martes, 10 de agosto de 2021

Después de mí el diluvio...

 
   "Aprés mi le déluge" dicen que expresó Luis XV en los últimos años de su vida en que la situación  sociopolítica de su reino no era la mejor. Y se supone que era católico, apostólico y... bueno, no era romano, era francés. ¿Sería algo más descafeinado el catolicismo de los franceses? ¿Debería  haberle importado algo siquiera, digo yo, el más allá? ¿¡Cómo  tan poca valoración de sus semejantes!? No tengo información sobre su catolicismo ni su grado de caridad cristiana, así que mejor no especularé. Una buena cantidad de amigas y un amigo son profes de Historia,  amén  de dos sobrinos y también un enemigo, jajaja
(siempre hay alguna oveja negra en el gremio). En todo caso, a Luis XV, así como le importaban un bledo sus súbditos, menos aún la salud de nuestro planeta, de la que a fines del siglo XVIII no se tenía conciencia. Lo que sí consta es que del Diluvio había oído hablar o leído (me imagino que sabría  leer el rey)
   

    Hace un par de días la ONU (no Luis XV) "evacuó" un informe espeluznante (habitualmente evito usar el famoso verbo "evacuar" porque me lleva a asociaciones mentales poco aromáticas pero en este caso se ajustaba) sobre el futuro mediato de nuestro planeta (hacia el año 2030 y siguientes, ¡no queda casi nada!) que, a no mediar alguna acción conjunta de las grandes potencias y de todos, hacia ese año deberemos andar en taparrabos y caminando a saltitos por el exceso de calor, además de todo lo que pueden significar 4 grados más de temperatura promedio en comparación con la actualidad. A ello se agrega el retroceso de glaciares, sequías, desaparición de las cuatro estaciones (las de Vivaldi sólo quedarán en el recuerdo), aumento del nivel de las aguas de los mares y océanos con los consiguientes efectos en la agricultura, la forestación, la habitabilidad de las zonas costeras, la fauna y la flora,  etcetc. Los pronósticos de 1,5° más hacia 2050 de informes anteriores (2014, 2018) se están quedando cortos.  

     Frente a estas lapidarias conclusiones, ¿qué  harán los líderes mundiales? ¿Dirán lo que Luis XV, según las malas lenguas, o lo que don Juan Tenorio? ("¡Qué largo  me lo fías!" respondía cuando ante sus fechorías sexuales se le recordaba el castigo eterno). Seguramente algo harán: firmarán otro tratado, acuerdo o alguna otra medida. Sin embargo, la bola de nieve ya comenzó a rodar desde la cumbre y sólo queda, al parecer, correr para salvar la vida (evacuar, 😄).   

    Nuestro país, en este aspecto, será víctima privilegiada. Tenemos 6435 kms. de costa, de manera que serán numerosas las ciudades, pueblos y caletas de nuestro largo litoral que sufrirán el efecto del aumento del nivel de las aguas marinas. La disminución de cuatro a dos estaciones climáticas ya está siendo un hecho. Este año en nuestra VI región hay un déficit de agua caída  de 48 %, con días durante el mes de julio con una temperatura propia de la cercanía veraniega, superior a 20 grados y hasta 24° en algunas ocasiones y si bien agosto ha comenzado con bajas temperaturas ya ayer mismo el termómetro se estuvo reivindicando con un día bastante soleado. Si el problema se quedara sólo en este ámbito no habría tantas dificultades en un horizonte cercano, pero a los efectos mariposa o dominó hay que tenerles respeto, dejando claro que no somos nosotros quienes accionamos la primera pieza (del dominó) en esta situación puntual (ya lo hicimos décadas atrás y dejamos que el desmoronamiento silencioso continuara)

   TODAS nuestras actividades sufrirán los efectos, producto de que nuestro hábitat, con poca o nada de agua, cambiará,  se desertificará, la agricultura perderá tierras cultivables, no habrá agua suficiente para el riego ni para el ganado, por lo tanto, verduras, legumbres, frutas y carne animal escasearán y subirán de precio y así, suma y sigue. Tengo entendido que las aguas aumentarán también su temperatura, lo que implica que podremos extraer pescados que vayan directo al plato, ya a medio cocinar para quienes les guste la carne punto medio, 😁.  Bromas aparte, habrá especies que no serán capaces de adaptarse, como sucederá con muchos de nosotros también, así como del resto del mundo animal y vegetal.    

   Con este panorama, parece que el segundo Diluvio llegará antes de lo esperado y nos encontrará inermes y con lo puesto. A los creyentes, les sugiero que vayan adelantando tarea y confesando sus pecados mientras tanto. Yo, no- creyente y sin pecados, 😂, me dedicaré a cuidar como "huesos santos" mi Kumquat y mi Limonero de Pica, tal vez los últimos en la Tierra en su especie. En tanto, en el ámbito familiar, seguro que habrá preguntarle a mi hermano Luis, fanático acérrimo y experto en el film "2012", cómo salvarnos de lo que viene. 



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