¡Selva y exuberancia! Ante mis ojos todo pasaba rápido. Parecía que los árboles, los cerros y las nubes tuviesen prisa.¡Vaya qué apuro! A ratos se dignaban moverse más lento. Era el momento de "sacarles la foto", 😄.El sol se había asomado temprano. Ya a las 5,30 el día había abierto los eyes y comenzado la jornada. Hacía más de una hora que yo le había ganado la partida -¡cómo si estuviésemos compitiendo!-. Habíamos abandonado Antigua dando tumbos sobre los adoquines y nos habíamos dirigido raudos, primero a la capital, por la cual pasamos casi en puntillas, y nos internamos en un paisaje selvático, que discurría entre altos cerros, mucha selva, profundas quebradas y cursos de agua cercanos a ellas y los angostos valles. Subíamos, a veces adquiriendo velocidad, en otras, con el paso cansino detrás de una larga fila de vehículos. Los dueños de la ruta, los grandes camiones de carga, impedían nuestro paso expedito. No recordaba haber visto tantos camiones en la carretera.
Por horas mantuvimos ese juego entre el ansia y la contención. Tres veces detuvimos nuestro trayecto. Era necesario moverse y pasar al sanitario. El calor había aumentado considerablemente si se piensa en Ciudad de Guate. El celular marcaba 30 grados cuando llegamos a Río Dulce, una localidad a orillas de un río con una bahía y con llegada al Mar Caribe. Allí terminó el viaje de algunos y subieron otros hasta llegar a Flores, ciudad a 218 kms.de distancia. Se veía bonito el lugar, donde estuvimos aproximadamente media hora. Agua, botes de arriendo, locales donde servirse algo, todo bien hasta que miré a un lado del curso de agua. Era un verdadero basurero acuático. ¡Qué pena!
Seguimos el trayecto. Cabe hacer notar que nos quedaban aún cuatro horas de viaje. Ya habíamos avanzado las más, algo así como 6 horas y minutos. Me habían ido a buscar al hotel esa "mañana" a las 3,50 a.m.🙄😴 y en recoger a todos los demás nos dieron las 4,30 (...y las once, y las doce 🎶 🎵; no, bromeo, 😉). Bien, éramos 12 pasajeros + el conductor = 13, a tocar madera no más, 😂 😂. Durante el viaje, con la "chala" que le ponía el susodicho casi que creía en el numerito aquel -me refiero al de la mala suerte-. Y lo más increíble, que había una cantidad de animalillos que se cruzaban..., perdón, 🤔, eso fue hoy, se me le confundió, 🙈 🙈. Me falta dormir más. Sucede que hace aún tanto "calore" con humedad más encima, que voy en la segunda cerveza. Claro que la otra me la tomé con harto hielo, por el calor y para que me dure todo el almuerzo, 😂😂, a las 14 horas. Ahora ya son pasadas las 19. El que sabe, sabe... Olvidémonos de los animalitos por el momento.
Ayer, en el último tramo del viaje, el relieve abrupto del inicio se allanó un poco, aunque el camino no dejó de lado las constantes curvas. Vi muchas aldeas a orillas de carretera, algunas que daban pena, con una pobreza exhibida sin calmantes. Casas muy viejas, mucho polvo y descuido, casi como en una antigua fotografía en blanco y negro, en sepia o en color pero desteñido con el paso del tiempo. Igualmente, no faltaba la mesita al lado de la carretera y la comida al paso sirviéndose ahí mismo. Por unos días creí que Guatemala iba a librarse de mi calificativo de "tercermundista", pero visto lo visto, no puedo cerrar los ojos y negar la evidencia - eso queda para los políticos, 😉-. En un pueblo a orillas de carretera vi una especie de mercado donde pude observar carne por trozos encima de una mesa- así, ¡al aire libre!-, una señora afanándose con una masa, todo a vista y paciencia de quien quisiera ver y comer lo preparado, con el condimento del polvo, de las moscas y de un cuanto hay en el aire a orillas de una carretera muy concurrida. ¡Nada qué hacer! ¡Si somos hermanos 🎶seremos todos iguales 🎶...de cochinos, descuidados, insalubres, 😒😬.
La llegada a la ciudad Flores no pudo ser mejor y prometedor que el paraíso. Del continente, cruzamos un puente que nos llevó a Isla Flores y allí estaba mi alojamiento. Quedaba bien cerca del paradero, así que agarré mi maletica, eché mi mochila al hombro y enfilé paso hacia donde me indicaron, con la mala suerte que no entendí bien (¡Humbertita, 😂!) así que caminé como tres cuadras de más. Considerando que el alojamiento estaba en subida, ni una gracia, 🥵🥵. Pero llegué y me pude dar una buena ducha helada antes de salir (eran las 15,30). Los 30 grados igual amenazaban lluvia., lo que es característico de este sector del planeta Tierra.
Primero era lo primero: contratar el tour para ir a Tikal pues a eso vine de tan lejos. Casi 20 dólares (17,50 U$ para ser más exacta) por el viaje y el guía. Allá, cada cual debía comprar su entrada al Parque, que costaba nada menos que 20 U$. Hora de reunión, a una cuadra de mi alojamiento, 04,15 a.m. 🙄😬🥱. Entre vuelta y espera, salimos a las 5 a.m. (¡qué lata!). El sitio arqueológico no queda tan lejos, solo a 65 kms, hora y media de trayecto. ¿Cuál es entonces el apuro? Que allá nos hacen desayunar (casi todos lo hicimos) claro que por cuenta de cada uno y así "la negocia" mejora. Casi todos los de mi grupo eran "gringos", al igual que el día anterior, así que nos dividieron y nos juntaron con integrantes de otros furgones a cargo de la misma "asociación turística mafiosa", 😂, y los gringos por un lado y los latinos por otro. Suerte que había un grupo de cinco españoles, para darle más brillo a nuestro pelo tercermundista. Además, había 3 salvadoreños, 2 costarricenses, un brasilero pintamonos y otro par que no supe de dónde eran. Pedí mi desayuno y me iba a sentar sola, obvio, cuando el padre de los dos jóvenes salvadoreños me invitó a su mesa 😉🙄🤤. El último emoji es por el desayuno que estaba bien rico: unos panqueques con frutas y miel, más café, 😁. Al final, cuento corto, terminamos los sudacas dándonos las direcciones, ofreciendo ayuda si yo iba a Costa Rica o El Salvador y yo, ofreciendo ayuda también a los costarricenses, que manifestaron su deseo, desde hace tiempo me dijeron, de conocer Chile. La verdad es que yo no acostumbro a eso de facilitar números telefónicos, pero me los entregaron ellos primero, así que nobleza obliga. ¡Ojalá no sean de la Mara Salvatrucha, 😳🤭🤭!
¡Upps! Me adelanté. Les estaba contando que fui a contratar el tour y luego me salté al día siguiente, 🤭. ¡Sorry, comprendan a esta pobre anciana, 😉! Lo segundo fue ir al Terminal de buses para ver cuándo volvería a Ciudad de Guate y desde allí tomar el avión de regreso. Como me encantó esta islita, pos, oye, decidí no moverme de acá sino hasta el penúltimo día. Me fui caminando al Terminal, que quedaba donde el diablo perdió el huipil, 😬, y el ambiente a mi alrededor, así como iba avanzando, era cada vez más picante. Llegué, busqué y encontré pasaje. Cuando salí a la calle casi había oscurecido y había empezado a llover, dos razones poderosas para buscar locomoción: una mototaxi, que por 10 quetzales (1.350 $ , ¡una ganga!) me dejó en un supermercado, desde donde tomé otro vehículo de los mismos para irme al alojamiento. La decisión de permanecer allí hasta el momento de irme a la capital, me obligó a buscar otro alojamiento por un día, pues el actual ya estaba reservado. No tuve problemas: a unos 50 m. encontré otro; ¡eso se llama suerte!.
No pensé lo mismo mientras casi íbamos llegando a Tikal, pues una serie de animalillos, ahora sí, le habían salido al camino al furgón turístico: una liebre, perros, gatos, gallinas, gallos y hasta una pequeña bandada de aves negras, que estaban principalmente sobre la vía izquierda en un sector de la carretera. Si hubiéramos sido romanos o consejeros de Mío Cid seguro que no ponemos muy buena cara al ver ese "signo de la diosa Fortuna". Pero, como somos humanos supercivilizados, avanzados y activos, habría que suponer que el cadáver de otro animalillo estaba sobre el pavimento, entonces los cuervos estaban de festín, 😊😉. Volvamos a Tikal. Vamos a los resultados : la caminata fue de 10 kms. en total, por un suelo mojado, resbaladizo, en sectores con bastante barro y en otros con raíces traicioneras, subiendo y bajando en el terreno. Ascendimos a 3 construcciones y a un sector de Necrópolis en el Complejo llamado la Gran Plaza. En la subida de tres templos, por unas escaleras de madera, casi "echamos los bofes" fuera, 😂 😂, con el esfuerzo y la cantidad de escalones. ¡Uff! Quedamos con las piernas temblorosas luego del esfuerzo, que, sin duda, valía sobradamente la pena. Todo el Parque, más de 500 km2 de superficie es selva, que sólo está menos impenetrable, pues fue necesario edificar diversas construcciones para el área administrativa y de servicios. Y otro dato relevante: sólo un 15% del total de la superficie del parque ha sido descubierto.
[Entre paréntesis; me ha venido un sueño atroz, que quiere impedirme que termine el relato, pero no me ganará. Obvio, deberé ayudarme con una ducha fría, que no sirve de mucho, en realidad, porque ya con la actividad de secarse, uno ya está acalorada de nuevo. Pero, ¡vamos, que se puede! Cierro paréntesis].
Volvamos al Parque Nacional Tikal. Dice Wikipedia: "Tikal fue la capital de un estado beligerante, que se convirtió en uno de los reinos más poderosos de los antiguos mayas. Aunque la arquitectura monumental del sitio se remonta al siglo IV a.C., Tikal alcanzó su apogeo durante el Período Clásico, entre el 200 y el 900 d.C. Durante este tiempo la ciudad dominó gran parte de la región maya en el ámbito político, económico y militar, mantenía vínculos con otras regiones a lo largo de Mesoamérica. El sitio arqueológico de Tikal cuenta con aproximadamente 5.000 edificios prehispánicos, de los cuales sólo un 5% ha sido habilitado o restaurado para su exploración".
No más que eso anoto para dejar establecida la importancia del sitio. Quisiera compartir con ustedes el privilegio de estar acá en este lugar tan único y relevante para un conjunto no menor de descendientes en los países de Centroamérica. Tikal, que significa "lugar de las voces", mientras nos internábamos en la busca de aquellas construcciones monumentales y únicas, hacía sentir su "voz", una mezcla de cantos de insectos y aves que a ratos se escuchaba con más intensidad. Caminábamos concentrados siguiendo al joven guía, Fernando, con la vista más fija donde pisábamos que en lo que nos rodeaba. Las fuertes lluvias de los últimos días, había transformado en cenagoso parte del sendero. Nuestra primera ascensión fue una Pirámide para estudios astronómicos, con 39 peldaños + la plataforma, con 9 estelas y 4 niveles, etc.etc., que daban como resultado exactamente los 365 días que se demora la Tierra en moverse alrededor del Sol. ¡Increíble!
Por recomendación del guía, acto seguido, nos fuimos a la construcción más alta e icónica del sitio, el Templo IV, de 66,4 m. de altura, para realizar su ascenso por las escaleras de madera instaladas para aquello. Lo importante, dijo, era subir lo más difícil antes de que hiciera más calor. ¡Llegamos, uff! ¡Qué maravilla! La selva se veía en todo su esplendor y a cierta distancia se aparecían las partes superiores de dos construcciones más. Fue nuestra primera experiencia extrema y a la vez alucinante.
Fotos iban y venían, hasta que nos bajamos y seguimos el sendero que nos conduciría al Templo Talud-tablero, una construcción de 22 m.de altura. Subimos otro templo, cuyo número e identificación me olvidé, para, luego, llegar hasta el Templo V, una belleza en todo sentido, de 57 m., perteneciente al complejo "El mundo perdido". Durante su estudio se descubrió que era la tumba de un gobernante, al que aún no se identifica. A él no ascendimos. Finalmente, nos dirigimos al complejo Plaza Central, lugar donde se celebraba lo más relevante del sitio arqueológico. Allí se ubican dos grandes templos y dos acrópolis, más otras construcciones. Al Templo II, también conocido como "Templo de las máscaras" se puede subir. Una vez arriba se tiene una vista panorámica extraordinaria de todo el lugar. Al frente de él se ubica el conocido Templo del Jaguar. ¡Hermoso! A la derecha, en un nivel intermedio, se observan las ruinas de varios palacios, entre ellos el Palacio Mahler. Al frente de esta acrópolis, se observan 12 templetes mortuorios de gobernantes y estelas ceremoniales. En este lugar se nos dio tiempo para que recorriéramos libremente.
A las 11 nos juntamos en unas construcciones de servicio y luego iniciamos el regreso, caminando, al Restaurante que nos había recibido en la mañana. En el camino, el guía, conocedor del lugar y de las costumbres de sus habitantes, desalojó por unos momentos a una tarántula para que la veamos, y luego la volvió a su hogar. Por un pequeño detalle, había descubierto que estaba frente a la vivienda de una Srta. de ocho patas.
Pasadas las 13 horas ya estábamos en Flores de nuevo, desesperada, en mi caso, por un cambio de ropa y una ducha helada, lo que no tardé en proveerme, para luego ir a almorzar. Los 32 grados de esa hora casi me noquearon así que regresé antes de tiempo al hostal. Ya en la tarde saldría, "con el fresco", en busca de un último tour y de souvenirs. Mañana, entonces, además de cambiarme de alojamiento, me espera una nueva aventura, de la que ya les contaré en un par de días. Hasta pronto.
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