martes, 24 de noviembre de 2015

Martes femenino...(jajaja)

  Iba a ir al Cine y no lo hice. Iba a ir a vitrinear en las tiendas  que me faltaron ayer y tampoco lo hice. Iba ir al súper a comprar lo pendiente y necesario, menos...
   Lo que sí alcancé a hacer fue a la peluquería hoy en la mañana. ¡La peluquera que me había atendido dos veces estaba ocupada! ¡Ufff!, así que no me quedó otra que ponerme en manos de otra estilista, pues sólo había una clienta para 4 ó 5 trabajadoras/es. Pero como no quería correr riesgos hice la de Juan Segura.
- Me presta una revista, por favor, para mostrarle cómo quiero el corte. 
   Busqué y busqué, no era exactamente como yo quería, pero, para mayor abundamiento (jajaja, me causa risa ese cliché del ámbito leguleyo), le expliqué con peras y manzanitas (de las que no me quedan, porque no fui a la Feria el domingo recién pasado y falta que me hacen). 
    Lo primero que hizo fue aquello de  lavarme el cabello (me salió verso...), lo que no me gusta para nada...
- Seguramente es un tema de recomendación higiénica...
- Probablemente para asegurarse ellas no más, porque lo que es a la clientela, no la cuidan mucho...
- ¿Por qué dices eso? ¿Te salió algún "pelo en la sopa"? ¡Oh, qué chiste más ad hoc, jajaja!
- ¡Jum! Lo digo porque una vez que la mujer me cortó el cabello como yo quería, buscó un cepillo para el secado con brushing y , ¡oh, my gash!,  el cepillo estaba lleno de pelos ajenos y no alcancé a abrir la boca cuando la mujercita lo puso en contacto con mi "peluca..."
- ¡Guácala! 
- Así que rápidamente le dije que estaba bien, que me deje así...
   Me sacudió un poco (es decir, me trató de sacar los cabellos restantes que me pudieran haber quedado en el cuello y la ropa), pagué y salí de allí "cascando". 
  "Cascando"...
  [ Salí a la terraza a escribir, a tomar aire puro (¿puro?)...¡Uyyy!, me llega el olor a pan tostado, más bien quemado, mientras escribo y a pesar que ya son más de las veinte horas, alguien está recién tomando onces. Yo trataré de hacer lo mismo, porque me abrió el apetito el aroma, aunque la verdad no cuesta mucho que se me abra últimamente . Uff, debo caminar más....o hacer ejercicios en el gimnasio de palacio o, por último, ir al spa, jajaja ].
  "Cascando": deriva del, verbo cascar que significa, según la Real y nunca bien ponderada y rancia Academia : 
1. Quebrantar o hender algo quebradizo (un huevo, por ejemplo, de gallina claro, eso lo escribo yo, no la RAE; ésta es una acepción elegante).
2. Dar a alguien golpes con la mano u otra cosa (seguramente con un "casco", jajaja; más de alguna vez recibimos cuando niños esa amenaza de parte de nuestra madre: "¡Si no te entras ahora te voy a terminar cascando!" )
3. Estropear, dañar algo (no, esta acepción no estaba en mi diccionario cotidiano).
4. Quebrantar la salud de alguien (tampoco; aunque, ahora que lo pienso, en más de una ocasión he leído ese adjetivo calificativo "tenía una voz cascada", como queriendo decir algo así como gastada, sin fuerzas... ¿voz aguardentosa? Voz ronca, áspera,  de alguien que toma mucho aguardiente, así como estropajosa, de estropajo, ¿estropajo? = esos trozos de calzoncillos que cuando ya no era decentes para ser usados, una vez bien lavados, claro está, se usaban en el lavaplatos en lugar de las esponjas y paños multiusos de hoy, de diversos colores , los paños, no los calzoncillos, que eran unicolores, es decir, sólo blancos, cuando estaban lavados, jajaja)
5. Morir (??)
6. Charlar (???) 
    Después de este entretenido entremés lingüístico (la verdad a mí me resulta entretenidísimo ir descifrando los diferentes significados y acepciones de las palabras, especialmente cuando mi/s interlocutor/es tiene/n similar interés y conocimiento), continúo.
   Una vez abandoné el salón de belleza (¡qué nombre más ambicioso!), disimuladamente me fui sacando unos cabellos que me comenzaron a incomodar en el cuello. Decidí ir al Mall a recorrer los lugares que no habían recibido mi ilustre visita el día anterior. Estaba entusiasmada revisando prendas (vestidos, pantalones y demases) en Falabella cuando escucho una extraña música que sale de mi bolsillo. ¡Era mi celular! Jajaja, no le había reconocido el ringtone pues nadie me había llamado en los últimos días...
- Pero, Principessa, ¿alguien te llama...a veces? 
- Jajaja, la verdad, rara vez. Y aunque el celular me lo habian formateado el martes pasado, no conocia el sonido con el que había quedado, pues me había olvidado revisarlo. 
- ¡Qué pena tu vida, amiga mía!
- ¡Así no más es, pues, por eso te inventé! Jajaja, para conversar con  alguien cuando estoy en palacio... 
- Jajaja...¡patética!, como diría una de tus  colegas...
- ¡Jajaja! ...Hablando en serio, debo señalar, que de pronto, pienso, como tenía costumbre antes, en llamar a  mi madre, para conversar del día, de las noticias, de cualquier cosa que solíamos conversar a la distancia...y reírnos un poco de tonteras...Pero ya no está, y antes de aquello, se fue alejando lentamente...
   Me preparo onces: unas tostadas son parte de máximo esfuerzo.  Me da flojera hacer una palta...
- ¿Hacer? La palta ya esta "hecha"...
- ¡Cierto! Hasta se acostumbra a hablar o escribir mal  uno  cuando no hay exigencia...
- Me imagino que te habrás controlado con el pan...
- Sí, aunque tengo una cantidad desmesurada de pan. Compré mucho el sábado pues iba a tener visitas el domingo, pero que no llegaron. Así que me quedé con la compra hecha...
   Apago el televisor. Fue suficiente tenerlo prendido toda la tarde. Estuve viendo unas películas, aunque nada nuevo, pero igual uno se entretiene cuando las vio hace mucho tiempo... Sirven para completar las horas... He retomado el tejido a crochet y ya he dado vida nuevamente a varias mariposas multicolores. A ver si este verano logro terminar mi proyecto de cenefas con mariposas... Claro que esta vez andaré "piano-piano" para no caer en problemas de tendinitis...  
   Hoy no he querido leer... Me estoy dando tiempo para acostumbrarme a la idea de comenzar a leer otra historia, luego de terminar con el séptimo libro de una saga...Resulta que uno se encariña e involucra un poco con las historias de los personajes y cuesta hacerse a la idea de que finalizaron sus imaginarias vidas, que ya no te acompañarán en algunos momentos de tu propia vida, que su "dios" no les permitió seguir viviendo...Así que,  adiós Ciri, adiós Geralt,  gracias por haberme acompañado durante tres meses de esta, mi vida humana, tan incierta e impredecible como la de ustedes... Y a pesar de no contar con poderes tan extraordinarios como los vuestros, habrá que seguir luchando contra los molinos de vientos, aunque haya gigantes tras ellos imposibles de vencer...

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