martes, 23 de febrero de 2016

Ofertas de...engaños...


  ¡Ufff! ¡La rabia me sobrepasa, tanto a ratos que me cuesta cambiar los gestos de mi rostro para lograr, con esfuerzo, dibujar una sonrisa. Todo se me ha atravesado hoy lunes (jajaja).
   Partí con unas poquísimas ganas de levantarme, después de haber dejado prendido y abandonado el TV hasta las tantas la noche anterior, luego que mi plan de ver la película "La memoria del agua" se frustró al atascarse el aparato de video y no andar ni para atrás ni para adelante, empacado como una mula (ahora que lo pienso, "empacarse" , sinónimo de taimarse, ¿provendrá de "paco", el apodo de los Sres. Carabineros? Voy a preguntarle a la Real Academia....¡Albricias! Efectivamente proviene de "paco", una palabra quechua, que significa "rojizo" y que alude a la "llama"= animal, no de  fuego ni flama. Ahora, si los Sres. Carabineros son apodados "pacos" porque son parecidos a la "llama-animal", no lo sé, al menos en cuanto al color, ¡de ninguna manera!, salvo que haya por allí un cuidador de llamas daltónico o algo así; entonces podría ser por lo porfiados que sean estos representantes del orden ciudadano, pero tampoco me consta. Además, de acuerdo a lo que cuenta la historia carabinerística, el primero de ellos se llamaba Francisco, cuyo apócope era "Paco" - al estilo español; es decir, todo sería simple coincidencia). Como decía, desenchufé y enchufé el aparato incontables veces, hasta que me aburrí y me dio rabia.  Luego, como no tenía ganas de leer y aún me faltaba sueño, prendí el TV y, a qué hora no me acuerdo, me quedé dormida, apagándolo de manera medio mecánica  tiempo después. 
  Así es que en la mañana aún me duraba el malestar por el impasse del video, porque era un problema  que debería solucionar, más temprano que tarde. Me fui a la ducha y allí pude calmar en algo otro malestar:  la picazón de mis brazos que se han transformado en presas predilectas de algún insecto desconocido (no creo que sea el zika ni el dengue, pues en Rancagua no hay pantanos y no he ido últimamente ni a Brasil ni a Isla de Pascua, ni siquiera a la Avda. Brasil, jajaja) . Una vez vestida y antes de bajar a desayunar, probé un par de veces más con el video. ¡Nada de nada! Lo desconecté y lo llevé, junto con mi bello cuerpo al piso inferior. Lo dejé a mano y me dispuse a desayunar antes de que se me nuble la mente. Luego de hacer unos papeleos necesarios relacionados con las cuentas del edificio, me puse a examinar el artefacto. Como no respondía aunque le apretara todas las teclas habidas y por haber, abrí manualmente el cd room, moví el aparato y de pronto, ¡click!, se abrió el dispositivo, pero, ¡sorprise! : ¡¡¡sin cd!!! Con los sacudones que le di al artefacto el cd había escapado "como alma que se lleva el diablo"(interesante expresión, en otra ocasión la analizaré) hacia una zona de seguridad (jajaja) que no estaba a mi alcance, salvo que decidiera desarmar el video-grabador. Una vez despejado el cd-room, instalé otro cd en la bandeja y probé su funcionamiento. ¡Perfecto! Claro que no lo alcancé a probarlo conectado al Tv. Eso sería tarea  post almuerzo. 
   Con aquel problema solucionado a lo maestro chasquilla (porque no sé qué efecto o consecuencia pueda traer que haga funcionar el aparato con un cuerpo extraño al interior, puede haber un recalentamiento o algo parecido), me preparé para salir a realizar  un trámite, pero antes me comuniqué con el Conserje para entregar algunos documentos. Éste llegó a los minutos con tantas malas vibras por unos perros incivilizados de unos residentes, que me traspasó un poco de su mala onda, lamentablemente. 
   Por ello, cuando fui donde el Corredor de Propiedades, no iba con el alma llena de paz, como hubiera preferido. En todo caso, no hay mal que por bien no venga. Le sirvió al caballero aquel, para que entendiera definitivamente que yo también me enojo por su ineficiencia y que su cuenteo mensual no me lo trago. Le di plazo hasta la próxima semana para que  se pusiera o hiciera ponerse al día al arrendatario. 
  Una vez abandoné la oficina, respiré profundo. No quise volver a casa con aquella carga, preferí vitrinear un poco. Eso es un remedio infalible para cualquier mala onda. Pasé a una tienda y descubrí ya dispuestos y a buen precio unos vestidos, de aquellos que a mí me gustan. Tomé dos para probármelos. ¡Mejor no lo hubiera hecho! 
- ¿Por qué? ¿Te equivocaste de talla?
- ¡No! Eran de mi talla pero de material elasticado...
- ¡Jajaja! ¡Apuesto que te veías como arrollado de huaso!
- ¡Jajaja! Algo así, aunque ambos me cupieron...
- ¡Para qué más, poh! jajaja
   Salí del local, echando pericos contra los diseñadores que usan esas telas (jajaja, es broma). La verdad, tomé conciencia que el kilo y fracción que subí durante este verano, debo bajarlo con urgencia. De otra manera, la ropa que tengo me va a quedar demasiado ceñida. Con esa idea en la mente, pasé al Súper Sta. Isabel que,  en estos días, ha estado promocionando su baja de precios. Frutas y verduras: caras; salmón, caro;..¡uyyy! ¡Tienen pan chilote! ¡Humm, me encanta, pero...! ¡Debes dejar de comer pan!, me dijo mi buena conciencia, pero ¡sólo dos!,  rogó la conciencia traviesa y gozadora. ¡Está bien!, sólo dos, accedió la bondadosa y...permisiva. Pesé mis pancitos y seguí revisando precios. ¡Papel higiénico! Más económico que en Tottus. ¡Bien! Pero, ¡cuidado! Hay que revisar el kilometraje, pardón, el metraje (los metros que mide cada rollo, que ahí suele estar la diferencia) ¡Y claro! Tenían el mismo color, el mismo logo y todo, pero uno tenía dos metros más que el otro y a eso se debía una diferencia de precio que al comienzo no entendía. Elegí el más barato. Cuando en la caja el producto marcó un precio distinto, intermedio entre los vistos, me subió de nuevo la bilirrubina y le señalé a la cajera la diferencia. "Tiene que ir a reclamar a..."¡Nooo! ¡Siempre lo mismo, tienen un valor y cobran otro!", contesté con mucha rabia, que, seguramente no era culpa de la cajera, una tuerca más del engranaje. ¡Ufff! Salí echando humo por las fauces, cual toro de lidia. 
   Sumando y restando, decidí regresar de inmediato a la tranquilidad de palacio. Ya estaba bueno de rabias. 
    Llegué y, luego de ordenar las compras, me dispuse a saborear uno de los  panes chilotes que había comprado. En los días que estuve en Valdivia, había degustado de este mismo pan, absolutamente delicioso, con unos sabrosos chicharrones en su interior y una masa exquisita, que me recordó mi niñez en el campo. Mordí mi pancito: no estaba mal la masa, pero no capté sabor ni aroma a chicharrones. Para salir de la duda, lo desmenucé y nada. No había ni una mísera ni minúscula miga de chicharrón y aunque hice la prueba de ponerle un gorrito chilote, la verdad, NO era pan chilote, aunque lo vendían como tal. 
...
  Hoy es otro día. Estoy en paz (no en La Paz, por suerte, aunque me hubiera gustado ver en terreno todo lo sucedido y lo que está sucediendo en aquel lugar, donde el Evo sigue con la esperanza de ganar, actitud típica de los caudillos  populistas). Para vuestra tranquilidad también, el día de ayer, luego de regresar a palacio, terminó muy bien: leyendo, escribiendo, compartiendo con mi amiga Anita un par de horas y, luego, de corolario, viendo la actuación de Edo Caroe. ¡Guau!
-  ¿Arriesgará demanda con todo lo que dijo? ¿Qué opinas?
- Creo que en la actualidad, así como están los medios, dudo que alguien se atreva. Sería como tratar de apagar el fuego o fueguito, con bencina.
- Yo también me reí bastante, pero hubo momentos en que mis labios pronunciaron más de un "¡Oh!" de asombro. 
- ¡Chócale! Indudablemente no pueden acusarlo de mentiroso, pero, para mi fino gusto, abusó de la chabacanería y de los gestos obscenos. Claro que hay mucha gente a la que le gusta eso.
- ¡Claro que sí! Además, hay que entenderlo como un recurso que pretende también provocar una reacción en el espectador, ya sea a favor o en contra, pero una reacción. Claramente lo dijo el mismo Edo. 
- Para mi gusto, se le anduvo pasando la mano con dos personas: con Marcelo Lagos y con la Presidenta. Las autoridades hay que respetarlas, aunque uno no esté de acuerdo con ellos. Eso me enseñaron desde chiquita y lo mantengo como principio. Lo digo por la Presidenta. ¡Ah! Y eché de menos que no mencionara al MEO.
- ¿A Marco Enríquez-Ominami?
- ¡Exacto! Sííí, quien vendió su alma al diablo y ahí está, "piolita", haciéndose el "cucho". 
- O sea, ¿se transformó en un nuevo Fausto?
- ¡Metafóricamente hablando pues! Acuérdate que aceptó -¿o pidió?- para su candidatura, aportes de SQM, a cargo de Ponce Lerou, yerno de Pinochet, máximo enemigo de su familia. 
  En fin, a Edo le faltó tiempo ... o es "progresista". Más de algún comentario habrá en los canales, pues harto material les dio, aunque, la verdad, no creo que profundicen mucho, no les conviene. 
   Así pues, después de un pésimo inicio de día lunes, en que la mala onda, la negligencia y el engaño estuvieron a la orden del día, resulta gratificante terminar con la grata conversación y la confirmación de que no son ideas de uno nada más; efectivamente en nuestro mundo hay cosas que han cambiado para mal. Por ello, tendré que estar atenta, para no caer en la desesperanza ni en la imitación, así como tampoco en la resignación ni el desaliento. No soy oveja, ni ave de corral. Soy persona, aún pensante  y con decisiones propias...¡Así que puedo elegir qué matinal ver! (Jajaja, es broma, los detesto,...pacíficamente, se entiende).

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