sábado, 31 de agosto de 2024

En un mar de olivos ...

  

    Sábado 31, último día de agosto. Sé que no digo nada novedoso, 🤭, más bien es una perogrullada, pero hoy es ésa la fecha y por dicha razón la consigno. Comencé el día con un brusco despertar con movimiento sorpresivo de la cama de madrugada -despertares ya casi olvidados, 😉- debido a caprichos de las placas tectónicas. A poco de iniciarse el día, 26 minutos después de medianoche, ya estábamos con cosas raras. Fue tan fuerte, que me hizo recordar el 27 F, pero tan breve, que se me olvidó de inmediato, lo que no quita que surgiera la inquietud por lo que pudiera venir. Por si acaso, me levanté ipso facto a ver a mi compañera de vivienda y ante mi llamado sólo recibí como respuesta el silencio. Estaba 😴 😴 durmiendo "a pata suelta". "Felices los que duermen...", 🤣.Quedé frustrada y atorada, pues no pude comentar con nadie esa experiencia extrema, 😁.   
   Antes de las 7 a.m. volví a despertar. Alguien se duchaba cerca de mí. Pensé que era en la casa del lado. Seguí acostada. Al rato, al levantarme, veo que mi amiga estaba en pie, totalmente vestida, 😂 😂. ¡Había madrugado!😏🙄. De todas maneras, estuvo bien aquel adelanto, porque nos esperaba un viaje en etapas esa mañana.  Taxi-colectivo desde Bahía Inglesa a Caldera. Bus "charcha" desde Caldera a Copiapó. Bus decente desde Copiapó a Vallenar, minibús desde Vallenar a Huasco. ¡Uff! Llegamos algo cansadas 😫 de tanto sol y paisaje reseco y desértico.  Por Vallenar sólo pasamos, pues no recordábamos que fuera una ciudad muy atractiva, así que, directamente, habíamos reservado alojamiento en el Puerto de Huasco. Ambas habíamos estado en una ocasión en la ciudad-puerto (yo lo había recorrido durante parte de un día) y nos interesaba de mayor manera. La cercanía al mar y el hecho de contar con un sector de Floración extraordinaria, nos parecieron razones más que suficientes para nuestra preferencia.  


   Apenas iniciado el viaje en bus desde Caldera, nos despedimos de Alberto, nuestro anfitrión,  y agradecimos su generosidad y, en mi caso, además, su honestidad.  El día anterior me había devuelto, apenas le envié mis datos, el dinero que yo le había hecho llegar en transferencia duplicada. Así que, en realidad, la noche en esa casa de condominio vip, nos había costado sólo 35 lucas, 😜, una ganga. Comprobamos que realmente había sido Seremi en uno de los gobiernos del Presidente Piñera como nos había dicho y hasta Alcalde Subrogante de Copiapó. Nos llevamos de él el mejor de los recuerdos como persona. 

    Mientras íbamos en camino nos llegó la confirmación de un tour que queríamos  realizar mientras estuviéramos en Huasco, a precio muy conveniente para sus 8 horas de duración. Nos pareció fantástico. Dimos el sí enseguida y transferimos el 50% de los morlacos. Todo seguía a pedir de boca. A propósito de esta parte de nuestro cuerpo humano, apenas llegadas al puerto, buscamos dónde almorzar antes de ir a nuestro alojamiento. Encontramos un restaurante a una cuadra de la plaza y nos convenció su menú: carbonada de lapa, pescado frito con ensalada, bebida, pan con pebre. La sopa fue tan contundente que debimos desistir del acompañamiento de arroz de la merluza. A pesar de aquello, quedamos como "chinches", 🤣 🤣. Terminado ese trámite tan necesario para no morir de inanición, sobre todo yo, 🙈 🙈,  agarramos nuestras maleticas y salimos en busca del "Hospedaje entre Rocas". El cielo despejado y los 18 grados se transformaron casi en enemigos mientras recorríamos las veredas irregulares en subida, unas 7 cuadras aprox. Con el sincero deseo de hacer ejercicio luego de tan opíparo almuerzo, no buscamos un taxi (también un poquito por apretadas, 😂 😂). La maleta de América no estaba muy conforme con mover tanto sus ruedas y se negaba a seguir a cada rato. A la dueña no le quedó otra que cargarla lo más que aguantó. Vamos, que se puede, ya queda menos de la cuesta, ¡uff! 😎🥵🥴.🧗‍♂️🧗‍♀️.

    Llegamos casi al final de la cuesta y nos enfrentamos a una casa esquina antigua, en altura, con varios niveles y como en precario estado de equilibrio, 😂 😂.  No será ése el hospedaje, me dice América. Claro, decía "Hospedaje" y agregaba un teléfono, que no coincidía con el que teníamos, así que respiré tranquila: no es, dije. La verdad, no me parecía muy promisorio un alojamiento en aquel lugar... Justo cuando íbamos pasando vi, arriba, en una pequeña terraza, a una mujer. No me dio muy buena espina... Terminamos de subir y ya en el plano, volví a revisar Google Maps. ¡Habíamos pasado de largo...😬! En ese mismo momento suena mi celular: era la encargada del alojamiento reservado. Le indicamos dónde estábamos y nos señala que debemos retroceder,  🥺, nos pregunta si somos dos personas con maletas, 😬,  y claro, era ella a quien yo había visto en lo alto. ¡Nooooooo! ¡Qué lata! ¡Era la construcción que jugaba a equilibrarse en lo alto de la cuesta, 😂 😂! Salió el hijo de la señora a indicarnos por dónde ingresar, un hombretón un tanto extraño, 😬🥴😖. Pensé que hasta allí nos había acompañado doña Fortuna y estábamos entrando a la Casa del Horror, 😱, pero...


...las apariencias engañan. La construcción era antigua, no tan bien mantenida como uno hubiera querido, pero la habitación tenía todo lo necesario y limpio. La anfitriona nos llevó tazas, té, azúcar, galletas hasta la habitación, la que tenía una puerta-ventana corredera hacia una terraza en altura, con asientos, flores, una fuente de agua en funcionamiento y una vista espectacular hacia la parte baja de la ciudad y el puerto. ¡Era una bella e inesperada sorpresa! Y yo, evaluando a la rápida, ni profesora que hubiera sido, 😂 😂.   
    Descansamos un rato, tomamos un ☕ con galletas, salimos a conocer la ciudad, que nos encantó por su costanera, su Faro monumental, al cual pudimos subir merced a un modesto aporte y tuvimos el privilegio de una vista panorámica excepcional de la ciudad y de la bahía. Caminamos de un extremo a otro, llegando también a la Caleta, donde fuimos testigos de la práctica de natación a mar abierto de cuatro nadadores. Siendo las 18 horas, a pocos minutos de que el atardecer se inicie en el Puerto de Huasco nos dirigimos al Hospedaje, luego de pasar a un supermercado, con el fin de descansar de las aventuras del día. El domingo nos esperaba un tour, suponíamos, maravilloso. Era necesario descansar, pero, antes de guardarnos como niñas buenas, desde nuestra atalaya disfrutamos de una bellísima puesta de 🌞 🕶. Todo seguía dándosenos a la perfección.  





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