lunes, 15 de abril de 2024

De Cenicienta ... a Sherezade...


   Al filo de las 24 horas llegué al Terminal Nacional del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Tuve que bajarme allí porque, según el chofer Tur bus, había un "puente" por el que no se podía pasar para llegar al Terminal Internacional. ¡Plop! Y como yo nunca me había trasladado del uno al otro terminal caminando, debí empezar a averiguar como si fuera una extranjera. ¡Suerte que está todo señalizado! De otra manera hasta podría haberme perdido. Suerte también que ando sobrada de tiempo, porque, incluso, podía pasarme toda la noche buscando y no perdería el vuelo. A esta Cenicienta le falló la carroza; sus conductores no estaban ni ahí con cumplir su tarea a cabalidad a pesar de que aún había margen de tiempo antes de volver a su calidad de roedores. Ascensor, escalera mecánica,  cinta deslizante  y ya estuve en mi destino. Ahora sólo había que sentarse a esperar... o esperar a ver si podía sentarme, porque los pocos asientos que hay en la zona previa al check in y a PDI estaban todos ocupados. No me quedaba otra solución que empezar  a buscar una aguja en el pajar.

   La búsqueda fue infructuosa, el resultado, negativo. Los únicos asientos sin ocupar eran algunos sin clientes en los restaurantes o cafeterías del sector previo al Embarque. Decisión: sentarme en un local esperando pasar piola el mayor tiempo posible. De no ser así, pedir un coffee con alguna cosilla liviana,  para respetar los horarios de alimentación. Ubiqué un sector de mesas que tenía un largo asiento con cojines, pues las sillas eran "peladitas" no más. No alcancé a estar 5 minutos cuando me "cazaron" como cliente. Me llevaron la carta . A ver, a ver, algo que no sea muy caro ni dañino para mi hermoso cuerpo. ¡Bien! Un café americano con un trozo  de torta maracuyá, una de mis frutas favoritas.  

    Pronto llegó mi pedido...¡Chanfle, no saqué foto! (capaz que no me crean). La tarta llegó en un frasco de vidrio del tamaño de una taza. Habían embutido el bizcocho tres leches a la fuerza, 🤣 🤣.  En el fondo y encima había pulpa de maracuyá con sus pepitas sabrosas. Estaba bien, algo más dulce de lo que me habría gustado. En el último tiempo he estado poco amigable con lo excesivamente dulce. El americano no era muy grande (debe haber sido mestizo, 😂), así que debí solicitar agua para quitar lo dulce. Obvio, el agua me salió gratis pues no era mineral. ¡Qué buena ley aquélla! Algo bueno salió del Parlamento, aunque demoró como 4 años. Suerte que hay otros líquidos en los restaurantes, que si no los clientes se mueren de sed esperando. Al final, encontrar un asiento por un par de horas me significó casi 9 lucrecias. ¡El que puede puede!    

    Aún no me da sueño. ¡Qué bueno! Cuando empiece Morfeo a acercarse le haré el quite alejándome de él. Será el momento de pararme y caminar con mi maleta grande tailandesa a cuestas. De repente se tranca la bag, me salió medio porfiada y eso que está nueva, casi de paquete. Es probable que le falte más rodaje o que la dueña aprenda a llevarla como corresponde, 🙈. Fue un día (ayer lunes ya) intenso en actividades, que casi me hizo correr un poco antes de salir de palacio. La persona que vive sola y va a estar fuera por unos días sabe lo que significa toda la preparación de dejar la casa "encargada", todo limpio y ordenado, basura sacada, objetos de valor guardados, alimentos perecibles en el congelador; arreglar maleta, comprar pasaje, buscar uber, despedirse de quien corresponda, regar plantas, alimentar a la mascota ...¡Upps!, no tengo mascota... ni falta que me hace, 👏 👏.  

   A las 6 a.m. debo reunirme con el resto de viajeros. Según las cuentas sacadas somos 38 más los guías. Un buen grupo. Más numeroso que el de Tailandia. Nuestro destino ahora es  TURQUÍA  por 15 días. Según el programa, el tour se anuncia maravilloso. El año 2019 estuve un par de días en Estambul, pero ahora serán 12 (excluyendo el tiempo de viaje) en Estambul y otras ciudades y lugares, mágicos por su belleza e historia. No adelantaré más para no hacer spoiler y mantener el suspenso. Lo que me ilusiona es que son todos lugares de los que tenía noticia y soñaba con conocer,🤩😍. Ya les iré contando. Por el momento, estoy en compás de espera y aprovechando el tiempo disponible de la mejor manera. Les confidencio que unas amigas me hicieron un encargo un tanto difícil: que le dé saludos a Onur. Veré si lo encuentro. ¡Cómo no va a ser posible entre los 15 millones que habitan Estambul! Seguro que sí. Pero los años no pasan en  vano, incluso para las personas bellas. Quizás cómo estará el guapo de Onur a estas alturas. Ojalá (¡Oh, Alá!) haya envejecido bien...como nosotras, 😊. Hasta muy pronto. 

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