viernes, 4 de noviembre de 2022

Motín a bordo...

 

   Hacía meses que no iba a hacer trámites a una de las oficinas emblemáticas de nuestro país: el Registro Civil. ¡Qué privilegio! Pero la suerte tiene su hora y tiempo, y se acaba cuando se acaba. Al ser despojada de mi carnet de identidad, me vi en la obligación de hacer el trámite para obtener otro nuevo (digo "otro nuevo" porque el anterior no tenía mucho tiempo de vida). Lo había  bloqueado y había intentado pedir hora vía web, como se estila, aunque no sé en qué ha mejorado el funcionamiento de este organismo, si igualmente hay que hacer cola o fila al exterior del edificio, así llueva, esté nublado o caigan los patos asados. ¡Eso se llama usar la tecnología sin marcar ninguna diferencia! No escribo por escribir; he "sufrido" la atención de esta institución antes de la modernidad y después de ella. Puedo comparar. No hay diferencias.¡Parece ser un problema atávico! 

   Decía que había intentado pedir hora en Rancagua y muchas de las oficinas de alrededores (Coínco, Rengo, San Vicente..., etc.) y la variedad no era mucha: entre enero y febrero del año 2023. Incluso se me ocurrió pedir hora en La Unión, aprovechando que viajaré hasta allá a fin de mes y ahí sí me había  ido bien. Entonces, ya estaba resignada a hacer el trámite en mi comuna natal, cuando me dan el dato que a los mayorcitos de 65 primaveras los atienden sin necesidad de hora virtual. ¿Qué quieren que les diga? ¡El dato me pareció fantástico y decidí comprobar si no era una fake news! ¡No lo era, 👏 claro! Fui el miércoles luego de solucionar todo lo bancario y hasta logré obtener un papelito que decía "N° 18 adulto mayor". Me instalé  en mi asiento siendo las 11 horas y ya sólo faltaban dos números cuando me acuerdo que nada es gratis en este mundo. Debía pagar el plastiquito y mi tarjeta de débito aún no estaba habilitada. Intenté activarla allí mismo, pero al interior del edificio había casi nula señal. El cash, según yo, no me alcanzaba. Así que agradecí el número a la persona encargada (una joven de pelo entre azul y verde) y decidí volver al día siguiente, con los morlacos correspondientes y muy temprano.

   Como soy mujer de decisiones firmes, 😂,  lo pensé  y lo hice. Volví al día siguiente a eso de las 9 de la mañana. Ingresé al interior con el número 11, mientras una larga fila quedaba al exterior. La verdad, entré con un poco de vergüenza 😪, por el privilegio.  Me instalé  pensando que la espera no iba a ser demasiada, pero de pronto vi que de los cuatro módulos en funcionamiento, sólo  atendían números que empezaban con la letra W (es decir, números que eran precedidos por una letra W, 😃,  que no sé qué significaba). Yo tenía "A 011". Pasó un buen rato y ninguna "A" al ruedo, puras "W" y daba la extraña casualidad de que la mayoría eran extranjeros con niños, a los que las funcionarias les debían casi hacer una sesión de entretenimiento para obtener su fotografía. ¡Para qué  decir todo lo que se demoraban con cada "W"! La paciencia de los "A", yo incluida, empezó a disminuir, hasta que escuchamos y vimos a unas cuatro personas que amenazaban con ir a reclamar a otra oficina. En ese momento no entendí qué se tejía pero después até cabos.    

    Ése fue el detonante para que la mujer verde-azulada fuera hasta los cubículos de las funcionarias y realizara una gestión, de la cual vimos inmediatamente los resultados. Una funcionaria empezó a llamar a viva voz a los "A". Las otras siguieron con los "W", que se indicaban en la pantalla, con el correspondiente pitido. Los "A" respiramos tranquilos; al fin se hacía justicia, aunque fuera en un 25% nada más, pero la funcionaria 4 era bastante eficiente y despachaba con velocidad los "A", mientras los "W" permanecían unos 20 minutos o más en los otros lugares de atención. ¡Vamos, vamos, que se puede!, pensaba yo, A-011

   De pronto, sucedió lo impensable. La F-2 (funcionaria del cubículo 2) empezó a llamar en la pantalla más Aes. Pit: A-009, pit pit: A-010... Se levantaron de sus asientos sendas personas, una extranjera y una adulta mayor, y se dirigieron a F-2. La felicidad que nos había inundado por la rapidez se hizo añicos, cuando la verde-azulada detuvo a las Aes que caminaban hacia F2 para informar en alta voz, como un heraldo (le faltaba el puro uniforme; la verdad no daba muy buena impresión esa joven tan colorinche y de descuidada vestimenta; díganme que soy clasista, muy conservadora  o que  discrimino a la gente si quieren, pero un empleado así no ofrece una buena imagen de ninguna institución u organismo).  Entonces, tenemos a la heraldo lanzando su mensaje : "la F4 está atendiendo a los "A" y en este momento va en el A08; así  que esperen su turno". Claro el mensaje y tranquilidad para los A

   Nos sentamos, rezongando un poco, pues nos habíamos parado al escuchar tamaño error de F2 y habíamos empezado a reclamar en voz alta. La explicación de la heraldo nos hizo sentarnos y esperar.  La F4 estaba atendiendo a A009 cuando F2 de nuevo llama a otras Aes. Pit pit, sonó  la pantalla, y apareció A011, me levanto de mi asiento, pit pit A012... Ahí  se produjo el griterío, 😠. Todos los A de pie, enojados, 😠😠, hablando en voz alta, mientras la joven azul estaba verdosa de desesperación para hacerse entender y seguir diciendo que F4 atendía  a las A y no la F2.

  La verdad, yo no me recuerdo tan decidida a revolver el gallinero, 😂😂. Hablé unas cuantas veces casi a gritos, diciendo que para qué estaba la pantalla si lo que se anunciaba allí no era válido, que mejor la apagaran o que a la F2 no la dejaran apretar el botón, 😂. Casi me puse poblacional, pero con respeto, que conste. No he llegado a la situación de decir garabatos en público (rara vez los digo en privado, en todo caso; ¿será porque vivo sola, 😂?). Me acordé de la Reina de Corazones de "Alicia en el país de las maravillas" que acostumbraba a ordenar "¡Qué  le corten la cabeza!" a cualquiera que colmaba su paciencia, 😂.     

   Cuento corto: luego de ese cuasi-motín la cosa se normalizó. Mientras estuve allí, la F2 no volvió a apretar el botón y yo fui atendida por F4, llegado el momento. Supe que hoy viernes, todo estuvo expedito y tranquilo. Un vecino fue a hacer el mismo trámite que yo había realizado el día de ayer. Las aguas estaban calmas, o bien la F2 había presentado licencia médica, una típica estrategia del sector público. ¡Qué  cosas, no!

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