- Listo su Capuccino, Principessa- exclama el joven, al dejar sobre la mesa lo solicitado unos momentos antes.
- Muchas gracias- exclama agradecida, acercando sus labios al borde del tazón de vidrio que contiene su coffe favorito. -¡Exquisito! ( el capuccino, jajaja) .
- Jajaa-, se carcajea la Principessa, exclamando: - ¡Esta vez no me quedó con grumos!!!!
- Muchas gracias- exclama agradecida, acercando sus labios al borde del tazón de vidrio que contiene su coffe favorito. -¡Exquisito! ( el capuccino, jajaja) .
- Jajaa-, se carcajea la Principessa, exclamando: - ¡Esta vez no me quedó con grumos!!!!
El día languidece, la noche ha caído casi en su totalidad. Los pálidos rayos agostinos, que no pasaron de ser tibios durante el día, dieron paso a una gélida brisa, que hiela el cuerpo de la Principessa, en los instantes en que sale a la terraza y luego, al pasillo frontal del palacio, a observar el atardecer sobre el reyno (y a saludar a algún entusiasta súbdito que merodea por la Plaza de los Héroes) .
Siente que ya ha pasado el triste y, al mismo tiempo, más hermoso momento del día para ella; esos breves instantes en que la luz de la tarde se escurre tras los cerros, la montaña y los edificios, al son de las notas del piano que deja caer sus melodías cual tintineantes gotas. Instantes en que las sombras invaden inexorablemente el "breve espacio " en que habita con sus objetos queridos y sus recuerdos. Momentos en que los sentimientos y las emociones suelen desbordar incontenibles ante la ausencia. Le acompañan Di Blasio, Milanés, Yiruma, Jeon Soo Yeon,,,,, aminorando el dolor.
Ha pasado la hora de la modorra y de la nostalgia. ¡Ya está de vuelta! Se levanta de su trono, jajaja ( sillón favorito) y se prepara un nuevo Capuccino ( esta Principessa, con tanto coffe&milk, va a terminar obesa). Aprovecha el "levantamiento" para lavar la loza de su almuerzo aunque sus manitas quedan casi congeladas. Su celular informa que hay 11 grados de temperatura, pero al interior del palacio. ¿Qué sabe el aparatito aquél del frío que se siente afuera, que no debe ser más de 5° ?
Hace un rato, luego de vencer el relax post-almuerzo, terminó de leer una novela. Felizmente, su redistribución horaria le va a permitir descansos más dosificados y seguidos, lo que redundará en su salud física y, obviamente, mental. Claro que anoche le sucedió algo extraordinario y nunca vivido (jajaja) ¡Verdad!! Resulta que hoy iniciaba su trabajo con un nuevo grupo y, para comenzar con el pie derecho , se preocupó de revisar muy bien su material ayer tarde. Sin embargo, se acostó un tanto inquieta, y aunque no tenía el sueño de todos las noches anteriores, decidió, igualmente, apagar la luz de su aposento temprano y cerrar sus ojitos. Durmió bien hasta las 12,30 aprox. Luego, era cosa de quedarse dormida y soñar con diapositivas de las que debía utilizar en sus clases.
Despertaba, se acomodaba, volvía a dormir y vuelta a las diapositivas. Sucedió lo mismo unas 4 veces, hasta que optó por sentarse en la cama y disponerse a leer, lo que estuvo haciendo entre las 2 y las 4 de la madrugada. ¡Qué locura! A esa hora decidió aprovechar sus dos últimas horas de sueño que le quedaban y ¿a que no van a adivinar? ... ¡Volvió a soñar con dispositivas! Parecía un mal chiste la situación. Al final, cuando sonó el celudes (celular-despertador, jeje) suspiró con alivio.
El grupo con el que trabajó era numeroso, más de 30 alumnos y bastante participativos, lo que le exigió más de lo pensado. Lo anecdótico del caso es que le tocaron casi todos los alumnos de los que se había despedido la semana pasada y a quienes había deseado suerte (jajaja) y varios más, completamente nuevos. También resultó divertido el hecho que la sala asignada estaba en el tercer piso, donde no se escucha el timbre y en las tres clases, casi los dejó sin recreo, jajaja. ¡Pobrecitos! Incluso su alumno regalón, del grupo de los jueves ( un Bryan onda jamaiquino), fue a saludarla a la sala y la molestaba porque, según él, tenia castigados a los alumnos, sin recreo, jajaja
- Resultado pedagógico de hoy: muy bueno, a pesar de los sueños powers que tuve, jajaja- evaluó la Principessa.
Llegó a palacio, contenta hambrienta y ...verde ( pero no de rabia, ¡NOoooooo! Hoy se vistió de esa tonalidad, jejeje). Saludó a sus queridas plantas y flores, prendió el piano, se cambió de ropa y se dispuso a calentar su almuerzo. ¡Adivinen la novedad! ¡Cochayuyooooo! jajajaja, de nuevoooooo.
Menú: una alcachofa un tanto trasnochada ( pero no con resaca), casi una tortilla de cochayuyo (3/4 tortilla) y guiso de ... ¡cochayuyo!, jajajaja. ¡Qué variedad, dirán ustedes! No muy variado, la verdad, pero al parecer, bastante sabroso y nutritivo. Además, recuerden que nuestra Principessa no cocina mucho los días que tiene trabajo, por ello lo hace en mayor cantidad durante el domingo. En todo caso, les comento que aunque ya van tres días cochayuyescos, aún daría para un cuarto y quinto, pero vi que dejó dos porciones en el congelador, jajaja. Por suerte, si no terminaría transformándose en la Principessa del Cochayuyo, jajaja, en la Sirenessa o Sirenita ( aquéllas deben comer hartas algas, hummm) .
Bien, Principessa. Ya has escrito bastante y es hora de que prepares unas tostadas para tu once. Pronto se inicia tu teleserie favorita ( la única que ves y has visto en mucho tiempo), licencia que puedes otorgarte ahora que ya no eres una adolescente ( jajaja) y que te queda más tiempo libre. Luego, debes revisar las últimas tareas, para enfrentar un nuevo desafío el día de mañana : un nuevo grupo la espera, aunque en la jornada de la tarde. Ello le permitirá levantarse a una hora más civilizada, jaja.
Así que, bon apetite, Principessa (o Sirenessa, jaja) y hasta tomorrow...
No hay comentarios:
Publicar un comentario