sábado, 3 de diciembre de 2016

Descubriendo Madrid ...

  Llegamos a Madrid el 1 de diciembre,  con un desfase de 6 horas de diferencia de horario de nuestro país, lo que repercutió en  nuestro sueño.  Arribamos al Travelodge Torrelaguna después de un viaje en taxi. La reserva la habíamos realizado desde Santiago y no tuvimos ninguna dificultad para validar dicho trámite.  Junto con el recorrido del taxi,  fue uno de los primeros pagos en euros. ¡¡¡Ya estábamos aprendiendo !!! 

   ¡¡¡Madrid nos resultó fascinante!!!! De pronto, me parecía haber retrocedido en el tiempo. Una enorme cantidad de edificios de 6 a 7 pisos, cada cual más hermoso y bien  conservado, muchos de los cuales fueron en sus orígenes  fastuosos palacios.  Y los que no estaban en perfectas condiciones,  pasaban por un proceso de restauración. 

 Observamos una Profunda valoración por la infraestructura tradicional,  que se nota en los escasos  rayados detectados en el centro madrileño.  El sistema de movilización,  del que al parecer somos seguidores los chilenos, nos pareció digno de alabanzas. Microbuses urbanos de excelente calidad con un sistema mixto de pago, algo más pequeños que nuestros Trans,  con muchísimo  uso por parte de gente mayor. Los taxis, muy a mano y con  máquinas en excelente estado. 
 El Metro, que recién nos atrevimos y debimos probar el tercer día,  no nos ofreció mayores complicaciones,  toda vez que ya teníamos la experiencia de nuestro medio capitalino.  Algunas diferencias, eso sí: la  venta de "billetes"(boletos) es en dispensadores,  que debimos observar y probar antes de usar y la  cantidad de líneas, escaleras y ascensores resulta impresionante.  También nos vimos en la obligación de aprender a usar Buses Interurbanos una vez decidimos marchar a otra ciudad, pues el traslado en tren de alta velocidad (AVE) costaba el triple. 


   Todos los días han sido una aventura, que han supuesto nuevos aprendizajes.
Desde darnos cuenta de la gran cantidad de adultos mayores que se movilizan con soltura y tranquilidad por las calles y en la locomoción colectiva, así como recibir las muestras de amabilidad de la gente cuando se le consulta algo, hasta darnos  cuenta de lo fanática que es la población española por el juego de la Lotería.  Ya desde el 1 de diciembre,  se veían larguísimas filas para comprar boletos para el sorteo de Navidad.  
   Lo  otro que nos ha impresionado,  hasta ahora,  ha sido la gran  cantidad de personas que se ve en las calles céntricas, especialmente los fines de semana.  El sábado 3 fuimos hasta la Plaza del  Sol como  a las 11 y aunque al inicio no había tanta gente,  no pasó mucho rato cuando  ya resultaba difícil desplazarse. Parecía Patronato en vísperas de Navidad.
   En fin... En los últimos días de diciembre agregaré algunas otras observaciones de la capital española,  pues volveremos a ella por unas jornadas antes de regresar  a nuestro país.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario