sábado, 26 de junio de 2021

Caracol, caracol...

 
   "Caracol, caracol, saca tus cachitos al sol"... Palabras mágicas, verdadero abracadabra, sólo asumidas como verdaderas por nuestra mente y corazón infantiles. Si el
🐌 permanecía ovillado sin querer moverse, sin dar señales de vida, había que repetir la poderosa frase de otra manera o soplar, para ver si había reacción. Al final, terminábamos asumiendo que no servíamos para magos y que nuestro lenguaje no era comprendido por los caracoles.
   Como un caracol 🐌casi habrá que permanecer nuevamente por semanas, tanto por la añoranza del sol como por la lentitud de los días, amén del repliegue de nuestra contextura. El frío nos recoge y encoge en la mecedora y en la cama. Nuestro subconsciente, diría Freud, nos lleva a nuestra vida anterior, la del útero. En posición fetal pareciera que estamos más protegidos del frío y de los peligros de la vida cotidiana. Los 🐌🐌🐌 -al igual que otros congéneres cercanos- cargan con su protección día a día, minuto a minuto. Así y todo, eso no los salva de sus depredadores, los que por maldad o por sibaritismo, dan al traste con su "poderoso" escudo. Hay de todo y para el gusto de todos en este mundo. 
   No sólo la nostalgia solar y el repliegue personal me hermana con los caracoles en estos días de junio sino también la lentitud. Me he demorado una "eternidad" en leer una novela (casi dos semanas completas) y esta vez no la abandoné en el limbo (un 👏 por mí). Recuerdo que hace unos años intenté leerla y sólo quedé en el intento. No fue así esta vez, que me propuse terminarla aunque, a nivel inconsciente, buscara una y otra ocupación para descansar un poco de la lectura de sus páginas (algo más de 700 en total). De acuerdo a lo expresado, se entiende que no me resultó fácil la tarea, pero no es porque la considerara compleja o aburrida. Sucede que ya había perdido la costumbre de leer narraciones rusas. Son un verdadero puzzle en cuanto a los nombres de los personajes, de los lugares y de las costumbres u organizaciones. Para lo último, hay que recurrir a cada paso al diccionario y para lo primero, apelar a la memoria de las páginas anteriores. Por ejemplo, un personaje aparece llamándose Lara, luego alguien la llama Larisa y después Antípovna (por haberse casado con alguien de apellido Antípov). Otro personaje,  Yuri Andriéevich, es, al inicio, Yura, después, cariñosamente, Yúrochka y Dr. Zhivago oficialmente para los demás.     
    OK. Ya saben de qué novela estoy hablando
: Doctor Zhivago (1957) del novelista y poeta ruso Boris Pasternak, Premio Nobel de Literatura 1958. Me costó introducirme en el tema y encontrar el "hilo" de la trama,  su verdadero sentido y los mensajes entre líneas, entre nombres y apellidos impronunciables. La nieve del invierno ruso casi me congeló las neuronas. Y que conste que no es el primer ruso al que leo (aunque tampoco he leído a muchos). Algo de Chéjov, de Turgueniev y de Tolstoi, además de mucho de Dostoievski y Asimov. Es todo el recuento. Sin embargo siempre ha sido mi problema el tema de los nombres de los personajes rusos, lo que más de alguna vez induce a errores de comprensión. Casi todas estas lecturas fueron voluntarias. No estudiamos a los rusos mientras estuve en la universidad. Sólo fueron mencionados como destacados y grandes (más supe de ellos mientras estuve en el liceo, que recuerdo muy bien que, en la asignatura de Castellano, por grupos, nos tocó leer y disertar sobre un autor y a nuestro grupo le correspondió Iván Turgueniev). Por ello, tampoco tenía mayores antecedentes de esta novela y de su autor. De tan importante hito literario hubo unas versiones fílmicas, que tampoco tuve la oportunidad o el deseo de ver en su tiempo. Sólo ahora que ya terminé, busqué en la filmoteca de YouTube y me encontré con la versión actualizada de la narración, bastante fiel a la historia (ya vi la primera parte; hoy buscaré la segunda y otras versiones). La virtud de la película es que asienta el argumento a grosso modo, aunque, por razones lógicas, no permite captar adecuadamente las reflexiones y divagaciones de Yuri Andriéevich, elementos fundamentales en la comprensión del personaje. En este aspecto, me recuerda mucho al personaje Werther de Wolfang Goethe.  
   
      El entorno de la vida del protagonista es un desastre visto desde nuestra experiencia occidental, "moderna" y de clima templado. Ya desde pequeño sufrió la pérdida traumática de su padre, quien se suicidó lanzándose de un tren en marcha
(su madre había muerto). Felizmente, lo acogió un tío y su familia, años en los que fue un infante y adolescente feliz  y sin carencias. Llegó  a la universidad y estudió medicina, se casó con su cuasi-hermana (prima en realidad) Tonia (Antonina Aleksándrovna Gromeko) y tuvieron un hijo. Comienza la Primera Guerra Mundial y Yuri es llamado a las filas en calidad de médico. En uno de los tantos sitios del frente en que es trasladado conoce a Lara, quien oficia de enfermera mientras busca a su esposo desaparecido. La verdad es que ya la había visto en Moscú, mientras estudiaba y ejercía en sus primeros años, al menos unas tres veces y había quedado fascinado por su belleza. Allí, en pleno escenario bélico, se enamora de ella, pero regresa a su familia. La situación económica es difícil y la alimentación y calefacción  escasean. En esos menesteres, se ven envueltos en la Revolución de 1917 y, acto seguido, en la Guerra Civil. Abandonan Moscú para tratar de sobrevivir en un pueblo donde hay conocidos de la familia de Tonia. A pesar de las estrecheces, Yuri es más feliz. Goza de la naturaleza, escribe y lee. En uno de sus viajes a la ciudad más cercana, se reencuentra con Lara y comienza una relación  sentimental con ella, en desconocimiento de su familia. Cuando ha tomado la decisión de terminar con ella y confesar su infidelidad, es apresado por una patrulla de partisanos y rebeldes, quienes lo retienen por tres años. Cuando logra escaparse, su familia ha emigrado de los horrores de la guerra civil y se ha marchado a Moscú  y luego a París.  En su calidad de proscrito, le es imposible salir del país y reunirse con los suyos. 
      ¡Ya! La historia continúa un poco más  pero dejo hasta aquí la trama. Destaco los hermosos y poéticos pasajes experimentados y expresados por el protagonista, que llegan a su cúlmine cuando, al final de la novela, se agrega como último capítulo, un compendio de poemas del personaje. El Dr. Zhivago fue siempre un ser humano distinto del grupo, con una sensibilidad extraordinaria. Tuvo amigos y conocidos, pero era en la soledad y en la compañía de sus seres amados donde se sentía más pleno. Se ve envuelto en los eventos históricos de su nación y época, pero los vive como en segundo plano, al menos en el aspecto narrativo que le otorga el autor, lo que no impide que se exprese una fuerte crítica a través del protagonista o de personajes incidentales mediante comentarios y conversaciones. A consecuencia de ello, Boris Pasternak fue perseguido y desacreditado por el régimen soviético hasta el día de su muerte. La publicación de la obra fue realizada en Italia y sólo hasta 1988, ya en plena perestroika, vio la luz en la URSS.  
    El caracol seguirá  al interior de su capital. El frío y la lluvia han llegado. Tomo un
para contrarrestarlos y reactivarme con la cafeína. La nieve de las estepas rusas se han metido en mi cuerpo. Deberé abrigarme como una esquimal para sobrellevar la baja temperatura y realizar más de alguna actividad física  para "dentrar" en calor, 😁.    
   Estoy preocupada por mis
🍅 🍅🍅🍅 cherry. Están en floración, con un par de ejemplares ya crecidos y temo que se congelen. Los cambio de lugar y podo algunas de sus ramas inferiores. Los acerco a los ventanales internos para protegerlos. Ojalá resulte (cruzo los dedos). Al interior, en tanto, he implementado unos microcultivos hidropónicos de ajos, de legumbres y otros (lentejas, porotos, chía y sésamo). Vamos a ver qué resulta. A la par, elaboro alguna delicia turca, otro postre🍨o pan especial, mientras la deshidratadora de frutas sigue su tarea. 😋. Son mis entretenciones y terapia. He descubierto que cada uno es un mundo de creatividad si se lo propone. No todo es tan terrible mientras se tiene salud y los medios básicos. Hasta pronto.









2 comentarios:

  1. No leí la novela "doctor Zhivago" sólo vi la película rodada en España. Los acores envueltos en pieles y rodeadis de polvo de mármol, simulando nieve, mientras la temperatura ambiental alcanzaba casi 40 °C
    Eso es parte del anecdotario que te cuentan en España 😊😊😊😊😊

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  2. Desconocía ese detalle, así como no había detectado tu comentario sino hasta ahora. Sorry! Interesante dato!

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