domingo, 15 de diciembre de 2024

Cuenca, vida y agua...

  

   Definitivamente, la ciudad de Cuenca es la mejor de las visitadas en Ecuador. Se ubica al sur del país,  a una distancia de 211 kms. de Guayaquil y a 463 de Quito. Si fuera una carretera recta y llana no habría problemas en llegar en unas 6 horas o poco más entre un punto y otro.  Pero no es así, sino que su relieve es absolutamente irregular, con subidas y bajadas y en continuas curvas, que en muchas ocasiones provoca hasta temor en los que viajan hasta acá y que el viernes me significaron 10 horas de viaje. Es la principal ciudad de la Provincia de Azuay con 560 mil habitantes aprox. y con una altura de 2.550 msnm. Tiene el privilegio de ser regada por cuatro ríos, a orillas de uno de los cuales anduve caminando hoy sábado en la tarde. La ciudad fue fundada el año 1557, por lo que tiene sus buenos siglos a cuestas. Ayer no tuve noción ni de ver cómo eran sus calles, pues llegué ya de noche, a las 20,10 horas aproximadamente. Por eso, hoy, al asomarme fuera del hotel, para mí era todo gratamente nuevo. 
    Lo primero que asombró mis ojos, habiendo andado menos de una cuadra, fue un tranvía ultramoderno, que me dejó turulata, 😳. Luego, caminé 3 cuadras y ya estaba a pasos del hermoso edificio de la Gobernación  Provincial de Azuay, de la Catedral Inmaculada Concepción, del Sagrario o Catedral Vieja, de la Ilustre Municipalidad de Cuenca, todos rodeando el Parque Abdón Calderón  con un imponente Monumento en su centro. Toda la ciudad, prácticamente,  ya se encuentra ornamentada para la pronta Navidad, con llamativos adornos,  lo que le da un aire de alegría y colorido extraordinarios. Los puestos de venta de productos artísticos, navideños, de artesanía, gastronómicos, de ropa de diverso tipo, bisutería, flores, invaden, pero ordenadamente, el centro histórico de la ciudad. Cerca del parque, en las afueras de una iglesia, se encuentra la tradicional Plaza de las Flores, que resulta una maravilla de colorido y arte en el ornato. A unos pocos pasos de allí, otra plaza, con un árbol navideño gigante y las letras volumétricas  de la ciudad y varios puestos de ropa cotidiana y de vestimenta típica. Al frente de esta plaza hay un Mercado Artesanal, al que me da gusto ingresar. Todo ordenado, artístico, con productos típicos de calidad: joyas, vestimenta, cestería, bordados, objetos de adorno con distintas técnicas,  etc. Por allí es donde compré la bandera de Ecuador para mi colección. 
    En todas  estas vueltas que sigo dando, mirando los locales comerciales que son muchos y de diferente tipo, me acuerdo que debo buscar un supermercado. El calor me ha obligado a sacarme la parca y la sed arrecia.  Debo comprar agua. Le pregunto a una "Encargada de Cyclos" (algo así como una policía de coches de tracción humana) y me da amablemente las instrucciones. Voy en la dirección indicada y encuentro el súper ¡Ah!, pero antes había estado en el Mercado 10 de agosto , un local de una cuadra o más, con varias entradas, que tiene de un cuanto hay en su interior.  Es como el "Agro" de Arica, como "El Cardonal" de Valpo., que a las abundantes y variadas frutas 🍇🍈🍉🍊🍋🍌🍍🥭🍎🍏,  le agregan muchos puestos de Carnes y embutidos 🍖🍗🥩, otros puestos de artículos varios, una sección de patio de comida 🍔🍕🍟🌭🥪, etc. Tiene una actividad bullente. En la sección frutas y verduras compro media libra de moras de árbol. ¡Se ven preciosas! Me las entregan en una bolsa transparente y la recibo feliz, portándola en la mano. Mi idea es volver al alojamiento antes de almorzar y luego de lavarlas, comer unas pocas, 😋😋. ¡Ya! Ahora sí me voy al "Supermercado Tía". Compro agua mineral💧 🥵🥵, café molido y otras pocas cosas. Las echo a la espalda, junto con las moras, las que cuido de dejar en la superficie para que no se dañen. ¡Bien!     
    Camino de regreso, cambiando en parte de calle (es muy fácil ubicarse, las calles son perfectamente ordenadas, al menos en lo que he visto) y de pronto me encuentro en un pasaje con las paredes con murales.  Hay varios restaurantes, un hostal - se ve muy grato y atractivo el lugar-, todo como en bajada. Camino y antes de descender por una cuesta, me doy cuenta que en la parte baja del terreno, corre el cauce de un río : es el Río Tomebamba. Ya les hablaré de él. Regreso.  La carga que llevo a la espalda más el calor, me instan a regresar a dejar todo aquello en el hotel. Me ubico sin inconvenientes.  Pero, como no doy puntada sin hilo, 😂 😂,  aprovecho de preguntar (porque no he visto nada relacionado) por alguna oficina de turismo. Frente al Parque Calderón me encuentro con la oficina de Turismo de la ciudad, 😝. Allí recibo información certera dónde encontrar operadores. Camino una cuadra y están en la vereda, ofreciendo sus productos al pasar. ¡Bravo, 👏👏! Unas consultas y  ya tengo contratado un tour para mañana domingo. Todo va como por un riel, de aquellos del tranvía, 😉.   
   Al fin llegué  al hotel, no sin antes dejar visto al pasar un restaurante para almorzar. Me libero de la carga, del exceso de ropa, me refresco un poco, pongo a cargar mi tablet con el nuevo cargador-adaptador que debí comprar en primer lugar al salir hoy. Funciona sin problemas. ¡Plop! ¡Se corta la luz! 👀🗣🗣 ¡Hora del corte en Cuenca! Me voy a almorzar mejor, a dos cuadras. Todo se ha vuelto ruidoso en las veredas. Comenzaron a funcionar los generadores en cada local que se precie. ¡Extraordinario! ¡Esto no lo había visto en otra parte, 😵😵! ¡Todos perfectamente provistos de estos aparatos, nuevos casi de paquete! ... Ingreso al restaurante. Me sirvo un fresco y sabroso ceviche mixto grande y una cerveza ecuatoriana. ¡Exquisito! 😋😋, aunque tiene su precio, comparado con decenas de ofertas de almuerzos entre 2,75 a 3 US$ es más alto. Si uno quiere almorzar algo básico, sin exquisiteces, puede encontrar comida muy barata. Les cuento que lo que no me he atrevido a comer son cangrejos, de los que se ofrecen mucho en los restaurantes. Me complica el tener que estar peleando con las patas de estos animalillos, 😒 😑,  y que todo sea más ruido que nueces, 😂 😂, y al final termine muerta de hambre,  😂 😂. ¡Voy a pensarlo!  
   Después de almorzar, como actividad de sobremesa, vuelvo a recorrer la ciudad, 😁 😁.  Está un poco caluroso, pero sigo. Me encuentro con muchas iglesias, en general muy bien conservadas y unas muy cerca de otras. Ingreso a todas las que puedo. Olvidaba compartirles que prendí unas luces -no velas- en la Catedral durante la mañana. Insisto en que son muy hermosos  los templos católicos. Al parecer hay muchos "clientes" y se invierte, 😉. Por lo que he observado, los ecuatorianos son muy religiosos. Además de haber bastantes fieles en las iglesias, hay muchas tiendas de venta de objetos religiosos en los alrededores y aquello es signo de que hay compradores, por supuesto. En las calles, suele estar quemándose madera de incienso, de manera que el aire está impregnado de ese típico olor eclesial, que oculta otros olores, 😗.  Lo he visto en Quito y en Cuenca. Espero que algo no huela mal en Dinamarca, 🤭🤭.  
       En mi nuevo paseo, vi unos tres Museos, por fuera, especifico,  😂 😂.  No ingresé. No estaba en moda museística. Preferí espacios abiertos y frescos, de manera que me fui a conocer el paseo ribereño. Tres puentes, árboles y prado muy bien cuidados; algunas personas descansaban a la sombra. El cauce no es abundante, pero es sonoro y cristalino, además de limpio (sin basura), aunque descubro, por allí, algunos grafritis poco poéticos, por decir lo menos, 😂 😂. Bajo y me interno en la especie de costanera que hay a orillas del Río Tomebamba en un tramo. Pasan niños y adultos en bicicleta.  Está algo solitario, aunque al otro lado, al frente, (el cauce no es ancho), está la ciudad en todo su esplendor. De todas maneras, decido regresar. Ya conocí el sector y está bastante cuidado. Se puede dar un descansado paseo por el lugar. La senda adoquinada del río es en declive, de manera que ahora debo subirla. ¡Nooo! 😒🙄😬😭¡No quiero más guerra con subidas por un tiempo! Suficiente tuve con el reciente ascenso,  y que no olvidaré por nunca jamás, de la Laguna Quilotoa. Un detalle: mi Galaxy S 23 -entiéndase mi celu- marcó desde que comencé a subir desde la base de la laguna hasta la superficie del lugar (a 3.800 msnm) 4.000 pasos, 😱😱🥵🥵. ¡Cómo no me iba a cansar! Imagino que cada pasito lo contabilizó, más que por la envergadura,  por el esfuerzo que entrañaba, pero es que se lo merecían mis pasitos, 😂. La verdad es que mi registro diario y normal que me exige el Galaxy es de 6.000 pasos, eso sí, pasos dados en terreno plano. ¡De ninguna manera es lo mismo, sobre todo si a eso se le agrega la altura, 😊😊!   
   Antes de que algo interesante se me quede en el tintero y que llegue al alojamiento,  pasé a un local que había visto en la mañana, en mi viaje buscando un supermercado (entre paréntesis,  en la tarde encontré otro súper, con precios y artículos curiosos -de comer- e interesantes; obvio, compré algo de aquello, 😉),  me había llamado la atención. Era una tiendita con souvenirs y en que se ofrecía realizar una pulsera con el nombre a one dólar.  Pasé. El pequeño local estaba a cargo de un ecuatoriano de aquellos que vemos mucho en Chile, que son delgados y que llevan el cabello largo. Ellos son descendientes de la cultura 'kichwa' y mantienen su tradición, en la cual el cabello está unido espiritualmente a la tierra. Además de comprarle unos souvenirs, le pedí a este joven que me hiciera una pulsera con el nombre de Mirella y en unos 3 minutos ya tenía el trabajo listo. Lo hizo en un pequeño y antiguo telar, que movía con maestría. Se dedicó a explicarme brevemente lo que hacía,  mientras seguía tejiendo. Fue un bonito encuentro.

   En síntesis, por el momento, 🤞🏽, Cuenca es una ciudad digna de conocer, con calles muy limpias, ordenadas, edificios cuidados y, en general, restaurados, con paseo continuo de policías y guardias municipales que se encargan de diferentes funciones, al igual que en las otras ciudades. Lo que sí se observa acá es que no hay tanta presencia de guardias particulares en cada local,  como sí vi en las otras ciudades. Da la impresión de que los temas delincuencia e incivilidad están más controlados por estos lares. El comercio, sin duda, es uno de los motores de la ciudad, al igual que en las otras,  así como los servicios gastronómicos y los servicios espirituales, 🤭🤭. Debo señalar que en lo que he recorrido no he visto comercio ambulante descontrolado (sólo toldos blancos, 😉), ni venta de comida ambulante en las calles, lo cual sí era observabable y en gran cantidad en las otras urbes. Obviamente, todo este resultado debe conllevar un gran esfuerzo de organización, de lo que los cuencanos deben están orgullosos. ¡Quién no estarlo! ¡ Uff! Esto es todo y suficiente por ahora. A continuación me dedicaré a descansar, que ya mañana es otro día.  Hasta pronto.
   P.S. ¿Y qué pasó con las moras? Sucede que me las comí en la tarde, sin lavarlas, 😬😬, luego de descubrir que muchas, y sobre todo las del fondo, estaban hecho pulpa, 😭😭. ¡Imposible lavarlas! Así que, topón pa'entro, 😁 😂. Tenían un ligero gusto amargo, 🤔. Lo bueno, aparte de que no me han provocado ningún estropicio, 🤭, es que yo las vi enteras cuando me las vendieron, por lo que la "molienda" fue producto del traslado por mi parte. ¡Qué cosas no, 😂!











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