sábado, 30 de mayo de 2020

Una guerra interminable...II parte

  Una guerra interminable fue la que se vivió  en España a partir del año 1936, que en 1939 dio como ganadores al denominado Ejército Nacional o Rebelde, comandado por Francisco Franco. Si bien, la guerra abierta y frontal terminó  allí,  la que siguió  por 36 años más,  hasta la muerte del "Caudillo", no fue menos cruenta.

 Fue una guerra que hizo uso y abuso de la legalidad por parte del régimen con el objetivo de "depurar" de elementos nocivos la nueva sociedad española,  que agregó miles de muertos directos e indirectos,  fusilados, condenados de por vida, sentenciados a trabajos forzados y a familias destruidas. Es la tesis, a grandes rasgos, de Almudena Grandes (y también de diferentes historiadores de ese largo  período).  

 Inés y la alegría (I parte de Episodios de una guerra interminable).
   Inés,  joven perteneciente a una  aristocrática familia madrileña, no comparte los ideales falangistas y nacionalistas de su núcleo. Al producirse  el alzamiento militar contra la República ella se encuentra sola en casa, donde poco a poco entra en conocimiento de la realidad política de su país  y se involucra emocional y activamente con la causa republicana. La derrota no le significa la cárcel  ni la muerte (su hermano es falangista activo), pero sí  el encierro, primero, en un sanatorio, luego en un convento, para terminar en una casa de campo. Estando allí se entera por medio de una radioemisora clandestina, La Pirenaica, del ingreso a España de un ejército de milicianos republicanos desde Francia con el objetivo de recuperar el gobierno y provocar la caída de Franco. Huye de la casa y sale a su  encuentro  para unirse a la causa. Es el año 1944.
   En el intertanto,  los republicanos que lograron escapar una vez derrotados,  están exiliados  en varios países. Los dirigentes, en Unión  Soviética,  bajo el alero y protección del Partido Comunista, manteniendo sus cargos vigentes. Entre ellos, la famosa Pasionaria. Los milicianos, en Francia, en campos de refugiados, trabajando como prisioneros y, posteriormente, formando parte de un ejército  que combate a los alemanes cuando éstos invaden la nación francesa. Allí,  el Partido Comunista se ha reorganizado en forma extraordinaria, elevándose a la dirigencia un "elemento" inferior y no oficial, que planifica la "invasión" de España a cargo de la Agrupación de Guerrilleros Españoles, quienes serán el sustento para la conformación de un nuevo gobierno en Viella. Sin embargo, este intento que es el sueño esperado por Inés  y los milicianos, fracasa.
    De las razones del fracaso,  de la astuta reacción de la dirigencia del PC español en el exilio, que se lava las manos y llama a "informar" al organizador de la acción,  de los efectos que la derrota de esta nueva utopía provoca en la Resistencia interna, nos da cuenta la novela, hasta concluir con el regreso a la patria de parte de los protagonistas en el año 1976, después  de toda una vida vivida en el destierro. 
   El Lector de Julio Verne (II parte)
   Nino tiene nueve años. Es hijo de un guardia civil.  Junto a su familia, vive en una pequeña localidad de Jaén,  donde conoce a un hombre  que se transforma en su amigo, modelo y héroe: Pepe, el portugués,  quien vive en un viejo molino, a orillas del río del lugar. Con él  aprende a pescar, a cocinar, a disfrutar de las novelas de Julio Verne. 
   A Nino no le agrada su futuro "anunciado": ser guardia civil al igual que su padre. Felizmente para él su estatura complota a su favor y su padre decide darle herramientas  que le permitan ganarse la vida de otra manera, por lo que le financia clases de mecanografía. Aquello le permite conocer a una familia de mujeres solas, cuyos hombres, o están muertos o están  en el monte, donde vive un grupo de guerrilleros que, cada cierto tiempo le da "trabajo" a los guardias civiles. Su aprendizaje extracurricular se transforma en la vía que le ofrece a Nino una visión diferente de la realidad. Capta los secretos que ocultan sus padres, hasta enterarse que su progenitor se ha visto obligado a matar para no ser acusado de traición y preservar a su propia familia. Comprende también que su amigo Pepe no es un ser antisocial, sino un militante encubierto, que, luego de la "salida"  de los guerrilleros en dirección a Francia, también  abandona la localidad. 
    Ya adulto, estudiante universitario,  ingresa a la actividad  clandestina, lo que años después, mientras es docente de educación superior lo llevará  a la cárcel.  Allí, donde permanece sólo  dos años y medio al beneficiarse de la Amnistía para los presos políticos, oye hablar de Camilo, un legendario militante, que luego de muchos años de "salvarse" fue a dar también a  la "trena". La sorpresa es total y emocionante cuando, en un acto público, ya en democracia,  reconoce a Pepe, el portugués,  alias  Camilo, entre los participantes.   

Las tres bodas de Manolita (III parte)
  Manolita, joven de 18 años, sobrevive en el Madrid de postguerra, a cargo de sus cuatro hermanos menores, mientras sus padres están  encarcelados y su hermano mayor oculto con amigos. Siendo como es hija y hermana de "rojos", aunque nunca se involucró en ninguna acción  política, sufre las consecuencias de la expropiación de su casa, de la casi nula posibilidad de trabajo por su "condición" y de la permanente incertidumbre de perder su "libertad". Felizmente conoce la solidaridad de las mujeres que visitan periódicamente las cárceles  de la ciudad,  en cuyas largas filas surgen lazos de amistad que durarán toda su vida, donde además participa de unas "bodas" muy sui generis, tapadera de una "misión" clandestina,  la primera de su vida y la que, finalmente, la hace una mujer feliz. 
    Me impresionó profundamente la connivencia de la Iglesia Católica con el aparato represivo del régimen. El enriquecimiento  de los curas castrenses y sus cómplices gracias al robo de la alimentación de los reos, los encuentros maritales de los reclusos, la entrega de documentación  "limpia" a quienes puedan pagarla. 
  Me impactó  la maldad maquiavélica  de las monjas, que gracias a un programa de "redención de penas por trabajo" ofrecido a las reclusas, incorporan a sus hijas a Colegios Religiosos que no son más que cárceles  encubiertas,  donde sólo  a las más  pequeñas se les educa (re-educa en realidad) y a las adolescentes se las transforma en verdaderas esclavas.  Lavando, colgando y planchando ropa de restaurantes y hoteles por los que no reciben nada, ni siquiera una alimentación mínima, mientras sus condiciones laborales son de trabajos forzados; en tanto, la Congregación  aumenta sus arcas a costa de la libertad, la salud y la vida de niñas inocentes.  A nivel de los reos, hay una programa equivalente, los campos de trabajo, que, paradójicamente, es mejor que la misma cárcel.  Uno de ellos se ubicaba en  el actual "Valle de los Caídos". 
   Los pacientes del doctor García (IV parte)
   Guillermo García Medina, joven médico de profesión, sin ser militante republicano, se ve inmerso en el conflicto debido a su tarea diaria, la que realiza casi a tiempo completo. Logra salvar la vida de muchos, pero nunca es suficiente para todos los que mueren o quedan baldados para el resto de su existencia. Cuando la capital queda definitivamente en manos falangistas debe ocultarse a pesar de no haber participado en el conflicto. Gracias a la ayuda de un amigo cambia de identidad, salvándose del verdadero "progromo" que ha emprendido el régimen, y, sin planificarlo, elige colaborar con la actividad clandestina, merced a la fachada que le otorga su nuevo trabajo (empleado en una empresa de transportes). Con su amigo, verdadero militante y encargado, se infiltran en una Red de evasión de criminales de guerra del Tercer Reich, que funciona en España con el apoyo de Francisco Franco.
...
   Hasta aquí la trama y comentarios de estas novelas, cuya extensión no me resulta fácil de dimensionar en el ámbito digital si no es través del tiempo que ocupo en leerlas. Ésta es una de las grandes desventajas de los libros electrónicos, además de perder la posibilidad de hojear los textos, doblar la página como indicador o guardar marca-páginas de cualquier tipo y olerlos.  

 De lo que sí estoy segura es que el último libro de la saga, La madre de Frankenstein, me ocupará unos cuantos días, pues vi lo voluminoso que era en los escaparates españoles en marzo recién pasado. No sé cuándo podré leerlo, pues dependerá de que lo encuentre disponible en la red.
   Me resta aclarar que la síntesis que les ofrezco de cada relato es mínima. Los motivos son, principalmente, dos: que tengan los referentes básicos que les permitan entusiasmarse con el tema, sin que ello signifique perder la posibilidad del descubrimiento y la sorpresa. 
    Cada libro es una historia, y cada historia un aprendizaje. Y mientras más aprenda, mejor persona soy (creo). ¡Arrivederci!  
   

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