domingo, 2 de noviembre de 2014

Casi en el planeta de los Simios... ¡Eskiusmi, César!

   Sábado 21,50 hrs., Terminal de Valdivia, de nuevo arriba de un bus, esta vez, iniciando el retorno al propio palacio en Rancagua. La Principessa tenía pensado escribir un poco e iniciar la lectura de una novela, de algunas que tenía grabadas en la tableta, las primeras horas de su viaje. Así, el sueño sería más profundo después. 
   Sin embargo, no siempre todo resulta como la Principessa lo ha planificado. 

   Haciendo un recuento de su día, podía decirse que estaba satisfecha: habían cumplido con los ritos familiares sin mayores inconvenientes: si bien llegaron al Parque los Laureles con 10 minutos de retraso, los organizadores las habían esperado: la Misa se inició sólo cuando las vieron llegar al lugar (¡Profetas en su propia tierra, qué mejor!)
   - ¿De cuándo tan religiosa, Princess?     - Noooo, sigo siendo la misma agnóstica de siempre, con el "favor de Dios", jajaja. Pero, hay ritos que se establecieron como familia y que respetamos todos, seamos o no creyentes. Sucede que todos los integrantes  de la familia que pueden nos juntamos, cada año,  para el 1 de noviembre en Valdivia y acompañamos a la reina madre. Asistimos a la Misa qe se realiza en el Parque y luego vamos todos juntos a visitar al Rey Asendino. De este rito también fue parte mi querida Infanta mientras estuvo con nosotros. 
  - ¡Ah! Ahora entiendo, no creyente pero respetuosa...
  - Sí, uno nunca sabe... Claro que mentalmente tuve una disputa de ideas con el Cura a cargo: dale con que todos estábamos allí por fe y por creer en la resurrección.  "No, señor curita, le transmití telepáticamente,  yo estoy aquí por amor a  mi padre, sólo por eso,  aunque no crea en lo que usted predica". Aparte de eso, las voces del coro me recordaron al Dúo Schwencke & Nilo y aunque sé que  sólo queda Nilo en este mundo, me parecía estarles  escuchando...
    
   Después de cumplir con esta importante ceremonia familiar, regresamos a palacio, llegando el momento de alimentar ahora nuestros cuerpos. Como si hubiéramos estado en semana santa, optamos por seguir en onda marina. Así que a vestirse de cocineras, sacarse los guantes y poner las manitas a trabajar. Mientras la Principessa se abocaba a las ensaladas, al postre y a descongelar, trozar y aliñar  parte de ballena que quedaba de la compra del día anterior (jajaja), la Infanta Ximena se dedicaba a freír el cetáceo. La reina madre en tanto, estaba descansando, atendida por sus doncellas. El príncipe Ernesto fue enviado a picar leña y cortar el césped para evitar que moleste en cocina, jajaja (algunos hombres, por más títulos nobiliarios que tengan, suelen ser tan entrometidos como cualquier plebeyo a la hora de permitirles estar en la cocina)
    ¡El almuerzo está listo! ¡Hora de sentarse a la mesa!  El banquete familiar estuvo a la altura de los comensales, quienes, al parecer bien hambrientos, dieron cuenta completa de él, no dejando nada, ni siquiera para alimentar a los lebreles. Con ello, quedó demostrado el buen nivel culinario de las chefs encargadas, ni más ni menos, ¡ejem!!
   La tarde tanscurrió tranquila y, luego de servirse once con la reina, la Principessa preparó su equipaje. Felizmente no llovía en el momento de la despedida, aunque el cielo estaba absolutamente nublado. Es así como llegó la hora de dejar atrás la grata estadía en Valdivia ...y retomar su vida normal...

   Lo único que no tuvo  en cuenta, pues eso cabe en la categoría de los "imponderables" fueron sus vecinos cercanos una vez arriba del bus (del lado, de atrás y del frente) . 
  - ¿Qué pasó con tus vecinos,  Princess? 
  - Te cuento: 
   a) Vecina de atrás: no me fijé en ella en el momento de sentarme, pero pronto comencé a darme cuenta que era fanática del celular, pues los sonidos de los mensajes de whatsApp iban y venían, debí hacerle el quite a varios para que no chocaran en ma tête, jajaja. Luego me di cuenta que era extranjera, pues se puso a hablar por el celu. Era colombiana o centroamericana, algo así. 
   b) Vecina de enfrente : una joven con una niña de unos 5 años, que saltaba (la niña, obviamente), cantaba, hablaba en voz alta, ufff.
   c) Vecino de asiento: el único decente, por el momento, jajaja. Joven, de contextura completamente aceptable (unos 25 años, viajaba a Santiago) .

- No veo nada tan grave como para te quejes, Princess. Son los vecinos posibles que a uno le  tocan en suerte cuando viaja en un vehículo público. Siempre hay algún niño, cada vez hay más extranjeros en nuestro reyno y un joven... Agradece que te tocó un joven normal, a veces has tenido un compañero de asiento más que rellenito, que te deja casi estampada en el vidrio de la ventana...
- Cierto es, pero un momento, plis, que viene lo mejor...

  La niñita siguió molestando por una hora por lo menos (menos mal) hasta que se quedó dormida... La extranjera seguía alternando sus mensajes escritos y orales, de estos últimos yo no me podía sustraer, así que casi ni me acuerdo de lo que traté de leer... El joven, un rato después de iniciar el recorrido el bus, hizo un llamado pidiéndole a alguien que le devuelva el contacto y  ahí se puso a conversar amorosamente con alguien... ¡Y de mi lectura, NOTHING!! Se despedía, cortaba la llamada ...y lo volvían a llamar...hasta que le pide, de no muy buena manera que no lo llame más porque iba a dormir, jajaja...(encendió la hoguera y ahora ya le había pasado el frío, claro, pues, si habían encendido la calefacción, jajaja).  La Principessa a esa hora ya había desistido de realizar cualquier acción intelectual, era imposible... Además, en las pantallas estaban dando el Planeta de los Simios... Cerró sus ojos, tratando de aprovechar de descansar y hubo un rato que lo logró... De pronto, el joven vecino, envía a su amante interlocutora a buena parte, para que no lo siga llamando, señalándole que al otro día hablarían, que quería dormir... Pero, al parecer, la damisela era más porfiada que el simio más porfiado, porque el celular siguió sonando y el ahora energúmeno vecino, no contestaba. ¿Por qué diablos no apaga el celular, pensó la Princess, si sería tan fácil? No, pues, faltaba lo peor: toma el celular y le  contesta a la insistente Julieta diciéndole, textual "¡Ándate a la chu...! ¡No me sigas llamando!". 
   Jajaja, la Principessa no podía creer lo que sus prístinos oídos habían escuchado. ¡Y la caballerosidad, y el amor, y la educación....¿Qué se ficieron?  En todo caso, la imitadora de "atracción fatal" no siguió llamando (surtió efecto la estrategia) 
    ¡Terminó la película! ¡Bravo! Se apagan las pantallas y se pliegan.... Y la colombio-centroamericana seguía con su cháchara, hablándole a un "usted" en tono meloso y coqueto. Ya eran las 24 horas : de improviso algo que le dijeron a la mujer de voz seductora, no le agradó y elevó el tono, pero otros pasajeros la hicieron callar, perentoriamente... Faltó poco para que le lanzaran zapatos y calcetines, jajaja...
    ¡Qué paradoja! ¡Mientras disponemos de más medios de comunicación, ésta es peor! La violencia verbal está a la orden del día. 
    Por suerte, la "fiesta" de palabras terminó y a disponerse a dormir finalmente, pero no... Parece que a Morfeo tampoco le gustan los sueños compartidos sobre ruedas : la calefacción excesiva, la incomodidad del asiento,  la cabecera que se corría, el cinturón de seguridad que impedía los movimientos... vuelta y vuelta...
    06,00 hrs. ¡prenden las luces! ¡Noooo! ¡Cómo tan temprano! ¡El pseudo desayuno, del cual lo único valioso es el café! 
   07,00 hrs. en el Terminal O'Higgins. ¡Al fin llegar a palacio! Se acostó cuan larga es (que no es mucho, jajaja) y durmió hasta las 9 hrs., hora prudente : ducha, desayuno, visita a la Infanta, compras en el Súper y ....¡a Cocinar!!! 
Almuerzo domingo 2 . Lo novedoso: macedonia con
tuna, mango, chirimoya y mandarina. ¡Mmm!

   ¡Bravo, Principessa! ¡Ya estás en lo tuyo, en tu planeta, en tu reino, protegida, calmada, con los sones del piano en el aire...a tus anchas...! ¿Qué más puedes pedir dentro de lo razonable y...posible? 
   -Nada... tengo todo lo necesario...por ahora.  Aún no ha llegado el tiempo de lo imposible...

No hay comentarios:

Publicar un comentario