lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Seré consumista o no? Me surge la duda...

  Nadie sabe para quién trabaja o la razón propone y la Mujer dispone, jajaja.
  Hoy lunes debía salir a una cita a las 10 de la mañana...
- ¡Guau! Una cita tempranera...
- Prefiero a esa hora ir al Dentista...
- ¡Ajajajá! Había pensado en otro tipo de cita...
- ¡Mal pensada! ¡Como muchos...!
   Llegué a tiempo, el Doc, también (por suerte no tuve que esperar mucho), me probó rápidamente el arreglo y me citó para el jueves. ¡Qué lata!
   Ya desocupada de lo más importante y considerando que había salido vestida de damisela, decidí caminar por el Paseo Independencia y no llegar hasta el Súper Cugat, pues no andaba con zapatos cómodos como para volver cargada de mercaderías (bueno, nunca "tan" cargada), pues el trayecto de regreso no se hace liviano ni corto con carga. Así que, en una de las pocas mañanas primaverales que hemos tenido, comencé mi vitrineo, para entreteneme un rato y caminar... Al final pasaría a comprar al Tottus lo que era realmente importante y necesario: agua mineral y cloro, para el aseo (el cloro, se entiende, no el h2o).
   De pronto me acordé de unas necesidades no tan básicas ni urgentes pero que podría atender en esta ocasión que andaba con todo el tiempo del mundo: algún adorno navideño en promoción, unos inciensos, un pantalón de tela o jeans clásico de color negro (para mis viajes) , unos mocasines negros (combinan con todo y son cómodos), crema para la face, ropa interior, etc. 
   Pasé a todas las tiendas que encontré, hasta casi llegar a calle San Martín. Me probé diversos pantalones, algunos bien a la moda hindú, anchos del verbo ancho, con los que me veía prácticamente cuadrada (¡noooo!) y los restantes eran moda pitillo, más algunos "pat'elefante" (con los cuales me veía como las bailarinas de Elvis Presley, jajaja, claro que sin glamour ni opulencia). En una de las tiendas que honré con mi visita logré encontrar lo que buscaba: pantalón negro de tela imitación lino y no era tan gigantescamente ancho, pero...
- ¿Qué pasó, amiga mía? 
- La vendedora estaba "dale cháchara" con una colega suya y atendía con la rapidez de una tortuga (con el perdón de las Srtas. Tortugas) a una cliente que al parecer había comprado todo sus regalos de Navidad, así que vamos sacando censores al por mayor. Luego, la colega, en lugar de ayudar a atender, se fue para otro sector. ¡Plop! Y yo seguía en la cola...
-¿Y? 
- ¡Me aburrí! Jajaja. Salí del local con la mayor dignidad posible, ofendida por la mala atención... y sin el pantalón...
- ¡Jajaja! 
    Tampoco pude encontrar mocasines, porque había de cualquier color en mi número, menos de tonalidad negra. Y los negros que habían (me refiero al calzado, aclaro, para que no me apliquen la Ley Zamudio) o eran pequeños o no me gustaban para nada. Había decidido comprar unos de color beige, pero justo el único par que encontré tenía una pequeña falla.
   Pero no en todo me fue mal. Me acordé que necesitaba crema facial para mis tratamientos diarios de belleza de la matina y de la nocte (aunque sé que no son necesarios, pero en algo hay que entretenerse y gastar la plata, jajaja). Para ello, me dediqué a pasar por varias farmacias, que parece pertenecen al Cartel de las Cremas, pues casi en todas los precios son similares. Así  y todo, logré encontrar unas ofertas, de manera que llegué a palacio con 3 cremas para la face (necesitaba una sola) y un perfume (que no necesitaba, jajaja), sin pantalón ni mocasines, menos H2O y cloro. 
- ¿Y por qué compraste, entonces? Al parecer tienes clarito que están de más...
- No me pude resistir al ver una colonia Agatha Ruiz de la Prada a menos de 10 lucas, ni unas cremas, muy económicas y exquisitas...
- ¿Estás hablando de crema para la cara, verdad?
- Yes. Una con aroma a granada y otra, naranja-chocolate. ¡Deliciosas! Dan hasta ganas de comérselas...
- ¡Ajá, pillina! ¡Eso quieres TÚ! 
- ¡Noooooo, ni siquiera lo había pensado! Jajaja
   ¡Na que ver! Hay gente, como dije denantes, muy mal pensada..., debe ser envidia pura. Bueno, la cuestión es que tengo crema para un año completo y colonia para unos meses. 
   Después de lo expuesto, ustedes tienen la palabra. ¿Me estaré volviendo "algo consumista"? 
- "¡Todo el rato!", como dice la Ximena.
- Como ya he dicho, "el que puede puede". Lo importante es que todo es "cash", con cero tarjeta de crédito. ¡Uff, qué alivio!

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