miércoles, 7 de junio de 2023

A propósito de huevos...

  

   Cuando casi llegaba a la Alameda de mi ciudad, camino a la feria, vi un curioso (¿?) aviso publicitario en las afueras de un local. No me detuve a mirarlo por lo que debí procesar lo que había visto a la rápida mientras continuaba mi camino. Al comienzo me provocó algo de estupefacción (aunque, haciendo memoria, no era primera vez que leía algo así), tal vez por ello el asombro no era tanto. Luego sentí el dibujo de una sonrisa en mi rostro con algo de simpatía hacia el creador de ese "sesudo" ataque de creatividad o de total falta de ella. Pueden ser la una o la otra situación. 

   Le di vueltas a la expresión. No me bastó con determinar su significado específico sino que quise llegar a la explicación lingüística última de su utilización en nuestro lenguaje cotidiano. Por ello, partiendo de 'huevo', aquel cuerpo redondeado de distinto tamaño y dureza que producen las hembras de las aves o de otras especies, etc.,etc., seguí con su derivado, 'huevón', que no es precisamente un huevo de mayor tamaño que el normal, sino un garabato (que últimamente ha derivado en otra acepción, dependiendo de la cercanía de los hablantes y del tono que se utilice, cuando no es muletilla de los mal hablados). Ahora, ¿qué relación y característica extra tiene ese producto redondeado como para que, con un breve agregado, se le aplique a una persona a manera de insulto?

    Veamos y desmenucemos.

    Un 'huevo' es un objeto que tiene en sí la potencia de transformarse en un ser vivo, pero que sólo es el inicio, el  embrión, ni más pero tampoco menos. Es decir, con poco valor salvo el alimenticio para los seres humanos y otros depredadores más animales que los seres humanos,😂. Como el 'huevo' en tanto huevo es sólo una promesa de ser algo más, tiene poca valía si se compara con su potencialidad. Tal vez por ello se trate de 'huevón' a alguien a manera de insulto, queriendo hacerle saber que es un 'tonto', que no discurre con la inteligencia que se espera -el huevo tampoco puede hacerlo, sólo es proyecto-. Lo mismo sucede con el poco poético adjetivo 'ahuevonado' o, en una versión más cercana a la realidad, 'aweonao'. ¡Uff! Disculpen las palabras analizadas. Me cuesta escribirlas, la verdad por mi prurito de persona "bien hablada", pero es la única manera de explicarlas desde una perspectiva lingüística, aunque sean garabatos. Queramos o no, éstos también son parte de nuestro lenguaje cotidiano. 

   Seguimos... , 😁

   Otra acepción de 'huevo', esta vez en plural, presenta la RAE. Pienso: "si esta academia tan prestigiosa se preocupa del huevo y sus derivados, ¿por qué yo no?" Esta pluralidad se refiere a cierta parte de la anatomía masculina, tan delicada como los verdaderos huevos -dicen ellos-. Me refiero a los 'testículos', que en versión española se les conoce como "cojones". Así es como la expresión "tener huevos" es lo mismo que "tener cojones", pero no los que la genética le asigna a casi la mitad de la población mundial, sino en sentido metafórico. ¿Cómo  es eso?, dudarán algunos. Pues, sencillo: como en nuestra aún sociedad machista y neardenthal, 😂, se supone que los hombres, mayoritariamente, son los poseedores de la fuerza física (lo que no es ninguna fake news), también se les atribuye el valor de la valentía- valga la redundancia-. Por lo tanto, "tener los huevos bien puestos" -😡- significaría que no los tendría de adorno no más, me refiero a la actitud de enfrentar la vida, los enemigos, los malos ratos, etc. Como la mujer ha ido ganando espacios -más  allá de la cocina, 😂- y en una cantidad considerable ha tenido que sostener -de sostén- una familia, también se suele decir que "tiene huevos" si ha sabido salir adelante o no se amilana o acobarda como muchos.

   Hasta aquí vamos bien, parece. Espero que los huevos estén enteros y no revueltos,😋,aunque estos últimos son ricos con pan caliente. Bien, pongámonos serios. Sigamos y analicemos ahora la famosa expresión publicitaria. En la RAE -¡gracias, amiga!- aparece el término 'hueva' -sin tilde- para referirse al 'conjunto de huevos de algunos peces' y también  'huevada' como  'dicho o hecho tonto y descabellado'. No descubrí en la publicación académica estas poco académicas versiones de la última palabra: 'huevá', 'hueá', 'weá', 'güeá', que en el habla coloquial se aplican como comodín en distintas situaciones comunicativas y a diferentes objetos. 

   En nuestra versión del español, usamos varios comodines, como por ejemplo, 'cosa', 'cuestión', 'cosiaco' y, también, 'huevá', 'weá' o 'güeá'. Son esos términos que sirven para todo, que se pueden utilizar siempre, pero que no aportan nada al significado de lo que se está diciendo. O es producto de una actitud ignorante o facilista. Quien las utiliza no es un lingüista experto precisamente, pues manifiesta desconocimiento del vocablo correspondiente o un cero esfuerzo por hablar mejor, usar las palabras adecuadas y sus sinónimos. Y aunque "eás" pueda ser equivalente a 'tonterías, estupideces, bobadas, niñerías, exigencias, tareas, requisitos' según sea la SCC (entiéndase Situación  Comunicativa Concreta), en este caso del anuncio publicitario se acota su significado con el complemento que se le agrega : "pa'l pan". Eso permite deducir que allí se vende pan y productos para untar, acompañar y elaborar pan; es decir, otros artículos  alimenticios. El objetivo, claro, del genio del publicista no es hacernos saber su escaso manejo del lenguaje, sino, captar la atención de los viandantes y, con ello, "inocular" la curiosidad del posible cliente, quien, de puro copuchento y no por necesidad, podría pasar al local para ver qué "güeás pa'l pan" venden allí, 😂

  Al término de este escrito, dejo constancia que yo, mayoritariamente, no uso garabatos en mi habla; sólo surgen, involuntariamente, cuando me tropiezo, golpeo o  me dejo dominar por la ira. Hasta pronto, 😊.   

 

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