domingo, 21 de agosto de 2022

De Revoluciones. ..

    

   Seguramente fue lo que se respira en el aire lo que me llevó inconscientemente a estudiar este tipo de temas. "¡Se siente, se siente...!", parecía decir el ambiente. Han sido días de caminar como en una cuerda floja a unos cuantos metros de altura, con el ánimo un poco agitado, los nervios y la histeria a flor de piel, reaccionando en ocasiones a saltos. A unos les habrá pasado más que a otros, seguro. Son días en que lo más sano parece ser permanecer en palacio, aunque uno sepa con certeza que algo se está perdiendo, que algo puede estar pasando afuera, que más de alguien puede estar tramando algún truquillo y si uno no está alerta, los hechos lo "pillarán volando bajo", como aquel temblor de la otra noche que nos sorprendió a todos en la zona central. No se anunció "decentemente", más bien se presentó con arrogancia y sin previo aviso. ¡Qué susto!  

   Casi por casualidad -no tanta, la verdad- tenía en mi biblioteca virtual un libro ilustrado con la esfera de un reloj y que hablaba del tiempo, pero al revés. Como ya sabéis, ese es uno de mis leitmotivs vitales. La preocupación por el tiempo, el espacio y el futuro siempre han sido parte de mis intereses. Por eso, las películas futuristas me atraen como la luz a las polillas, sobre todo si plantean más de una dimensión temporal por sobre un puñado de monstruos extraterrestres. La novela se llamaba -y se sigue llamando- El tiempo volverá atrás (publicada en 1951). Fue escrita por un autor desconocido -para mí- un tal Henry Hazlitt. Este estadounidense resultó ser filósofo, economista y periodista, además de escritor y editor. Un hombre muy inteligente, sin duda, y muy influyente en el campo económico, del cual yo desconocía todo. Esta obra no es la mejor de su repertorio, pero fue la única que podría haber leído -y leí-, porque los textos de economía o filosofía no me simpatizan. 

    Cuando me enteré en la sinopsis que se trataba de una distopía, decidí empezar a leerlo con mayor razón, pero no imaginaba lo que me encontraría. ¡Fue una auténtica sorpresa!, positiva por cierto. Si hubiera sabido de antemano que su autor era un economista, lo más probable es que no lo hubiera descargado y mucho menos leído. ¡Lo que son los prejuicios! Habría perdido la oportunidad de recordar y reaprender conceptos económicos aplicados al mundo real, en un escenario ficticio, futuro y probable, con la maquinaria de una sociedad totalitaria en pleno funcionamiento, que es lo mismo que a media máquina, porque donde todo es estatal y centralizado, sin competencia, no hay incentivos para que las cosas funcionen bien. En estos mundos todo funciona al ritmo de la empresa o de la institución pública, es decir, a medio rendimiento. 

    Es el año 282 d.M. (después de Marx), año 2100 para nosotros. Peter Uldanov llega a Moscú, la capital de Mundotriunfal, donde su padre, Stalenin, es el dictador del mundo entero. Mirando desde lo alto del edificio en el que se aloja, Peter sólo ve pobreza y suciedad, deterioro total, nada más lejos del "paraíso socialista" que se pregona. Desde los 8 años había vivido en una isla junto a su madre, en una vida protegida y lejos del resto del mundo "civilizado". Su educación no tiene ningún punto en común con la de los pertenecientes al gobierno del Proletariado. Ahora, su madre ha muerto y su padre, lo manda a buscar,  con el objetivo de prepararlo para que lo suceda una vez que ya no pueda seguir al frente de Mundotriunfal. En esta maravillosa Dictadura del Proletariado (ya hace décadas que se venció al capitalismo) todo funciona a la perfección. Hay sólo un diario oficial, del cual los habitantes obtienen la información clave para conocer la marcha exitosa de los planes de gobierno, de las metas de producción, de las celebraciones. Estos habitantes, vestidos de marrón, gris, azul marino o negro según la categoría a la que pertenezcan, conforman la sociedad, una sociedad encabezada por políticos y burócratas que planifican centralizadamente la producción y toda la vida, desde una perspectiva, no de género, ecológica, cultural, racial, sexual, sino colectivista. Es así como las viviendas son asignadas a distintas familias, los bienes de consumo (perdón, he cometido una blasfemia, 😌), de supervivencia son obtenidos por medio de cartillas de racionamiento, pago del aporte personal al funcionamiento del Estado.  

    Peter va descubriendo esta realidad al mismo tiempo que va siendo ascendido rápidamente en la escala política por su padre, quien teme que de un momento a otro pueda verse impedido, por razones de salud o de alguna intriga política, de seguir gobernando. El mayor opositor, el número 2, está vigilante y al acecho. Llega el momento para Peter de reemplazar a su padre y, al mismo tiempo, de mantenerse con vida. Stalenin ha sabido preparar el terreno para la "sucesión" (¡qué paradoja!) y Peter inicia su tarea, felizmente con la ayuda de al menos uno del Politburó, el número 3 (el único norteamericano del círculo). Frente a la precaria situación en que vive -más bien, sobrevive- la mayoría de los habitantes, el joven va ideando medidas, que surgen de conversaciones al estilo socrático que entabla con Adams, el número 3, en reuniones de trabajo. Con sus,ideas puestas en práctica, poco a poco, le devuelve a la gente parte de la alegría de vivir, pues pueden intercambiar libremente sus cartillas de racionamiento de acuerdo a sus necesidades particulares. Todo el complejo mundo del comercio comienza a surgir y a implementarse, y los conceptos de demanda, oferta, circulante, precios, valores y otros similares pasan a formar parte del lenguaje cotidiano. La próxima etapa, privatizar los medios de producción, surge como necesidad. La bestia del Capitalismo, como ave fénix, ha surgido de las cenizas. Todo lo referente a ese sistema, la 'edad oscura' según el régimen, había  sido eliminado (libros,  personajes, hechos, costumbres, en fin, la historia, había  sido "borrada", "corregida", "cancelada"). Aquí hay una semejanza incuestionable con los textos de George Orwell, especialmente 1984 (publicada en 1949). Cuando Peter se prepara para revolucionar más la sociedad a su cargo, el número 2 decide actuar. Con las FF.AA. bajo su égida se instala en el gobierno, pero Peter, con la Fuerza Aérea bajo su dirección, logra huir a salvo con sus adherentes. Se va a América y recomienza su proyecto. 

   Suceden otras cosas más, pero el argumento lo dejaré hasta aquí, cuando el mundo está dividido en dos como realmente sucedió durante la Guerra Fría (1945-1989). Genial la capacidad de "leer" la realidad de parte de Henry Hazlitt. Hay autores que verdaderamente "viajan" en el tiempo con su imaginación y visualizan lo que sucederá con un acierto extraordinario. Pienso en el mismo Orwell ya mencionado, en Ray Bradbury, en Julio Verne, en Aldous Huxley y en muchos otros, verdaderos adivinos del futuro (o posible futuro si se sigue por la misma senda). Después  del 4 de septiembre veré  si agrego a la lista a Pepe Auth, 😂.  

   El subtítulo del texto de Hazlitt es "Una novela sobre el redescubrimiento del capitalismo". ¡Muy didáctica la forma de enseñar el funcionamiento de este sistema "aberrante" para algunos!  ¿Cuáles  son sus claves más básicas? La libertad del individuo y la propiedad privada, algo que parece de perogrullo, pero que a Peter le costó entender (aunque lo logró) y que a los de la Nomenklatura les resultaba inconcebible. Es un texto con el que no sólo uno se entretiene sino con el que también se aprende de Economía básica, muy recomendable y necesario, incluso para el Ministro Nicolás Grau, 😁 

     Anatomía de la Revolución (1938) de Crane Brinton, historiador estadounidense, es otra aventura que he emprendido en estos días. La diferencia con respecto al anterior es que, como el texto está grabado en pdf, me ha permitido ir "trabajando" en él (subrayando, haciendo anotaciones al margen, especialmente cuando me encuentro con similitudes con nuestra realidad de los últimos años; parece que me quedó gustando esta actividad luego de destrozar la propuesta de Constitución, 😅). Es un interesante y minucioso estudio de cuatro Revoluciones: la inglesa de 1640, la americana de 1776, la francesa de 1789 y la rusa de 1917. Les confidencio que de la primera no tenía ninguna noticia, 😓(¡qué ignorancia!)   

  Aún no he terminado la lectura-análisis, pero lo que he leído y aprendido ya es digno de elogio. Saber de las señales y síntomas prerrevolucionarios, de los elementos detonantes, de sus líderes y de la masa útil, de las acciones iniciales e inmediatamente posteriores, de las condiciones económicas, sociales y políticas para su éxito, ha sido más que un baño de conocimiento, que me está dejando en muy buen pie para entender de mejor manera lo que está sucediendo en nuestro país. Cuando termine, capaz que hasta ofrezca un cursillo en revoluciones, 😂. Disculpen la imagen poco técnica, pero la luz me jugó una mala pasada y no quiero dejar esto para mañana. Ya se darán cuenta si reemplazo esta última foto por una mejor.  Todo es perfectible, dicen. Hasta pronto. 

    

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