En esta ocasión, ubiqué al Agente Topo en Marte, no porque me haya extraviado completamente de contexto y ya por efectos de la edad esté chocheando. ¡Nada de eso! La explicación es simple y sencilla: fue una extrapolación y analogía, resultado de lo que había visto (el documental) y mi lectura diaria. Acabo de terminar de leer Marte Verde, segundo volumen de la Trilogía Marciana de Kim Stanley Robinson, y he aquí lo que ha sucedido.
Mientras tanto, ya hay dos generaciones de nativos marcianos, población que se hace cada vez más numerosa. Los que no viven y trabajan camuflados entre el personal de fábricas y empresas meganacionales, viven en refugios escondidos, tratando de pasar inadvertidos para el Comité de la Autoridad Transitoria, cuyos miembros 👮 son el brazo policial de las meganac. También existen ciudades o villas "demimonde", a la vista de todos, pero con una actuación neutral y discreta.
En la Tierra, el dueño de una de las transnac, cuya acción se diferencia de las demás en que, además de buscar beneficios, también contribuye al desarrollo de las naciones en las cuales se involucra, se interesa en llevar adelante un programa de apoyo a la Resistencia marciana. Y aquí es donde entra a tallar el "Agente Topo", Art Randolph, a quien se le prepara y selecciona para introducirse en alguna de las células de la Resistencia.
Cabe señalar que la generación "issei", como se le llama a los Primeros Cien (de los cuales sólo van quedando 39 luego de la fallida Revolución del 61) sigue siendo fuente de inspiración y guía del movimiento marciano, ahora todos en el mismo sector, aunque oscilando desde la postura más extrema a la moderada en cuanto a los métodos "revolucionarios", lo que también sucede con las generaciones nativas. Todos coinciden, eso sí, en la urgente necesidad de un gobierno autónomo e independiente de la Tierra, que mantenga relaciones de mutua cooperación con el planeta originario. No en vano, todos son humanos. El problema surge cuando se hace necesario una base común de principios y métodos para organizarse bien y llegar, esta vez sí, a un buen resultado, sin que aquello signifique una guerra civil. La tarea es ardua, con avances y retrocesos, sin que se asegure que el grupo de los "rojos" (los ambientalistas más acérrimos y defensores del estado primigenio del planeta rojo) deje de realizar atentados por su cuenta.
Mientras tanto, en la Tierra, el caos subsiste y se agrava. Las epidemias, el hambre y la guerra causan estragos, y sólo un tercio de la población tiene acceso al tratamiento gerontológico, lo que también es causa de numerosos y cruentos enfrentamientos. En la otra vereda, las trasnac se siguen fagocitando y luchando entre sí por el poder mundial. Siendo ése el estado del arte, se produce la fractura de parte del casquete polar antártico, lo que trae como consecuencia una catástrofe de nivel planetario: la inundación de todas las ciudades costeras del planeta. Es el momento clave para comenzar el movimiento en Marte, cuyo resultado tiene todos los elementos de los grandes eventos históricos.
¿Por qué Marte "Verde"?
A la par de la lectura, he ido revisando numerosos videos acerca del planeta rojo, cuyos datos científicos son absolutamente coincidentes con los presentados en la trilogía, a excepción, obvio, de la acción humana en él. Ello me ha llevado a aprender de todo un poco: de fenómenos físicos, químicos, biológicos, sociológicos, ecológicos, geológicos -o, mejor dicho, areológicos (por "Ares", el otro nombre de Marte). Así que, sin pertenecer a consorcio alguno, mis ganancias han sido extraordinarias. En imaginación, entretención, aprendizaje y amplitud de perspectiva. ¡Qué mejor! Hasta pronto.
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