martes, 6 de agosto de 2024

En la Terminal con Tom Hanks...

   Lunes 5...

 Ha resultado cansador estar a la espera de que pase el tiempo y llegue la hora de ir a retirar mi equipaje para partir al Terminal de buses de Flores. Después de almorzar, revisar las redes e ir a comprar al Supermercado Latorre lo último que llevaré con los pocos billetes que me quedan, sólo me queda esperar. ¡Y pensar que hasta tuve planificado recuperar dólares si no podía gastar todo y me quedaban billullos! Y ha sucedido lo contrario: si mañana durante el día se me ocurre comer, estaré en aprietos, 😂 😂. ¡Nunca tanto! Si se me terminan los quetzales, pagaré en dólares no más. Me quedan chorrocientos, 😂 😂.  

    Desde mi atalaya, miro la Isla Flores y a ratos me pareciera estar mirando la Costanera Valdiviana desde el Puente de Las Ánimas. Se ve bello, bello, 🤩🤩. Recién compré un agua heladita en el supermercado y ya está a temperatura normal. No faltará mucho que esté tibia. Los 34 grados se han hecho sentir hasta en el Mall, en el que, por lo menos, algo se puede capear la canícula. El calor aumenta la picazón de mi cuerpo, que ha sufrido el ataque "insecticida" desde que fui a los sitios arqueológicos. De nada sirvieron las amenazas ni el repelente para que no lo hicieran. Al final, de tanto repelente, parecía yo la intoxicada y los bichos "muy bien , gracias". Ni los pies ni la cara se han salvado, además de piernas, hombros y brazos. Y bien virulentos que han sido, como puedo darme cuenta por los efectos. Suerte que tengo la vacuna contra la fiebre amarilla, porque seguro que uno puede llegar a adquirirla, pues las aguas de lagunas, lagos y ríos no me han parecido muy recomendables para el baño. 

   Al otro día, martes 6...

    Nueva espera, esta vez en el Aeropuerto Internacional de la Aurora en Ciudad de Guatemala. Llegué acá a las 6 a.m. y unos minutos más, merced a un uber que me fue a buscar al Terminal de Buses ADN o algo así. Sucede que el lunes 5 a las 19 hrs. estuve por 9 horas en un bus de los grandes, un piso, en el que preferí comprar pasaje porque anhelaba viajar en buses como los de mi país, echada para atrás, con un asiento relativamente confortable, en lugar de venirme en un minibús, en que uno se entera hasta qué desodorante usa el vecino...¡o si no lo usa, 🤭🤧! 

   Ayer, antes de recuperar mi equipaje, que había dejado al mediodía en "La Casa de Doña Gladys" (así se llamaba el hospedaje), almorcé, observé el paisaje, escribí un poco, fui al baño, 😁😄, fui por última vez al supermercado y me dediqué a disfrutar de un aguacero de padre y señor mío que se dejó caer a eso de las 16,30 en Flores. A ratos amainaba, en otros hacía rechinar el zinc del techo. Trajo un poco de frescura -pensándolo bien, harto poco la verdad- al calor ambiente, que seguía marcando 34 grados. Siendo las 17,30  -todavía ayer-  volví al alojamiento, cruzando ese lindo puente. El agua se había calmado. 

   Ya en posesión de mi equipaje esperé una moto-taxi o tuk-tuk, que me llevó al Terminal de Flores. Allí aproveché de cambiarme de ropa, de vestido a pantalón y blusa taquillera, que por enésima vez me la puse al revés de los cristianos, 😂 😂.  No quise volver a entrar al baño, pues estaba casi inundado, no sé si de agua o de orina, 🤢🤮. ¡Cosas que pasan! En todo caso, fue una suerte que me cambiara, porque si el bus tenía algo bueno era el aire acondicionado. Iba a necesitar abrigo si debía viajar en él toda la noche. Otra cosa positiva: viajábamos bien pocos, no creo que más de una docena, así que cada cual se instaló dónde quiso, que fue lo que sugirió también el asistente. Una veterana que iba delante mío echó todo lo pudo su asiento hacia atrás, 😒🤨. Debí cambiarme. No tuve más problemas de ese tipo, pero sí de otro... ¡No me creerán que los asientos no eran parejos! Me explico, eran lisos, lisos, pero algo inclinados hacia...¡adelante! La verdad a mí me pareció un bus refaccionado, de ésos que han sido eliminados en Chile, porque ni tenían número los asientos. Esa es mi teoría. 

   Por lo tanto, me trataba de arrellanar en el asiento y me resbalaba hacia adelante, 🤭😬, sin tener siquiera cinturón de seguridad,  aunque hubiese quedado colgando,  😂 😂.  Pero, no teman, encontré la solución. Me senté con una pierna doblada y ella servía de barrera para que no terminara en el piso del bus, 😂 😂. Durante el viaje dormía y despertaba (esa mañana había despertado pasadas las 3 a.m.) en forma intermitente, mientras sentía los saltos del bus (seguro que los amortiguadores eran los originales, ☺). De pronto, desperté asustada: ¡habíamos llegado y eran las 4,11 a.m.! Mi idea era esperar que llegue el nuevo día  -¡bravo!-, para irme al aeropuerto, dejar en custodia mi equipaje y salir a patiperrear por los alrededores, que, según datos de Google, tenía varios espacios verdes. 

   Me fui a asear al baño (éste sí estaba seco). Poco es lo que pude hacer, pues ni toallas húmedas tenía, pero un pañito para limpiar mis anteojos me salvó la vida...y el honor, 😂 😂. La sala de espera estaba sobrada de sillas. Algunos (éramos 8 en ese momento) se tendieron en los asientos y se pusieron a dormir. Otros, nos aguantamos. Mientras tanto, el policía a cargo conversaba con un par de pasajeros. El 👮‍♂️, como los otros vistos en distintas partes, estaba armado. Se me había terminado el agua bebestible y debía tomar mis remedios. No podía arriesgarme a que me dé un patatús,  por lo que, a pesar del arma, le pedí al Sr. Policía un poco de agua. Accedió y me llenó la botellita, mientras yo le sujetaba el arma...¡No, es broma! 😂 🤣.  ¡Se imaginan!  Aunque debo decir que, en general, algunas personas son bien confiadas. Por ejemplo: el domingo 4 fui a comprar a un local de artesanías en Isla Flores y como parecía era su primera cliente, no tenía vuelto. Me pidió que lo espere y salió por unos minutos. Los únicos  que quedaron al interior eran dos niños, de unos 3 a 5 años, no más,  que salían y entraban pues estaban jugando. A mi alcance había una buena cantidad de joyas de jade, incluso. Obvio, yo me comporté como chilena que soy, 😂 😂, ¡bien, pues! Corrijo, como chilenos que éramos, antes de que se desatara, paulatinamente, esta ola delincuencial.

   A las 6 solicité un uber. El 👮‍♂️ me acompañó todo el rato mientras llegaba el vehículo e incluso me ayudó a subir el equipaje al maletero. Me quedó una duda, eso sí. Aunque él respondió que era policía ante mi consulta, a mí me tinca que era guardia "no más", porque cómo es posible que se dediquen a cuidar empresas privadas. Más bien creo que son guardias, pero con autorización de usar armas, lo que hace falta en nuestro país. Además, no sabía dónde estaba Chile ni que hablábamos español. De todas maneras, su falta de conocimiento se compensa con su amabilidad y función práctica.  

   Llegué al Aeropuerto Internacional de la Aurora sin problemas, en un periquete, gracias a 47 quetzales, = a $6.300 (debí desprenderme del uuuuuúltimo billete de 100 que me quedaba). Ingresé preguntando dónde estaba la Custodia o Consigna (así me había aparecido en Google, con precios y todo), pero me dijeron que no había. ¡Nooooooo! 😥😢😭. Después averigüé que google no mentía, esa empresa existía  pero a unas cuadras de acá. El reloj marcaba algo más de las 6 a.m. Mi idea original "era" dejar el equipaje a resguardo y salir a patiperrear, para aprovechar de conocer otros lugarcillos, hasta que llegue la madrugada próxima en que emprenda el vuelo. Pero ...🎶 todo se derrumbó, dentro de mí 🎶 🎵.  Cambio de planes, entonces:  voy a filmar una nueva versión de la película de Tom Hanks, 😂 😂.  ¡Qué lata! Bueno, no tanta, porque estoy aprovechando de escribir y de no quedarme dormida sobre una silla, toda desparramada, como una borrachita. Logré encontrar cargador, me conecté al wifi del aeropuerto, estoy en el patio de comida, frente a una italiana residente en Guate, que también buscaba como desesperada dónde cargar su celular. Logré ingresar a un baño recién limpio y me cambié de ropa. Todo bien, todo pasando. Me tomé todo el agua "policíaca" y ahora procederé a buscar qué comer. Comí ayer a las 14 horas. No tengo hambre, pero debo alimentarme con algo más que unos nachos. El olor a comida chatarra es desesperante (no me agrada). Volvió la italiana, así que ahora saldré  yo.  
  ¡Albricias! Encontré  ensalada y agua mineral con gas. ¡Soy feliz! La ensalada estaba contundente y alimenticia. Con eso tengo para el día, a ver si logro bajar un par de gramos, 😁.Agua deberé comprar nuevamente, ya se me terminó. Son casi las 14 horas y Simona se ha ido. Ella volará a su patria esta tarde. Me contó toda su vida, 🤣. Le ayudé a hacer su declaración de salida de Guatemala y estaba tan agradecida que hasta me invitó a estar en su casa cuando viaje a Italia, ☺. Me dio su número celular, pero no la pude agregar. ¿Se habrá equivocado de número? ¿A prosópito? 🤔🤔🤭. Capaz, pero también  tengo su Facebook,  así que por ahí la voy a perseguir, 😂 😂.  El que ríe último.... Hasta pronto, 🙂😊👋🖐. 

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