miércoles, 28 de octubre de 2015

De vuelta a las andadas...

Lunes 26
  ¡Ufff! De regreso a las andadas... Hoy lunes tomé la decisión de volver a la sala de espera de la Clínica Dental en que me atiendo desde hace años. ¡Odio concurrir a este lugar, pero debo reconocer que es necesario! 
   No me duele nada; simplemente debo terminar el proceso iniciado hace meses. Corresponde instalar la pieza definitiva...
   Y tal como lo había supuesto, ya llevo 45 minutos esperando y...nada. Nada ha cambiado, todo sigue igual: mucha gente esperando, el televisor transmitiendo estupideces que no me queda otra que escuchar y la atención ...lenta...l e n t a a a....
    En fin, ....después de 48 minutos de estar apoltronada en uno de los sillones, me acerco a la secretaria de turno, le explico que no puedo seguir esperando y que me dé hora para mañana Martes. ¡Bravo! Consigo atención a primera hora... Mi actitud fue de lo más educada y afable. Enojarme sólo me perjudica a mí. De todo hay que aprender. Una vez que termine el tratamiento, evaluaré cambiar de profesional. 
Martes 27
   He llegado puntualmente a la Consulta Dental. Al parecer, recién ha comenzado su funcionamiento: aún está apagado el Tv.....¡Grrr! ¿Para qué habré escrito esto? ¡La secretaria lo ha prendido!  Sin embargo, al rato, empiezan a explicar acerca del hallazgo de la joven desaparecida en la ciudad de Valdivia. Me intereso en la noticia, aunque, la mayor parte de lo que presentan en el reportaje ya lo había visto en ediciones anteriores. 
  Estoy interiorizándome de los últimos antecedentes recabados, cuando comienzan a llegar más pacientes. ¡Aún no me atienden! Deduzco que el Doc no ha llegado y...así es. Al rato después, me hacen pasar a uno de los box y me piden que espere porque el Doc llegará en 10 minutos. ¡Con razón siempre hay tanta gente esperando! 
   Cuando ayer me dieron hora a las 9,30 pensé :¡Oh! ¡Ahora comienza a atender más temprano el Doc! Yo sabía de antes que su horario de inicio era a las 10 de la mañana. Ahora, acabo de darme cuenta, que sigue llegando a la misma hora, sólo que a los pacientes les toca esperar. ¿Llegarán muchos atrasados como para que den más horas de las necesarias? ¿Sucederá que muchos no llegan a veces?   Debe ser aquello... Por eso usan la estrategia del "tejo pasado" (jajaja), expresión muy conocida en provincia y sectores campesinos. 
   Finalmente llega el Doc. Me da una orden de radiografía, que inmediatamente me dirijo a gestionar. Regreso a la consulta, revisan radiografía, me entregan presupuesto (¡Uyyyy!) y solicito hora para próxima semana. Reinicio la rutina conocida. ¡Ánimo, es necesario!
    De pronto, me dan ganas de actuar como una cavernícola más; me refiero con respecto a la dentadura. En esa época no había clínicas ni dentistas; tampoco universidades, claro está. Y muchísimas cosas más no existían. Pensándolo "en oro", mejor sigo viviendo en la modernidad. Sería traumático vivir con menos de lo mínimo a lo que uno está acostumbrado. ¿Nada de celular, de internet y de una serie de artefactos que hacen más cómoda la vida...? Sumando y restando, debo asumir y resignarme que, cuando sea necesario, visitaré al dentista. Seguramente,  cada vez será más seguido. Claro que, sólo en tanto pueda pagar sus honorarios, pues cuando esto ya no sea posible, deberé volver a la etapa anterior a la dentición de cualquier ser humano, como muchos de mis congéneres. ¡C'este la vie...!
  

1 comentario: