sábado, 18 de mayo de 2024

De Xochimilco a Plaza Garibaldi...

  

   Después de visitar Puebla, volvimos a la Ciudad de México por un día y una noche. Quedaban actividades pendientes, además de que desde el Aeropuerto Internacional Benito Juárez nos dirigiríamos a otro destino. Luego de haber visitado la Casa de Frida y Diego, los guías quisieron ofrecer a los fanáticos del fútbol un foto rápida del Estadio Azteca, donde esa misma tarde iba a jugar el América con Pachuca. Los hinchas ya se aprontaban para el encuentro, mientras los policías se veían en grupos dispuestos a la acción.  Los que quisimos nos bajamos rápidamente del bus a tomar un par de fotografias y volver a subir, en mi caso sólo por curiosidad y porque iba a todas las paradas, 😂 😂. No tenía ni idea qué equipos de fútbol son aquéllos. Una vez que nos alejamos del lugar, nos encaminamos hacia otro pueblo mágico, esta vez llamado Xochimilco. Yo había oído hablar de él antes del viaje, pero no lograba acordarme en relación a qué. Sin duda, lagunas en la memoria, más frecuentes cada vez, debido a mi juventud,  😅.   
    Ya en Xochimilco, nos embarcamos en unos navíos (2) llamados trajineras, en los que, junto con navegar, nos ofrecerían un almuerzo típico. Estas embarcaciones son de madera, muy coloridas y ornamentadas con flores y diversas figuras. Mientras comenzaba la navegación nos fueron sirviendo el almuerzo, que se inició con unas salsas y unos trozos de chicharrón crujiente de chancho. Luego vino el plato principal: pollo, arroz y frijoles (😬). Me comí sólo el pollo. El arroz no me gustó y los frijoles, una pasta de color sospechoso para mi gusto, no me simpatizó tampoco, 🥴.Lo que sí consumí esta vez fue una ensalada de nopal que estaba bastante rica. La primera vez que la probé, en Teotihuacán, no me gustó. Ahora sucedió lo contrario; estaba muy bien aliñada, así que reemplacé  los carbohidratos, 😇😊 por una ensalada de cactus🌵 (nopal). 
     La navegación por los canales del Lago Xochimilco no es nada de fluida. Las trajineras chocan unas con otras pues son numerosísimas, así que de choque en choque, 😂, van avanzando y los "trajinereantes" deben sujetar sus copas de bebida, jugo o cerveza para evitar su vuelco ante tanto topón. Quienes utilizan estas embarcaciones no lo hacen con el afán de transportarse de un lugar a otro, sino como un medio de paseo y entretención. Ese día vimos un grupo celebrando un cumpleaños, una despedida de soltera y otros grupos como nosotros, que compartían el momento alimentándose. ¡Bonita y tradicional actividad!, aunque nada de tranquila y silenciosa.  Y como en cada lugar turístico que se precie, no faltó la oportunidad de ofrecerle a los turistas algún producto para ver de qué manera se les puede sacar más plata, 😂, especialmente a las pobres y sufridas mujeres, que son mayoría en los tours. Tuvimos, entonces, en la misma trajinera, la presencia de un joven artesano en joyas, especialmente de plata y con la especialidad de piezas con flores encapsuladas al interior de las joyas. ¡Un extraordinario trabajo, con bellos resultados! 😁😜🤪. Varias salimos "cascando" con alguna cosita en nuestro poder.  
   Volvimos al hotel con el tiempo justo para refrescarnos y "arreglarnos" para nuestra salida nocturna de gala. Fuimos a un restaurante frente a la Plaza Garibaldi, donde se ofrecía, junto a la cena, un show con bailes, mariachis y charros. ¡Pos órale, güey! ¡A sacarle el polvo a la chancla! Fuimos lo más elegantosos que pudimos cada uno. A las féminas no nos faltan recursos de todo tipo para aquello. A la que escribe se le ocurrió lucirse con su vestido mejicanote que se había comprado, 🤗🤗. No es un vestido con vuelos y miriñaques, sino uno con bordados. Negro, con escote en uve y su pequeño tajo sobre la rodilla, 😉. Yo, que me vi de frente, me sentí regia (me faltó mirarme de lado, 🙈 🙈). El vestido, sin dudar es bonito. Lo compré en Puebla. En fin, es lo que hay no más, en cuanto a mi escultural cuerpo, 😂 🤣.   
    La verdad, la verdad, lo mejor de la cena fue la cerveza, 🙈 y el show.  No piense que soy mal agradecida porque no pagué nada por ella (pagué el tour, eso sí, 😂). Sucede que mucha de la comida mejicana no me convence. Crema de tomates para empezar (los tomates me gustan en los completos, las pizzas, en la salsa de las pastas y pare de contar, 🤨), plato principal carne de res (estaba buena, pero no era a la parrilla, 😭), arroz, frijoles de color dudoso y guacamole picante (prefiero la palta solita aunque sea picante). Postre: ni me acuerdo, porque no le saqué foto, 🤭🤭. Comí un poquito de sopa, un poco de carne, probé el guacamole, el arroz no estaba como a mí me gusta, pero sí me tomé toda la cerveza y con gusto habría comprado otra, 😉. Como pueden ver, súper  mañosa para comer. En ese momento no me acordé de los miles de niños de África muriéndose de hambre, 😬😬. La cuestión es que, al final, lo importante es que regresé con el mismo peso con el que salí, afirmación que no todos pueden hacer, 😂 😂.  

   ¡El show estuvo bien chido! Una cantante, un grupo de mariachis, un charro de sus añitos, muy mejicanote él, con sus miradas pícaras (por allí anduvo posando sus eyes sobre dos mis amigas, de las cuales no diré sus nombres, para proteger sus honras, 😂 😂), otro charro hábil en el uso del lazo y 3 parejas de bailarines. Todos ellos se fueron turnando para sus apariciones, quedando al final los mariachis para, por unos pesos, complacer a quien quisiera entre el público solicitar o dedicar una canción. Aprovechamos de gritar por Chile, hacer coro en las canciones conocidas y aplaudir. Nos divertimos su poco, sobre todo gritando por nuestro país (estará como la mona en la actualidad pero es nuestro país, 🙈). Les ganamos a todos los demás,  en gritar, aclaro, 😂 😂.   
   Después  comenzó a sonar una música 🎶 🎵 bailable en vivo. Y como en el escenario ya no había artistas, nos tocó a nosotros. Con Gloria fuimos las primeras del grupo en atrevernos a pasar por tal desafío, luego siguieron varios más,  pero la alegría no duró mucho. La estadía en el restaurante era sólo por dos horas, 😭😭, igual que en uno argentino que visitamos en febrero con las chiquillas de Historia. Cuando abandonamos el local, afuera había fila de personas esperando. En la Plaza Garibaldi estaba todo pasando. Muchísima  gente (eran las 22 horas), conversando, fumando, cantando, observando a mariachis en plena labor y muchos más mariachis esperando ser "contratados" para algunas canciones o serenata. La verdad es que nos quedamos con las ganas de bailar y escuchar más música mexicana interpretada por sus propios cultores. Y ni se nos ocurrió habernos amotinado nuevamente, 😂 😂, y habernos quedado a escuchar o contratar una serenata. ¡Plop! Nos fuimos a subirnos al bus para regresar al hotel. Al día siguiente iniciaríamos la etapa de playas del tour, así que todos estábamos expectantes. Yo, por conocer, muchos por querer disfrutar de playas con fama mundial.  
   Al día siguiente, partimos con una hora más de adelanto del hotel, pues haríamos una detención en un mercadillo de artesanías y licores mexicanos. Allí nos desatamos a compras. Había de un cuanto hay. Salimos cargadas con bolsas y bolsitas. Bien buenos los precios. Una vez arriba del bus enfilamos hacia el Aeropuerto Benito Juárez, porque 28 de nosotros volaríamos en "Volaris" y dos en AeroMéxico. Fue un día de esperas y estrés. La línea Volaris sólo llevó a los primeros 9 de la lista a las 13 horas, yo entré ellos. Los demás debieron esperar hasta las 16 horas y poco más. Y resulta que si bien llegamos al Aeropuerto de Cancún, nuestro alojamiento estaba en el Resort Bahía Príncipe Gran Coba en el sector llamado Tulum, distante a una hora de viaje por carretera. Por lo tanto, recién a las 19,10 horas estábamos tomando posesión de nuestras habitaciones. De todas maneras, muy buena hora considerando que el resto del grupo arribó a las 22 horas. Fue prácticamente  un día perdido. Al final no supe de quién fue la culpa: si de la línea aérea o de la empresa turística. Lo que sí tengo claro es que si le dijera a ambas "Di a verdad, Rosa" no lo harían. La gente y las instituciones no se hacen cargo de sus errores, ni aquí ni en la quebrada del ají, 😠😠.Independiente de lo anterior ya estábamos en la Riviera Maya y debíamos sacarle el jugo a esos días, por de pronto con una buena cena y unos tragos. ¡Salud  por eso! 🥂🍹🍸. 



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