viernes, 30 de enero de 2015

5 días de descanso en solitario...¿o solitariA?

   ¡Mmmmm! No hay como llegar a casa, después de unos días fuera, pensó la Principessa, al cruzar el puente levadizo de su castillo y ser recibida por la guardia real y toda la servidumbre (jajaja).
    No es que uno lo pase mal fuera; al contrario, lo pasa extraordinariamente bien, tanto en las actividades realizadas como en los alimentos  ingeridos. Pero, como en todo, se requiere un paréntesis, un recreo, un descanso...

   Doña Principessa, cada vez más, requiere de unos días de soledad en su palacio para recuperar su energía, reinventarse, aplicarse algunos menjunjes y ungüentos, escribir, leer,  pensar, autoflagelarse, jajaja, ir a visitar a su Infanta, ver sus programas favoritos, acostarse y  levantarse a la hora que le dé "puntada", ducharse cada vez que quiera, dormitar en la mecedora, jajaja...y otra serie de cosas inconfesables o, al menos, políticamente incorrectas, jijiji.
- ¿Y qué hiciste en estos días, Princess? 
- De todo aquello que mencioné en el párrafo anterior...y mucho más: algunos trámites bancarios, trámites en el condominio, limpieza y orden, cocinar...
- ¿Y hubo algo en especial?
- Una cosa curiosa: seguí durmiendo en la pieza que era de la Infanta; digo "seguí" pues presté mi "suite" a mis visitas desde el 13 en adelante. Bueno, la verdad, no es tan curiosa la medida, es simplemente comodidad : como se la prestaré a mi hermano cuando llegue a Rancagua y luego, cuando volvamos nuevamente lo haré, me quedé estos días en la otra habitación y así no tuve que trasladar ropa y  joyas (sobre todo estas últimas, jajaja) a la suite nuevamente...
 El dormitorio infante (no cabe  decir "infantil") tiene la ventaja que es más oscuro que  mi suite (es de menor superficie y tiene  menos ventanales), lo que me permite dormir mejor, en lo que cabe en estos días infernales (por el calor, obviamente)...
- ¿No me digas que eres fanática de la oscuridad? 
- Algo así, pero entendido literalmente... Al contrario de mi "anciana" hermana (jajaja, capaz que me quite el saludo por esto), que, curiosamente, debe dormir con las cortinas sin cerrar y la puerta abierta. Yo, en cambio, nooooooo....todo lo contrario: la puerta cerrada o junta (incluso si se me queda abierto el clóset, debo levantarme a cerrarlo) y las cortinas bien cerradas y de color oscuro....¿Qué cosas, no? Cada una tiene sus peculiaridades o "manías"...
- ¿Y no eres fanática de otras "cosas oscuras"?
- Jajaja, noooo. Nada qué hacer con ocultismo o con el gusto, medio morboso, por ejemplo, de películas de terror, de vampiros, de asesinatos al por mayor, de violencia extrema, de brujas (aunque yo lo sea, jajaja)... Soy más de la onda romántica, de la ciencia ficción, de películas realistas y una que otra comedia (no todas tampoco). En este último género, hay actores que detesto y cambio de canal cuando los veo: por ejemplo, Adam Sandler. 
- ¡Mira tú! ...Oye, ¿y... cómo ha estado ese corazoncito, ahora que se acerca el "Día de los Enamorados"? 
- Jajaja, bien, gracias. Cero problema cardiológico, ni siquiera taquicardia...
- Buena la "cachaña", diría un futbolista (si entiendo bien el concepto). Te preguntaba por el tema "amoroso" .

- ¡Ahhhhh! Todo el mundo me quiere y yo quiero a todo el mundo, jajaja.... Hablando en serio, "tranquilein": nadie me ama , yo no amo a nadie (como pareja, se entiende...). Y como ya he escrito en ocasión anterior, hasta que no se haga presente el hombre "perfecto"..., jajaja - ¡Triste y solitaria vida, Principessa! 
- ¡Nooo, te equivocas! My life no es triste; puede ser un poco lenta, a veces, pero nada de triste. La única tristeza ya está asumida y no tiene remedio, pero, en el plano sentimental, pura paz y tranqulidad. Hombres a medias o "medio-hombres" (jajaja, sin ofenderse; en todo caso, al que le venga el sayo...) no valen la dedicación de tiempo, de preocupaciones, de lágrimas ni sinsabores...¡Uyyy! Ya parece la letra apropiada para una canción "cebollera"...

   En éstas y otras disquisiciones siguieron "perdiendo" su tiempo estas ilustres damas, jajaja, mientras yo, la  cronista oficial de palacio, escribo, tratando de sustraerme del agobiante calor que a esta hora empieza a imperar en el palacete de la Infanta, en Santiago City. 

    Pero antes de contarle la razón que  nos ha traído a la capital, acompañando a las protagonistas, debo contarles que la doña, además de continuar con su improductivo descanso en su palacio, algunas cosillas distintas estuvo haciendo. Por ejemplo, se dedicó a probar y probar (en ambos sentidos, jajaja) la elaboración de diversos jugos de frutas, ahora que descubrió que en su despensa tenía una juguera a la que no había dado uso (flojera de lavar cada vez el aparatito aquel). Ha hecho los siguientes jugos:

- Mango con piña

- Mango con frutilla

- Frutilla con piña
- Mango con manzana

- Mango con piña, cáscara de limón y café

    También experimentó con una salsa, que le quedó de "pelos" : perejil, yoghurt sin sabor, merkén, ajo y aceite de oliva. ¡Deliciosa! Le sirvió para aplicarla a ensaladas, a carnes rojas y como base para un sanguchote de hamburguesa. 
   Además, ha estado muy preocupada de sus flores y su huerto. Los pimientos han seguido floreciendo, en tanto un fruto está creciendo cada día un poco más. Sembró cilantro hace dos días, esperando que, como la vez anterior, éste brote y crezca en óptimas condiciones (a pesar de la temperatura diaria de +30 grados). 

   En el área del ornato y amononamiento ambiental, ayer estuvo pintando (con la brocha gorda) tres taburetes que en su tiempo inicial eran barnizados, dejándolos absolutamente ad hoc al mobiliario de la terraza (color amarillo camote). 
- ¿Estuviste de maestra pintora, Princess? 
- Claro que sí, un relax al atardecer.  - ¡No conocía ese talento tuyo! 
- ¡Ufff! ¡Si supieras...! Jajaja. Tengo hartos y variados talentos...
- ¡Ya! Pero sin sobrarse...
- Jajaja, ¡si es cierto! La vida es la mejor maestra, a la buena o a la mala, jajaja. He tenido que hacerle frente a numerosas cosas y, vaya que me alegro de ello. En todo caso, esto no es característica personal, sino familiar. Desde pintar una casa, hacer una huerta, cortar y picar leña, cortar pasto, coser a máquina, tejer a palillos, a crochet, bordar sábanas, hasta realizar arreglos eléctricos básicos... Y en el ámbito culinario, practicar en cocina, panadería,  pastelería, conservería y mermeladas,  aunque de esto último estoy medio alejada. La vida actual me ha orientado a  la cocina, en la que lo paso estupendamente.  La pastelería no me conviene por sus   efectos colaterales peligrosos, jajaja...
- ¡Caramba! ¿Hay algo que te haya quedado "grande"? 
- ¡Más de algo, sin duda! Por ejemplo, no aprendí nunca a ordeñar y, en eso, mi hermana me superó. Yo le hincaba las uñas a la ubre de la pobre vaca, así que no resulté conveniente para el negocio, jajaja. Sucede que, como vivimos nuestra infancia en el campo, aprendimos todo lo mencionado y más, de actividades que en la ciudad no se realizan. Por ello, valoro tanto esa vida que me tocó vivir, a pesar de algunas carencias...
....
   Anoche, antes de terminar su día de lucidez, disfrutó de su programa favorito por estos días: Máster Chef, y mientras lo hacía, no dejó de practicar ella también, algo del arte culinario: un jugo con un toque diferente, para no repetirse, aquél al cual le agregó cáscara de limón y una cucharadita de café instantáneo. ¡Quedó muy rico! 
    Hoy en la mañana se levantó antes de las 8 horas, con el objeto de dejar todo preparado para la tercera etapa de su verano. Ocurre que mañana de madrugada llega desde Arica su hermano, el príncipe Patricio, con su familia. Ella lo esperará en Santiago y desde allí, con mapa en la mesa, establecerán el itinerario del viaje que realizarán hacia el sur, visitando a todos los familiares habidos y por haber. Tendrán 20 días para el recorrido y regreso y doña, obviamente, no puede sustraerse a tan magno evento, que se realizará por primera vez.
-  ¡Parece que éste es el año de los eventos inéditos! 
- ¡Y caramba que sí!¡Ya tendrán noticias de uno extraordinario más adelante! 
- ¡Humm! ¡Te gusta jugar a los misterios, eh! 
- ¡Sorprise! Eso será tema de otro escrito, pero ....mucho más adelante...

    Y mientras espera el llamado del infante Nicolás (a quien ofrecerá la tarea de asistente fotográfico; ojalá acepte), bajo el refrescante aire del ventilador aunque afuera el termómetro marca 32°C, continúa escribiendo estas líneas, evidencia de su paso por este mundo....
   Hasta proooonnntoooo....

martes, 27 de enero de 2015

¡De Curepto con amor...!!

- Has estado silenciosa en estos días, querida Princess.
- Algo, pero no en retiro espiritual, de ninguna manera.
- ¿Y a qué se debe, entonces? 
- Obviamente estaba fuera de palacio. Decidimos viajar con la principessa Gladys el jueves 22 de enero a Curepto. Bueno, la verdad, primero había que viajar a Talca y, desde allí a nuestro destino final (¡uyyy! Me acordé de esa saga fílmica de destinity).  Nos levantamos con todo el tiempo del mundo pues nuestro avión salía -o pasaba- a las 10,10 por Rancagua. 
    Igual debieron irse en taxi, pues su querida hermana debía llevar su "maletita" roja con lunares blancos, que es enorme. Se fueron en un bus medio rasqueli, el único que tiene llegada directa a esa ciudad: Pulman del Sur, demoraron....pero llegaron. 
    Estuvieron en Talca a las 12,40 aprox. Su primera tarea fue comprar sus pasajes de regreso, la Princess a Rancagua, doña Gladys a La Unión. Luego, a buscar custodia y higiénicos servicios (ojalá hubieran sido así!!!) Como fueron a ver custodia en el Terminal Rural (donde se negaron a aceptarle la maleta por esto de los lunares, jajaja, el color y diseño de la maleta le hizo doler los dientes y muelas a la encargada, jajaja), buscaron allí un baño. ¡Ufff! Nunca habían encontrado un baño tan ordinario, guácala (costaba 100 pesos, así que imagínense la calidad). 
 Felizmente, nuestro anfitrión, el infante Juan Carlos (upps, ¡de veras que lo habíamos subido de categoría cuando cumplió los 40 en octubre pasado!, jajaja) andaba en Talca, así que pasó a buscar a la maleta despreciada, a la dueña de la maleta y a la acompañante de la dueña de la maleta al Terminal de Buses (pa' callao' , no me gusta para nada este edificio, es feo, desaseado y viejo...la construcción, jejeje). El príncipe se llevó la maleta pero las dejó "abandonadas", jajaja, en un paseo talquino, mientras realizaba unos trámites pendientes. 
- ¡Qué nos dijeron a nosotras! Nos metimos en cuanto local y galería encontramos, hasta que...nos cansamos y nos sentamos a comer papas fritas y chocolate...jajaja
- ¡Uyyy! ¡qué alimentos más diet! Me tinca que cuando teminen tus vacaciones, Princess, habrás subido al menos unos 5 kilos...
- ¡Naaá! Dejo de comer una semana y quedo tiki taka...
- ¿Una semana sin comer? ¿Tú? ¡Sóplame este ojo! 
- Jajaja
   Cuando empezábamos a preocuparnos (ya eran las 15 horas) llamó el príncipe para encontrarnos e ir a almorzar. Fuimos a un Parque que queda a orillas de un río (jajaja, no anoté ni lugar ni nombre de río, hacía mucho calor y estaba con hambre, eskiusmi) donde sirven comidas abundantes y caseras (Río Claro dice google).
- Dos mariscales y una guatita a la jardinera, plis. Pa' tomar, juguito no' más (¡guácala! ¡Nada qué hacer, había que ser solidaria con el conductor; ya vendría el vinito después, jijiji)
   Cuando llegó el pedido, después de unas sopaipas y tortillas con pebre, quedaron satisfechos enseguida. El príncipe debe haberlas visto medio famélicas (debe ya necesitar anteojos, jajaja), porque el mariscal era en realidad un pullmay (si tenía de todo: longaniza, choros, choritos, pollo, etc.) y las guatitas a la jardinera tenía las barrigas de varios animales, jajaja...y, para mayor abundamiento, un plato de papas fritas para cada uno...¡Uff! ¡Quedaron literalmente tiesos de comer! Sin embargo, la ganadora fue doña Princess: se comió todos los cayitos,  jaja, sin dejar ni un trozo; sólo al final se dio cuenta que no tenía cilantro, ¡qué estafa! Jajaja. Sus compañeros de infortunio no fueron capaces de engullir toda su fuente de comida: debieron pedir un envase para llevar (lo que sirvió para la cena y un almuerzo más al día siguiente, jajaja...¡la dura!).
  Una vez terminada su "frugal" alimentación, nuestras heroínas acompañaron al príncipe a realizar el retiro de unas especies (no les quedaba otra, jijiji) y , de ahí, a....¡Curepto City! Por suerte, no consumieron alcohol en su almuerzo; en caso contrario se habrían ido durmiendo los tres, porque con el calor que hacía,  la comida ingerida, el cansancio del viaje, los grados de alcohol habrían completado  los ingredientes perfectos para una buena siesta, aunque hubiera sido en el purgatorio, jejeje (humor negro o, al menos, plomo). Después de pasar a comprar 3 melones por luka, unos panes y un agua mineral (diet), se fueron a la casa que, en ese momento, estaba deshabitada. Los otros habitantes aún no llegaban. ¡Vaya sorpresa les esperaba! 
  Esa noche, acompañados de un pequeño refrigerio estuvieron mirando la primera jornada del Festival de Olmué y cuando se fueron a acostar a la torre del castillo cureptano, las voces, martillazos y risas de unos vecinos del lugar le llegaron hasta altas horas de la madrugada.¡Qué entrete!
   Un antecedente curioso mientras en Rancagua dormían cubiertas, como mucho, por la sábana debido a la temperatura, en Curepto, apenas a 208 kms de distancia, debieron dormir con 2 frazadas y plumón (las tardes y noches son heladas; obviamente las mañanas también, jaja)
   El día viernes estuvieron solitasssss, dueñas absolutas del palacio por unas horas. Prepararon un rico almuerzo, para ellas y el príncipe, quien en agradecimiento, abrió un rico cabernet de la zona (que le habían regalado) y que pronto va a salir a la venta con el nombre de "Lágrimas de Huaso". ¡Rico el vino: espeso, amargo, mmm!      Esa noite tuvieron espectáculo en vivo y directo: Desfile de carros alegóricos y Show, todo en la Plaza de Curepto. Así que después de tomar once y abrigarse correspondientemente, se dirigieron, pasadas las 21 horas, al lugar de la actividad cultural. Ya sabían que un carro representaría un circo y que otro sería una "góndola" hippie. Ello, porque por ambos lados del vecindario habían estado preparando esos carros, de manera que tenían información de primera mano.

     Cuando llegaron había bastante gente ya, el escenario estaba listo, con música bailable, a la espera del inicio del espectáculo (además de que llegáramos nosotras, jejeje). Con los pitutos de siempre, lograron obtener asientos (sobre las escalinatas de la plaza) quedando en primera fila. El único problema fue que no faltaron los desubicados y porfiados posteriores, que se pusieron de pie, delante de vuesas mercedes (jajaja)
  

   21,30 aprox comienza la actividad (¿habrá algún lugar de Chile en que los eventos comiencen a la hora, en que los buses partan a tiempo, en que todo lo planificado resulte....?). Un Vodanovic cualquiera anima la actividad, presenta al jurado que evaluará los carros e invita a iniciar el desfile, que se desarrolla a ritmo de tortuga. En total, cuatro carros (para 3 premios interesantes y uno de consuelo): dos circos, una esfinge y la micro hippie. Un grupo de nuestros vecinos obtuvo el primer lugar, así que la celebración estaba en lo mejor, cuando logramos dormirnos, horas más tarde, jajaja.
   Luego correspondía que se iniciara el "shos" :...¡Los Príncipes de la Cumbia ! (diablos que ha proliferado la realeza, jajaja). Era un conjunto de 5 jóvenes, vestidos casi al estilo charros, con un sombrero blanco, chaqueta azul eléctrico, camisa y pantalón blanco. El más bajo la "llevaba": animaba y ofrecía su anatomía con movimientos pélvicos y de otros, rallanos en lo pornográfico. Indudablemente se creía "mino", pero al sacarse el sombrero, se le veía el corte de cabello al estilo Rey Arturo (Vidal, ...jajaja). En fin, en gustos y creencias, no hay nada escrito...parece.
    Sólo estuvimos un rato asistiendo a sus movimientos y canciones y luego iniciamos la retirada al hogar. Ya eran las 23 horas. Llegamos a ver parte de la segunda jornada del Festival de Olmué. 

...Al otro día....sábado 24...
   Gran almuerzo gran...
   Luego de tomar desayuno, a media mañana (los dueños de casa no debían cumplir horario laboral), comenzó el ajetreo. El almuerzo a preparar era ...¡¡pastel de choclo!! ¡¡Mmmm!! 
  
  Así que se aprontaron a colaborar en limpiar los susodichos, con la colaboración entusiasta del pequeño infante, don Diego. Luego, a sacar los granos, ya sea con los deditos, al estilo Principessa, o con cuchillo. Se trabajó con una buena cantidad, para que no faltara y "nadien" se fuera pelando, jajaja. Doña Principessa se dedicó a colaborar en la cocción y preparación de la pasta del pastel, lo que hizo de buen gusto, mientras su sister, preparaba las ensaladas. Todos estaban colaborando, menos el dueño de casa, a quien se le expulsó con viento fresco de las dependencias, para evitar que se las diera de chef, jajaja... Y mientras se trabajaba entre las ollas y sartenes, unos tragos de cerveza Austral con sabor a Calafate estuvo de "perlas" (¡rica la cerveza aquella!). 
  A la hora del almuerciño nadie se hizo de rogar. Quedó realmente ¡¡delicioso!! (dijera don Diego), acompañado de ensalada de lechuga y de tomate con ají (los últimos productos sacados esa misma mañana del huerto de palacio, absolutamente naturales). El ají les llamó la atención a las ilustres visitas : es verdirrojo, grande, de cáscara bastante dura, poco picante, pero sabrosísimo...(si la descripción estuviera en  femenino, seguro le calzaría a doña Princess, jajajaja). 
    A cada cual le tocó un pocillo de greda, de mediano tamaño, con el que quedaron patitiesos (¡¡de nuevo!!!). Tanto, que la mayoría (3 de 5) se fueron a acostar. El príncipe tenía un compromiso futbolero que cumplir, de manera qe pronto partió para el estadio,  mientras que doña Principessa  no halló nada mejor que ir a la playa del...patio. Se puso traje de sirena, bajó su toalla playera y se tendió a tomar sol,  mientras retomaba su lectura de antaño (el exceso de actividad le ha impedido ejercitar su tarea de reader).


...hoy martes 27 no he comido pastel pero estoy casi como la Bella Durmiente...(a patás con los enanos, jajaja).....zzzz..., upsss, me despertó el trompetista...el celu marca 32 grados, ¡cómo no me  a dar somnolencia...! Ufff, obligada a irme de cabeza a la ducha...no,  mejor caminando, jajaja... ¡No creo que la tercera sea la vencida; va a ser una dura lucha contra la temperatura el día de hoy...]
   Decía que la Bella se fue a la "playa". Pronto le dio calor, pero la solución estaba al alcance de la mano: una manguera. No sabía dónde dar el agua, pero siguiéndola encontraría el lugar y ...así fue. Estaba conectada a la llave del antejardín...¡Una pequeña ducha helada, desde la cabeza a los pies! ¡Qué delicia! A tomar sol de  nuevo, avanzar unas cuantas páginas más y de nuevo a manguerearse. El patio de aquel palacio es extenso y empastado, de manera que era el lugar ideal para veranear sin salir a la playa... Nadie la molestó: ni los demás habitantes, ni vecinos, ni paparazzis. 
   Pasadas las 18 subió a sus aposentos... La gente ya comenzaba a cobrar vida... El príncipe no había regresado, así que los habitantes salieron un rato a recorrer Curepto y sus alrededores en el troncomóvil. Doña Principessa solicita pasar por el único cajero del pueblo, el que, lamentablemente, está muerto...o ¡durmiendo aún! ¡Nada qué hacer! Al día siguiente debería intentarlo nuevamente....    Son las 20 horas. Llega el anfitrión y comienza a preparar algo que había anunciado durante la mañana:... ¡unas carnes a la parrilla! ¡Qué pena!! (jajaja). Unas papas y ensaladas acompañarán, más el bebestible correspondiente.
 El vino es buenísimo, pero ya se nos olvidó de qué viña...(si mal no recuerdo era un  cabernet Gran Reserva de la Viña San Pedro). ¡Qué manera de degustar carne! No cabe duda que toda la Dinastía es carnívora...(que yo sepa, no hay nadie vegetariano). Fueron una horas muy amenas, complementadas con la conversación familiar, que les permitió conocer un poco más a la infanta Ruth...
    La tercera noche de Festival de Olmué les acompañó un rato, pero no mucho, pues,  después de ordenar todo y lavar la loza..., decidieron irse a dormir...
    Hora de acostarse. El día domingo sería el último en el pueblo e irían a una Fiesta Costumbrista  cercana y a la playa...¡Buen panorama!, que casi se licúa, cuando a las 5,38 de la madrugada comienza a sentirse ruido terrestre seguido de movimiento ídem... por un largo rato...¡Chanfles y re-chanfles! ¡Nooo, no quiero morir tan ...jovennnn, jajaja! Luego del susto, de saber que no había pasado de ser un temblor de baja intensidad (5,2°) se dispusieron a dormir nuevamente....
......
   Al día siguiente no fue tan fácil levantarse. Después de desayunar, arreglaron bártulos personales y un coleman con algunos víveres imprescindibles... 12 horas: ¡saliendoooo! A pasar al cajero, en primer lugar. ¡Eureka! Estaba en funcionamiento y...¡tenía dinero! ¡Bravo! 
    Luego, a medio morir saltando, el anfitrión se sentó tras el volante, pues andaba con un lumbago que "ni te  cuento". Unos 20 kms en dirección a Talca y llegaron a una localidad llamada Tabunco, donde se celebraba la Semana Tabuncana
En esos  momentos, 13 horas , bajo una gran  carpa un grupo  folclórico entonaba cuecas, las que eran bailadas por  sus integrantes y por el público asistente. Tenían varios puestos de comida a bien buenos precios, pero el calor era sofocante, así que, ¡sorprise!, se dirigieron a un lugar cercano, no más de medio kilómetro, llamado Camping Los Robles, que estaba equipado con lugar para hacer picnic, para preparar carne a la parrilla y ....¡Piscina! ¡Un lugar precioso! 
    Después de recorrer el lugar, se sirvieron su picnic (un sandwich de carne con tomate y pan amasado, más fruta) y luego quedaron listos para ir a la piscina.
 El agua estaba refrescante. Nuestras amigas turistas se bañaron y nadaron un rato. ¡Para qué decir cuánto se bañó y disfrutó el pequeño del grupo, quien, con toda la confianza del  mundo, se lanzaba a la piscina a los brazos de su padre,  a pesar de sus 2,8 años, en la seguridad que éste no iba a permitir que le pase nada! ¡Qué maravilla tener esa confianza en otra persona! Creo que uno adquiere madurez precisamente cuando pierde esa capacidad de creer a ciegas en un otro u otra... Sin duda, una pérdida irrecuperable...
    No obstante, estando tan bien en ese lugar, el anfitrión quiso llevar a su familia e invitadas a una playa real : Iloca. Lo malo fue que no consultamos google...
- ¿Por qué? 
- Porque mientras en Tabunco había fácilmente 30 grados, a medida que nos acercábamos a Iloca, nos dimos cuenta que la cosa estaba fea: no había más de 20 grados, el cielo absolutamente nublado, una bruma cercana y baja rodeaba el lugar y había viento. Ya estando allá nos  bajamos un rato a la playa, pero no duramos mucho.
    El agua estaba gélida y, a pesar de ello, había mucha gente en la extensa playa y muchos también iban ya de regreso a la gran ciudad. Realmente  resultaba paradójico que en una superficie de 50 kms hubiera tal diferencia de clima.
    No fue mucho lo que estuvieron en Iloca; era mucho el frío. Para regresar debieron unirse a la larga fila de vehículos que se movían a la vuelta de la rueda por varios kilómetros, para luego, felizmente, salir del taco automovilístico. Llegaron a Curepto a las 19,15 más o menos, y se fueron directo a la Agencia de venta de Pasajes, para asegurar asientos del viaje del día siguiente, de regreso a sus hogares (de las ilustres visitas). Compraron en distintos horarios, aunque continuados. Luego a casita y a cumplir con el antojo de la más provecta del grupo (jajaja, no es doña Princess, aclaro) : ¡Sopaipillas! 

    Doña se ofreció para la fritanga, colaborando en la exitosa y exquisita once, que contó con los restos de la parrillada del día anterior y tomate casero con ají...¡Mmmm! El pequeño duendecillo llamado Diego, apenas vio las sopaipas, se entusiasmó y hubo que acceder a su pedido (¡cómo no!). Una vez terminada la once, de todas las ejemplares preparadas, sólo quedaron dos de muestra, las demás fueron engullidas por los hambrientos comensales...
   Y para completar el día, doña Principessa solicitó ver Máster Chef, lo que le fue concedido. Una vez terminado el programa, se fue a acostar, dejando todo listo para el día siguiente, en el que debía levantarse a las 5,30 hrs. 

   ¡Ringgg! ¡Hora de levantarse! Rápida y silenciosamente (aunque igual se despertó su hermana) bajó a ducharse, se vistió, ordenó sus cosas, la cama y se fue a cocina a preparar un café. Siendo las 6,15 inició su camino de partida, acompañada de su compañera de viaje, quien volvió a palacio una vez apareció la siguiente pasajera del microbús. 
- Si uno tuviera un atisbo del futuro, cuántas decisiones cambiaría y, por lógica, serían otros los resultados.
- ¿Y eso por qué?
- Nos pasó que para regresar desde Curepto a Talca (distante 70 kms.) compramos pasajes en microbuses distintos con mi hermana: yo, para no atrasarme, a las 6,30; ella, para no llegar demasiado temprano, a las 7,30 horas. Yo debía tomar un bus a las 9,30 y ella, a las 10 en otro Terminal. 
- ¿Y?
- Sucede que el vehículo de las 6,30 no salió sino hasta las 7,25 de Curepto, mientras que el de las 7,30,  en que se iría mi hermana, no salió simplemente. Debió sacar al príncipe de sus labores para que la condujera a Talca. ¡Increíble la informalidad!
-¡Y eso que estaban comenzando la semana! 
- ¡Los buses del Transantiago son una maravilla al lado de los Buses Contimar,  jajaja!
   Al final, lo importante es que llegaron a sus respectivos palacios, sin más novedad ni malos ratos que aquél, que sumando y restando, no disminuye un ápice a los excelentes días vividos en familia, gracias a la calidez del lugar, de sus habitantes y de nuestros anfitriones. 
   

lunes, 26 de enero de 2015

De Safari...¿en Àfrica?---¡Nooo, pero cerca, jajaja!

Martes 20 
   Día de descanso, día del cuidado de la salud y del cuerpo. Tanta actividad requería un merecido descanso y la necesidad de un regalo para sí mismas. 
   Junto con ello,  tomaron la sabia decisión de cambiar de hábitat, así que ambas se fueron a otro  aposento de palacio el mismo lunes en la noche. En la variedad está el gusto, dicen..., jejeje. 
   Luego de sus abluciones matinales de purificación, jajaja, decidieron mejorar su dieta alimenticia aprovechando unas recetas, gentil auspicio del Tottus, e incursionar en la elaboración de jugos, obviamente con los productos existentes en las despensas de palacio. El primer experimento estuvo a cargo de doña Gladys Edith. Resulta que quedaba algo más de medio melón tuna, que resultaría difícil consumir entre las dos, así que se transformó en el elemento base de sus experimentos:
 Jugo N° 1 : melón tuna con frutillas. ¡Exquisito! (al anochecer del martes) 
Jugo N° 2: melón con zanahoria, con unas gotas y ralladura de limón más una pisca de pimienta y un chorrito de jugo de frutilla. ¡Delicioso! (al desayuno del día miércoles, preparado por doña Principessa)
- ¡Ella, tan gourmet! Jajaja.
Jugo N° 3: melón (lo último que quedaba, jaja) con cerezas y frutillas (miércoles en la noche, a cargo de doña Princess). En este caso, la evaluación no fue excelente, pues las cerezas, al ser congeladas, pierden el sabor natural. 
   Cabe señalar que lógicamente a cada jugo se le agrega la mitad de agua mineral sin gas o ligeramente gasificada, dependiendo de los gustos y 2 ó 3 cucharadas de azúcar. 
  Durante este par de días no tuvieron que preparar almuerzo, no porque estuvieran a dieta (¡vaya que no! ) sino porque la parrillada de finalización del Aquelarre fue tan abundante que sirvió para alimentarles tres días (ya salían caminando los últimos trozos, eso sí, jajaja).
- ¡Nooo! De verdad, la parillada quedó exquisita...Los últimos trocitos fueron rebanados y sirvieron, junto a una palta, para alegrar la once del miércoles. ¡Mmmm! 
   Pero aunque no cocinaron el principal,  sí se dedicaron a preparar las ensaladas y postres, para degustarlos con toda parsimonia en la terraza de palacio.
     ¡Ah! Casi se nos olvida : cada participante de este magno evento familiar recibió un merecido distintivo : un par de aros colgantes muy "ad hoc", del color de su preferencia. En la fotografía se ven los aros-brujilda, creación de una artesana rancagüina. ¡Lindo recuerdo!


   ¡Miércoles de Safariiii!!!

   Amaneció más tempano este día para nuestras amigas. Un par de tareas era necesario realizar antes de partir al África : un trámite bancario de doña Principessa y comprar pasajes para viajar a la séptima región al día jueves, como habían planificado. A las 11 ya estaban en el Rodoviario, encaramadas en un microbús que las llevaría al sector del Parque Safari, a la salida oriente de Rancagua (si no me falla el sentido de orientación). 
- ¡Caballero! ¿Nos puede avisar cuando lleguemos al Parque? ¡Somos turistas! Jajaja
  Unos 20 minutos habían pasado  cuando les avisaron que se acercaba su destino. Bajar del microbús no fue nada, cruzar la carretera fue lo difícil. Estuvieron como media hora tratando de hacerlo, ya pensaban que las sorprendería la noche en ese lado hasta que lo lograron. ¡Eureka! Primera prueba, ¡cumplida! 
    Una vez al interior del Parque, comenzó la aventura. Primero a adquirir las entradas y decidir qué programa de visita elegirían. Obviamente eligieron el ...¡Safari de Leonessss!
- A las 12,30 deben estar en el sector correspondiente para abordar el vehículo. Está todo señalizado (grr,  no tenían idea dónde,  ojalá no queden abajo ). Eran las 11,50. Tenían tiempo para recorrer los alrededores, pero la  emoción era grande. Iban a tener la posibilidad de estar a poco distancia del Rey de la Selva. 
-¡Espero que estos animalejos reconozcan mi calidad de Principessa!, dijo la misma. Aquí vamos a comprobar la autenticidad de estos especímenes.
    Comenzaron a recorrer los diferentes sectores y/o jaulas, entusiasmadas, cual adolescentes. Quisieron ver más de cerca los flamencos y para ello decidieron pasar por un pequeño puente colgante sobre el agua y....¡upsss! el peso de sus cuerpos, a pesar de lo gráciles que son, hundió varios tablones en el agua y estuvieron en un tris de caer; más encima, por ser colgantes, eran inestables...
- ¡Jajaja! Me imagino vuestra cara de susto...
-Sí, fue una verdadera sorpresa. Ya me veía cayendo al agua y terminando con mi regia humanidad chorreante de cabeza a pies, jajaja
- ¡Habría sido divertidísimo!
   Luego de ese pequeño percance, reiniciaron su recorrido: tortugas en un estanque, águilas, leones, un puma, un caballito falabella, un burro, una oveja de Somalía, pavos reales, bandurrias, patos, gansos, unos osos, una garza, gallinas, etc.

Fueron recorriendo todos los rincones,  valorando cada espacio y detalle, comparando con otros zoos conocidos como el de Buin y el Metropolitano. Sin duda, no hay tantas especies como en sus similares, pero el ambiente natural es superior al de los otros. 
   Y a las 12,30 ...el ¡Safari de Leones! A hacer una cola (pardón, una fila) para subirse al vehículo del safari...¡Uyyy, qué emoción!
 24 personas aprox comienzan a ser trasladadas en un vehículo con una malla de protección, mientras el guía repite instrucciones que ya habían leído en afiches. Además de ello, algunas bromas que decían relación con la necesidad de sacrificar uno de los presentes, en función de la supervivencia de los demás, jajaja. ¡Simpático! 

   Se abre la primera reja....se abre la segunda ... se cierran a espaldas de los exploradores  al terminar de pasar el vehículo... y quedan a merced de los animales salvajes...; uyuyuy! 
 Uno de los leones se acerca...el guía saca una bolsa con carne trozada... el vehículo se detiene...el chofer llama al león y le lanza al techo del vehículo un trozo de carne...
El león (llamado Tambor) se sube primero al capó del vehículo....; ayyyyyyy!  (comienza a funcionar la adrenalina en los exploradores) ...y luego a la carrocería... se escuchan algunos gritos...varias personas se levantan,  alejándose lo más posible de la bestia....se "arman" con sus cámaras fotográficas...se alejan del animal... se agachan...grititos y encogimientos (como si ello hubiera servido de algo en caso que la reja se hubiera quebrado)... mientras el guía le acerca trozos de carne a la malla protectora e invita a los adrenalínicos visitantes a acercar sus manos (no los dedos que, sin duda, serían un rico bocado para nuestro peludo y desaseado amigo, jajaja) para constatar al tacto la rugosidad de la lengua del Rey (la mano queda asquerosamente pasada a león), quien camina por toda la carrocería, persiguiendo la carne que el guía le va acercando a la malla en distintos lugares. Junto con ello, deben hacerle el quite a la saliva leonística, cuyas papilas están funcionando a mil con la carnada que le ofrecen. ¡Guácala!  Aprovechando la seguridad de la reja,  el guía le tira algunos pelos al leoncillo y éste ruge....; Brrrr!  Llega otro vehículo y, probablemente aburrido de nuestra belleza, el león decide cambiar de entretención (¡qué voluble!, se nota que es macho, jajaja), saltando al capó del otro carromato. 
   ¡Ufff! Ya ha terminado la experiencia y desde lejos, ven cómo el león realiza el mismo  rito con los exploradores del otro vehículo.
 ¿Qué diría  Pavlov frente a esta actuación o acción de Tambor? Capaz que sea la única manera de conseguir carne, jajaja, para alegría de los pseudoexploradores modernos...
- ¿Moraleja, Principessa? 
- Carne que no has de comer...
- Jajaja...na' que ver...
- A carne regalada, no se le mira la grasa..., jajaja
   El carromato se dirige al final del terreno y traspasa la cerca de seguridad. Al principio, creyeron que la función había terminado, pero en el trayecto de regreso por el camino del terreno aledaño, había dos ejemplares esperándolos bajo un árbol. Su nombre de guerra era "Sureños".
  El chofer se detuvo junto a ellos, uno de los sureños no estuvo ni ahí con los visitantes, pero el otro fue, remolonamente, a saludarlos, subiéndose al capó y a la carrocería, al igual que Tambor. En aquella ocasión, nuestras ilustres amigas ya estaban más osadas; hasta la cola le tiraron al León (¡qué abusivas! Deberían acusarlas de maltrato animal...).
   El correspondiente aplauso al finalizar el safari en agradecimiento a que volvieron todos vivos y con los diez dedos, aunque con un fantástico bouquet de león en las glándulas olfativas y en las manos,  jajaja.
    Terminaron de visitar lo que faltaba. En su recorrido, vieron kayaks con sus correspondientes navegantes en los cursos de agua existentes. En una de sus exploraciones fueron a dar a una construcción desconocida, en cuyo frontis estaba el auto de los Picapiedra, jajaja.   La curiosidad pudo más: no podían dejar de ir a "copuchentear".

 Era una especie de Museo interactivo, en el que, cual "cabras chicas", experimentaron en unos juegos digitales, grabaron símbolos africanos en unas hojas que les entregaron con unos lápices de cera,  intentaron (porque no les resultó realmente) imitar el "baile del guerrero" al ritmo de los tam-tam africanos (¿ridícula o ridículas,  jajaja?),  estuvieron probando sus aptitudes artísticas tocando el balofón, un instrumento musical africano, parecido a un xilófono, de madera y con extraordinario sonido. ¡Una experiencia diferente!
 De allí, se fueron a observar a los herbívoros desde unos miradores: jirafa, cebras, gacelas y otros cuadrúpedos ...
    ¡Ya era suficiente! Encaminaron sus patitas a la Salida e iniciaron su viaje de regreso. Al llegar al Rodoviario, no sé si para ahorrar o por su vocación de caminantes, se fueron en calidad de peatonas al palacio. De que llegaron, llegaron. Eso nos consta. Claro que las condiciones en que lo hicieron, al parecer no fueron las mejores. A duras penas subieron hasta el 5º piso del castillo y al entrar al hogar, más que sentarse en los sillones, se desparramaron en ellos, jajaja. Eran las 15 horas.
  Luego de unos minutos de recuperación, sacaron fuerzas de flaqueza y lograron preparar su almuerzo, pero luego de terminado se fueron a descansar y no despertaron sino hasta terminar la tarde, casi de noche. No obstante, estaban satisfechas: no sabían que África estaba tan al alcance de sus manos...y de sus dedos,  jajaja.