miércoles, 8 de mayo de 2024

México lindo y querido...

   

    Llegar a la capital de los Estados Unidos de México fue toda una odisea. ¡Qué viaje más penca el que tuvimos! Sólo íbamos "allí", a unos pasos, en el mismo continente y demoramos más de 13 horas entre vuelos y conexiones. Personalmente no había volado en Avianca, pero tendré cuidado de no comprar pasajes a futuro en esta línea (aunque ya compré para ir al Caribe en junio, 😢😭). Los asientos son estrechos, no se pueden reclinar y lo más importante, ¡no te dan nada de comer! Todo debes pagarlo; a lo máximo, puedes ir a buscar tú misma un vaso de agua  (porque no te lo llevan al asiento). Ese es el máximo servicio gratis. Hambrientos, cansados y algo sacudidos como en coctelera llegamos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a mediodía del lunes (dos horas menos que en Santiago de Chile).  
     Una vez en el aeropuerto nos vimos en la obligación de hacer lo de siempre: migración, retiro de equipaje y revisión por scanner. Aprovechamos, antes de irnos al hotel, de cambiar dinero, que tenía buen precio. Luego, al bus, al hotel y completar el lento trámite del check in para 29 personas, 28 viajeros y el guía chileno, Vicente. Llegamos a la habitación a ducharnos y a descansar un poco. ¡Qué  alivio! Aunque teníamos una cena a las 20 horas, salimos con América a caminar por los alrededores, fotografiar lo fotografiable y servirnos un tentempié, que nos permitiera llegar sin fatigas a la cena. Hay que considerar que no habíamos comido nada "decente" desde hacía más de 24 horas. Nos metimos a un local de medio pelo, en el cual terminamos pidiendo 1 menú para las dos con cerveza mexicana 🍺,Tescate. Elegimos una hamburguesa, ensalada y papas fritas. ¡Quedamos pochitas! Estaba muy sabrosa la comida. Allí nos dieron indicaciones para llegar a un local con artesanías varias y efectivamente llegamos al lugar indicado.

  Mercado de los Insurgentes se llamaba la feria artesanal. ¡Una verdadera maravilla en joyas, souvenirs, loza, ropa, manteles y adornos varios! Nos entusiasmamos preguntando precios y comparando. Compré una que otra cosita como para ir probando, 😉.  Había unos paños, blusas y vestidos bordados que daban hipo. Así era el precio también, 😒. De todas formas, igual algo de aquello acarrearé a mi regreso. Pero aún hay tiempo para vitrinear, comparar y regatear. ¡Bien!    

    Luego de una exquisita cena servida, con un té de Jamaica de refresco (muy parecido al Ice tea que venden en latas o botellas) nos fuimos a descansar después de ese primer acercamiento a la capital mexicana. Al día siguiente, había que madrugar, lo que todos hicimos excepto un par de personas que nos hicieron esperar arriba del bus. Ya salimos atrasados en unos 15 minutos, lo que podría haber sido el indicio de que algo más podría pasar en el transcurso de ese día, como realmente sucedió. ¡Dos veteranas perdidas! (toco madera, 😂) en el transcurso de la mañana, en distintos momentos, lo que nos ocupó una preciosa hora de nuestro tour. ¡Esto de llegar a viejos, para algunos más que para otros, se torna de pronto en una situación bien invalidante! El problema se agrava si a lo anterior se le agregan algunas facultades disminuidas (que conste que no hablo de problemas de desplazamiento, 🙈 ) y la porfía  o sordera. Porque si dicen que la hora de encuentro es tal y en dicho lugar, para qué ir a otro lugar a esperar, 🤣 🤣 🤣.  En fin, de todo hay en la viña del Señor...

  Nuestro primer encuentro con la historia mexicana lo tuvimos cuando llegamos al Zócalo Plaza de la Constitución, una explanada gigante, según Jesús, el guía mexicano, la tercera más grande del mundo. 

    [Entre paréntesis: el guía local que nos acompaña, un adulto de casi 40 años, según propia confesión,  es mexicano a lo mero macho, 🤣. Lleno de tatuajes, casi sin cabello en la testa, algo chaparrito y morenazo, 😂. Es muy simpático, con un "hablamiento" muy fluido y adornado de expresiones populares. Informadísimo, psicólogo de profesión, carnicero de oficio y algo más que en este momento se me olvida. Y, lógicamente, muy entusiasta con todo lo nacional. Todo lo que va mostrándonos es lo más grande o lo más antiguo, o al menos está en el top 3 a nivel mundial. A veces no sé si creerle o no, 😂 😂. Cierro paréntesis].   

    El Zócalo es grande en extensión y lo están ampliando más. Rodean esta explanada un área de Mercaderes, un par de edificios gemelos del siglo XVIII, el Palacio Nacional donde reside el Presidente López Obrador y la Catedral Metropolitana. Todos ellos son edificios patrimoniales, de hermosa arquitectura y de gran extensión. ¿Cómo es posible que este lugar guarde tanto peso histórico?, podrían preguntarse. Jesús nos explicó en detalle: los Mexicas o Aztecas, en 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlán en el mismo lugar en que se les cumplió una profecía que los había hecho deambular por 215 años. La profecía decía relación con encontrar a un águila posada en un nopal devorando a una serpiente. Resulta que la muy pilla estaba en el centro de lo que es hoy el Palacio Nacional, donde en la actualidad hay un balcón y una campana. Allí se asoma  -al balcón, que no a la campana; sería más difícil,  😂- , en ocasiones importantes, el famoso AMLO.  
    Luego de tomarnos una foto grupal, fuimos con Jesús -el guía- al sitio arqueológico donde se ven restos de la bella Tenochtitlán. Primero observamos tres maquetas que nos indicaban las lagunas que se ubican en la Cuenca de México, el territorio donde se fundó la ciudad, con sus puentes y sectores habitacionales por castas, ubicándose en el centro el Templo Mayor y otras construcciones que completan el complejo (un altar de sacrificios, por ejemplo). A unos pasos, pudimos ver las ruinas de un sector del complejo que están visibles y visitables, donde se observan cabezas de serpientes con sus colores originales. Asimismo, desde la distancia, se observa un altar de sacrificios restaurado. Cabe señalar que hay una mínima parte de aquel centro espiritual original a la vista, pues se construyó sobre el lugar. Hubo algunos edificios que se echaron abajo para recuperar parte de los extraordinarios orígenes de la ciudad.  
    Posteriormente nos trasladamos al interior de la Catedral Metropolitana, donde un hito importante lo constituyó la historia del Cristo Negro, que con detalles, nos informó Jesús. En dicho relato se mezclan la ciencia y la fe religiosa, pues el ennegrecimiento de la escultura es considerado un milagro por la iglesia y aunque los restauradores de una pieza de la figura con pruebas de Carbono 14 determinaron las extraordinarias características del material de la escultura, no hablan de "milagro", sino de irregularidades, lo que da fundamento a la existencia de algo extraordinario.     
   Desde allí no fue fácil seguir con el tour, no porque hubiera sucedido algo a nivel espiritual, sino porque una del grupo había desaparecido. No se le encontró sino hasta una media hora después en las afueras de la Catedral, sin que por ello este hecho pueda ser catalogado de un fenómeno de telekinesis, teletransportación o algo similar, 😂 😂. Ya recuperada la perdida, nos dirigimos hasta el Palacio de Bellas Artes. Nos costó llegar hasta allá pues había una manifestación popular, por lo que el sector estaba con el tránsito suspendido y mucha presencia de policías. Antes de llegar a conocer de cerca el P.B.A. pasamos por una construcción que, apenas verla, me recordó el Palacio Ducal de Venecia. ¡Y claro! Era una réplica de aquél. Fue construido entre 1902 a 1907. En la actualidad funciona allí el Museo Postal, con la categoría de Patrimonio Histórico Cultural. Ingresamos al edificio, cuyo interior, apenas uno se asoma a su puerta, impresiona por su belleza y lujo. Justo se estaba inaugurando una Exposición de Emprendedores Mexicanos, puestos por los cuales pasamos vitrineando.    
    La manifestación  continuaba en la calle y tenía para un buen rato. Así que la instrucción fue pasar por entre los policías y cruzar sin detenerse por delante de los manifestantes, que resultaron bien pacíficos, por lo que pudimos apreciar. A un par de cuadras estaba el Palacio de Bellas Artes, un magnífico edificio construido entre 1904 a 1934. Ingresamos a la antesala, toda de mármol las paredes, pisos y escaleras. Un construcción realmente imponente. No estaba planificada más que estar unos 25 minutos por allí, que se transformaron en una hora o un poco más, cuando, hecha la contabilidad de los viajeros, se percataron de que faltaba una viajera. Se había quedado rezagada y estaba pidiendo auxilio a través del whatsapp. Luego de realizar dos incursiones de rescate, 😂,  de la segunda perdida, lograron encontrarla sana y salva. Por suerte, porque entre tanto manifestante podría haberse sido otro du destino, 😂. ¡Uff! A esas alturas, con un calor sofocante y con una mañana bien caminada, sin tener dónde sentarnos, ya la paciencia general estaba casi al límite. No faltaron las propuestas, 🙈, para castigar a los rezagados con o sin querer, pero finalmente no hubo castigo.    
    Junto con terminarse la marcha ciudadana, contra los políticos, la falta de empleo, el poco respeto a las tradiciones y el femicidio (no logré descubrir otras demandas), logramos subirnos a nuestro bus y llegar hasta la Plaza de Tlatelolco, sitio con una carga histórica, política y espiritual tremenda. Se llama la Plaza de las tres culturas, pues en ella confluyen precisamente tres períodos culturales distintos: la cultura de Mesoamérica en las construcciones más antiguas, la cultura Española en la presencia de un templo y convento católico  de la época colonial y el México Moderno a través de la presencia de la Torre Tlatelolco, hoy Centro Universitario y Museo Memorial del 68 de la UNAM. 

   Estando allí escuchamos todo lo que tenía para compartir Jesús, nuestro guía mexicano, quien nos habló de Juan Diego, un indígena que presenció la aparición de la Virgen en tres ocasiones, y que entregó a las autoridades eclesiásticas las evidencias de un milagro mariano. También nos informamos allí del "Memorial del 68", que recuerda a los más de 300 manifestantes asesinados, principalmente estudiantes,  el 2 de octubre de 1968, por la policía y ejército  bajo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. De todos los muertos, sólo fueron encontrados 23 cuerpos, mientras los otros desaparecieron. Por ello,  no hay una cifra oficial de las víctimas. Revisando con posterioridad, mientras redacto este escrito, la historia de todo lo ocurrido, no me queda más que destacar toda la información entregada por el guía, que con lujo de detalles nos ha ido compartiendo la historia de su país, desde su misma fundación.     

    Luego de este tremendo cierre para la visita del Centro Histórico de CDMX (= Ciudad de  México), nos fuimos a almorzar al Hotel Emporio, un riquísimo almuerzo buffette, del que la mayoría anduvo abusando un resto, por lo que hoy nos vimos en la obligación de moderar nuestra gula. Sin duda, sin muchas dudas de la mayoría, volveremos a nuestros hogares no sólo con las maletas más pesadas debido a las compras, sino también con unos cuantos gramos más en nuestros esbeltos cuerpos, 😒🙄😬. En fin, no tendremos más que apostar por el ayuno durante un tiempo si queremos recuperar nuestras atractivas curvas,  😉.  Algunos dimos término al día con la visita a un restaurante del hotel, donde teníamos la posibilidad de servirnos un trago(margarita o cerveza), gentileza de la casa. Así lo hicimos algunos, disfrutando, aparte del trago, de unos momentos de entretenida y grata conversación. Al día siguiente, una buena caminata nos esperaba, por lo que no hicimos de la noche día y nos fuimos al encuentro con Morfeo más temprano que tarde. 






 

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