lunes, 6 de abril de 2020

Conspiración...

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    Hace unos días me comentaron acerca del origen del COVID-19 como una acción planificada por el mismo gobierno chino por razones económicas, con el objetivo de perjudicar, especialmente a Estados  Unidos,  su mayor competidor y "enemigo" en este ámbito.  Y aunque inmediatamente pensé en que esta explicación  correspondía a una de los típicos ejemplos de las  teorías  conspirativas que surgen frente a hechos relevantes, no deja de tener cierto sustento "lógico", si le damos una vuelta un poco, claro que a grosso modo. 
    Pero, me pregunto: ¿podrá un gobierno, en aras de una especie de "guerra fría " por el poder económico mundial, sacrificar a su propia gente iniciando un ataque biológico? No sería  primera vez, me dijeron. Y claro,  en ese sentido,  no falta razón.  A pesar de ello, desde el punto de vista humano o humanitario, no deja de parecerme inconcebible que sea así en esta ocasión.     

    Sin embargo, aunque no le di más  vueltas a esta "loca" idea en forma consciente, mi subconsciente me ha jugado una mala pasada. Es poco más  de las 5 de la mañana y he despertado luego de un sueño, al mejor estilo hollywoodense, en que esta teoría había cobrado vida y era más  terrible de lo que se conoce hasta ahora. Toda la población  de Wuhan, lugar de inicio de la pandemia, había  sido "volatizada" ex profeso y allí,  posteriormente, se había  llevado a personas de otros lugares de China para que habiten la ciudad. Incluso en el sueño, yo misma (como si supiera hablar chino, jajaja) había  ido hasta una de las ciudades "fantasmas" para investigar y a poco de andar, al ser descubiertos, habríamos sufrido una segunda "ola" del ataque, lo que quedaba registrado  tecnológicamente para conocimiento de Occidente (muy fílmico  el sueño). Fue tal el impacto de esta experiencia onírica que, al despertar, la tenía  tan patente en mis recuerdos (luces, explosiones, grabación,  gente siendo transplantada a otra ciudad) que decidí sacrificar la continuidad de mi descanso por esta "primicia informativa "(jajaja), porque luego de volver a dormirme, habitualmente, sólo  me quedan  recuerdos borrosos de lo que he soñado.    

Poniéndome en la perspectiva lógica,  debo agregar un ingrediente, desconocido para ustedes pero no para mí,  que seguramente provocó  el sueño: anoche estuve "disfrutando" la película  basada en el atentado de Boston de hace algunos años. Y la  cantidad de explosiones era al por mayor en aquélla. Seguro esas escenas, unidas en mi subconsciente a la teoría conspirativa, unieron los elementos y ¡chachán! , el resultado fue mi sueño... ¿premonitorio? (no, porque ya sucedió el hecho), sueño..."iluminativo" (aclaro, eso sí,  que no había ningún  pajarito en el sueño, menos un murciélago, jajaja)   

Dejando de lado el funcionamiento de mi subconsciente, sigo dándole vueltas al sentido maquiavélico de la teoría conspirativa.  Porque, después  de todo,  Estados  Unidos será  al parecer uno de los más perjudicados (entre otras razones, por la proverbial soberbia de su mandatario), pues ya lidera el número de infectados por lejos y está aumentando a pasos agigantados el número de muertos. En tanto, China ya va saliendo de la pandemia, prestándose a iniciar la etapa de recuperación social y económica. Al contrario,  los demás países están aún muy lejos de aquello, por lo que la recesión que sufrirán (y sufriremos) será catastrófica. En ese escenario, China pasará a predominar el mercado internacional con mayores ventajas que hace poco, en que Trump había establecido una serie de restricciones altamente perjudiciales. Da para pensar, ¿verdad?

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