viernes, 13 de octubre de 2023

La Ruta de las Hormigas...

   

   Por estos lares pareciera ser todo más grande. La gente es agrandada partiendo por los argentinos, 😂. ¡Para qué decir los brasileros! ¡Sabido es que son los mejores do mundo! (en varias cosas, 😉 ). Y, lógico, a los uruguayos se les ha pegado, a pesar de ser un país pequeño. En Colonia del Sacramento, por ejemplo, pululaban las hormigas 🐜 y no cualquier hormiga como aquellas pequeñitas e insignificantes que vemos por Chilito. ¡No! Una de las de acá equivale como a 5 de las nuestras (igualito que cuando uno cambia pesos chilenos a pesos uruguayos, debe juntar hartas hormigas chilenas por una hormiga uruguaya, perdón, pesos, 😂). Hoy, mientras venía de regreso del Castillo de Piria me encontré con ejércitos de hormigas, sólo que en sentido contrario al mío o en forma perpendicular. A pesar de toparme con escuadrones distintos y alejados entre sí, la tarea que estaban realizando era exactamente la misma: cargaban partes de hojas y pastos. La verdad es que no vi a las porteadoras, pero sí vi los trozos de hojas y pastos moverse, mientras otras hormigas, sin carga (deben haber sido hormigas dirigentes, representantes del pueblo de las hormigas, u hormigas-policías, aunque no les vi las armas), formaban parte de la misma procesión. Hubo un momento en que me enfrenté a una columna bastante larga de ellas, que utilizaban el mismo sendero que yo, a la berma de la carretera de asfalto. Al principio, tuve consideración, pero ya después me dio lo mismo. Hace unos días sufrí un ataque de picaduras de insecto en uno de mis brazos. Por el hecho de ser alérgica a todo tipo de insectos (incluso a los de tipo humano, 😂), aún me molestan las picaduras. Ese ataque sorpresivo y a mansalva, que seguramente fue de estas hormigas omnipresentes donde he estado estos días, no merece que tenga consideraciones especiales a la hora de caminar para no pisarlas. Así que, "sorry, srtas. hormigas y sres.hormigos, les dije, pero aquí voy yo". Antes de pisotear a más de alguna obrera, que es lo más penoso, aproveché de dejar registro de esta actividad frenética. Se ven asombrosas. ¿Nos verán así los extraterrestres? ¡Quién puede saberlo!

   Mis objetivos de hoy fueron ampliamente cumplidos con extras fuera de todo plan. Ayer tenía sólo tres tareas en mente: ir al Terminal de Buses a averiguar horarios y comprar pasaje para llegar hasta la última ciudad desconocida contemplada en mi itinerario. No hubo necesidad de comprarlo por adelantado. Debido a que queda a corta distancia (43 kms. aprox.) no requiere de compra anticipada. Por lo tanto, mañana haré check out y me iré al Terminal. Según la hora que sea, tomaré la movilización respectiva. Hay salidas con bastante frecuencia. Informada de todo esto, ya siendo las 10 horas, me dirigí al Castillo de Piria, distante entre 4 a 6 kms. según un par de versiones. A mitad de camino pasaría a ver la Iglesia de Piria que no es iglesia. Cuando llegué a su altura (porque está subiendo una de las pendientes de avenida) entendí por qué se le decía  "la iglesia que no es iglesia".      

   La ciudad debe su nombre a su fundador, Francisco Piria de Grossi, hijo de inmigrantes genoveses. 'Piriápolis' significa la 'ciudad de Piria'. Él la fundó por el año 1893 llamándole "El balneario de Porvenir", pero la gente le asignó el nombre de su fundador. El objetivo de éste era transformarlo en un destino turístico de estilo europeo. Francisco Piria fue un empresario, inventor, escritor, político y alquimista, cuya acción  incansable dejó huellas en Montevideo, Piriápolis y hasta en Buenos Aires. El Castillo, el Hotel Piriápolis (hoy llamado Colonia Escolar de Vacaciones), el Argentino Hotel, la Fuente de Venus, la Fuente del Toro en el cerro del mismo nombre, un Cristo Redentor en el Cerro Pan de Azúcar,  un tren entre Piriápolis y la ciudad Pan de Azúcar,  etc. Todo un personaje. La Iglesia que no es Iglesia fue mandada a construir por él y luego ofrecida a la Curia, que no aceptó consagrarla porque, según ellos, tenía símbolos alquimistas. A la muerte de Piria el edificio quedó abandonado y se ha ido deteriorando con el tiempo.    

   El trayecto hasta el Castillo Piria se me hizo más largo de lo que esperaba. Las varias pendientes y el desconocimiento de la ubicación  exacta influyeron en el ánimo. Pero al fin llegué. Estaba a casi 5 kms. partiendo de la Rambla. Hermoso palacete ubicado a unos 400 mtrs. de la carretera, con una entrada imponente y un camino de palmeras. Una serie de estatuas adornan el jardín frontal mientras a un lado se extiende un verde parque. En él se erige un especie de kiosco u odeón construido en madera. ¡Es muy hermoso! A los visitantes se les permite la entrada a un par de salones y a las caballerizas y lugar donde se guardaba el carruaje. Se conserva mobiliario de época y un coche de tracción animal también de época. En las salas abiertas al público  se exhiben obras de artistas nacionales. Desde lo alto del odeón se observa, en la punta del cerro Pan de Azúcar,  el Cristo Redentor de Piria.  

   En otro sector de la ciudad más cercano, se levantan las otras obras traídas por Piria para su ciudad balneario: la Fuente de Venus (¡bellísima!) y la fuente del Toro, ubicado a mitad de altura del Cerro del Toro. Visité ambos lugares y esculturas luego de reponer fuerzas con un opíparo almuerzo, el más caro también: 25 mil pesos chilenos. Eran, para mi sorpresa, DOS chuletas de cerdo con sendos huevos fritos, papas ídem, cebolla y pimentón caramelizados,  acompañado todo con una bebida. Esta vez no quise agregar ni cerveza ni vino, para que no vayan a creer que soy alcohólica, 😂 😂. Luego de ese banquete me dirigí al cerro en cuestión, pero no llegué a la cima, pues no quise abusar de mi débil cuerpo, 😉. Al final del día caminé 21,7 kilómetros (32.588 pasos). 

   Mis últimas actividades oficiales en la ciudad fueron la compra de alimentos en un supermercado, la compra de una "remera" de recuerdo (polera) y el disfrute de la puesta de sol, que estuvo espectacular. Las fotos obtenidas son preciosas, aunque para los piriapolenses pueda ya no constituir novedad.  Me voy de la ciudad feliz de haber estado en este pequeño rincón del mundo, que un emprendedor soñó con transformar en el mejor balneario de Sudamérica. ¿Y las hormigas piriapolenses? Seguirán trabajando las obreras, mientras las otras, bastantes, observan, vigilan y sacan cuentas alegres. Por otro lado, cerca de aquí, "5 hombres están en diálogo profundo". Así versa el título de la escultura de Eduardo Keldjian. ¡Imagínense a Biden, Putin, Xi Jinping, Zelenski y Netanyahu! ¿Será posible un diálogo? ¿...? Hasta pronto. 








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