No soy aficionada a los gatos 🐱 🐱 ni a los perros. Sin embargo, mientras buscaba libros para descargar gratis, me encontré con uno que, además de tener un gato 🐱 en la portada, estaba clasificado como un relato de "humor". La curiosidad me hizo detenerme (como pueden ver, tengo algo de minino; ojalá no me mate.. la curiosidad). A la fecha no había tenido la experiencia de leer ficción humorística, así que decidí indagar si la categoría estaba bien aplicada. Continué con el vitrineo virtual y me "topé" con otro texto del mismo autor, nuevamente con un 🐱 y un título cercano al anterior, también ostentando el calificativo de humorístico. Descargué los dos y me di a la tarea de leerlos. He aquí el resultado.
En la primera novela leída del escritor francés Gilles Legardinier (desconocido para mí con anterioridad) me reí a carcajadas, no desde el comienzo, sino una vez que me sumergí en la trama.
En Días de Perros (aunque es un gato el que aparece en la portada) el director y dueño de una empresa inglesa, a la edad de 66 años (¡vaya coincidencia!), toma una decisión vital: abandonar su trabajo y su tipo de vida, para llegar hasta una mansión en una localidad francesa a realizar el trabajo de mayordomo. Es viudo, tiene una hija a la que hace años que no ve y el sinsentido de su vida lo consume. Ya en el primer día quiere renunciar y se arrepiente de su "aventura", ante la hostilidad que lo rodea: la cocinera es brusca y cortante, la señora de la mansión es fría y extraña, el encargado de la Finca de Beauvillier, hosco y raro. Hasta el gato, Mèphisto, parece ser un caso fuera de serie, mayestático y despectivo. En el edificio, cada cual tiene sus "dominios" claramente delimitados y ser aceptado no le será fácil. Comienza por el gato, un reluciente y regalón angora, "hijo" de Odile, la cocinera.
Con un humor extraordinario y una paciencia en el desarrollo de sus tareas de subalterno, comienza su vida a llenarse de la alegría sencilla de una joven planchadora, que trabaja algunas horas allí y le comparte sus penas amorosas. El mundo de todos va cambiando en la finca para mejor y con ello, Andrew también va recuperando su alegría, al tiempo que la mansión deja de ser un edificio para transformarse en un hogar.
El humor efectivamente existe y se despliega con ingenio e inteligencia, sutilmente. Pero también, junto al humor, hay aprendizaje y lecciones de vida, tanto para los personajes, como para los lectores. Excelente y entretenido relato.
En Como el perro y el gato, del mismo autor, nos encontramos con una protagonista a quien, luego de diez años de convivencia, cuando creía vivir una relación normal y sólida, se le ha conminado a marcharse de su "nido de amor", porque pronto llegará otra "dueña de 🏡". Mientras tanto, en el trabajo, debe bregar con un jefe altanero y mordaz, que comienza a implementar un plan de despido del personal en vistas de la próxima venta de la empresa.
Todo lo que rodea a Marie huele mal y hacia donde mire, los hombres son los culpables. Se promete no volver a confiar en ellos y hacerles la guerra. Se vengará de Hugues y no aceptará el abuso laboral.Comienza su transformación.
Sus planes de venganza personal, en los que involucra a su mejor amiga, son verdaderamente locos e hilarantes. Uno ríe a carcajadas de los preparativos y los resultados. En el trabajo, en tanto, al negarse abierta y públicamente a una argucia de su jefe (relacionada con el cambio de contratos del personal) se gana la admiración de sus compañeros de trabajo, iniciando una "operación" al estilo de 007, con situaciones realmente divertidas. En tanto, su corazón late nuevamente con esperanzas, a pesar de sus intenciones iniciales, cuando comienza a recibir cartas de un admirador secreto.
Aunque, por momentos este relato pueda parecer una novela romántica más (perdón si ofendo, jaja), tiene la virtud de mantener el equilibrio, transmitirnos la necesidad tan humana de la cercanía del otro, la alegría de ser parte de algo, la unión frente a la injusticia y el abuso, todo ello, con alegría y humor, sin quitarle la profundidad. En esta novela también aparece un gato: se llama Paracetamol (jaja).
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