Carmelas en la capital... El lunes amanecimos temprano, ¡a las 6 de la mañana! ¿Por qué tanto sacrificio?, se preguntará más de alguien. Pues, porque viajaríamos a la capital del Reyno a la antigua, en el caso de la mayoría, es decir, en bus, como proletarios de la educación. Un uber nos llevó velozmente al Terminal de buses...¡para nada o casi!, porque el bus llegó con más de media hora de retraso (dificultades en la carretera nos dijeron) y eso era para estresarse, ya que íbamos al "dostor". No todas, sólo una de nosotras, pero las demás, solidariamente habíamos decidido acompañarla, más por la promesa de pasar luego al Costanera Center, que por interés en la salud de nuestra amiga, 😂.
A pesar del retraso, llegamos con el tiempo suficiente a Santiago. Una vez allí, iniciamos nuestro periplo por las vías subterráneas de la ciudad. Cargada una vip fuimos pasando los torniquetes en forma ordenada... y legal. Felizmente no era horario punta y, así y todo, el metro llevaba bastante gente. Hacía tiempo que no viajaba en este medio. El trayecto fue largo: desde U.de Stgo. hasta Escuela Militar, 👮♂️.Llegamos con el margen necesario para perdernos un poco del lugar exacto, 🤣, pero al fin dimos con la clínica. Lo divertido, si puede llamarme así, es que nuestra amiga confirmó que el primer médico tratante se había equivocado en el tratamiento pero ya el problema estaba en retirada. ¡Plop! Felices porque no había malas noticias después de todo, nos acercamos al Costanera. Recorrimos sin resultados varias tiendas. Nos cansamos.
Fuimos a almorzar para recuperar fuerzas, casi nada muy sano, como se podía esperar. ¡Último vitrineo! ¡Eureka! ¡Al fin algo de suerte! HyM era nuestro destino. Y lo más importante: no sólo encontramos una prenda 3 de las 4, sino más satisfactorio fue que cada una de ellas era de una talla menor a la acostumbrada, 😂. No podíamos contener nuestra alegría y satisfacción, pues habiéndonos subido a la pesa esa mañana, no teníamos muy buenas noticias, 😂. ¡Seguro la pesa estaba descalibrada, que no nosotras, 😉.
De regreso, en el bus, debí luchar contra el sueño. Estando juntas no era conveniente quedarse dormida, pues quien lo hacía iba a ser fotografiada indefectiblemente en dicho estado, tan poco sexi habitualmente. ¡Lo logré! 💪. Otro uber y ya estábamos en palacio. Un poco de descanso y partimos al supermercado. Nuestra amiga Lidia estuvo de suerte. Era ella quien no había encontrado nada de su gusto en la capital y ¡oh, sorprise!, en Rancagua estaba la clave. Un vestido hermoso y dos pares de sandalias pasaron a ser de su propiedad. ¡Toda una inversión! No se anda con chicas la "Sita" Lidia.
Iniciando despedida de Rancagua...
Volvimos a palacio felices. Todas habían practicado su vicio consumista, 😂. Dimos rápida cuenta de una sabrosa pizza casera (de gravlax de salmón con champiñones y rúcula) con té o café, para luego incursionar en un heladito vino Harvest, para terminar dándole "el bajo" al barrilito Kunstman. ¡Tanto sacrificio, digo yo! Acabamos la jornada entre música, cigarrillos y pelucas, lo que nos permitió sacar ese yo que teníamos escondido. Lidia, con su peluca roja de diablesa, la Queen con la intensidad azul de su cabellera haciendo juego con su sangre real, Marcela con su alegría y buen humor y yo, con mi ascendencia aria irrefutable, 😂😂. Con esa última humorada mis visitas se fueron a sus camas, mientras yo "daba jugo" subiendo y bajando, buscando la ropa y todo lo necesario para echar a mi maleta, pues al día siguiente partiría al sur con las "chiquillas".
Madrugamos nuevamente. Desayunamos sin contratiempos. Preparamos unos sánguches. Ordenamos todo lo que pudimos. Soa Lidia se encargó de regar las plantas del huerto-jardín. ¡Pobrecillas! Quedaron haciendo gorgoritos y susurrando S.O.S., 😂, después de un rato a merced de la regadora oficial del castillo. Todo listo, bajando, cargando y...¡partimos! El reloj daba las 8,40 h.
Viaje de regreso...Desvío...
Nada hacía presagiar..., 😂 😂, que íbamos a desviarnos del camino pasada la ciudad de Curicó, cuando ya habíamos hecho una parada anterior, buscando un wc y un café-despertador, especialmente para la "chofera". Digo que nada hacía presagiar, porque no estaba dentro de nuestras más locas ideas, que, viendo el letrero indicativo de CUMPEO, se nos ocurriera llegar hasta allá, para tener el honor de conocer a Condorito y tomarnos más de una selfie con él. Yo les conté acerca de lo que se podía esperar, así que más entusiasmadas quedaron. En mi caso, iba a ser la segunda vez, pues ya había estado allí el año 2021.
Llegando a Cumpeo...
¡Vamos que se puede! Creo que casi aturdimos a nuestra virtual amiga española del GPS. No lo supimos sino hasta que estábamos más cerca del pueblo, cuando se vengó sonoramente de nosotras. Sucede que nuestra "chofera" (que aún no se recupera de aquel ataque a su "disnidá"), para asegurarse de que íbamos en "la dirección correcta", 😉, le preguntó por Cumpeo a la españolísima. La respuesta que nos dio nos dejó estupefactas, haciendo que nos miráramos unas a otras con gesto acusatorio, hasta que nos dimos cuenta que había sido la Srta. Inteligente artificialmente. Escuchamos un "¡upps!" y luego una sonora ventosidad, por suerte digital, miren que si no...🥴🤧. Como no podíamos convencernos de su respuesta, volvimos a hacer la pregunta y, con toda su Inteligencia, nos dio otra respuesta, muy diplomática: "Si usted me lo pide..." y vamos de nuevo con la sonora ventosidad, 🤣😂🤣😂🤣😂🤣. Este chascarro seguro nos acompañará por el resto de nuestras vidas, 🤣.
¡Llegamos a la Plaza de Cumpeo! Y allí mismo nos esperaban Condorito y Washington, todo un honor. Como primero es lo primero, nos pusimos ante las letras corpóreas y nuestra amiga Lidia solicitó a una habitante del lugar que nos sacara la que pasaría a ser la foto más importante. "Les saqué tres" nos dijo la solidaria ciudadana, agregando que iba a llegar atrasada a su trabajo (tarde entraba la socia pues mi reloj marcaba las 10,45 h.), pero que todo era por los turistas. ¡Simpática ella! De pronto, ¡oh!, una de nosotras que por meses había tratado de averiguar dónde diablos se ubicaba la I.Municipalidad de Río Claro, vio frente a sus ojos precisamente dicho edificio edilicio. ¿Cuál era la necesidad que duraba meses? Aclarar un parte de tránsito del cual le había llegado el tercer cobro, 🤑.Así que a aquellas dependencias se dirigió nuestra amiga infractora, de quien me guardaré su identidad. En todo caso y para que no se malentienda, "yo no soy ésa, que tú te imaginas... "🎶 🎵, 😂.
Terminado el trámite, en el cual le fue tan bien como en el médico, 🤭🤭 (es decir, ellos no podían hacer nada, pues la responsable era la empresa concesionaria de la ruta), nos dedicamos a la sesión de fotografías con Yayita, On Chuma, Garganta de Lata (con total fundamento este último, 😉), Condorito Carabinero más las ojotas del plumífero. Y como corolario, la adquisición de varios recuerdos, como turistas responsables que somos, 😅.¡Seguimos!, 😄.
Una vez que abandonamos Cumpeo, Soa Lidia empezó a revisar fotografías y no pudo encontrar aquellas tres que nos había supuestamente sacado la ciudadana cumpeína. Al final, no nos había sacado NINGUNA foto 🤔😒🥴😨😰😢😭 y, por un buen rato, debimos escuchar los lamentos casi plañideros de nuestra amiga, los que sólo terminaron cuando logramos realizar un montaje digno de un artista del engaño. ¡Solucionada la falta de evidencias!
Salto del Laja...
Llegamos allá a las 15 horas. Teníamos hambre pero resistiríamos sin problemas algunos minutos. Nos acercamos a la famosa y bellísima caída de agua, que yo sólo había visto en fotografías. ¡Hermoso lugar y muy bien cuidado en sus alrededores!, todo perfecto para dar una muy buena impresión a los turistas. Aunque el lugar había sido afectado por el dañino temporal de hace un par de meses, ya todo estaba arreglado, de manera que, aparte de fotografiarnos, pudimos apreciar los locales de artesanía que estaban en funcionamiento a esa hora y, por supuesto, comprar unas prendas (3 de nosotras) para nuestro acicalamiento, 😊😇. Luego de almorzar en el sector y tomar otras fotografías, continuamos el viaje, algo más remolonas por el efecto post-almuerzo. Pasadas las 17,30 estuvimos en las cercanías de nuestro penúltimo destino. ¡Allá vamos!
Volcán Antuco...
A las 17,30 estábamos en las cercanías de la ciudad de Antuco y ya pudimos divisar, a lo lejos, parte del Volcán que le da el nombre al lugar. El paisaje era realmente una belleza. Flores amarillas contrastando con el celeste del cielo, la blancura de las nubes y el verde de la vegetación, a lo que se agrega el serpenteante camino que ofrece una panorámica variada y muy atractiva. Pasando la ciudad, muy cuidada, nos dirigimos a la Laguna del Laja. Avanzamos unos kilómetros en medio de una naturaleza colorida y pujante, pero no pudimos continuar el camino, pues el ripio había sido recién removido y tenía una advertencia de derrumbes. Era mucho riesgo seguir adelante y, aunque no siempre somos razonables, 😂, esta vez habló la razón. Fotografías, retroceso, carga de combustible al llegar a Antuco y, luego, calabaza calabaza ..., directo a nuestro destino final, la casa de Marcela, en Lanco, donde llegamos a las 23,30 horas, en calidad de Cenicientas casi sin encanto, pero sanas y salvas, que era lo que realmente importaba. Lo vivido en la grande y noble ciudad de Lanco lo dejamos para el próximo reporte. Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario