lunes, 13 de noviembre de 2023

Negritos, los mejores...

 

     La primera vez que oí hablar de TALARA fue en Lima, cuando esperábamos el vuelo de conexión para Piura y se nos dijo que estaba "demorado" pues iba desde Talara. ¿Y con eso qué?, me pregunté. Lo que importaba no era que fuera desde Talara sino que, de donde saliera, no estaría a la hora que decía nuestro pasaje aéreo. Pues ahora voy hacia allá, para saber qué se teje por allí, 😂. Pasado el mediodía estaré en aquella ciudad de nombre musical y revestido de misterio ancestral. Un detalle anexo: junto con Piura, son las ciudades que en el norte de Perú tienen aeropuerto. ¡Por algo será! 

   De Piura y Tumbes había sabido hace unos años, cuando leí la novela de Vargas Llosa "¿Quién mató a Palomino Molero?", pues los acontecimientos se desarrollaban en esta zona del país. Creo que volveré a leer este relato, para comprenderlo a cabalidad, toda vez que ahora cuento con la valiosa información del conocimiento personal del terreno.  

   Ya en TALARA debo exclamar: no hay nada qué hacer, amigos. "La historia vuelve a repetirse 🎶 🎵 ..." Nada nuevo bajo el sol peruano, pé. Las ciudades, grandes o pequeñas, antiguas o más nuevas, tienen las mismas características ya mencionadas anteriormente. Construcciones irregulares, precarias, en mal estado, sin terminar, etcetc. Y la basura absolutamente omnipresente, por todos lados. No obstante, tuve suerte con el hospedaje. Aunque costó que el mototaxista lo encontrara e incluso le solicité que llamara al número de contacto (yo no tenía activado mi roaming, 🤭) al fin llegamos a la casa-hospedaje. Lógicamente pagué un extra por el viaje, que incluyó llamada telefónica. Muy acogedor el matrimonio recepcionista. La construcción no tenía letrero. "Es para evitar la extorsión" dijo la Sra. Juana (ya les contaré de aquello en el resumen). Excelente ambiente, bonita habitación, con todo lo necesario. El único problemilla fue que debí pagar en efectivo y eso me produjo un desbarajuste en mis planes, de manera que mañana lunes deberé buscar dónde cambiar unos 50 mil pesos chilenos.  
    Mi primer contacto con TALARA duró algo más de 4 horas. Incluyó el recorrido del sector céntrico, hasta llegar a la Plaza de Armas, donde un grupo numeroso de hinchas futboleros celebraba algo con gritos, saltos y banderolas. Además de almorzar en un local que me pareció "decente", 😂, (maoma no más el almuerzo), pasé por el Mercado a comprar frutas (mandarinas, manzanas y un par de maracuyás) y con toda esa carga y los 28 grados de temperatura, me fui al Mall (¡bravo!), ubicado en sector de carretera ...¡subiendo! ¡Uff, qué calor! ¡Vitrineé de lo lindo en el súper! Compré algunas cosas -¡para comer!, 🤔🤫🤭, y luego, cargada como ekeko, volví al hospedaje con cero inconveniente.  

   

   TALARA , como ciudad, no tiene nada de bonito para el turista. Novedoso sí, con respecto a otras ciudades. Queda en un "hoyo" (así como La Unión) -tremenda novedad, pensarán algunos-, 😂, se ubica a orillas del mar, pero sin playa en la ciudad misma para uso como balneario, porque el puerto y la refinería de hidrocarburos ocupan el sector playa (y numerosas embarcaciones en desuso). La ciudad cuenta con la Refinería más moderna de Perú, de allí la existencia de Aeropuerto. En sí  misma, tiene más de 90 mil habitantes (no es una ciudad tan pequeña, como puede verse). El segundo día de mi estadía no me quedaré en la urbe dando vueltas, sino que visitaré sus playas cercanas, para completar mi visión.   
   Al otro día...

    LOBITOS, playa ubicada al norte de Talara a unos 18 kms. Es de una extensión enorme y, a ambos lados de su playa, hay otras con arenas tan blancas y finas como la de Lobitos. Luego de pagar 6 soles (1.500 pesos), de sufrir un trayecto mitad pavimento y mitad ripio, llegué a Lobitos como a las 9,20 hrs. ¡Madrugué! No había más de 4 personas en la playa y unos 8 surfistas practicando su deporte. Fue una verdadera delicia caminar descalza a orillas del mar 🌊 , con unas olas que rompían bastante fuerte adentro donde estaban los surfistas, pero cuyo oleaje llegaba suave a la playa. Recorrí la playa de extremo a extremo, hasta llegar a un muelle y  caleta a la vez. Ingresé al muelle pidiendo permiso y entendí, por la gestualidad, que podía recorrerlo, porque el pescador a quien recurrí era mudo, 😕(era el único que se divisaba en ese momento). Varias construcciones de hoteles, cabañas y restaurantes estaban en la primera línea de playa. Debe ser muy grato alojarse unos días por allí.    
   Antes de las 11 ya había visto todo lo visible en la playa y como además quería irme a otra, subí al pueblo, tratando de encontrar la I. Municipalidad, donde me habían dicho habría locomoción  de regreso. No alcancé  a llegar a la Ilustre y preferí preguntar a un señor que estaba en las afueras de su casa. No terminaba de preguntarle y me dijo "¡Chile!". Luego agregó: "Mi papá es chileno, ahora está en Santiago trabajando". Claro, con razón reconoció tan rápido el acento. Me ofreció asiento a la sombra y pidió a su madre que llame vehículo para que me pasen a buscar. Intercambiamos algo de conversación y pronto pasó un vehículo a buscarme. Iban tres hombres. ¡El auto tenía un olor a pescado🤧, que atoraba! Pasaron a una casa a descargar algunas cosas (pescado seguramente, 😉) y luego siguió viaje por un parcde cuadras. El chofer, después de comunicarse con alguien, me dice que aquí va a esperar el vehículo que me va a llevar a Talara. Es decir, el joven cuasi-compatriota había conseguido que alguien me llevara a un paradero y me "embarcara" en un auto del recorrido. ¡Puras buenas vibras!, que se acabaron cuando habíamos llegado a Talara pero aún estábamos lejos del centro. Un policía controló el taxi-colectivo y descubrió que el SOAT (seguro obligatorio de accidentes tránsito o a terceros) lo tenía vencido. "Sígame a la Comisaría, señor" le dijo, sin "pescarnos" para nada a las 3 mujeres que íbamos en el asiento de atrás. ¡Upps! Llegué a pensar que tal vez iba esta aventura a ser la guinda de la torta, 😂 (me habría pasado lo que a una amiga, 😂, aunque yo no era culpable de nada; ella sí, según me han contado, 😂). El chofer avanzó un poco, reclamando, recibiendo el apoyo de sus acompañantes ("éstos quieren plata", "como si la situación estuviera muy buena", etc.). Al bajarme respiré más tranquila. Ya no tendría que pasar mi último día en un calabozo pé, 😂. Pregunté a un pasajero hacia dónde quedaba el Terminal de buses (que a mí me servía de referencia) y me indicó una dirección. No alcancé a caminar una cuadra y me "dentró" la duda. Recurrí a una "seño" de sus años y me dijo, "No, cómo se les ocurre a algunas personas dar información equivocada"; "acompáñeme, yo voy hacia el centro". Caminamos varias cuadras y ya estaba pensando mal de la "seño" (modista de ocupación, me había contado), cuando empecé a reconocer el lugar. Estaba llegando a la Plaza de Armas. ¡Bien, 💪!  
     De ahí fue todo coser y cantar. Pregunté y busqué un cajero Scotiabank para sacar algo de dinero para no quedarme "corta" y me fui a buscar locomoción para ir a otra playa: NEGRITOS, a 11 kms.de Talara, hacia el sur, a 3,5 soles el pasaje en colectivo (900 pesos). Casi a mediodía  (Cenicienta de vocación, al parecer) estaba frente a la playa y, más cerca aún, de varios locales de comida. Saqué unas panorámicas y como necesitaba conseguir un W.C. opté por almorzar de inmediato, a pesar de la hora, y luego dedicarme a recorrer de pé  a pá la playa. Esta vez mi menú fue Chicharrón de Pota (un molusco similar a un calamar) con una cusqueña negra, pequeña y helada. Rica la comida, por 24 soles (6 lucas). Recorrí después  la playa, también extensa y amplia, pero no limpia como la de Lobitos. Los Negritos tenían sus bemoles.  
      ¡Suficiente de caminata! Me acordé de un Salar del que había visto información  y del que me había hablado mi "casera". Fui hasta el paradero y pregunté a unos mototaxistas. "La llevo y la traigo de vuelta por 15 soles", me dijo uno."Se tiró un poco alto éste", pensé. Pero dije en voz alta: "Está bien, pero me espera una media hora y me saca fotos" (el que sabe sabe, 🤪).Partimos, dando tumbos, entre una población  ahí no más,  con acumulación de  basura y luego salida a un camino de ripio. Fueron cerca de unos 3 kms., no más, y ya estábamos en el Salar Negritos con un negrito, 😂, que cumplió su palabra, además de darme antecedentes del lugar y características del fenómeno del Salar, que estaba con agua en varios sectores, por lo que había que caminar con cuidado. En el lugar había una pareja y un mototaxista esperando. Aproveché  de sacarme una foto posando junto a la mototaxi, 😂, que me habían exigido mis amigas de Lanco, la que publicaré una vez regrese a palacio, donde tengo la app para hacerle lifting 😂 😂 😂.   
     Ya cumplidos mis objetivos, regresé  a Talara, me bajé cerca del centro, fui a un supermercado y luego me dirigí al hospedaje, con mis pies negros de barro del Salar y la "cola" de mi vestido casi arrastrando porque se mojó con el agua salada así que había adquirido mayor peso, 😉.  ¡Qué cosas no! Luego de conversar un ratito con mis hospederos, mientras hervía el h2o que les había pedido, tomé once, comí frutas y me preparé un trago sin alcohol con un jugo de frutos rojos al que le agregué la pulpa de un par de maracuyás que habia comprado. ¡Exquisito! ¿Quién dijo que sólo con alcohol se pasa bien? 🤔🤐🤭. 

   Mañana viajo de regreso a palacio. Saldré a mediodía de Talara, a las 18 del Aeropuerto de Piura, con conexión en Lima, para llegar a primera hora del miércoles a Santiago, y de allí, a palacio. A cruzar los dedos  entonces, para que lo que falta sea expedito y sin inconvenientes.  Ya les contaré.  Hasta pronto. 

  P.S. ¿Por qué el título "Negritos, los mejores..."? Porque me comentaron que allí, en esa playa, estaban los mejores restaurantes, 😂, lo que precisamente comprobé. Casi se me olvida aclararlo,  🤗. 











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