martes, 26 de septiembre de 2017

El día en que se detuvo la Tierra...Cinco...[Hoy]

Cinco                                                                             [Hoy]
    El mar la calma. La sustrae de todo. Su canto es una especie de cúpula protectora que la envuelve y la mece, cual líquido amniótico... La regresa al origen de los tiempos, cuando el mal y el bien no existían...
   No hace mucho, después de caminar diversos caminos -de pavimento, de ripio, de prado, de arena-  descubrió que estos últimos son los que le traen la paz. Caminar, caminar, caminar... en la playa mojada, a orillas del mar, casi en unión con su espuma...

  Recorro  lugares añorados, que  anduvimos juntas  hace unos años. Logro reconocerlos, recordando las fotografías que nos hicimos en cada sector. De pronto, tengo la ridícula idea de que puedes aparecer a mi lado para salir también en la imagen...No sucede, ...claro,...¡¡es imposible!!

   Camina, observa, respira, sonríe a ratos, al ver un perrito saliendo al encuentro de otro pero en modo pitbull. El agredido no se "achica" (imposible más, ya lo es bastante, jajaja), responde con dignidad, aunque es tironeado por su dueño. Mientras se aleja, parece decir "agradece que tengo que irme", jajaja. 
Suspira. Sus ojos se colman de azul y blanco, mar y espuma... Observa a contraluz a los surfistas. Está despejado, pero no hace calor. Sin embargo, ellos no descansan. Una y otra vez se suben a sus tablas e intentan cazar las olas. Uno que otro lo logra, la mayoría se ve desaparecer entre la espuma apareciendo luego junto a su tabla. Es un hermoso espectáculo ver el triunfo de alguno sobre la fuerza de las olas. Los fotografía una y otra vez, también buscando "cazar" la imagen perfecta.
   Imágenes reales, imágenes grabadas, en las pupilas ... y en el computador. ¡¡De tantos momentos y a pesar de la cantidad,  insuficientes...!!
  ¡¡Maui, Maui!! ¡¡Basta ya!! La Tierra ha seguido su marcha. No te quedes atrás. Corre, alcanza a los demás, ...si quieres... o si puedes!! No pretendo convencerte de que cojas nuevamente el ritmo, como en un desfile. No es tan fácil. Pero, al menos, avanza... Es lo mejor...
   Hacer lo mejor, es lo que se espera de uno. No debo olvidarlo. Debo disimular, actuar, como si estuviera en un escenario... El pequeño problema es que no soy buena actriz. No obstante, la presión ayuda y, sin darte cuenta, adviertes que estás sonriendo, riendo, bromeando... Al comienzo,  la culpa llegaba sin aviso, inundándome completamente e impidiéndome respirar por unos momentos. Ya no es así... El tiempo ha pasado, la vida ha seguido su curso... 
   No corrí tras los demás, simplemente tomé mi propio ritmo, que a veces se apresura y otras se ralentiza. Pero siempre, siempre, caminas  conmigo...
   La Tierra siguió moviéndose sobre su eje, la vida continuó sin ti... Y así, fui pasando por cada fecha "importante"  con tu ausencia, aprendiendo a vivir sin tu palabra, sin tu mirada,...sin tu sonrisa... En fin, aprendiendo a pasar por primera vez en todo, con la conciencia de que tu partida había sido definitiva...
   Me reciclo, me reformateo, debo seguir,  sola, adelante, tal vez no al paso de los demás, pero sí en el mundo de los demás... algunas veces, al menos... 
 Observa, en el trayecto de regreso, la línea férrea en desuso. En muchos tramos desaparece bajo las malezas,  bajo la basura, bajo la tierra, pero siempre reaparece. Se niega a morir, a diluirse bajo la lluvia, la carcoma o el progreso. La fotografía varias veces, especialmente donde son flores las que han surgido entre los durmientes, que duermen el sueño del olvido... 


  Observa la línea férrea y reconoce en su silencio y óxido el paso del tiempo,... ineludible, inexorable... Todo parece caer en la obsolescencia, tarde o temprano, hasta el ser humano. "Ojalá nuestra esencia no tenga ese destino...", piensa...y cruza los dedos. 

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