Sábado precioso, absolutamente despejado, sintiendo los rayos del sol en mi rostro, a ratos, mientras permanezco sentada en el taxi-colectivo que me conduce a Rengo, a mis últimas clases de la semana. Igual voy abrigada, a pesar del calor que auguran los indicios y señales, pues hace bastante frío.
Pensándolo bien, es un día propicio para leer poesía, tarea que me aguarda con el primer grupo. ¡Pobrecillos! ¡Lo que les tenemos preparado, ni se lo esperan!
A la juventud actual, mayoritariamente, no le gusta la poesía, lo que es una pena y una batalla casi épica para muchos docentes de Castellano y Lenguaje. Claro que debo puntualizar que con los profes algo parecido pasa: no a todos les gusta la poesía. Al mirar el cielo, me vino a la memoria unos versos de nuestro vate centenario, Nicanor Parra, que en el poema "Es olvido", señala :
" Hoy es un día azul de primavera,
¡Mmmm! Casi degusto los versos...No deja de ser sugerente expresar el deseo de tener al lado de uno a sus autores favoritos en un momento tan crucial como la muerte, en una especie de rescate de lo que valió la pena en la vida y de despedida postrera. Algunos poetas que me gustaría tener cerca (me refiero a sus obras) serían Neruda, Parra, Bécquer, Machado, Whitman, Benedetti, García Lorca, Kipling, Cardenal, Vallejo, Darío, a la apasionada Juana de Ibarbourú, entre otros. Si alguno se resiente por no ser nombrado, le pido mil disculpas... También agregaría algunos novelistas como mi querido Saramago, García Márquez, Vargas Llosa, Cortázar, la Julia Navarro, la Isabel Allende. Claro que todo esto sólo tendría sentido si en ese instante supremo estuviera en posesión de todas mis facultades mentales...o casi todas.
- ¡Hummm!
- ¿QUÉ?
- Creo que no va a poder ser...
- ¿Qué cosa?
- Eso de estar con toda tu lucidez y razonamiento...
- ¿Te estás burlando ...o eres bruja?
- Ni lo uno ni lo otro. Simplemente, observo y analizo, y veo....
- ¡Ufff! ¡Ya me estás haciendo enojar!
- ¡Mala cosa es!
- ¿?
- Que te molesten las verdades...
Así es. Pero no sólo esto me sucede a mí (¡mal de muchos, consuelo...!). En general, nos nos gusta que nos digan ciertas verdades, especialmente cuando afectan la imagen que uno tiene de su propia valía, esté ésta basada en atributos físicos y/o psicológicos. Todo lo que menoscaba nuestra imagen no es bienvenido. En la actualidad, estamos mucho más expuestos a ataques personales, toda vez que formamos parte de un mundo en que los valores del respeto, la amabilidad, la gentileza y la empatía ya parecieran estar anacrónicos, imperando, en cambio, la agresividad y la desconsideración con el otro/a. Los niños y los adolescentes son los más vulnerables a estos ataques, por lo que son los que mayormente pueden salir dañados de dichas acciones, salvo que hayan tenido unos padres formidables en cuanto a entrega de seguridad, apoyo y desarrollo de la autoestima.
- Antes de que me olvide y que más adelante ya no pueda mencionarlo, de ninguna manera quiero a Coelho dando vueltas a mi alrededor, jajaja. Le diré "¡Vade retro!".
- ...si es que no te gana la partida, jajaja...
Es tiempo de hablar de poesía y aunque sea una Quijotada, vale la pena...A más de un alma sensible llegarán los "alaridos del poeta lanzados por los techos de este mundo" (Walt Whitman), más de un tímpano preparado recibirá el mensaje de la botella, de manera que pueda ver gigantes en lugar de molinos y castiilos en vez de posadas...
¡Ufff! ¡Qué tremenda y compleja responsabilidad y tarea despertar almas adormecidas por las entretenciones de los celulares y otros aparatos colaboradores de la esquizofrenia contemporánea!
Así y todo, ¡ayer en la tarde me divertí con ganas en clases! En una cátedra, a una alumna se le cayó sonoramente su celular al piso. ¡Lo celebré, con la consiguiente sonrisa de los alumnos! Cuando el tercer aparatito se dio de bruces en la cerámica, manifesté pletóricamente mi felicidad por el funcionamiento de mis extraordinarios poderes, declarándolos mis enemigos. Y como siempre, el trabajo fue intenso y el tiempo bien aprovechado, pero el ánimo de los alumnos al terminar, era de alegría, igual que el mío.
- Me pregunto...
- ¿What?
- ¿Qué haría don Quijote en una sala de clases?
- ¡Humm! Interesante tarea la de traer a Don Quijote al presente...
- Me imagino que su capacidad de resiliencia le permitiría salir adelante..., aunque no sé si logre adaptarse a tantos disvalores...
¡Bonito escenario! Don Quijote tratando de imponer justicia en un medio en que las apariencias engañan reiteradamente, con delincuentes que parecen gente honrada y personas honestas que no sobresalen del montón... En tanto Sancho, más terrenal y prosaico, querrá buscar su Insula Barataria en terrenos cercanos a Machalí, sin saber que no tendrá acceso porque con el subsidio estatal no le alcanzará para adquirirla... ¡Qué cosas no!
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