jueves, 14 de marzo de 2024

Caminando con Elefantes 🐘 🐘 ...

 


 
 Estamos en Chiang Mai,  a 130 kms. de Chiang Rai (la ciudad de los Templos). Seguimos en el norte de Tailandia, zona supuestamente más templada, pero que nos ha sorprendido con 37 grados hoy miércoles 13 de marzo. Llegamos cerca de las 18 horas de ayer martes a esta urbe de aproximadamente 300 mil habitantes, según nos informó Apple. Es la segunda ciudad más poblada de Tailandia...¡y se nota! Se ve mucho tráfico, especialmente de autos y de motocicletas. El Río Mae Ping atraviesa la ciudad, por la parte antigua, en cuyos alrededores se ven las huellas de las antiguas murallas, que datan del tiempo de su fundación (siglo XIII). Quedan en pie algunos  paños de las viejas murallas, especialmente de sus puertas, que protegían a una población  esencialmente comerciante del asedio de los birmanos.    
     Llegamos a la ciudad cuando ya estaba oscureciendo, de manera que no pudimos apreciar mucho en ese momento, lo que sí pudimos hacer hoy al ir a visitar dos templos durante el atardecer. Si alguien se pregunta acerca de qué habremos hecho en la mañana, les contaré.  Fue una actividad extraordinaria y esperada con cierta ansiedad. Precisamente tiene que ver con el título de esta entrada del blog. ¡Fuimos a ver, alimentar y a bañar ...¡elefantes! 
     Visita del Santuario de los Elefantes KANTA: aproximadamente a 45 kms. al norte de Chiang Mai se encuentra este parque de elefantes. Debimos madrugar para ir alimentados y no encontrarnos en la necesidad de disputarle la comida a los paquidermos,😂😂.Habríamos tenido más de un problemilla con nuestra dentadura y digestión, 🙈. La distancia que hay al Parque  y el funcionamiento cotidiano de los Elefantes nos llevó a salir temprano en tal dirección. A las 7 de la mañana ya estábamos arriba del bus iniciando nuestra aventura paquidérmica. La inducción la tuvimos en el bus primero y, luego, en el lugar de recepción. Era necesaria para prepararnos de manera óptima para la confraternización con uno de los animales más grandes existentes en la actualidad.   
     Los residentes del Santuario KANTA son 18 y debe quedar claro que no provienen de la selva africana. Éstos han nacido en cautiverio o en el mismo campo. Por tanto, están domesticados y acostumbrados a recibir visitas, 😁 😁. Entre los que "nos atendieron" había uno de 60 años, dama de tercera edad ya, probablemente con la PGU, 😉. Todas eran hembras (el poder💪por todos lados,😜) a excepción de uno. Los elefantes pueden vivir hasta 90 o incluso 100 años. Pueden tener 4 ó 5 crías, incluso gemelos. Un bebé recién nacido puede pesar hasta 100 kilos. Una de las actividades favoritas de los Elefantes es comer, lo que hacen prácticamente todo el día. Comen unos 200 k.de alimentos a diario, entre los cuales se cuentan la caña de azúcar, hojas y ramas de los árboles, frutas. Son vegetarianos. ¡Ah! Y beben entre 80 y 100 litros de agua. Otra actividad permanente es deshacerse de lo que comen, 🤧🤮. Como es bastante, algunas personas le sacan provecho como abono, para elaborar papel o para crear artesanía,  😒🙄😬. 

   Estos elefantes, cuidados por maestros adiestrados en el tema, no atacan humanos. Son vegetarianos así que cualquier parte de nuestros bellos cuerpos está a salvo. Con lo que sí hay que tener cuidado es con la ubicación de nosotros con respecto a ellos. Siempre debemos  situarnos a un costado, adelante, ni tan de frente, ni, de ninguna manera, detrás. Podrían pisotearnos y un pisotón "elefantástico" podría dolernos "un resto", 🥴😖.  

     Bien. Apenas llegamos, nos recibió amablemente un coordinador, quien, en inglés, con traducción de Apple, nos fue informando cuál era el programa de actividades. ¡Teníamos 3 horas elefantiásticas! Se nos entregó, en primer lugar, un par de prendas, para vestirnos lo más atractivos para nuestros anfitriones, 😁. ¡Qué  poco glamour nos aportaba la vestimenta! Si estoy entradita en carnes (y grasa) , ¡vieran ustedes el problema con el que me vi a la hora de elegir una foto sentadora en traje de visita de elefantes! 😥😢. En fin, es lo que hay. Tampoco el dichoso traje (una blusa abrochada por delante y un pantalón ancho y a media pierna, más u sombrero de pájaro, todo unisex) podía hacer milagros. Se nos entregó, además, llave para un lockers compartido y una bolsa de género para llevar alimento: trozos de caña de azúcar.  Con todo aquello estábamos listos para ir a saludar y a alimentar a los elefantes, que se acercaron, cada uno con su cuidador o maestro. ¡Comienza la función! Luego de la presentación (escuché que uno, el macho, se llamaba Luis; que un ejemplar tenía 60 años y otro, 30, pero nada más), empezamos a darle trozos de caña de azúcar. Se la poníamos en la trompa, el animal esperaba que se le juntaran varias trozos y comenzaba a triturarlos. Al comienzo estábamos todos un poco tímidos; la verdad, más que aquello, algo temerosos, pero poco a poco entramos en confianza y algunos llegaron hasta los abrazos y besos, 😂. ¡A mí no me alcanzó pa'tanto!. El segundo plato lo constituyeron unas plantas de maíz, que no les gustaron mucho. Casi las despreciaron. Tal vez ya les teníamos cansados a los pobres. Para finalizar, les servimos postre, unas cáscaras de sandía 🍉 🍉😋. ¡Eso les encantó! Parece que no hubo postre para todos. Yo sólo alcancé a servir cañas de azúcar y plantas de maíz.  

    Dejamos un rato descansar a las pobres bestias (me refiero a los elefantes, claro, 🤣). Nos juntamos en la recepción pues íbamos a preparar unas vitaminas en forma de albóndigas, que contenían plátanos, alimento en pellet, sal de mar y trozos de tamarindo. La instrucción era juntar todo aquello y elaborar las albóndigas o croquetas. Una vez listas, dárselas a comer en la lengua. Se les prepara este complejo vitamínico pues en el Santuario carecen de alimentos que le aporten potasio, sodio y lo demás que va en la croqueta. La actividad de entregarle las vitaminas era más osada. Había que tomar una albóndiga, levantar la mano diciendo "¡bon, bon!" en voz alta y en forma reiterada si fuese necesario y el elefante levantaba la trompa, abría la boca y uno debía ponerle la vitamina sobre la "luenga". No había problemas de mordedura pues carecen de dientes, aunque podrían apretar un  poco la mano. En una de las ocasiones que lo hice, la mano me quedó última de pegajosa, ¡huácala!🥴🤢.  
     Tercera y última patita: bañar elefantes. A un lado del edificio central había una pequeña laguna...¡fangosa! No todos quisieron pasar por la experiencia, 😉.Había que sacarse los zapatos o sandalias y proveerse de un escobillón y una olla plástica con mango. Los elefantes estaban ya allí, echados, esperando que los escobilláramos y los mojáramos. Después de la función quedamos hechos ¡un asco! Terminada la jornada elefantística, nos fuimos a cambiar de ropa y algunos nos duchamos. Yo lo hice rápidamente en unas duchas casi de campaña y así pude refrescarme de tamaño esfuerzo, 😂 😂. Fue una bonita experiencia. El único problemilla, si puede considerarse así, es que debido a la sexi tenida que debimos usar en la actividad me vi en la obligación de borrar la mayoría de las fotografías que me sacaron, con el propósito de cuidar mi maltrecha autoestima, 😂.  Hay fotos en que no se sabe quién es el elefante, 😁 😁.   

     Después de esa animalesca experiencia, nos llevaron a una Granja de Orquídeas y de Mariposas 🦋 🦋  🦋. ¡Aquello fue una fiesta y goce para los sentidos! Las Orquídeas, de distintos colores, eran plantas colgantes, dispuestas en unos especies de arcos, con sus raíces al aire. ¡Unas bellezas!🥰🤩. Las mariposas volaban y se alimentaban al interior de un invernadero lleno de plantas y pequeñas fuentes de agua. Había de varios colores, algunas bastantes grandes. Distinguí unos cinco tipos. Fueron unos minutos hermosos, tratando de captar sus diseños y coloridos, además  de obtener la fotografía del año. 

 El almuerzo lo tuvimos a unos pasos de las mariposas y de las orquídeas. Había otros comensales-visitantes, muchos, en el lugar, una buena cantidad de origen asiático. Comida a elección.  Fruta de postre y un rico jugo helado. De allí, muy acalorados, nos llevaron al hotel, de regreso. Nos dieron dos y media horas de tiempo libre, lo que, personalmente, aproveché en darme una buena ducha y en escribir. El tiempo libre me alcanzó justo.  
    Nos reunimos a las 16,30 hrs. con el objetivo de ir de visita a dos templos importantes de la ciudad, ambos ubicados en la misma montaña, a 16 kms. de Chiang Mai. El primero, ubicada en medio del bosque se llama Wat Phra Lat. Es una construcción levantada para que los monjes del Monte Doit Sethup puedan vivir. También se transformó con el tiempo y el peregrinaje hacia el templo de arriba de la montaña, en un lugar de descanso y de oración intermedios. El lugar es bello e invita al recogimiento. La naturaleza se expresa en toda su magnitud. Un cauce de agua pasa por el sector y cae entre las rocas. Desde lo alto se observa, más abajo, la ciudad Chiang Mai. ¡Hermosa vista! 

     Wat Phra That Doit Suthep es el templo más importante de la ciudad y está ubicado en lo alto de la montaña del mismo nombre (Doit Suthep), a 1676 m. de altura. Se construyó, según su historia, en el mismo lugar donde fue visto un elefante blanco (símbolo de buena suerte). Es un lugar muy bello, al que accedimos por medio de un funicular. Tanto al interior de las dependencias como fuera se pueden ver muchísimas representaciones de Buda, especialmente en color dorado. Llegamos al templo cuando monjes estaban evitando un manera. Lástima que llegamos cuando ya terminaba. A esa hora ya había oscurecido, así que todo estaba y completamente iluminado, partiendo por el elefante blanco. Dejamos el lugar bajando por el funicular hasta la calle de pequeños puestos del frente del templo. Allí se podía obtener comida, bebida, souvenirs y ropa. Varias nos dedicamos a nuestro deporte favorito: vitrinear y buscar algo en que invertir nuestros bahts. ¡Cada cual hace lo que puede!

   Unos 40 minutos después estábamos cenando y dado término a un día feliz de actividades.  El siguiente estaba a la vuelta de la esquina. Ya sabíamos lo que nos esperaba, pero guardaré el secreto conmigo. Sólo doy una pista: ¡Nada de templos! Ahora, cierro el escrito y me dedicaré a planchar las orejas de la mejor manera, 😂. Hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario