viernes, 30 de septiembre de 2022

Septiembre 30...

   

   1313 es el número de habitación que me tocó. Por suerte no soy supersticiosa (toco madera, 😁). Estoy aquí, aprovechando el tiempo en leer (poco me duró porque me dio sueño) y en escribir .  La habitación está  algo calurosa. Me levanto y busco la existencia de algún ventilador o enfriador de aire. Encuentro una pantallita en la pared y veo que está marcando 30 grados ¡Con razón tenía algo de calor! Sé que no soy experta en el rubro, pero creo que logré que funcionara. Disminuí a 20 grados. Algo suena que antes no, así que debe ser aquello. En todo caso, la sugestión ayuda, 😂.  

   Salí de palacio pasadas las 12 horas, para ir con tiempo al Terminal Turbus a tomar la máquina que salía a las 13 horas. Aproveché, en el intertanto, mandar mensajes, hacer una llamada, enviar un correo, escuchar unos wssp y decir adiós a la familia. Llegó la hora, pasaron los minutos y nada con el bus. Sólo cuando fui a preguntar obtuve una respuesta: suspendido ese horario, había que esperar a las 13,30 hrs. ¡Vaya respeto con los pasajeros! En fin, así no más están las cosas. Llegué a primer destino después de las 15 horas. En el Terminal de Santiago, luego de unos minutos, me ubicó el encargado de la empresa que iba a "recogernos" y nos pusimos a esperar a otra integrante del Tour, originaria de Linares, cuyo bus también venía atrasado. Ya eran las 16 hrs. Llegada la viajera atrasada nos subimos en unos cuantos minutos a un uber que nos condujo al Hotel Plaza el Bosque, ubicado en el Golf. No fue un viaje muy rápido pues el tránsito en día viernes es menos que óptimo.  

   Llegamos al hotel y a la fila para esperar que nos registren (check in) y nos entreguen la llave. A mí, como ya lo señalé, me tocó un número de terror (suerte que aún estamos en septiembre). Logré ubicar la habitación y aunque mi compañera de viaje había dejado su equipaje en la habitación, no encontré ni rastro de ella. Ojalá no haya sido abducida. Capaz que esté en la misma habitación pero en otra dimensión temporal, miren que cosas de ésas pasan en los pisos número 13. Me he quedado descansando pero con un hambre que ni les cuento. La cena que se nos ofrecerá a las 20,30 hrs. es gentileza de la empresa y el desayuno de mañana nos corresponde por el pago de la habitación (que solventa la empresa también), pero si hubiera querido almorzar habría tenido que pagar de mi bolsillo. Sin embargo, ya llegué fuera de horario, lo que resulta conveniente, en todo caso, para bajar un par de gramos más que sea, 😁.  Seguro que los recuperaré sin gran esfuerzo en el resto del viaje.

   ¡Apareció mi compañera de habitación! La explicación no era parte de ningún misterio. Es oriunda de Arica. Yo, gracias a mis brillantes dotes de detective, ya había supuesto que era de la zona norte. Su gran maleta tenía etiqueta de viaje en avión y el apellido es nortino -no es Mamani, porsiaca-. ¡Bingo! Acerté. Conversamos un poquito solamente, pues andaba en trámites del arreglo de su celular que se botó a "choro" y se le desconfiguró y le pide un pin que ella ya ni recuerda. Mala cosa cuando estos artilugios que tanto nos gustan, nos hacen la vida más fácil y nos entretienen, se ponen más porfiados que una mula. 

   ¡Uff! Ya queda menos para la cena  -2,15 horas, no más-. Antes tendremos una reunión así que es menos el tiempo de espera. Intentaré leer otro rato sin que me dé sueño. La habitación está más fresca. Tomé agua de la llave pero está asquerosamente tibia. Me acerqué al frigobar dispuesta a hacer un gasto ante la necesidad, pero está cerrado, con llave. Casi lo desarmé tratando de abrirlo pero fue inútil.  ¡Paciencia! De sed no puedo morirme, 😁.  

   Ya casi es hora de acostarse. Todo bien : la reunión sin problemas, ya establecí contacto con 5 compañeras de viaje, claro que no me acuerdo de todos los nombres, pero mañana estará todo sabido. La cena estuvo muy buena: ceviche, carne mechada con pastel de papa y unas hojitas de berro, cocacola helada y un postre agridulce -panacota con frutos rojos y maracuyá, ¡delicioso!- y,  para cerrar, un café ☕ de grano estupendo. Ahora, me daré el lujo de una ducha nocturna, para luego acostarme. Mañana, antes de las 7 ya deberemos empezar a movernos, pues a las 9 partimos al aeropuerto, para enfilar viaje, en primer lugar, a...¡París! ¡Adieu!

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