lunes, 31 de enero de 2022

La Palabra...

   

   La Palabra es el título de una de las obras claves del novelista estadounidense del siglo XX Irving Wallace. Yo tenía en casa  la pesada novela (972 grs.) desde el año 2006, casi virgen. Ya había avanzado en su lectura alguna vez, pero tampoco había terminado el proceso (como sucedió con la mayoría de las obras de papel que estoy leyendo desde fines del año pasado). Para qué decir que no recordaba niente de su trama, así que fue como si nunca la hubiera hojeado antes. Sus 650 páginas me dieron trabajo por cuatro días, en los ratos que dedico a la lectura. Anoche, sólo vi algo de tv y opté por terminar las 100 páginas que me restaban, así de interesante estaba la historia. A las 2 de la madrugada terminé y descansé. Acoto que no hice ningún desarreglo tan extraordinario, pues más de una vez llego a esa hora o más tarde viendo series o filmes. Coincidió que había 1 ó 2 fiestas en el condominio, con gritos, risas y karaoke incluidos, que tampoco me habrían permitido dormirme antes. ¡Imposible! Las voces, algunas bastante bien afinadas, me llegaron nítidas a mis oídos hasta bien comenzado el nuevo día. 

   Sobre la base de esta novela -una de las más  destacadas- debo señalar que I.Wallace no es un gran escritor literariamente hablando. Esta obra no deja de ser un best seller más, con un excelente manejo del suspenso eso sí. Logra captar el interés del lector, el que desea avanzar en la trama para saber qué ocurrirá.  Además,  el tema abordado es interesante. Es un escritor al que Dan Brown más de algo seguramente le debe (Código da Vinci). Aquí se trata de otro descubrimiento  extraordinario,  mantenido en secreto para evitar ataques y desacreditaciones. Se trata del denominado Documento Q,escritos que contendrían los dichos de Jesús y que supuestamente serían la fuente de los evangelios oficiales. 

  La historia comienza cuando a un famoso publicista estadounidense lo contactan para que se haga cargo de la promoción y lanzamiento de un nuevo Evangelio, basado en unos documentos -papiros- encontrados en una excavación arqueológica realizada en Ostia Antica, antiguo puerto del imperio, cercano a Roma. El hallazgo se ha mantenido en secreto por más de cinco años y ha llegado el momento de darlo a conocer al mundo. Será la noticia más relevante de todos los tiempos. Lo descubierto contiene un quinto Evangelio, el de Santiago, hermano de Jesús, además de un documento oficial de la administración romana que informa de la detención y crucifixión de un judío llamado Jesús. Toda esta información es una verdadera "bomba", pues confirma la existencia del Mesías y no sólo eso, sino, también informa de un par de detalles extraordinarios (no los relevaré aquí). A lo anterior se agrega que constituyen documentos de personas reales, que muestran a un Jesús distinto físicamente, con un relato desconocido de su itinerario magisterial, además de su mensaje de parte de testigos directos -que estuvieron a su lado-  y cercanos en el tiempo. Steven Randall, un cínico y recalcitrante agnóstico, se siente atraído por la novedad de aquello. Sin embargo, para participar en el grandioso proyecto debe, en primer término,  creer en lo que promoverá.  

     Luego de viajar a entrevistarse y conocer a los distintos estudiosos y editores del proyecto Resurrección Dos, surge la duda, insidiosamente incorporada por un enemigo del proyecto. Desde ese momento Steven no deja de investigar en una especie de tour desesperado, pues el tiempo que le queda para implementar la campaña promocional cada vez es más restringido. La ocurrencia de una serie de hechos "fortuitos" aumentan su desconfianza y se dispone a comprobar y probar que el misterioso y extraordinario hallazgo no es más que un fraude elaborado por un extraordinario falsificador y experto en papirología, arameo y otras artes. No obstante, cuando ya casi los hechos y evidencias están a favor de su teoría,  todo se tuerce y la verdad, "su" verdad y la que el mundo debiera conocer, quedan en suspenso. La unión de los poderosos, incluido el más acérrimo enemigo del nuevo Evangelio transforma su camino al develamiento de la verdad en un trayecto sin salida. Ya no habrá posibilidad de conocer la verdad. Los poderosos han triunfado. 

   Además de un suspenso muy bien logrado, la novela contiene mucha información verídica del ámbito de las fuentes del Nuevo Testamento y de descubrimientos en diferentes lugares que han aportado al fundamento del Cristianismo, así como las posturas disidentes con respecto a diversos hitos, lo que indica la amplia y profunda investigación sobre la que se sostiene el relato. Y aunque uno no sea precisamente creyente, sino más bien pertenece al mismo club que Randall, no deja de sentirse atraído por lo expuesto.

    Finalmente, el gran dilema que queda sin resolver es si el entregar esperanza a millones de personas y hacer de este mundo un lugar un poquito mejor justifica los medios. ¿Sí, de todas maneras? ¿No, de ningún modo? Cada cual se quede con su respuesta. Randall opta por encontrar la verdad en el amor y en la familia. Al parecer, es la salida para un David perdedor. Si me preguntan a mí, yo prefiero una amarga verdad a un  feliz engaño.   

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