jueves, 22 de octubre de 2015

Día del Profesor ...

   Sábado 17 en la tarde: 
    Aún faltan unas horas para que sea el momento de partir al evento de celebración del Día del Profesor...y no quiero apoltronarme. Ganas me están dando de no participar y quedarme a descansar en palacio, luego de unos días agotadores. Sin embargo, me comprometí; además, sé que hay varios que no concurrirán y no quiero aumentar la cifra. Por tanto, me obligo a reaccionar y decido salir a "vitrinear" para mantenerme activa...
- Jajaja, ¡la excusa que buscaste, Princess!

- ¡Noooo! ¡Si no es excusa! ¡Para mí resulta adrenalínico salir de shopping, como para otros pudiera serlo lanzarse en paracaídas! 
- ¡Jajaja! ¡Este mundo está muyyyy locooo, sin duda!! Especialmente el tuyo, jajaja.
   Aunque les haya causado risa lo planteado, la verdad es que es así, siempre y cuando, eso sí, que la motivación para salir no sea el aburrimiento. Esto lo menciono porque indudablemente hay una gran diferencia y yo la he vivido en carne propia (o en el propio bolsillo, jajaja). Si salgo porque estoy aburrida, el tedio se traslada conmigo. Sucede lo mismo que cuando uno escapa de un lugar, de una ciudad, porque cree, poco menos, que la culpa de que uno sea infeliz es de aquella ciudad y de sus habitantes.  Se va a una nueva y la situación  se mantiene, lo que no deja de tener lógica, pues como el  problema es  de nosotros lo llevamos a donde quiera que vayamos. 
     Dicho y aclarado lo anterior, cabe señalar que cuando uno sale de casa porque tiene una necesidad, ya sea primaria o superflua (o inventada, jajaja), el ánimo se entusiasma, dinamiza y activa. 
    Me encontraba en esa disyuntiva hamletiana, "¿Ir o no ir?", cuando finalmente me despabilé un poco (me había adormilado sentada), tomé impulso y me levanté del asiento en el cual estaba. ¡Por suerte no estaba en el sillón, pues de haber sido así, no habría habido fuerza humana que me pudiera hacer salir de él! 
   Una vez en movimiento, procedí a cambiarme zapatos, ponerme abrigo y salir de palacio. Al respirar el aire de la calle, tomé conciencia que hacía prácticamente un mes que no salía a vitrinear, por lo que la adrenalina aumentó su flujo y efecto y me preparé anímicamente para desplazarme por todo el interior del mall. 
- ¿Qué saliste a buscar, Princess? 
- Nada específico, pero como no había visitado esas tiendas hacía al menos tres semanas, suponía que habría más de alguna novedad y también algunas ofertas, en vestimentas y zapatos. 
- ¡Hummm! ¿Y cómo te fue en la "caza"?
- ¡Bastante bien! Cobré varias piezas, jajaja, casi como si hubiera andado en un safari.
   Encontré unos zapatos en oferta, ¡justo de mi número! Y en un color que necesitaba (jejeje) y...¡oh! ¡Albricias! ¡También, finalmente encontré  zapatos azulinos, para combinar con varios prendas ídem! ¡Bravo! Hacía tiempo que tenía ese requerimiento "básico". Con sólo estas adquisiciones ya me sentía recompensada por el esfuerzo hecho para salir a recorrer el mundo. A continuación, me correspondía visitar las tiendas del sector aquel. Visité las dos más importantes y luego de acudir a los respectivos "probadores" salí arrastrando algunas bolsillas...
- ¡Cuéntame una novedad, amiga mía! 
- La verdad, me divertí. Acorté enormemente la tarde, demasiado quizás, pues me quedaba menos de una hora para "arreglarme".
- ¿Arreglarte? ¿Sufriste alguna "avería", por ser? Jajaja.
- ¡Qué graciosa! ¡Debía prepararme para ir a la Cena Docentes CPECH!  ¡A correrrrr! 
    Llegué a palacio casi-casi como la Mujer Bonita, aunque, claro, no tan bonita. Al menos, ni rubia ni rucia, jajaja. Dejé todo lo comprado tirado sobre la cama y comencé a prepararme: 
- ¡Vestido!
- ¡Medias-diseño!
-¡Zapatos nuevos de gamuza azulina! (ojalá no me duelan mucho las patitas).
- ¡Peluca azulina (jajaja).
- ¡Anteojos hipster (recuerdo de mi querido padre).
- ...¡ y un abrigo a elegir (al final) ....
- ¡Ufff, una cartera ad hoc! 
- ¡Uyyy! ¡Las joyas de lapislázuli! ... ¡Ya! ¡Estoy casi lista!
- ¡Mis uñas! ¡Aún me queda tiempo: me las pintaré del mismo color!

Sábado 17, ya de noche:
- ¡Hummm! ¡Te ves divertida! 
- ¿Cuál de los dos abrigos me queda mejor? 
- ¡El de "pata de pollo"! Hace más contraste...
    ¡Ya! ¡Diablos, me veía algo ridícula, pero, en fin, de eso se trataba todo esto. Ya son las 20,45. Quedaron de pasar a buscarme a las 20,50. ¿Bajo o no bajo? Hummm... No quiero hacerme esperar, pero tampoco me interesa estar esperando abajo con esta pinta. En fin, "la pinta es lo de menos, lará, lará, lará..."
    ¡Ya, a morir! Voy a bajar a la calle, al mundo de la gente común y corriente (jajaja). ¡Guauu, me dan ganas de volver! Bueno, ¡vamos, adelante, nunca retrocederrrrrr! 
    Mientras bajaba de la torre del castillo no me encontré con ningún otro habitante  (¡qué suerte!). Caminé hasta fuera del condominio y me enfrenté al mundo real. 
- ¿Cómo saber si ya están esperándome?
    Me encaminé a un asiento de plaza que hay  al lado de un kiosco de revistas, fuera del cerco del castillo. La gente que me ve me observa extrañada, jajaja, es que no cualquiera tiene una abundante cabellera azulina furiosa. Ojalá no me vayan a confundir con la protagonista de Pretty Woman (no mascaré chicle por siaca, jajaja), aunque hay un mundo de distancia entre la rubia-platinada cabellera de aquella damisela. Prefiero que me consideren loca, jajajaja. 
- ¡Un whatsapp!"= "Vamos a pasar a buscar a la A... y luego vamos por ti." 
- ¡Diablos, van a demorar! Paciencia...no queda otra que esperar...
- Otro ws= "Vamos por ti, en 5 minutos estamos allá". 
- ¡Ufff, qué alivio! A esperar otros 5 minutos. Me voy a sacar unas selfies como una forma de mirarme en el espejo y ver la belleza que estoy hecha. ¡Guau,  me veo terrible, sniff... Ojalá crea la gente que soy Pitufina, así no se asustan ni asombran demasiado. ¡Recórcholis, no sé cuál cómo es el vehículo de la Vero...Le preguntaré... Va el wsp ..... pero no recibo respuesta...
    De pronto, unas luces me obnubilan..."¡Diablos, qué se creen!" Un bocinazo y unas manos arriba gritando algo... "¡Jajaja, son mis colegas...!" Me reciben muertas de la risa, por mi pinta. Ellas, la Vero, la Andrea y la Sara van normalmente vestidas....Conduce, el esposo de la Vero...
- Oye, pero, ustedes no llevan nada para disfrazarse...
- Calma, Principessa. Algo llevamos... Unas pelucas, unas gafas gigantes y psicodélicas, un antifaz...
- Ufff, qué alivio, pensé que yo era "Sonia, la única", jajaja.
    En el trayecto a Espacio Nogales, más de algún conductor de otro vehículo mira estupefacto; bueno, no tanto, pero con algo de asombro, a las tripulantes del vehículo en que vamos, es decir, me miran a mí, llama la atención mi cabellera, la que brilla-brilla-brilla... Intensamente...
   Es así como dicen cuando llegamos al local, que salí de la película Intensamente, la que precisamente NO he visto. Después revisaré aquello... Saludos, fotos, risas... Por allí anda la Caperucita Roja, Madonna, Gatúbela, una mujer vikinga, una soldado, Mustafá, un personaje de la Guerra de las galaxias, el Zorro en versión femenina, es decir, la Zorra, (jajajaja) y gente con pelucas varias... Después de pasar por la alfombra roja y posar para las cámaras, nos invitan a pasar al local. 
   Rápidamente, nos lanzamos a buscar una mesa donde quepamos todas: nosotras 4, más otras dos colegas con las cuales hay mayor cercanía, por horarios similares y desayunos compartidos. Logramos quedar en una mesa, a la cual también se agrega una colega nueva que anda de bruja en esos momentos. 
   Los tragos y los petit-boùché es lo primero que degustamos, en tanto la  música  nos retumba a nuestras espaldas (quedamos al lado de los micrófonos). Un rato después se da inicio al karaoke, en el que participamos con entusiasmo. Si el DJ  hubiera elegido la mesa más prendida, sin duda habría sido la nuestra... Éste intenta hacer participar a personas de distintas mesas, pero en varias ocasiones llega a la nuestra. ¡Es que estamos con la energía al tope y las ganas de pasarlo bien! Pronto llega la Cena, que cada uno degusta de acuerdo a una elección previa, acompañada de un par de copas de un Cabernet (que entre nos, no tiene nada de extraordinario: era un 120 no más). Después de los postres, llega la hora de la Premiaciónnnnn!!!
  Nuestra mesa se llevó varios premios (aclaro inmediatamente, ninguno para esta belleza) : "M'hijita rica", "Miss Piernas", "La Reemplazante" y .....la Reina Cpech 2015, además del premio más serio e importante de la noche: "Profesor Espíritu Cpech". Aplausos cerrados para cada una de nuestras colegas, con premios bien merecidos y destacados. 
   Después de recibir el Regalo 2015 para cada uno de nosotros (una batería externa para celular) se da inicio al baile, en el que participamos un buen rato para hacer ejercicio y entretenernos, también. El grupo completo se dedica a mover el esqueleto. 
    La noche avanza y, luego de descansar a ratos, degustar algún trago e intercambiar algunos pareceres, llega el chofer a buscarnos en la limusina para llevarnos a nuestros respectivos domicilios. 
   A las 2 de la madrugada estoy abriendo la puerta de palacio. Luego de tomar un poco de agua, me dirijo a mi aposento a descansar hasta el día siguiente, en que logro levantarme cerca de las 10 de la mañana, para iniciar mi rutina habitual de los días domingos. 
   Ha terminado la semana. He sobrevivido a lo aciago y a lo triste, a lo irremediable e ingrato. La vida cotidiana, laboral  y social han morigerado la pena. ¡Hay que seguir adelante, es necesario y es lo que corresponde! 

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