No usa botox, no se ha hecho implantes (de ningún tipo, que yo sepa), no ha abusado del lifting, ni de ningún tratamiento de belleza, no va al Psicólogo para solucionar problemas de autoestima ni de mediana edad; no hace nada extraordinario para mantener su juventud , su belleza, su buen ánimo y salud mental ... Humm, ¿será por eso que está como está? (jajaja)
Dejémosla hibernar, que mañana amanecerá como siempre ( o peor, jajaj)Hasta tomorrow
A medianoche...
Lunes 7 : inicio de semana para la Principessa y para todo el mundo, que viste y calza, que trabaja y se gana la vida honestamente o, que descansa merecidamente, porque ya se la ganó el tiempo suficiente...
Una mañana gélida realmente, la sala parecía frigorífico . A pesar de ello, las clases igualmente las hicimos (los alumnos y yo) y, luego, a palacio, a almorzar y a prepararse para todas las actividades planificadas: preparar la rendición de cuenta mensual del castillo, penúltima visita al Sr. Sacamuelas y, por último, viajar a la Capital del Reyno de Chile.
La primera tarea no la completó : la impresora de la Principessa, a pesar de ser nueva (la impresora, no la Princess, jajaja), se taimó y no pudo terminar su cometido; ya veía a la Princess montando en cólera, no pasa muy seguido pero suele pasar (jajaja).
Antes de explotar (de rabia, obviamente) se fue a la clínica. Y nuevamente el Doc con la misma historia: la boca abierta, mientras le trepanan los dientes (uyyy, detesta ese verbo, "trepanar", le recuerda una película de terror, cuando Frankestein aparecía con la cabeza "trepanada", guácala; creo que la Principessa tiene un trauma infantil no superado que ese verbo se lo hace aflorar; parece que le deberé recomendar a mi alter ego que vaya a visitar a mi amigo Freud, para que le cure el trauma, si puede, jajaja). Volvamos al asiento del "dientista" : ahí está nuestra protagonista con la boca abierta, con la sondita gorgoteante y el Doc dale con la maquinita que trepana y va tirando agua para todos lados y aunque la Principessa ya se había lavado su face en la mañana, vuelta a lavársela gracias al doc y, mientras la Asistente le trataba de secar hasta las líneas de expresión, el H2O restante le corría por su delicado cuello y más alááááá´... ¡Grrrrr! ... y dale el Doc, preguntándole a la Princess mientras ésta estaba boquiabierta : "¿Cómo lo siente? ¡Muerda!, ¡Abra bien grande!".... ¡Ni que uno fuera Luis Suárez, pensó nuestra protagonista, jajaja!..... Ufff!!! Final del suplicio... Sólo queda el próximo lunes y al fin!!!! la Principessa se librará del Doc (no es que le caiga mal, es simpático, joven y algo buenmozo, jajaja, pero cualquier "dientista" ¡No le simpatiza! , al igual que al Quico...) Pero después del lunes próximo será libre como una marisopa, bravo!!!
Una vez que abandonó la clínica, la Principessa se fue rápidamente a su palacio (media cuadra apenas), cogió algunos víveres (1 palta extramadura, 2 tallos de apio, 1 alcachofa, un resto de achicoria, medio limón, unos trozos de pimiento verde y rojo, medio ají verde, 3 marraquetas....) jajajaja, ¡tremendo cocaví! Si parecen restos de una catástrofe nuclear, Principessa, cómo tanta pobreza; da la impresión que es lo único que encontró después de todo lo que se comieron los alienígenas... ¡Me extraña, Princess! Tú,...pardón..., Usted que se les da de noble y todo eso, jajaja.... "Humm", dice la Principessa, "todo tiene una explication: desde pequeñita me enseñaron a no desperdiciar nada. Soy una Principessa con clase pero sé adaptarme a las circunstancias y apretarme el cinturón cuando es necesario..." (siempre que no sea el de castidad, me imagino, jajaja ) . Bueno : decíamos que cogió esa "gran cantidad" de víveres, los echó en la mochila de su infanta y partió rumbo a la Capital, cual Carmela (claro que sin trenzas, jajaja) .
Aprovechó el viaje en el troncomóvil para gozar de sus lecturas favoritas, aunque la verdad, no iba muy cómoda, pues su compañero de asiento era un poco muy ancho, ¡qué lata! Eso te pasa , Princess , por no viajar en Limusina...
Ya en Santiago del Nuevo Extremo, tuvo que bajarse antes de llegar al Terminal pues había un enoooorrrmeeee tacoooo y tranquilamente uno podría estar media hora en espera arriba del bus... Así que, a bajarse de la Diligencia y caminar , media cuadra según el asistente, pero la verdad, era 1 cuadra y media (siempre pasa lo mismo, la gente o no sabe sacar cuentas exactas o prefiere "adornar" la verdad). Camina con éxito (es decir, no se pierde) y llega hasta la Estación de Metro Univ. de Santiago : a bajar las escaleras, esquivar pasajeros, apurar el paso, cargar la Bip y luego bajar corriendo la escalera para alcanzar a saltar dentro del vagón del Metro, que sólo estaba esperando que ingrese la Princess para cerrar sus fauces...
Al llegar a Estación Sta. Lucía, su lugar de destino, buscó a Jack Sparrow y sus amigos, jajaja, pero nada de nada ... Sólo había una "amigo en su camino" , totalmente de verde, jajaja ... ¡Cero Filibustero! Vuelve a mirar, se refriega los eyes, y nothing, ni siquiera el fantasma de Lord Francis ( aclaro, en nombre de la Princess, no es don Francisco, sino el romántico Francis Drake) . ¡Tampoco deambulaba por allí el Capitán Garfio! Es que el "amigo en su camino" los espantó, ¡qué pena tu vida!. Princess, no hay pelis...
Al llegar al palacete de su Infanta, luego de tomar un taxi, ya se siente en casa. Y al rato de estar allí se da cuenta que la temperatura interior es considerablemente superior a la de su palacio de Rancagua, cosa que corrobora al dormir sin necesitar calientacama... Este Reyno es más caluroso sin ninguna duda...
Después de escrbir en borrador estas peripecias, pone música para dormir y se dispone a descansar del ajetreo diario... Descansa, Principessa; tu infanta velará tu sueño...
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