una anomalía y uno se hace ilusiones... El tiempo, como casi en todo, lo dejará claro. En realidad, cabe precisar que el "tiempo" no creo que tenga ninguna intención de aclararme nada, sino que yo solita, con las neuronas que tengo en uso, deberé sacar las conclusiones pertinentes, analizando frecuencia de respuestas, positivas, negativas, silencios. Claro, porque los silencios también constituyen comunicación. El problema es cómo interpreto el silencio, puesto que hay silencios y silencios. Creo que los más difíciles de interpretar, en la actualidad, son los silencios al otro lado de la red, al otro lado de los wsps. Sabes que te leyeron, pero no te han contestado ni lo harán. ¿Cómo interpreto aquello, si no veo miradas ni gestos, sino sólo una nada luego de tu escrito??
Me levanto de mi especie de mecedora (sólo "especie", porque no se mece, salvo cuando me siento) y me voy a realizar un par de cosas prosaicas. Acostumbro a hacer aquello, no sé si es por manía o para evitar quedar transformada en estatua, ...o por ambas cosas... , tal vez por el terror de ser una estatua más parecida a Buda que a otro personaje. Selecciono unos ejemplares (¿ejemplares?) de rúcula de mi "huerto", para agregar ese tonillo amargo en el gusto de la ensalada (que me encanta, debo decir) y las dejo en agua. Hoy no cortaré perejil, pues me queda un poco picado de ayer. Aún es muy temprano para cocinar, pero ya tengo adelantado. Me he acostumbrado a hacer aquello, así voy degustando con anticipación lo que voy a disfrutar al almuerzo. Porque mi comida la disfruto, aunque no lo parezca por lo rápido que la ingiero.
Regreso al tema del silencio comunicacional. Me he dado cuenta que éste resulta más incómodo y molesto cuando pertenece a alguien del grupo familiar... ¡Duele! ¿Duele? Da rabia más bien, pero pasa, ¡por suerte! Así se evitan úlceras y días o momentos de furia. Cambio de tema... Esto de la onda negativa es muy negativo (jajaja).
El día está hermoso, climáticamente hablando. Despejado y con los sonidos y ruidos normales... hasta ahora. No voy a morir de poesía, pero lo haré, en otro instante eso sí... Por el momento, sigo ilusionada con la vida, mientras hace su entrada el sonido de los caceroleos, a la distancia, como en sordina. Llegará un momento, tal vez, que no me dé cuenta de ello, no por sordera, sino por costumbre. Ojalá que no, pues lo que se hace costumbre pierde novedad y sustancia. Toco madera... de nuevo...(que no se me haga costumbre, jaja)...
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