martes, 1 de septiembre de 2015

Sin duda, el mejor remedio...

    Ella pensaba que era más exageración que nada, cuando más de alguna congénere planteaba que salir de "shopping" era un excelente remedio para ....varias cosas. Esto no significa que esta Principessa no ha salido jamás de shopping. Para hacerle honor a la verdad, más de las veces lo hace, pero con un objetivo claro y preciso, ¡Ella es así!  A la fecha no había utilizado esta actividad,  tan infravalorada por los "machos",  para aquello que no sea su sentido primigenio. Es decir, para adquirir vestimenta, zapatos u otros adminículos que le permitan ir por la vida como una mujer de clase distinguida (jajaja, hasta yo me lo creo). 
   Sin embargo, el lunes, terminó antes su jornada de trabajo (algo así como media hora) y aquello le pareció divino y casi como una jugarreta del Destiny. Pero jugarreta en buena onda, eso sí. Por lo tanto, como si tuviera mucho dinero en los bolsillos o en la cuenta corriente, al tener más tiempo libre para su propio pecunio, decidió echar unas miradiñas, casi como a vuelo rasante de pájaro, a las tiendas del Mall. Y su ánimo,  que no ha estado marcando números positivos en su rating últimamente, comenzó a subir. Lo notó en el relajo de su cuerpo, en la distensión de su rostro, en la tranquilidad de su recorrido. 
    Empieza recorriendo Ripley. Encuentra una especie de tapado que, cuando lo vio hace un par de meses, casi le quitó el hipo y le subió la presión, por lo hermoso y ...¡por el precio! Esta vez estaba a mitad de precio, pero igualmente era excesivo para un capricho de día de semana: $ 59.990. 
- ¿Eres medio modesta con tus caprichos, Princess? 
- Depende.
- ¿Depende de qué? 
- Del nivel de testosterona que me "dentre"...
- ¡Whatt! ¿Estás loca ...o locO?
- ¡¡¿Qué pasa?!!! ¿He dicho una barbariDADD?
- ¡Claro que sí! Jajajaja. ¡N o s o t r A s, las damiselas, no secretamos esa hormona, es propiamente MASCULINA! 
- ¡Hummm! ¡Se nota que no tengo espíritu científico! Jajajaja.


    Había algunos vestidos hermosos, pero muyyy largos, como para mujeres Avatar y ella, que no lo era precisamente (jajaja), ya hacía mucho tiempo que había decidido comprar sólo lo que me quedara bien a la primera postura, nada de estar arreglando, haciendo doblez y esas cosas. También se encontró con otras prendas, bien acinturadas y con vuelos (estilo años 60), que no le convenían para nada.  Más bien se hubiera parecido a Campanita o a un repollo bruselas, cuando menos ¡No, muchas gracias! Aún no han llegado los tiempos en que comience a hacer el ridículo por la ropa que vista. 
    Así las cosas, decidió trasladarse a Falabella, que en estos últimos tiempos, ha estado atendiendo a sus preferencias cabalmente. Vio por allí un hermoso vestido pero aún muy caro (habrá que esperar la rebaja). Encontró otros que ni siquiera quiso mirar de cerca, porque sabía lo mal que se vería con ellos: con franjas horizontales blanco-negras, blanco-azules (casi una presidiaria o una loca). Esa tenida es para las damas altas y flacas (y algunas locas, también, jajaja). 
    Así como iba, ya le parecía que no encontraría nada para completar su vacío clóset (jajaja), cuando...
 ¡Ohhh! ¡May gash! ¡Zapatos de vestir en liqui...daCIÓÓÓÓNNN!   
   Se acercó (nada de color café o beige, pues ya tenía varios y poca ropa para usarlos). ¡Necesitaba zapatos negros! ¡Veamos!  ¡Guauu! : Unos zapatos ALDO que "sana y buena" no compraría porque es mucho invertir por la marca y el cuero, pero que allí estaban a $14,900. ¡Diablos! 
- A ver...a ver,  si encuentro mi número. ¡Eureka! ¡Bingo!, gritó de pronto. Había encontrado el eslabón perdido, la entrada al paraíso, la piedra filosofal.
   No lo pensó dos veces, pues el que pestañea, pierde. Inmediatamente, se fue a la caja más cercana y se "matriculó" con el par de zapaticos. La verdad es que no tenían ninguna ciencia, parejitos ellos, de bajo perfil, pero no dejaban de ser de una marca que ella no compra todos los días (ni siquiera día por medio, jajaja). Feliz con su bolsa verde, quiso seguir en búsqueda de más novedades, pero ya se había hecho tarde: ya anunciaban el cierre de la tienda por ese día (o noche). Por el momento, con este golpe anímico era suficiente. ¡Pronto volvería por más! En la espera también hay goce...dicen.

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