sábado, 25 de mayo de 2024

Síntesis México...

  

   Lo prometido es deuda, especialmente si me lo he prometido a mí misma, 😂. Empiezo, entonces, la síntesis anunciada. La recientemente realizada fue la primera visita a México. Digo primera porque pretendo ir nuevamente, en un viaje particular, con la gran ventaja de cierto conocimiento adquirido, que es importantísimo a la hora de tomar decisiones de ruta y alojamiento. En general, tendría que decir que los mexicanos reciben muy bien a los turistas. Ignoro si hay algunos de determinada nacionalidad que no les agraden, pero nosotros fuimos muy bien atendidos, recibiendo respuestas y sonrisas genuinas. Creo haber escuchado a algún comentario acerca de que no les agradan mucho los argentinos, por su prepotencia y exigencias. Y lógico, frente a la sencillez y algo de apocamiento mejicano como parte de su idiosincrasia, no resulta extraño ese rechazo. En esta actitud, más humilde y reservada que nuestros vecinos, nos parecemos bastante a los herederos de Zapata, Villa y Juárez.  
    A propósito de estos tres personajes, importantísimos en el devenir histórico de México, como muchos otros, nos habló el guía Jesús cuando nos encaminábamos hacia Cuernavaca, en el Estado de Morelos, pues por allí nació Emiliano Zapata y este estado fue lugar de operaciones de todos ellos. No voy a entrar en detalles que desconozco, pero lo que sí recuerdo es que el famoso Pancho Villa no se llamaba así realmente, sino que había adoptado el nombre del líder de una banda de cuatreros a la que pertenecía cuando el verdadero Pancho Villa murió. Buscando los detalles de estos personajes revisé el whatsapp ese que el sistema entrega para que uno tome notas ( 😂 😂, recuerdo que les dije a unos compañeros de viaje que yo me mandaba whatsapps a mí  misma porque no tenía muchos amigos, 😂 😂). Allí me encontré con el título de un documental que la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) publicó acerca de la Masacre de Tlatelolco de 1968 y que nos recomendó el guía. Esta mañana me dediqué a ver "El grito", documental de casi dos horas, donde se da cuenta de lo grabado desde casi los inicios del movimiento estudiantil de ese año y su trágico término el 2 de octubre del mismo año. Al ver las tomas e imágenes no pude evitar que mi memoria trajera al presente imágenes vistas en nuestro propio país por los años 70, en blanco y negro, de manifestantes que copaban "las grandes alamedas" de la historia. Busqué en YouTube y encontré "Tlatelolco, la otra versión", documental de 57 minutos. También lo vi. Fue interesante contrastar los datos, la perspectiva distinta con las mismas imágenes y una explicación  más macro y global. Considerando que no soy mejicana, que sé muy poco de la historia de dicha nación, no puedo optar por una de las dos versiones a "rajatabla". Lo relevante es que vi los carteles de las marchas, las consignas, vi las imágenes omnipresentes del Che Guevara y eso me da la pauta, para, de lo visto en mi propio país cuando era adolescente, arribar a algunas conclusiones. Como en muchas partes y en distintos momentos de los siglos XX y XXI, los estudiantes fueron la primera línea, la punta de lanza de otras organizaciones ...y lo seguirán siendo, aquí y en la "quebrá del ají", una pena trágica  para los que creen de corazón en los lemas de estos movimientos.  
   La nación mexicana arrastra esta tragedia y otras en su historia. Se sabe tercermundista, aunque por sus riquezas naturales y otras, tiene un futuro que podría ser promisorio para muchos, pero que no lo será sino para unos pocos. La corrupción parece estar a la orden del día. De ello nos habló, en broma y en serio, Jesús, el guía. Hasta los policías, es sabido y aceptado, que funcionan "untándolos", mientras la clase vulnerable y mayoritaria sobrevive y hace patria en las faldas de los cerros con las mínimas condiciones por años de años, pero haciéndole el quite a lo legal, mientras la savia joven, pasa a engrosar la lista de los Brayans y las Britanys, que viven en un mundo de drogas, de fiestas, de falta de metas, aprovechando la ley que permite el aborto y los beneficios del Estado. Estado que, cabe decir, no es muy eficiente, según pude observar. Sólo hay acotados sectores de la gran CDMX que se ven limpios y modernos arquitectónicamente hablando (de lo que vi en los recorridos a pie y en bus, añado). Las veredas, en general, se ven sucias, con mucho arbolado eso sí, pero descuidadas, con basura a cada paso, edificios con una pátina de mugre, que me habla de despreocupación e ineficiencia. Rallados por doquier (igual que en nuestro país), construcciones sin mantenimiento, por mucho tiempo se deduce. Hay abundancia de comercio ambulante, incluido de alimentación. Nada nuevo bajo el sol, a pesar de la cercanía a los Estados Unidos de América.     
    Sin duda el Turismo es una de las fuentes del desarrollo del país. Los hoteles, los resorts, los restaurantes están preparados para dar una muy buena atención al turista. Las tiendas, pequeños locales, mercados y ferias artesanales son infaltables en cada ciudad, donde todo lo mexicano se ofrece, generalmente, a buenos precios. La ropa típica no es muy barata,  aunque se entiende si se considera que hay mucho trabajo a mano en tejidos y bordados, como también en el trabajo del cuero. Las joyas de plata son omnipresentes en cada lugar, pero de no conocerse adecuadamente el metal no cabe duda que más de un turista termina engañado. No obstante, los plateros no hacen fácil la decisión del turista, pues sus precios son bastante onerosos. Trabajan en abundancia también varias piedras preciosas o semipreciosas como la obsidiana, el jade, el ojo de tigre, el cuarzo, entre otras, obteniendo hermosos resultados.   

   Los souvenirs típicos de la cultura mexicana, tan imbuida de religiosidad, de vida, colorido y culto a la muerte (como parte de la vida) son las imágenes religiosas de la Virgen de Guadalupe (hacia la cual hay un culto predominante), las catrinas (representación de la muerte), las calaveras (muy coloridas), los alebrijes (pequeños monstruos imaginarios propios de pesadillas), los sombreros mexicanos y alguna botellita de tequila o mezcal, al que hay que agregar el pulque, aunque este último se consume recién hecho.

  En cuanto a la gastronomía, cabe destacar la presencia de las tortillas de maíz (comí la tortilla de pipián en la comunidad del Cenote de dos Palmas), los tacos (no probé ninguno), la ensalada de nopal (cactus), el mole (salsa aplicada al pollo), guacamole (no me gusta, 😬), té de Jamaica (de hibisco 🌺 en realidad; delicioso con hielo), tamal (no me gustó, prefiero nuestra humita) y todo condimentado con mucho ají, que algunos intentamos probar pero en lo que no perseveramos, 😂 😂.   

    Sin duda  lo que más nos divirtió  fue el tipo de idioma español hablado en la nación azteca, tan lleno de expresiones locales, que para un foráneo no resulta fácil entenderlo a cabalidad. Nuestro guía nos hablaba en "mexicano" y vaya que nos causaba risa. A los buses se les dice camiones, a los problemas, "pedos". Por lo tanto, si alguien tiene un problema grande va a decir que "tiene un pedo atorado" y todos entienden allá, menos nosotros que mal interpretaríamos,😂 😂.Mientras acá alguien puede andar "mal de la caña", allá se levantan con la "cruda". Acá "bailamos", allá le "sacan el polvo a la chancla". En lo relativo al acto sexual hay una abundante creatividad (igual que acá) que realmente divierte. Es así como "apachurrar el sapo", "darle vuelo a la hilacha", "desplumar la cotorra", "despuntar al muñeco" se refieren a lo mismo: a realizar el acto sexual. Y si se es bisexual (a propósito de Frida) a lo mexicano se dice "que se gastaba parejo " o que "chuteaba  con las dos piernas", mientras los homosexuales "traspasan corriente", 😳🙊. Y como además la Kahlo cojeaba se dice que era como el dólar, que subía y bajaba. Y el "¡No inventes!", "Neta", y otra serie de expresiones y giros lingüísticos nos hacían estar atentos al Jesús verdadero (el primer guía; el segundo, el de la Riviera Maya, no tenía la misma chispa).  
    Sólo de pasada, porque ya lo mencioné en detalle, no puedo dejar de destacar la riqueza cultural de los orígenes del pueblo mexicano, que alcanzó un desarrollo de conocimientos matemáticos, físicos, astronómicos, constructivos impresionantes, que los llevó a dejar huellas arqueológicas inigualables, que, en la actualidad, cuidan al máximo, aunque también fueron víctimas del expolio de su riqueza cultural por parte de muchos europeos antes de que tomaran conciencia de la  relevancia de preservar sus raíces. Pero no deja uno de sorprenderse de una mezcla casi contradictoria en sus creencias y forma de vida: son muy religiosos y devotos,  lo que no impide la corrupción, la violencia y los actos de delincuencia. Por un lado, se ven conservadores (desde la perspectiva espiritual) y, por otro, vanguardistas-decadentes, haciéndose eco de todas las causas feministas y Lgtbq+, con barrios rosas, con taxis de color rosa y con prostitución masculina a la vista de cualquiera que pase por la calle. Desde el bus, de regreso de la Plaza Garibaldi, vimos jóvenes sólo vestidos con un slip, exhibiéndose en la puerta de un local. 

    Inicié estas líneas con sentimientos encontrados hace un par de días. Recién me había enterado de la muerte de Claudio Iturra. Si no hubiera hecho dos viajes con su empresa, teniendo la compañía de su persona en el último tour -Turquía-, no hubiera hecho este comentario. Cada día mueren miles de seres humanos, de cuya mayoría ignoramos absolutamente todo y, por no conocerlos, no nos afecta su desaparición de entre los vivos. Lo mismo sucederá para miles de millones cuando nos llegue a nosotros la hora, lo que afectará -o no- sólo a nuestros conocidos, con la claridad de que no será un golpe emocional muy fuerte, porque, por nuestra edad, es lo que se espera. Sin embargo, cuando muere alguien joven, conocido por los medios, que aunque no conversó contigo estuvo cerca tuyo y del grupo, impacta, más por el hecho que por la persona. Enseguida viene la gran interrogante no resuelta ahora ni nunca, del por qué. Y si la partida es de un ser cercano, las interrogantes, las emociones, el dolor se multiplican. No queda más que esperar y desear que el tránsito no haya sido tan doloroso y que lo vivido, aunque insuficiente para la mayoría, haya sido de calidad, como parece haber sido en el caso de Claudio.  

    Frente a este gran muro, paso, abismo, que nos espera a todos, no cabe otra cosa que vivir al máximo, cada cual aplicando esta expresión a su realidad y a su visión del mundo. Vivir al máximo lo que cada día te entrega, atesorando experiencias, compartiendo con los seres queridos, llámese familia, amigos, compañeros de ruta circunstanciales o definitivas.  Agradeciendo, decía Claudio, las oportunidades que te has ganado por tu esfuerzo o que la diosa Fortuna te ha regalado. Agradecer  y no olvidar a los que ya no están y que se fueron antes que tú a caminar por otros senderos, tal vez, o sólo a estar. ¡Quién puede saberlo! Así que gracias, México, por lo visto y conocido, gracias Jesús -el guía, 😉- por tu simpatía, gracias, Vicente -el guía chileno- por tu paciencia con este atado de veteranas, gracias, amigas de viaje, por su buena onda y buenas vibras. Ya nos veremos. Hasta pronto.

miércoles, 22 de mayo de 2024

Entre olmecas, mayas y aztecas...

  

    No me resulta fácil enfrentar el tema del México Precolombino, del cual vi maravillosas huellas arqueológicas en la ex Tenochtitlán, en Teotihuacán, Chichén Itzá y Tulum. Aunque estuve allí de cuerpo presente y escuché bastante atenta las explicaciones de los guías (dos Jesús y un Gustavo) no me ha resultado fácil presentar una síntesis clara de estos riquísimos sitios donde la diosa Historia se paseó orgullosa antes de que llegara Colón y los demás por estas tierras,  que siguen siendo hasta el día de hoy motivo de estudio de arqueólogos y de un sinfín de científicos. ¿Qué puedo yo decir, una neófita aficionada a la historia y a los viajes culturales como vía de aprendizaje, con mucha lectura interesante, pero con un mínimo de estudios sistemáticos en el área?  Poco, muy poco. Por eso, si quiero minimizar groseros errores en lo que escribo, me veo en la obligación de leer e informarme al respecto. Por lo tanto, tuve que abocarme a una lectura de diferentes fuentes y textos en Internet acerca, principalmente,  de los aztecas y mayas para intentar cuadrar el círculo, 😂 😂 y presentar un relato más o menos veraz de lo visitado. 
     Ya les conté en relatos anteriores acerca de los restos arqueológicos vistos en Ciudad de México, la antigua Tenochtitlán de los mexicas (también llamados aztecas), que luego de peregrinar buscando la concreción de la leyenda del águila sagrada devorando una serpiente parada en un nopal logran encontrarla allí, donde fundaron su ciudad en 1325, en una isla, en la cual se emplaza en la actualidad el Palacio Nacional. A unos metros, producto de excavaciones, surge a la luz una mínima parte de lo que fue el Centro Ceremonial de la gran capital azteca. También les hablé de Teotihuacán, complejo arqueológico a sólo 42 kms.de CDMX, que comprende tres templos piramidales (de la Luna, del Sol y de Quetzalcoatl) y otras construcciones erigidas alrededor del siglo II a.C. No se sabe con certeza quiénes vivieron allí, aunque se supone que fue una población multiétnica, dedicada a la producción artesanal, el comercio, el sacerdocio y la guerra. Los mexicas encontraron la ciudad cuando ésta llevaba unos 6 siglos de abandono y le dio el nombre con el que se conoce. En aquel lugar, bajo un sol calcinante, admiramos la Pirámide de la Luna, recorrimos el Camino de los Muertos para llegar hasta la Pirámide del Sol y ascendimos los peldaños milenarios de la Pirámide de Quetzalcoatl para admirar, a unos metros, las figuras de la serpiente emplumada en el relieve de una de sus paredes.

   En los últimos días de mi estadía en la nación mexicana tuve el privilegio de visitar dos zonas arqueológicas más, importantísimos vestigios de lo que fue la otra civilización precolombina que floreció en parte de México (Península del Yucatán, Chiapas y Tabasco) y en los países de Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice. Me refiero a la Civilización  Maya.  

     El lunes 13 de mayo salimos del resort al que habíamos llegado el día antes para visitar la zona arqueológica de Chichén Itzá, distante a 200 kms. Aunque partimos temprano, el hecho de no ser un tour exclusivo para nuestro grupo (se pasó a buscar a otros pasajeros en sus respectivos resorts) supuso más demora y menos exclusividad. No obstante, con mis amigas logramos quedar ubicadas alrededor de unas mesas que estaban en el centro del autobús,  de manera que nuestro viaje, aunque largo, fue cómodo. Poco antes de mediodía, luego de una charla del nuevo guía (también llamado Jesús), llegamos a nuestro destino. Después de pasar por los torniquetes de entrada ingresamos a la zona arqueológica, caminamos por ella unos cientos de metros y, de pronto... ¡maravilla de maravillas!...Estaba frente a nuestros ojos el Templo de Kulkulcán, 😲😍🤩, en toda su magnificencia, con sus 91 escalones, sus 9 niveles y su templete superior, todo de piedra, perfecto desde lejos, como recién hecho. Era la misma imagen que yo había visto desde niña en enciclopedias, más tarde en libros y en la actualidad  en videos o Google. ¡Allí estaba una de las máximas expresiones de la civilización maya, mezclada con avanzados conocimientos matemáticos y astronómicos, a pesar de que cuando fue construida aún el continente de América no había sido "descubierto" ni "civilizado" por los españoles! Alrededor de él, había un amplio espacio libre para desplazarse y observarlo. En la pared izquierda, la entrada con dos cabezas colosales de la serpiente emplumada a ras de suelo, efigies del dios Kulkulcan, no sé si protegiendo o dando la bienvenida. No pude comprobarlo; no se puede llegar hasta ellas, buena medida para su preservación. En este lado, durante el equinoccio, dicen los que lo han visto, que el juego de luz y sombras que se produce hace parecer que las serpientes descienden hacia la tierra.  Hay planteamientos que desestiman la apreciación anterior, pues el "fenómeno" no sería exclusivo de esa fecha. Uno, neófito en asuntos como éstos, se queda con el misterio y la magia. 
     La construcción de esta ciudad o centro Ceremonial se realizó entre los años 800 a 1100, aunque el asentamiento se haya llevado a cabo alrededor del año 250 d.C. El diseño tiene clara influencia tolteca; el dios que  preside el Templo, según la mitología maya, es Kulkulcán, la versión que esta civilización tiene de la divinidad tolteca Quetzatcoatl. Los edificios que lo conforman son numerosos, a lo que se agrega la existencia de un cenote sagrado en las cercanías, en el que fueron descubiertos huesos humanos de niños, evidencia de los sacrificios humanos realizados por los mayas en algún momento de su desarrollo. Lamentablemente el tiempo que tuvimos para recorrer la explanada y sus alrededores, amén de visitar los servicios y comprar, fue mínimo si consideramos toda la zona. Al revisar Google me doy cuenta que faltó mucho por ver y admirar, lo que espero contemplar en una próxima visita, 🤞🏽.  
     De lo visto y de lo que guardo imágenes es: el Templo de Kulkulcán (el más conocido y famoso del sitio), la Plataforma de Venus, la Plataforma de Águilas y Jaguares, Templo Inferior de los Jaguares (con una escultura de jaguar en su frontis), el Gran Juego de Pelota (una extensa explanada con muros alrededor y un pequeño templo al fondo; en esos muros se observa a ambos lados unos aros en altura, que se supone eran parte del juego). El Templo de los Guerreros y Grupo de las Mil Columnas son dos construcciones rectangulares aledañas, que ocupan bastante extensión y que se ubican de manera lateral a las serpientes del Templo de Kulkulcán. De todos ellos aparecen imágenes en los collages que grafican esta crónica. Para lograr una visión global, se requiere visitar este lugar un día completo incluido el tiempo necesario para llegar hasta la zona arqueológica desde una ciudad más grande. 

     Ese mismo día,  luego de disfrutar de un almuerzo con mucho té de Jamaica, 😋😋, nos llevaron al Cenote Saamal, uno de los 2400 existentes en la Península de Yucatán. La palabra "cenote" deriva del término maya 'dzonot' que significa "abismo". Para los mayas, estos "ojos de agua" eran considerados fuentes de vida y que, además de proporcionar el líquido vital, eran una entrada hacia otro mundo y centro de comunión con los dioses. Cuando me enteré que el cenote tenía una profundidad de 30 metros, desistí a priori de  gozar de sus aguas heladas, descanso indiscutible luego de una temperatura exterior superior a 30 grados. Varios del grupo fueron los valientes. Yo, como el cura Gatica, sólo observé y fotografié desde un Mirador a media altura. Me perdí esa experiencia única por temor a irme a pique a pesar del chaleco salvavidas, 😢😥😭. De regreso al resort nos detuvimos y bajamos, los que quisimos, unos minutos, en la segunda ciudad más grande de Yucatán, Valladolid, con un bello centro histórico  Colonial.  
    El miércoles 15 participamos con América en la aventura particular de ir a otro sitio arqueológico, llamado TULUM ('muralla'), por suerte a una distancia de sólo 20 kms. de nuestro alojamiento. Antiguamente fue una ciudad amurallada llamada Zamá ('amanecer') en la costa del Mar Caribe y al interior del Parque Nacional Tulum. Este recinto Ceremonial se cree fue construido entre los años 1200 a 1450, ya sin residentes a fines del siglo XVI. El edificio más importante de este sitio recibe el nombre de "El castllo" y se ubica frente al mar. Cuenta con ventanas que se estima eran iluminadas para servir de faro a los navegantes, que necesitaban esquivar los peligrosos arrecifes del sector. La zona en totalidad tiene una forma rectangular, con cuatro puertas originalmente en sus murallas y varias construcciones, en más de una de las cuales se ha encontrado pinturas en su interior, aunque ingresar a ellas está vedado para el simple turista. Es una zona que, por su ubicación estratégica, cuenta con varios miradores con vista al mar. Tanto para acceder como para salir del sitio se debe caminar por calzadas de pavimento que se abren paso entre la naturaleza y que hace de su recorrido un hermoso paseo. Pero, ¡cuidado!, pues a pesar de la brisa marina, el sol ataca fuerte. Prueba de ella es que una de las participantes del tour, muy joven, debió ser atendida por varios minutos ya que sufrió una descompensación debido al excesivo calor, calor del que las iguanas parecen disfrutar sin inconvenientes.  
     El tour de medio día  no sólo consistía en la visita a este importante reducto de la civilización maya. También incluyó, además de agua mineral, jugo y alimento, la visita a la Comunidad del Cenote Dos Palmas, donde se nos enseñó a preparar una tortilla para un taco (la masa ya preparada de antemano), que fue cocida sobre el comal y luego rellenada con una pasta (de semillas de calabaza molida y ajitomate) y condimentada con unas gotas de  chile 🌶 habanero (el más picante usado en México). Cada uno de nosotros estiró su tortilla, recibió el relleno y se comió el producto que estuvo delicioso. La masa era elaborada con maíz. ¡Increíble que un alimento tan simple fuera tan delicioso! De allí nos fuimos al Cenote, luego de pasar por una ducha abierta para quitarnos el sudor y las cremas. Este ojo de agua tenía la forma de un picarón, con un agua cristalina y fresca, que ya daba alivio sólo de verla. Debe haber tenido unos dos metros en la parte más profunda y aunque igual me habría ahogado sin chaleco salvavidas, 😂 😂, tomé la decisión de aprovechar esta segunda y última oportunidad de sumergir mi bello cuerpo, 😊, en estas deliciosas  aguas. No me alejé de la escalera, eso sí (ya saben, "Juan Segura vivió muchos años..."). Al salir nos esperaba una tiendita de souvenirs y un pequeño refrigerio con té de Jamaica y trozos de fruta con ají espolvoreado. ¡Sí, tal como lo leen! Fruta dulce con ají. La probé y... seguí probando y probando. ¡Estaba exquisita! El ají que se le echa es como el merkén nuestro. Se me grabó la marca, tanto así que, mientras vitrineaba en el aeropuerto vi una botella con aquella "salsa" (en polvo). No lo dudé un momento. Compré ipso facto un envase, que pretendo probar con piña, mango y manzana, 😋😋😋 en unos días más. 

   Se me han agotado la mente y los dedos. Quería realizar una síntesis de la experiencia total, pero el escrito se alargaría mucho y su elaboración  requiere de unas cuantas vueltas más en la cabeza... y en el corazón.  Estamos a un paso, sí. Va a la próxima. Por el momento, comparto con ustedes la maravilla de estas huellas humanas de otros tiempos y latitudes, tan decidoras de nuestra capacidad como especie. Las construcciones erigidas, los calendarios creados y usados por aztecas y mayas y otros ejemplos son una prueba fehaciente del conocimiento que alcanzaron en los ámbitos de las matemáticas, física  y astronomía. Y lo más importante, sin ayuda de elementos tecnológicos avanzados.  ¡Qué maravilla! Hasta pronto.








lunes, 20 de mayo de 2024

Playa, cielo, sol y... 🎶 🎵

   

    (Parece que se me cayó el carnet con la elección de la canción, 🙈).    No, no hubo amor, pero sí mucha amistad. Nuestro cuarteto se transformó en sexteto, lo que se oficializó con una directiva en que todas "agarramos" un cargo, 🤣 🤣 y eso que son ad honorem. El 12 de mayo ¡por fin llegamos a CANCÚN!, después de un día casi perdido entre espera en aeropuerto,  vuelo y traslado al resort correspondiente. Lástima que de Cancún no conocimos más que el aeropuerto,  🤣,  pues nuestro destino estuvo en la RIVIERA MAYA, específicamente en el sector llamado Tulum. El resort al que llegamos era a "todo trapo", aunque debo aclarar que mi experiencia "resortística" no es muy amplia, 🤷.El complejo consistía en un conglomerado de edificios de tres pisos llamados "villas" (vi hasta el número 35) entre jardines, prados, piscinas y diversas dependencias de servicios de alimentación u otras, con paraderos a orillas de los calles interiores, por donde pasaban los numerosos carritos que trasladaban a diversos puntos del resort, como a la playa, a los lobbies o las tienditas de souvenirs y ropa. Y, a cada paso, veíamos coatíes (con y sin cola), lagartos de diferente tamaño hasta mapaches, los que no se metían con nosotros ni nosotros con ellos, así que felices todos. Cada cual haciendo su vida, total, espacio había de sobra.   
    El comedor o casino central del lobby al que llegamos (especifico porque había otro lobby premier) era para cientos de personas (unas 400 y capaz que me quede corta), con una cantidad de oferta gastronómica impresionante: panes, pastas, carnes, comida mexicana, ensaladas, frutas, yoghurt, cecinas, quesos, pasteles, etc. El sector más cercano a las cocinas, donde se veía a algún chef cocinando en el momento, nunca lo fui a ver. Ya tenía suficiente y en demasía con lo mencionado. El café, té, jugos y licores lo llevaban a la mesa según pidieras a los garzones encargados. Yo mantuve mi frugalidad, 😂 😂, si puede llamarse así, considerando que, al menos al desayuno, comí más que en palacio: yoghurt, unas frutas (piña, mango, uvas) en cantidad decente, una rebanada de pan, una lámina de cecina, una de queso y un huevo duro, más jugo y café o té.  Muy frugal, ¿verdad? De pronto, una galletica al finalizar para cambiar sabor, no más que eso. Y con ello me mantenía feliz hasta la hora de almuerzo sin consumir nada más que agua en el intertanto. Mis almuerzos también fueron decentitos. Donde me solía descuadrar un poquito 😬 era en el té de Jamaica (me transformé en fanática sin saber que por acá también se vende, 😂 😂) y en los postres 🍨 🥴🥺. Igual no engullía más que 4 pastelitos, 🙈 🙈.     
    No siempre estuvimos al interior del resort. Salimos dos veces. En una ocasión el grupo completo, en la otra, sólo yo y mi compañera. Ya hablaré de aquello. ¡Wait for a minute! Disfrutamos de la piscina en una ocasión y de las respectivas reposeras bajo los toldos de paja o lo que sea. El ambiente estaba caliente (en la mañana) y el agua, tibia, 😬. Fuimos parte de una "clase" de zumba en la piscina; en mi caso, a medias. Obvio, no podía hacer todos los ejercicios pues si no me hundía y adiós mundo cruel, 😂 😂. Nos pedimos unos daikiris  sin alcohol y unos jugos de 🍍, para esa primera experiencia. Un par de veces fuimos a la playa "del" resort (allí no tienen problemas con hablar de playas privadas). Obvio, llegamos y salimos de allá en carruaje (perdón, carritos, 😂). Todo equipado con reposeras, parasoles, más las toallas que nos facilitaban en el resort. Un pequeño bar a mano donde consumimos mojitos y rivieras maya. En una ocasión probé una margarita pero me pareció muy fuerte. Obviamente nos metimos al agua, pero el oleaje era algo furibundo, especialmente para una chaparrita no-nadadora, 😂 😂 como yo. El h2o poco cristalina y el suelo marino irregular, con hoyos y piedras no hacía de la playa una maravilla como me contaron de la existente en Cancún. En todo caso, el próximo viaje a tierras aztecas y mayas será a ese balneario, para comprobar los dichos, 😉. De todas maneras, estuvimos practicando nado sincronizado, como quedó evidenciado en una fotografía fantástica que tomó una de nuestras amigas. También hicimos sesión de fotos en torno a una palmera y teniendo como fondo el Mar Caribe y, a un tiro de piedra, la Isla de los Castro, chico. Bueno, nunca tanto, 😂 😂, queda algo más lejos que aquello. Hubo una de nosotras que se fue a dormir tupido y parejo a la playa, mañana y tarde. No diré su nombre para no arriesgar demanda, pero le decimos "Ale", 😂 😂.  Se relajó tanto que no pudo resistir dejarse caer en los brazos de Morfeo, a falta de algunos otros brazos, 😉.  

   La última tarde fuimos testigos de un caso que nos hace reafirmar que no todas las mujeres están preparadas para ser madres. La misma Ale había detectado desde temprano, pues ella y Carla habían llegado antes, que una joven fumaba, hablaba por celular y dormía, mientras su bebé (no mayor de un año), caminaba afirmada en la reposera alrededor de ella, a pleno sol, sin protección, sin ser en ningún momento atendida por la madre. Después, América y yo vimos a la pobre niña seguir la misma rutina alrededor de la "madre", con su cara roja por el sol, sin quejarse para nada ni llorar, pero con un rictus de esperanza desesperada (no sé cómo describirlo), en espera de un gesto de atención o de cariño. Lo que la niña lograba coger en sus manitas (un vaso, un tarro de papas fritas), todo, se lo quitaba la mujer. Fue la nota realista en un mundo de Bilz y Pap encapsulado, que nos dejó un regusto amargo.  

    Los días que estuvimos allí las temperaturas oscilaron entre 33 grados como máximo a 28  como mínimo en la noche, con una alta humedad en todo momento. Debimos dormir con el ventilador y el aire acondicionado encendidos. Ni la ropa que lavábamos ni las toallas lográbamoa secarlas. Las piezas, amplias y cómodas, sin embargo no dejaban de oler a humedad, lo único un tanto desagradable de esta estadía. En las noches, a partir de las 22 horas, empezaba a funcionar el Snack-bar (quedaba apenas a dos villas de la nuestra), un restaurante donde uno podía comer igualmente, pero con menos variedad, y consumir bebestible. Allí estuvimos todas las noches, compartiendo y hablando de lo humano y de lo divino. Una vida nocturna entretenida y con cero peligro.    
   A propósito de peligro, igual vimos aparecer el fantasma de la vida real en la playa, cuando pasaron delante nuestro dos policías militarizados, con sus armas en ristre, caminando frente a nosotras, 🤔🙄😬😳. ¡Pos ora!  Nos quedamos con el signo de interrogación  en las caras. "Usea" -pensé- "la cosa por acá no es tan paradisíaca", porque en los paraísos no hay policías, menos con armas. También en una zona arqueológica que visitamos con América  había policías armados en la entrada del área, ayudando en el control de los visitantes, ¡cuec!

   Nos llamó la atención el alto número de personas obesas mórbidas entre los pasajeros del resort. Eran principalmente gringos, sin mencionar los con sobrepeso, entre los que me cuento, 🙈.  Las mujeres, muy desinhibidas, luciendo sus bikinis sin problemas. ¡Y uno tanto problema que se hace con sus kilitos de más! También vimos asiáticos, indios y de otras nacionalidades, pero no hice una investigación ni un censo exhaustivos al respecto, por lo que no puedo entregar más datos relacionados, 😁.    

   Allí mismo, en el lobby, uno podía contratar tours para visitar lugares de interés cercanos. Uno que hicimos, el más relevante, estaba contemplado en el programa de nuestro tour con la empresa que nos llevó hasta allá; el otro, también cultural, lo hicimos por cuenta nuestra, con América. Por su importancia en el desarrollo cultural no sólo de México sino de la América Precolombina y posterior les hablaré de ellos en el próximo relato. Por el momento, ésta es la síntesis de lo que uno encuentra y vive al interior de un resort, más algunas otras actividades, como shows nocturnos diarios u eventos acuáticos para grandes y chicos, en los que personalmente no participé. La verdad hay programas para todos los gustos y edades. Sólo hay que poder y saber llegar hasta allá. Hasta pronto.

   



sábado, 18 de mayo de 2024

De Xochimilco a Plaza Garibaldi...

  

   Después de visitar Puebla, volvimos a la Ciudad de México por un día y una noche. Quedaban actividades pendientes, además de que desde el Aeropuerto Internacional Benito Juárez nos dirigiríamos a otro destino. Luego de haber visitado la Casa de Frida y Diego, los guías quisieron ofrecer a los fanáticos del fútbol un foto rápida del Estadio Azteca, donde esa misma tarde iba a jugar el América con Pachuca. Los hinchas ya se aprontaban para el encuentro, mientras los policías se veían en grupos dispuestos a la acción.  Los que quisimos nos bajamos rápidamente del bus a tomar un par de fotografias y volver a subir, en mi caso sólo por curiosidad y porque iba a todas las paradas, 😂 😂. No tenía ni idea qué equipos de fútbol son aquéllos. Una vez que nos alejamos del lugar, nos encaminamos hacia otro pueblo mágico, esta vez llamado Xochimilco. Yo había oído hablar de él antes del viaje, pero no lograba acordarme en relación a qué. Sin duda, lagunas en la memoria, más frecuentes cada vez, debido a mi juventud,  😅.   
    Ya en Xochimilco, nos embarcamos en unos navíos (2) llamados trajineras, en los que, junto con navegar, nos ofrecerían un almuerzo típico. Estas embarcaciones son de madera, muy coloridas y ornamentadas con flores y diversas figuras. Mientras comenzaba la navegación nos fueron sirviendo el almuerzo, que se inició con unas salsas y unos trozos de chicharrón crujiente de chancho. Luego vino el plato principal: pollo, arroz y frijoles (😬). Me comí sólo el pollo. El arroz no me gustó y los frijoles, una pasta de color sospechoso para mi gusto, no me simpatizó tampoco, 🥴.Lo que sí consumí esta vez fue una ensalada de nopal que estaba bastante rica. La primera vez que la probé, en Teotihuacán, no me gustó. Ahora sucedió lo contrario; estaba muy bien aliñada, así que reemplacé  los carbohidratos, 😇😊 por una ensalada de cactus🌵 (nopal). 
     La navegación por los canales del Lago Xochimilco no es nada de fluida. Las trajineras chocan unas con otras pues son numerosísimas, así que de choque en choque, 😂, van avanzando y los "trajinereantes" deben sujetar sus copas de bebida, jugo o cerveza para evitar su vuelco ante tanto topón. Quienes utilizan estas embarcaciones no lo hacen con el afán de transportarse de un lugar a otro, sino como un medio de paseo y entretención. Ese día vimos un grupo celebrando un cumpleaños, una despedida de soltera y otros grupos como nosotros, que compartían el momento alimentándose. ¡Bonita y tradicional actividad!, aunque nada de tranquila y silenciosa.  Y como en cada lugar turístico que se precie, no faltó la oportunidad de ofrecerle a los turistas algún producto para ver de qué manera se les puede sacar más plata, 😂, especialmente a las pobres y sufridas mujeres, que son mayoría en los tours. Tuvimos, entonces, en la misma trajinera, la presencia de un joven artesano en joyas, especialmente de plata y con la especialidad de piezas con flores encapsuladas al interior de las joyas. ¡Un extraordinario trabajo, con bellos resultados! 😁😜🤪. Varias salimos "cascando" con alguna cosita en nuestro poder.  
   Volvimos al hotel con el tiempo justo para refrescarnos y "arreglarnos" para nuestra salida nocturna de gala. Fuimos a un restaurante frente a la Plaza Garibaldi, donde se ofrecía, junto a la cena, un show con bailes, mariachis y charros. ¡Pos órale, güey! ¡A sacarle el polvo a la chancla! Fuimos lo más elegantosos que pudimos cada uno. A las féminas no nos faltan recursos de todo tipo para aquello. A la que escribe se le ocurrió lucirse con su vestido mejicanote que se había comprado, 🤗🤗. No es un vestido con vuelos y miriñaques, sino uno con bordados. Negro, con escote en uve y su pequeño tajo sobre la rodilla, 😉. Yo, que me vi de frente, me sentí regia (me faltó mirarme de lado, 🙈 🙈). El vestido, sin dudar es bonito. Lo compré en Puebla. En fin, es lo que hay no más, en cuanto a mi escultural cuerpo, 😂 🤣.   
    La verdad, la verdad, lo mejor de la cena fue la cerveza, 🙈 y el show.  No piense que soy mal agradecida porque no pagué nada por ella (pagué el tour, eso sí, 😂). Sucede que mucha de la comida mejicana no me convence. Crema de tomates para empezar (los tomates me gustan en los completos, las pizzas, en la salsa de las pastas y pare de contar, 🤨), plato principal carne de res (estaba buena, pero no era a la parrilla, 😭), arroz, frijoles de color dudoso y guacamole picante (prefiero la palta solita aunque sea picante). Postre: ni me acuerdo, porque no le saqué foto, 🤭🤭. Comí un poquito de sopa, un poco de carne, probé el guacamole, el arroz no estaba como a mí me gusta, pero sí me tomé toda la cerveza y con gusto habría comprado otra, 😉. Como pueden ver, súper  mañosa para comer. En ese momento no me acordé de los miles de niños de África muriéndose de hambre, 😬😬. La cuestión es que, al final, lo importante es que regresé con el mismo peso con el que salí, afirmación que no todos pueden hacer, 😂 😂.  

   ¡El show estuvo bien chido! Una cantante, un grupo de mariachis, un charro de sus añitos, muy mejicanote él, con sus miradas pícaras (por allí anduvo posando sus eyes sobre dos mis amigas, de las cuales no diré sus nombres, para proteger sus honras, 😂 😂), otro charro hábil en el uso del lazo y 3 parejas de bailarines. Todos ellos se fueron turnando para sus apariciones, quedando al final los mariachis para, por unos pesos, complacer a quien quisiera entre el público solicitar o dedicar una canción. Aprovechamos de gritar por Chile, hacer coro en las canciones conocidas y aplaudir. Nos divertimos su poco, sobre todo gritando por nuestro país (estará como la mona en la actualidad pero es nuestro país, 🙈). Les ganamos a todos los demás,  en gritar, aclaro, 😂 😂.   
   Después  comenzó a sonar una música 🎶 🎵 bailable en vivo. Y como en el escenario ya no había artistas, nos tocó a nosotros. Con Gloria fuimos las primeras del grupo en atrevernos a pasar por tal desafío, luego siguieron varios más,  pero la alegría no duró mucho. La estadía en el restaurante era sólo por dos horas, 😭😭, igual que en uno argentino que visitamos en febrero con las chiquillas de Historia. Cuando abandonamos el local, afuera había fila de personas esperando. En la Plaza Garibaldi estaba todo pasando. Muchísima  gente (eran las 22 horas), conversando, fumando, cantando, observando a mariachis en plena labor y muchos más mariachis esperando ser "contratados" para algunas canciones o serenata. La verdad es que nos quedamos con las ganas de bailar y escuchar más música mexicana interpretada por sus propios cultores. Y ni se nos ocurrió habernos amotinado nuevamente, 😂 😂, y habernos quedado a escuchar o contratar una serenata. ¡Plop! Nos fuimos a subirnos al bus para regresar al hotel. Al día siguiente iniciaríamos la etapa de playas del tour, así que todos estábamos expectantes. Yo, por conocer, muchos por querer disfrutar de playas con fama mundial.  
   Al día siguiente, partimos con una hora más de adelanto del hotel, pues haríamos una detención en un mercadillo de artesanías y licores mexicanos. Allí nos desatamos a compras. Había de un cuanto hay. Salimos cargadas con bolsas y bolsitas. Bien buenos los precios. Una vez arriba del bus enfilamos hacia el Aeropuerto Benito Juárez, porque 28 de nosotros volaríamos en "Volaris" y dos en AeroMéxico. Fue un día de esperas y estrés. La línea Volaris sólo llevó a los primeros 9 de la lista a las 13 horas, yo entré ellos. Los demás debieron esperar hasta las 16 horas y poco más. Y resulta que si bien llegamos al Aeropuerto de Cancún, nuestro alojamiento estaba en el Resort Bahía Príncipe Gran Coba en el sector llamado Tulum, distante a una hora de viaje por carretera. Por lo tanto, recién a las 19,10 horas estábamos tomando posesión de nuestras habitaciones. De todas maneras, muy buena hora considerando que el resto del grupo arribó a las 22 horas. Fue prácticamente  un día perdido. Al final no supe de quién fue la culpa: si de la línea aérea o de la empresa turística. Lo que sí tengo claro es que si le dijera a ambas "Di a verdad, Rosa" no lo harían. La gente y las instituciones no se hacen cargo de sus errores, ni aquí ni en la quebrada del ají, 😠😠.Independiente de lo anterior ya estábamos en la Riviera Maya y debíamos sacarle el jugo a esos días, por de pronto con una buena cena y unos tragos. ¡Salud  por eso! 🥂🍹🍸. 



jueves, 16 de mayo de 2024

Frida y Diego, toda una historia...


 

  ¡Y nos fuimos a Puebla el viernes! A probar el "mole poblano", luego de haber degustado el trago "Berta" en Taxco de Alarcón. Nos bajamos ese día del Teleférico y nos fuimos a buscar el bus verde, donde Adrián nos esperaba !(el conductor). Partimos en dirección a Puebla, no sin antes aprovechar el trayecto y visitar lugares interesantes entre ciudades. Cuando pasamos por Cholula nos bajamos de nuestra limusina, porque había una construcción digna de verse: el Templo de Santa María Tonanzintla, un excelente ejemplo de sincretismo cultural: por un lado, está María, la madre de Dios (religión que trajeron los españoles) y "Tonanzintla", diosa de la fertilidad de los aztecas. En esta construcción, en su ornamento, muy recargado pero espectacular,  se observa ángeles negros y morenos, productos de la tierra como granadas y maíz. No pudimos fotografiar el interior, pero Google vino en mi ayuda, para alegría de grandes y chicos, como dice mi "amigo" Villegas, 😂 😂.  
    Avanzamos un poco más en nuestro "camión" (bus, 😉) y se nos presentó un desafío: subir una colina hasta llegar a un nuevo templo, el más importante de las 365 que tiene el Estado de Puebla: la Iglesia de los Remedios, con cúpulas al estilo mudéjar, estilo que también se observa al interior de unas capillas, con mosaicos árabes en las paredes, mientras en el piso el dibujo simula una alfombra de oración al estilo musulmán. Creo que no valoramos como se debía aquello, pues subir hasta la cima de la colina (de 65 m.altura) no fue fácil. Pero, primero pasamos por un par de cuadras con vendedores ambulantes, que, además  de souvenirs, frutas y jugos, tenían  insectos crujientes para la venta y el consumo (chapulines, escarabajos, gusanos de maguey, cumiles, escamotes, entre otros), adobados con ají y sal. No quise probarlos aunque varios de mis compañeros sí lo hicieron.    
    Nos costó su poco llegar donde la Virgen de los Remedios. Allí ingresamos unos momentos para conocer el interior, pasamos por detrás del altar donde había otra capilla y, al salir, hubo una foto grupal que inmortalizó el momento, 🤪. Volvimos al bus, acalorados hasta decir basta. Al pasar por un pequeño parque, donde estaban funcionando unos aspersores, pasé a mojarme un poquito, para soportar el calor ambiente y del esfuerzo de la subida y bajada. Una vez arriba del bus y ya algo frescos, enfilamos rumbo a Puebla, una de las ciudades más grandes de México, con sus casi 7 millones de habitantes. La urbe es famosa por sus talaveras (=cerámicas con diseños). En lo histórico, esta urbe tiene una relevancia fundamental: parte de la conquista española de México se inicia por Veracruz y Puebla. En estas tierras se produce el Encuentro de los dos Mundos. Aquí se produjo la llegada de los españoles, la matanza de Cholula por parte de Hernán Cortés y la caída de Moctezuma, 😬🥴.
    Llegamos a almorzar a Puebla, para lo cual recorrimos a pie unas cuadras, hasta llegar a un Restaurante Colonial, muy en su estilo y cercano a la plaza principal. Allí probamos en su verdadero origen el "mole poblano", una salsa surgida de la necesidad, según nos contó Jesús. Sucede que venía una autoridad religiosa a visitar una iglesia o convento, llegando antes de lo avisado, de manera que las monjas encargadas no alcanzaron a ir al mercado a comprar lo necesario para festejar al visitante. Así que la religiosa encargada utilizó todo lo que le quedaba en la despensa (diferentes tipos de ají, clavo de olor, pimienta, comino, canela, anís, cacahuate, nueces, almendras, cebolla, ajo, jitomate y chocolate, 🤔🙄). Y todo lo resultante lo utilizó para acompañar presas de pollo. ¡Imagínense la mezcla! Yo había probado un trozo de pollo en CDMX, el primer día me parece, pero no me satisfizo mucho, pero sucede que tampoco conocía sus componentes. Esta vez no pedí ese plato (uno elegía parte del menú en aquel restaurante poblano), pero sí lo hizo Gloria. La verdad es que la presentación deja que desear, pero la salsa, probada con más conocimiento de causa y siendo empática con la reverenda creadora, tiene su gracia.  ¡Y eso que a mí no me gusta el chocolate, salvo en versión shanenuss, 😂 😂! De beber, unos vasos de té de Jamaica, que me acabo de enterar que correwponden a lo que nosotros llamamos Hibiscus, ¡cuec!🤣🤣.  
    Una vez alimentados, nos fuimos al centro, donde nos fotografiamos con las letras corpóreas de la ciudad, mientras esperábamos a una buena cantidad de compañeros que iban a cambiar dólares a pesos mexicanos. Sin embargo, el trámite del cambio se nos hizo eterno a quienes nos quedamos esperando. Esa espera en pleno día caluroso, que comenzó como una inquietud y molestia, siguió con reclamos y propuestas, para terminar en un alzamiento contra el orden establecido por los guías. Presionamos para iniciar, luego de una espera infinita, la visita a la Catedral, de medidas monumentales. Salimos, esperamos otro rato y ya no quisimos seguir ahí. Justo estábamos en pleno amotinamiento cuando aparecieron "los perlas", 🤨😬, pero el proceso revolucionario, que ya había comenzado, no pudo detenerse -la Historia tiene múltiples ejemplos de aquello-, 😄😄. Así que a los guías no les quedó otra cosa que escuchar y atender "la voz del pueblo". En síntesis, nos taimamos, no quisimos recorrer nada más en forma grupal, pues estaríamos en Puebla una sola noche y lo que nos interesaba era partir, como locos compulsivos, a comprar en los mercadillos y demases, 😂 😂.   
    Las cuatro amigas que somos dejamos nuestro equipaje en las habitaciones. Atendidas nuestras necesidades más urgentes (ir al wc y tomar agua, 🙈) nos juntamos para salir a conquistar la ciudad y apoderarnos de lo mejor. Nos habíamos contagiado del espíritu  conquistador de los españoles de antaño (algo de ello debe quedar entre las piedras de las antiguas y patrimoniales construcciones). Mientras iniciábamos nuestra salida, nuestro cuarteto y un matrimonio ingresamos al ascensor, pero el aparato empezó a chillar como desquiciado. ¡Nos llevamos  un buen susto! Al varón del grupo, que amablemente nos había dejado entrar primero al ascensor, no le quedó otra cosa que abandonar el barco: su contextura bastante gruesa y redonda en ciertas partes, 😂,  había hecho que sobrepasara el peso permitido. Rojo, no sé si de vergüenza o malestar,  hizo mutis por el foro, 😁 😁.  Luego , al coincidir en el Lobby, no halló nada mejor que vengarse diciendo con retintín  "Parece que están gorditas, ¡eh!", 😁🤔😬. La verdad es que las cuentas no nos salieron. Sumamos nuestros pesos y quedaba suficiente para que él hubiera sido de la partida, pero no funcionó. Tal vez más de una de nosotras se quitó unos kilos, 😂 😂 😂.  
     Las compras estuvieron bien, aunque no fueron suficientes. Cuando llegamos al Mercado El Parián, algunos locales estaban cerrando. Así y todo, con Gloria, cada cual con sus propios fondos, encontramos unas prendas ad hoc a nuestros gustos y clase, 😉.Regresamos al hotel contentas y a tiempo para la cena. Al otro día, temprano, partimos para CDMX nuevamente. Antes de llegar al sector centro donde habíamos alojado los primeros días, sector denominado "Rosa" en relación a las colectividades LGBTQ+, debíamos llegar con el tiempo suficiente a Coyoacán.¿A qué se debía aquello? A que, finalmente, íbamos a visitar la que fuera en vida, la Casa Azul de Frida Kahlo y Diego Rivera, aquellos divos totales de la primera mitad del siglo XX, rupturistas con lo establecido, en el arte y en la actividad social. Fueron verdaderos referentes en su tiempo, tanto así que el desarrollo artístico de México no puede ser entendido sin sus aportes. Si hubiera que buscar un símil en el ámbito artístico chileno, me parece que son equivalentes a nuestros Pablo Neruda y Violeta Parra, obviando salvando todas las diferencias personales.    
    Sin duda, FRIDA y DIEGO dieron qué hablar en su tiempo, fueron sujetos admirados por su arte y no menos, por las peripecias de sus vidas individuales y de pareja. Diego es y sigue siendo uno de los grandes creadores del movimiento Muralista en México y a nivel mundial, junto a Siqueiros, Orozco y otros. Se propusieron que los mexicanos no olviden su origen e historia.  En tanto Frida introdujo en el arte una nueva manera de ver la cultura popular, mirada mezclada con la expresión de su visión personalísima y de sus propias y dolorosas experiencias vitales. Se transformó en un ícono de valoración de lo mexicano, así como de bandera de lucha del Feminismo y de la colectividad LGTBQ+. No sólo la intensa vida social, artística e intelectual en la sociedad de su época, sino sus experiencias de vida, como su tortuosa vida como pareja, hicieron de ambos sujetos de culto, si pudiera llamarse así. Frida fue una adelantada en su tiempo, no sólo por su arte, sino también por su bisexualidad. Se dice que tuvo unos/as 500 amantes. Puede ser cierta o exagerada la cifra, pero que fue precoz y practicante eximia, al parecer, en las artes amatorias, de lo cual no hay lugar a dudas por todas las evidencias existentes. 
   Recorrimos las distintas dependencias, donde se reparten armoniosamente sus objetos queridos y valiosos. Es una casa con recovecos al estilo Nefuda, pero de ninguna manera lo supera en este aspecto. Sus corsés de escayola, pintados por ella misma y transformados en objetos artísticos,  están dispuestos en las distintas dependencias. El patio-jardín es hermoso, aunque no sé si corresponde al original. Fue una visita cultural que nos satisfizo grandemente. Además, veníamos motivados, pues mientras veníamos en viaje pudimos ver una película sobre la vida de ambos. Habría muchas cosas que devorando de ambos personajes, pero con lo compartido es suficiente. Ya habrá  otras oportunidades.  Hasta pronto.