domingo, 27 de agosto de 2023

En la Ruta de la Papa...

   

  Recién, mientras me informaba de los descubrimientos del telescopio espacial James Webb, se me produjo una tremenda majamama en mi concepto de tiempo, pues las imágenes últimas entregadas por este aparatito están derrumbando algunas teorías acerca del mayor dictador universal, el Tiempo, que no sólo rige nuestras vidas, sino todo el universo. Se les ha ocurrido a los científicos, sobre la base de las imágenes estudiadas, que el tiempo NO existe y que todo está en un presente inacabable y por eso hablan de multiversos y no sé cuántas cosas más.  ¡No me vengan con ésas a estas alturas de mi vida, en que tengo clarito, mi bello cuerpo lo expresa en toda su extensión -que no es mucha-, que el tiempo ha transcurrido - ¡y vaya que sí!- desde que yo era una infante. Si aquello yo lo veo claramente, sin necesidad de tener un reloj, cómo me salen ahora que el tiempo lineal no existe. Y que el bigbang, que las galaxias a distancias de millones de años que nos muestra el J.Webb ya pueden estar "muertas" que rato, que la mecánica cuántica, etc. ¡Sorry! ¡Es mucho para mí! ¡Déjenme tranquilita con mi tiempo terrenal -que espero se alargue lo más posible-, que ya llegará el momento de caer en el no-tiempo del olvido y de la muerte cuando me corresponda. Ojalá no me vaya a la punta del cerro, sino a otra dimensión del multiverso, si no fuera mucho pedir. Frente a lo que no entiendo, no voy a taparme los oídos ni a esconder la cabeza. Hay muchísimas cosas que ignoro de las que tengo conciencia, otras que no vislumbraré siquiera que existen y no por eso dejarán de tener existencia, pero mientras mi vida transcurre por este espacio-tiempo, me ocuparé de asuntos más cotidianos, urgentes y contingentes. A ello se debe el nombre de este escrito, que nomina una cruzada emprendida esta semana luego de las graves consecuencias del último sistema frontal vivido con intensidad en, a lo menos, cuatro regiones.   

  Hoy de nuevo fui a una feria rancagüina, de las varias que se instalan en diversos sectores de la ciudad. Es mi preferida, la de Avda. Grecia (debe ser por mis ancestros helenísticos esto de la preferencia,😂). Ya el viernes había visitado otra, que es más modesta en cuanto a extensión, pero que me queda, según yo, más cerca (debe ser un par de cuadras menos nada más). El producto estrella de estos días, la Papa, ya estaba a 2 mil pesos y más, salvo que uno compre por mayor cantidad. En la rapidez de la subida del precio de este tubérculo han coincidido los feriantes con los supermercados. No hay posibilidad de elegir. Lo más curioso, por decir algo, es que hasta la papa, que antes, en el campo, le llamábamos "chanchera", ahora, bajo el sofisticado nombre de "soufflé", está tan cara como la de mayor tamaño. Para felicidad y economía de mi despensa, yo no consumo mucho este producto. Por ahí tengo, de al menos unos 15 días atrás, 5 papas que esperan servir de utilidad para alguna preparación antes de llegar a viejas, 😂. Parece increíble, pero vi unas paltas más baratas que ellas, a $1.800 (las paltas). Claro que como ya tengo algunas en proceso de maduración, para qué comprar más. No crean que no me cuesta su poco controlar la compra de productos. Incluso en el supermercado al que pasé antes de introducirme en el paseo ferial, ya tenía escogidos dos trozos de carne de vacuno que estaban a un muy buen precio, cuando me acordé que no tenía espacio en el congelador para preservarlos. Debí, con pesar de mi corazón, devolver a su sitio la carne. Lo mismo me pasó con una oferta de dos coliflores por luca que había en la feria. Ideal procesarlas y congelarlas, pero dónde guardarlas. He ahí el problema.    

   Me resistí todo lo que pude pero al final anoche claudiqué. 😂. No echen a volar la imaginación, no es nada de carácter erótico, sexual ni cosa parecida. Al contrario. Anoche también -¡vaya coincidencia!; estamos por los cambios- corté por lo sano y decidí terminar por un tiempo con mi entretención nocturna, que tampoco es del tenor ya mencionado,😂.Finiquité temporalmente mi suscripción de Netflix, jejeje. Me quedan 3 días de gracia -porque están pagados-, que aprovecharé hasta donde se pueda. Por unas semanas me refocilaré con Youtube o algunas páginas de películas gratis, antes de descansar en los brazos de Morfeo.

  [Entre paréntesis: ya les he contado anteriormente  esto de mi intermitencia con los contratos televisivos. No es que no me guste nada de la cartelera, sino que veo más de una película o varios capítulos de una serie por noche y eso, por lógica matemática, agota rápido la oferta de lo que a mí me gusta. Antes de ayer le di la oportunidad a un par de filmes románticos, pero terminé empachada con tanto cliché, 😂. Luego vi otra, que era una relación tan tóxica, que casi amanecí con resaca. A eso se debe esta relación de tan veloz desgaste con Netflix. Esta vez duró tres meses. Cierro paréntesis].

   Hablaba de claudicación en el párrafo anterior al paréntesis. Aquélla tiene relación con la adquisición de un objeto importante mientras estaba en cama anoche. Compré -para variar- un freezer pequeño. Durante meses había estado dándole vueltas a aquello y había desistido para no entusiasmarme con compras excesivas. ¡Por suerte que a la feria tengo que ir personalmente,  que si no quizás qué se me ocurriría adquirir cada vez! Sé que hay gente que encarga esos productos (esto de la pandemia dio para el surgimiento de varias actividades impensadas o muy poco extendidas). Pero yo no lo haré mientras pueda mover las "patas" y esté con mis sentidos funcionando normalmente. Ahora, por qué el cambio de actitud. Pues, por esto mismo de las alzas repentinas de precios. Sucede que a veces hay muy buenas ofertas y, debido a la menor capacidad de consumo, uno debe optar por no comprar ante el riesgo de desaprovechar parte de lo comprado. Entonces, quien viene a solucionar esto no es otro comensal,😂,sino la tecnología en forma de congelador de alimentos. Así, si hay una nueva pandemia o algún alimento se transforma en instrumento de cambio en la bolsa de valores (casi como los dólares, 😂) uno podría entrar a jugar en esas grandes ligas, 😂.Capaz que llegue el momento en que una palta -o una papa-  se transforme en moneda de cambio. ¡Si ayer hasta vi mitades de paltas congeladas en venta en un local! Voy a averiguar cuál es el proceso. También el viernes me encontré en la feria a la que concurrí con una de mis frutas favoritas, la granada, a un precio casi prohibitivo para mi bolsillo de pensionada: 3.800 pesos el kilo. ¡Mucho! La última vez que compré lo hice a 1500 pesos. Ahora, con el aparatito -cuando llegue- tendré el soporte de conservación  para comprar chorrocientos kilos de granadas de temporada y preservarlas en frío para los tiempos de carestía, aunque sea lo único que tenga congelado, ¡Ah! y ¡salmón! Con espacio para esos dos productos me conformo.     

   A propósito de papas, estaba pensando -lo que hago a menudo ahora que tengo más tiempo- en que, individualmente, me servirán para preparar en cinco ocasiones un rico puré, claro que no exclusivamente de papa. Un puré de berenjenas, por ejemplo, con una papa queda exquisito (¡ya salió la loca de las 🍆🍆,pensará más de alguien, 😂!). Un segundo puré, de calabaza, con la siguiente papa, ¡genial! ¿Qué otro puré puedo hacer para ocupar las 5 papas! De betarraga y de coliflor. ¡Van 4! Con la última prepararé un puñado de ñoquis (como la preparación llleva harina rinde un poco más) con pesto de espinaca y albahaca, ¡mmm!  Voy a programar las comidas y les cuento, 😂. De pronto, me surge una duda, ¿cómo  se las van a arreglar los que preparan ese queso alternativo con papas? Les va a salir más caro que el original, 😂. En fin, de todo hay en las chacras del Señor. Hasta pronto. 

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