jueves, 25 de mayo de 2023

Lituania: presente y pasado...

 

   Ya ha amanecido...hace rato. Me costó levantarme pero lo hice. Esta vez, a mi compañera le tocaba levantarse primero. Nos hemos organizado bien, día por medio lo hace cada una. Así la fiesta se lleva en paz y cero roces, que no son gratos en estos viajes. Además, yo hago el esfuerzo de actuar civilizadamente en un 95%, creo. Son pasadas las 7 hrs. Llegan ruidos de vida a través de la ventana abierta del balcón: de vehículos, pajaritos, cuervos. Claro, ya sé que los cuervos también son plumíferos, pero yo le cambiaría la categoría, llamándoles 'pajarracos'. Es más ad hoc y no creo que ellos se ofendan, 😂.

   [Abro paréntesis: no me he olvidado de confidenciarles los detalles sabrosos de la insidia, 😅. Pero es bueno dosificar. Ya les hablé de algunos personajes. Esta vez les contaré de otros. Por ejemplo, del Señor Desaseado (por no decirle el "viejo cochino"). Es un individuo que no ha podido "caernos" bien a ninguna de las dos y a varios más. Viste la misma ropa todos los días y exige trato especial porque usa un bastón. Lo digo porque nos parece que se aprovecha de la primacía de lo políticamente correcto. Viaja con su señora o pareja, una simpática mujer, buenamoza y rubia. En cambio, él, ¡puaj!, ni regalado. En fin, cada cual con su cada cual, su mala suerte, su karma...o lo que se merece. Ya sabemos que en cosas de matrimonios o parejas, difícil es conocer la verdad, pero queramos o no, los gestos comunican, 😉. A la Sra. se le ve bastante más alegre y relajada cuando anda sola y ha tenido que dejar "estacionado" al susodicho,😂. También le "tenimos" a un 'príncipe' Williams en el grupo, para no ser menos. Un señor de más de cincuenta años, un tanto curioso por decir lo menos. Viaja con su hermana, ella, una dama canosa, con sus viajes en el cuerpo, elegante, discreta. Ni recuerdo cómo se llama. Bueno, ni tan discreta, pues con mis propios oídos, estando sentada cerca, sin querer queriendo, le escuché decir que cuando se separó el único hermano que la apoyó fue el príncipe y por ello lo invitó y le pagó el viaje. A este buen hombre al parecer le faltan unas teclas p'al piano (iba a usar "palos p'al puente" pero "sonaba" menos elegante,😅). ¿A qué se debe nuestra apreciación? A que, en ocasiones de alguna salida, se ha presentado con ropa inusitada, como si fuera a jugar un partido de fútbol o en tenida de playa. Un día apareció con pantalones cortos, polera deportiva y un par de parches blancos bien vistosos en una rodilla. Lo miramos y pensamos "¿¡qué onda¡? Se veía desubicado. Observamos otras rarezas similares y llegamos a la conclusión de que 'normalito normalito' no es. A veces anda reconcentrado y silencioso; otras, le da por imitar al guía español y saca risas de sus cercanos. Pero un día lo vi furibundo; fue cuando iniciamos el viaje por el Fiordo de los Sueños en Noruega. Las gaviotas volaban sobre nosotros y casi nos picoteaban y agarraban a aletazos. El guía inmediatamente nos avisó que nadie debía lanzarles comida. Mi compañera estaba asustada con la agresividad de las aves; ya se veía en una película de Hitchcock, siendo devorada por los pájaros. Las palomas siguieron, perdón, las gaviotas, 😂, y esta vez subió el Capitán para señalar lo mismo. Luego vi al príncipe indignado, diciéndole a su hermana: ¡Y qué! ¿Me van a echar del barco acaso? ¡Qué se creen! Y otras lindezas que prefiero no transcribir. Así que quedó clarito que algo de ajuste le falta. Y, por último en esta ocasión, le tenimos a Morticia (bautizada Teresa; bueno, no sé si la bautizaron). Es una de las más provectas (¡miren quién habla,😂!) según se lo escuché a ella misma. Es alta, bien delgada, morena con rasgos andinos, cabello muy largo, liso, negro y suelto al viento y a la brisa, 😁, ojos oscuros, rasgados y bien pintados. Trata de ser la primera siempre en las fotos, en el baño, habla fuerte, apura a las que pasan al inodoro si no ha sido la primera tocándoles la puerta, se ríe destempladamente y mete la cuchara en todo, como casi todas, 😂. Sólo unas pocas son discretas y menos extrovertidas. Esta buena mujer viaja con su hijo, un joven de 33 años (por ahí se lo escuché), alto, flaco, aceitunado de piel, el primero en casi todo (fotos, poses, bañarse en el mar Báltico y grabarse, obvio), pero es simpático, saluda a todos, comparte sus fotos, ayuda si se lo piden. Se llama Percy (nombre literario, apócope de Percival). Dejaré otras confidencias para la próxima vez. Cierro paréntesis].

   Abandonamos Jūrmala y luego Riga a las 8,30. Teníamos bastante por delante ese día, por lo que lo programado no permitía demoras ni otras actividades. Luego de un lento paso por Riga producto de los atascos habituales de cada mañana, tomamos el camino hacia LITUANIA o Lietuvos Respublika  el tercer y último  país Báltico, aunque con la mayor población de los tres (casi tres millones de habitantes). Casi no nos dimos cuenta cuando cruzamos la frontera, pues, como sucede con los integrantes de la Unión Europea que pertenecen al llamado 'Espacio Schengen', se eliminan los controles fronterizos, lo que facilita y disminuye los tiempos de viaje. ¡Por suerte! Cambiamos de bandera, entonces, y comenzamos a ver algunas colinas, mientras los campos se vestían de verde y amarillo (debido a la siembra de raps estos últimos). Muchos árboles también aparecían en la ruta, abedules, robles y pinos principalmente. En general, ésta ha sido la tónica, a excepción  de Noruega, cuya cantidad de montañas, islas, lagos y fiordos cambian el relieve con respecto a los demás países recorridos.  

   Como a las 11 de la mañana hicimos una parada, en un lugar muy especial, a 12 kilómetros  de la ciudad Siauliai, en el Santuario de la Colina de las Cruces. No se sabe con exactitud cómo se inició este peregrinaje. Una de las hipótesis plantea que el sector puede haber sido un lugar de culto pagano y las cruces comenzaron a ser instaladas para terminar con ese significado. Durante el dominio soviético se intentó terminar con el Santuario, pero con resultados negativos. El año 2006 ya se hablaba de 200 mil cruces; quizás cuántas hay en la actualidad, pero son muchísimas. Impresiona ver tanta muestra de fe, desde distintos lugares, con diferentes tamaños, diseños y material. Incluso el Papa Juan Pablo II visitó el Santuario el año 1993. 

    Próxima detención: Restaurante en ruta, con almuerzo incluido y servido en la terraza del segundo piso.Teníamos un espectacular día en lo climático. Desde allí mismo se veía, majestuoso y rodeado por el lago Galvé, el Castillo de Trakai, bellísimo. Bueno, la cuestión es que almorzamos antes de visitar al Sr. del castillo. El almuerzo, bastante rico. Verduras, pollo, puré, panacota de postre y té o café ,gentileza de Travel Express (con lo que nosotros pagamos, 😂). Personalmente amenicé mi almuerzo solicitando una copa de vino rosso, 🍷("copa" es un decir nada más, porque tenía más continente que contenido). A pesar de cuasi-sequía enológica, estaba de mascarlo, 😉. Cabe señalar que resultamos los premiados en la distribución de mesas. Era la mesa "de los que sobran", 😁. Nadie nos guardó asiento y nadie nos invitó a la suya. Llegamos al final pues estábamos en la cola del baño. Así que completamos mesa con los demás no-sindicalizados, 🙈. Y justo nos tocó con el "viejo cochino" y su mujer, el cura y la que dice ser periodista (seguramente lo es). ¡Nada que hacerle! Es el costo de los parias, 😂. Terminado el almuerzo, fui a pagar mi "enorme" consumo de vino. ¡Me cobraron 9 € por ese pichintún! Claro que los pagué y recibí la boleta sin fijarme. Cuando ya partía el bus, frente a la pregunta, conté lo que me había salido la gracia (en Chile, precio oferta Unimarc, por esa cantidad una puede obtener 6 botellas de Sta.Rita). Y alguien responde: "¡Pero si la Naty pagó 4,5 €! ¡Uppss! Miro la boleta y decía  2 wine. Ya íbamos partiendo. Hice parar el bus y el guía chileno me acompañó,. Él sabe hablar inglés. Me devolvieron la mitad, de mala gana. Pero me quedé con la duda: al parecer era un wine doble, así como a veces piden un whisky doble en las películas. En todo caso, si hubiera sido así debieran habérmelo comunicado, no recuerdo que lo hicieran y si así sucedió no lo entendí,😓.   

  Con mis piticlines de regreso nos fuimos al castillo. Balneario, botes, yates, puestos de souvenirs, restaurantes y dos puentes para llegar a la isla en que fue asentado el castillo por orden del Duque de Lituania Kęstutis, ahora museo. Recorrimos las diversas habitaciones, subimos por las escaleras que nos llevaban a los pasillos exteriores de cada construcción y desde la altura podíamos apreciar algo de la extraordinaria obra dado los adelantos de esos tiempos. El Castillo de Lituania data de la segunda mitad del siglo XIV en su mayor parte. Su estilo es gótico con características románicas. Contenía fosos y puentes levadizos. Terminada esta visita no podíamos dejar sin ganar un tanto a los vendedores de souvenirs. Allí nos "pegamos" un rato y luego, de nuevo, seguimos el camino hacia nuestro destino. Demoramos en llegar y el trayecto se nos hizo largo por el calor del día, que luego se transformó en frío cuando subieron mucho la ventilación del bus. En fin, mañosas por el cansancio acumulado. 

  Llegamos a Vilnius o Vilna, capital de  LITUANIA. El asombro se dejó sentir cuando íbamos llegando al sector de nuestro hotel. El cauce de un río canalizado separaba la ciudad, que varios puentes se encargaban de unir. Y lo más impresionante fue que en el sector aledaño al paseo fluvial, en altura ascendente, había una gran extensión de prado por un lado, arena, por otro. En el prado descansaba mucha gente, familias enteras, jóvenes en grupo, gente sola, mientras en el mismo sector pero al otro costado del puente, muchos deportistas de ambos sexos practicaban voleibol, fútbol, básquetbol. Tampoco podía faltar la cancha de skate para los fanáticos de aquello. Toda el área se completaba con el paseo superior para viandantes, ciclistas,  scooters. Nunca había visto tantos adultos y niños usando scooters, casi a la par que las bicicletas. Y, como guinda de la torta, árboles y parques por doquier. Desde el lado del casco histórico que fue por donde ingresamos al cruzar el puente parecía que estábamos ingresando a Nueva York, edificios muy altos y modernos, uno de ellos, nuestro hotel, de la cadena Radisson Blu.

  Apenas quedamos instaladas, bajamos para tener un baño de calle. Primero nos fuimos al  centro comercial a unos pasos de nuestro alojamiento, a examinar los productos 😁. Nada interesante o algunos pero muy costosos. El resto, restaurantes, cafeterías, comida rápida. Después, a caminar por el boulevar en dirección al puente, donde además de cafés nos encontramos con un pequeño supermercado 24 horas. Ingresamos con tarjeta, elegimos jugos y después los dejamos, pues se pagaba con tarjeta. Nada qué hacer. Los precios eran buenos  pero el sistema no se ajustaba a nuestro estilo en el extranjero. Yo, cero tarjeta fuera de Chile. Sin logros a nuestro haber, nos dispusimos a ver la puesta del sol desde el puente. Algunas nubecillas impidieron belleza panorámica nivel Dios, pero era aceptable a escala humana. Eran las 21,30, hora de recogerse  a nuestros aposentos.   

   Al día  siguiente, a las 9 hrs. ya estábamos  arriba del bus para emprender el recorrido del centro histórico. Lo hicimos a cargo de un guía  local  llamado Andrés. Al llegar a la única puerta conservada hasta hoy de lo que fue la muralla defensiva de la ciudad, la Puerta de la Aurora, continuamos el tour a pie. Entre subidas y bajadas en estrechas calles adoquinadas, fuimos tomando conocimiento y contacto con varios edificios de la diversidad religiosa existente en el país, aunque predomina el credo católico por sobre los otros (77%). Vimos templos católicos, ortodoxos, luteranos y hasta judíos, con sus distintos estilos (románico, barroco, gótico y también mezclas). En un templo ortodoxo al que bajamos a la cripta nos encontramos con una bella ceremonia cantada, que nos erizó los pelos. Las voces eran preciosas y los que cantaban eran dirigidos en las oraciones y cantos por un par de sacerdotes.  En uno de las iglesias católicas encendí una velita por mis queridos deudos. 

   Hermoso el centro histórico de Vilnius o Vilna, capital de LITUANIA. Vimos el inicio del barrio judío, una lámina en homenaje a las víctimas caídas en la guerra, llegamos hasta algunas dependencias universitarias, a unos pasos del Ayuntamiento y su plaza, así como del Palacio Presidencial. En todos aquellos edificios, flameaban conjuntamente la bandera lituana, la de la Unión Europea, la de Vilnius y la de Ucrania, como sucede en todos los países bálticos y los otros que hemos visitado. Terminamos el tour en el sector de la Catedral, una espectacular construcción con su campanario separado de la Catedral misma. Allí nos separamos y por grupos partimos de shopping y demases. Nosotras comenzamos visitando varias tiendas. Por allí vi unos zapatos que me gustaron y quedé de pasarlos a buscar a la vuelta si no encontraba otros. Buscamos como desesperadas locales de 'suvenyrai" y no logramos dar en el blanco. En el intertanto, mi compañera acusaba signos de cansancio y fatiga, tanto así que ni siquiera deseaba almorzar. Así que la acompañé al hotel y volví a salir. Eran recién  las 14,30 hrs. Y teníamos toda la tarde libre, había que aprovecharla, aunque quedara con las patas en la mano. Siguiendo el recorrido del bus y reconociendo lugares, logré llegar a la Catedral y cerca de allí, di con un restaurante  que tenía unos 4 comensales. ¡Esta es la mía!, me dije. Y claro, tuve toda la razón. Almorcé un rico salmón grillado con arroz y ensalada. Tenía calor y allí no tenían wine, sino beer. Así que solicité la que me tincó: una "bock Madona". Cuando tuve la cerveza abierta en la mesa, me di cuenta de la gradación y del tamaño, 😱. Me la sirvieron a temperatura natural por lo que debí pedir hielo y la cosa se arregló. Rica la cerveza, aunque casi me noquea, 🍺.La comida estuvo bien rica y sólo gasté 11,5 €. Lo mismo (gaseosa en lugar de cerveza) me salió por la módica suma de 44 € en Bergen, Noruega. ¡Vaya diferencia!

   Caminé mucho ayer tarde (28 kms.) hasta que encontré los locales de souvenir, entré a otro templo en que estaban en un servicio cantado muy hermoso (sólo unos breves instantes), fui al Bastión de la Muralla Defensiva, hoy Museo, en que había actividades para niños. Finalmente, me compré los zapatos y luego de una reparadora ducha, salimos a ver la puesta de sol con Mariana, que ya se sentía  repuesta. 

  Pensaba terminar esta historia ayer noche, pero el cansancio y sueño me lo hizo imposible. En todo caso fue lo mejor. Faltaba algo muy importante que ver en LITUANIA, un lugar en el camino que emprendimos hoy a POLONIA. Este lugar se denomina "Grutas Park", conocido como "El mundo de Stalin". Es un parque que combina y equilibra lo oscuro del régimen comunista soviético con especímenes de un parque zoológico. Los lituanos, al recuperar su independencia en los años 90-91, en lugar de destruir las estatuas y monumentos del período soviético, desmantelaron todo aquello y lo llevaron a este lugar, conjuntándolo con un zoo para aligerar la carga simbólica, aunque no se pueda lograr completamente. Nos encontramos con vehículos de guerra y de trabajo, un par de máquinas de ferrocarril donde eran trasladados sus prisioneros (judíos y lituanos) muchos de ellos deportados a campos de concentración cercanos o a Siberia y 86 estatuas de aquella época. La idea de los lituanos es no olvidar la historia. Cuando recorrimos el Parque, a un ritmo de persecución, no pudimos no quedar impresionados por la cantidad, el tamaño y el culto a la personalidad de Lenin, Stalin y otros camaradas cercanos. En algunas fotos posamos al pie de las estatuas, para que esto sirviera de referencia a la altura. Es cierto que no somos muy grandes que digamos, pero creo que, a lo menos, algunas medían unos 6 metros de altura. De los animales no me preocupé mucho (quiero decir, de los caprinos, marsupiales, cisnes, etc.), preferí enfocarme en los de piedra y bronce. ¡Fuerte encontrón con una realidad dolorosa que les tocó vivir a los lituanos y de la que no están exentos en la actualidad, siendo vecinos de Bielorrusia, país partidario de Rusia, además de tener a poca distancia el enclave estratégico de Kaliningrado. Precisamente hoy día había aumentado la cantidad de militares alojados en el mismo hotel que nosotros: a los alemanes que vimos ayer, se habían agregado hoy franceses e italianos. No habíamos visto un movimiento así, lo que no dejó de preocuparnos, pensando en lo cerca que estábamos de la frontera con el amigo de sus amigos. 

   Me gustó  mucho lo que conocimos de LITUANIA: su paisaje verde-amarello, sus abundantes y exuberantes  bosques, la amabilidad de la gente, la preocupación por una vida tranquila y sana en medio de la ciudad, el rescate y no olvido de su historia. Seguramente hay muchos aspectos que destacar, pero me quedo con éstos para no alargar el relato. Buenas noches por acá.  Hasta pronto. 

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